lunes, 30 de julio de 2012

Pequeñas Semillitas 1771


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1771 ~ Lunes 30 de Julio de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
La cuestión del alimento es una necesidad humana que genera numerosos conflictos sociales y económicos.
Sabemos que los recursos disponibles en el planeta son suficientes para alimentar a la población mundial actual. Sin embargo, las relaciones de poder están organizadas de manera tan desigual que millones de personas del hemisferio sur padecen hambre y desnutrición.
Los cristianos creemos que los recursos y los bienes de la creación tienen un destino universal. El bien común se antepone al bien particular y por tanto, una forma de actualizar el mensaje de estos relatos bíblicos es participar de forma responsable en organizaciones e iniciativas sociales encaminadas a multiplicar las oportunidades de acceso a la alimentación, la salud y la vivienda.
Aunque dispongamos apenas de "unos pocos panes de cebada" y no manejemos recursos abundantes, podemos agruparnos con personas de buena voluntad, para organizar formas de apoyo y cooperación que permitan que los que sufren pobreza alimentaria la vayan superando.
"La verdad católica"


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, Jesús propuso todavía otra parábola a la gente: «El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo. Es ciertamente más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas».
Les dijo otra parábola: «El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina, hasta que fermentó todo». Todo esto dijo Jesús en parábolas a la gente, y nada les hablaba sin parábolas, para que se cumpliese el oráculo del profeta: ‘Abriré en parábolas mi boca, publicaré lo que estaba oculto desde la creación del mundo’.
(Mt 13,31-35)

Comentario
Hoy, el Evangelio nos presenta a Jesús predicando a sus discípulos. Y lo hace, tal como en Él es habitual, en parábolas, es decir, empleando imágenes sencillas y corrientes para explicar los grandes misterios escondidos del Reino. Así podía entender todo el mundo, desde la gente más formada hasta la que tenía menos luces.
«El Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza...» (Mt 13,31). Los granitos de mostaza casi no se ven, son muy pequeños, pero si tenemos de ellos buen cuidado y se riegan... acaban formando un gran árbol. «El Reino de los Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas de harina...» (Mt 13,33). La levadura no se ve, pero si no estuviera ahí, la pasta no subiría. Así también es la vida cristiana, la vida de la gracia: no se ve exteriormente, no hace ruido, pero... si uno deja que se introduzca en su corazón, la gracia divina va haciendo fructificar la semilla y convierte a las personas de pecadoras en santas.
Esta gracia divina se nos da por la fe, por la oración, por los sacramentos, por la caridad. Pero esta vida de la gracia es sobre todo un don que hay que esperar y desear con humildad. Un don que los sabios y entendidos de este mundo no saben apreciar, pero que Dios Nuestro Señor quiere hacer llegar a los humildes y sencillos.
Ojalá que cuando nos busque a nosotros, nos encuentre no en el grupo de los orgullosos, sino en el de los humildes, que se reconocen débiles y pecadores, pero muy agradecidos y confiados en la bondad del Señor. Así, el grano de mostaza llegará a ser un árbol grande; así la levadura de la Palabra de Dios obrará en nosotros frutos de vida eterna. Porque, «cuanto más se abaja el corazón por la humildad, más se levanta hacia la perfección» (San Agustín).
Rev. D. Josep Mª MANRESA Lamarca (Les Fonts del Vallès, Barcelona, España)


Santoral Católico:
San Pedro Crisólogo
Doctor de la Iglesia


Pedro, quien fue uno de los oradores más famosos de la Iglesia Católica, nació en Imola, Italia y fue formado por el Obispo de esa ciudad Cornelio, por el cual conservó siempre una gran veneración. El Obispo Cornelio convenció a San Pedro de que en el dominio de las propias pasiones y en el rechazar los malos deseos reside la verdadera grandeza, y que este es un medio seguro para conseguir las bendiciones de Dios.

Pedro gozó de la amistad del emperador Valentiniano y de la madre de éste, Plácida, y por recomendación de los dos, fue nombrado Arzobispo de Ravena. También gozó de la amistad del Papa San León Magno.

Cuando empezó a ser arzobispo de Ravena, había en esta ciudad un gran número de paganos. Y trabajó con tanto entusiasmo por convertirlos, que cuando él murió ya eran poquísimos los paganos o no creyentes en este lugar.

A la gente le agradaba mucho sus sermones, y por eso le pusieron el sobrenombre de crisólogo, que quiere decir, el que habla muy bien. Su modo de hablar era conciso, sencillo y práctico. La gente se admiraba de que en predicaciones bastante breves, era capaz de resumir las verdades más importantes de la fe. Se conservan de él, 176 sermones, muy bien preparados y cuidadosamente redactados. Por su gran sabiduría al predicar y escribir, fue nombrado Doctor de la Iglesia, por el Papa Benedicto XIII.

Recomendaba mucho la comunión frecuente y exhortaba a sus oyentes a convertir la Sagrada Eucaristía en su alimento de todas las semanas.

Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

“En la flaqueza llega al colmo el poder. Muy gustosamente continuaré gloriándome en mis debilidades para que habite en mí la fuerza de Cristo: Por lo cual, me complazco en las enfermedades, en los oprobios, en las necesidades, en las persecuciones, en los aprietos por Cristo; pues, cuando parezco débil, entonces es cuando soy fuerte”
San Pablo 2 Co 12, 9-10


Tema del día:
El Papa y los Juegos Olímpicos


1) Para saber

Antes de iniciar los Juegos Olímpicos en Londres, el Papa Benedicto XVI, se refirió a ellos: “Los Juegos Olímpicos… son el mayor evento deportivo mundial, en el que participan atletas de muchísimas naciones, y como tal, reviste también un fuerte valor simbólico". Podemos aprender alguna enseñanza de ellos.

2) Para pensar

Hay historias ejemplares en los Juegos Olímpicos; una que me han enviado la comparto a continuación.

Sucedió en la carrera de los 100 metros llanos los pasados juegos en China. El 16 de Agosto de 2008 el corredor Jamaiquino Usain Bolt impuso un nuevo record en los 100 metros llanos, la “Reina de las Competencias” como suelen llamarle, en las Olimpiadas de Beijing.

Un record que muchos han buscado a lo largo de los años sin conseguirlo. Este hombre superó su marca personal deteniendo el cronómetro en los 9 segundos 69 centésimas. Luego lo ha vuelto a romper en 9.58 segundos. Justamente ha recibido el título del “Relámpago Bolt”.

¿Cómo le hizo? Seguramente supuso muchas horas de entrenamiento, muchas renuncias, un régimen de alimentación… pero hubo tres cosas que llamaron la atención el día de la carrera y seguramente influyeron para ganar.

Lo primero que llamó la atención y que se comentó mucho fue la alegría con la que iba corriendo. Lo sorprendente es que aun antes de llegar a la meta ya iba celebrando, al punto que muchos pensaron que si no se hubiera “distraído” tal vez hubiera corrido más rápido; iba disfrutando la carrera.

El segundo “detalle” que llamó la atención fue que ¡corrió con las correas de su zapato desatadas! Suelen enseñarnos que con las agujetas sin amarrar no se debía ni caminar, sin embargo ¡Usain Bolt corrió y rompió el record de los 100 metros así!

Y un tercer factor importante… ¡Usó unos zapatos color oro!

Se puede decir que aún antes de iniciar la competencia, él ya se veía “de oro”. Sus pies, que lo llevaron con rapidez esas 42 zancadas, ya estaban vestidos del color de la medalla: Ya se sentía ganador, aún antes de iniciarla.

Se va a hablar y analizar mucho tiempo este record, pero esos tres “detalles” pueden servir para inspirar también la carrera de nuestra vida.

Lo primero es que podemos vivir la vida con alegría, incluso celebrando aún antes de llegar a la meta… lo que implica vivir de esperanza. La felicidad no se ha de experimentar solamente al llegar al destino, sino en el mismo recorrer, el viaje es parte de la diversión.

Lo segundo, es que hay costumbres no esenciales que no pasa nada si a veces se rompen. Si Bolt logró el record con las agujetas desatadas… Nos da la confianza que podemos hacer nuestra carrera aunque no todo esté perfectamente en orden… ¡aun así se puede vencer!

Y lo tercero es tal vez lo más importante. Que tu sueño sea del color de la realidad que deseas en tu futuro. Que tu futuro sea ya parte de tu presente. Hay que ponerse los zapatos del color del sueño.

3) Para vivir

El mismo Bolt afirmó: “Los 100 los llevo pegados al corazón”.

Podríamos preguntarnos ¿de qué color son nuestros zapatos?, o mejor dicho, ¿de qué color es nuestro sueño?

El Papa concluía haciéndonos una invitación: "Oramos para que, según la voluntad de Dios, los Juegos de Londres sean una verdadera experiencia de fraternidad entre los pueblos de la Tierra".

Pbro. José Martínez Colín


Pensamientos sanadores


Pide gustar las pequeñas cosas de cada día

El camino de la vida está formado por los grandes escalones de los años.
Pero los escalones más importantes son los de cada día, cada hora, cada minuto, y hasta me atrevería a decir, cada segundo.
No quieras subir la escalera demasiado de prisa, pues carece de sentido.
Aprende a detenerte en cada escalón y a gustar de él, pues no hay dos peldaños iguales.
Haz como quien escala una montaña, que con frecuencia se detiene, no sólo para tomar un respiro, sino también para contemplar el maravilloso espectáculo que la naturaleza expone en el valle.
Cada día trae su novedad, y si estás abierto y eres receptivo, podrás percibir todo lo hermoso que cada jornada encierra en los milagros cotidianos y disponerte para recibir nuevas gracias.

Entonces tuvo un sueño: vio una escalinata que estaba apoyada sobre la tierra y cuyo extremo superior tocaba el cielo. Por ella subían y bajaban ángeles de Dios. Génesis 28, 12.


Pedidos de oración


Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el Padre Jorge Noda, de la iglesia de San Juan Bosco en Miami (USA), que el martes pasado fue operado a corazón abierto, para que el Señor le conceda una pronta recuperación. Y también de Miami, pedimos oración por Tony, que tiene 65 años y en estos momentos esta en Terapia Intensiva con varios fallos orgánicos en estado muy delicado.

Pedimos oración por Elsa S. que vive en Buenos Aires, Argentina, y mañana será sometida a una intervención quirúrgica. Que el Señor la acompañe y la proteja para que todo resulte favorable.

Pedimos oración por Francisco P. M., que está en el hospital de emergencia, le hacen estudios y lo están estabilizando.

Pedimos oración por María Florencia, de Puerto Madryn (Argentina), que está cursando el sexto mes de un embarazo de mellizas; para que todo siga bien bajo la protección de María y pueda arribarse a un feliz nacimiento.

Pedimos oración por Nancy C., joven mujer de Bogotá, Colombia, que está cursando el período pos operatorio de una intervención por un tumor cerebral, confiando en que por la intercesión de la Santísima Virgen, nuestro amado Jesús le habrá de conceder la gracia de la sanación.

Pedimos oración por María Teresa A., de Buenos Aires, Argentina, quien, recuperándose de una cirugía de pulmón, sufrió el sangrado de un aneurisma cerebral y ahora está en coma inducido. Pedimos oración por ella y por los médicos que la asisten.

Pedimos oración por Cecilia G. que vive en Mendoza y está muy grave por lo que rogamos al Señor que le conceda lo mejor según Su voluntad.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos.


"Intimidad Divina"

Le esperanza no falla

Las virtudes teologales están profundamente relacionadas: la fe enciende la esperanza, y la esperanza sostiene la fe. Y como el cristiano da prueba de la solidez de su fe perseverando en ella a pesar de la oscuridad, así da prueba de la solidez de su esperanza no dejando de esperar en las circunstancias adversas. Las mismas contrariedades robustecen la esperanza… La esperanza cristina no falla nunca, ni siquiera cuando las adversidades maltratan la vida del hombre. En toda criatura querida de Dios se renueva de algún modo la historia de Job, probado en los bienes y en los  hijos, abandonado de la mujer y de los amigos, reducido a la miseria y soledad más tristes y cubierto de lepra de la cabeza a los pies. Muerte y sufrimiento son fruto del pecado, no sólo como castigo, sino también como purificación y expiación saladora para sí y para los demás en unión a la pasión de Cristo.

Se puede decir con verdad que la medida de la esperanza en Dios es esperar sin medida. Cuando el hombre busca sinceramente hacer de su parte cuanto puede para agradar a Dios, no debe temer ser demasiado atrevido en su esperanza Le agrada tanto al Señor la esperanza ciega e ilimitada en él, que cuanto más espera una criatura, tanto más la socorre y la colma de sus bienes. “Cuanto más espera el alma, tanto más alcanza”, dice San Juan de la Cruz; y  Santa Teresa del Niño Jesús, haciendo suyo este pensamiento escribe. “Nunca se tiene demasiada confianza en Dios, tan poderoso y misericordioso. Se obtiene de él cuanto se espera”.

A veces la conciencia de los pecados cometidos, de las infidelidades y de los fracasos en la práctica de la virtud pueden desanimar y cortar las alas de la esperanza. Es preciso entonces recordar que Dios no nos ama porque estemos sin pecados, sino porque ha infundido en nosotros su gracia y nos ha hecho hijos suyos. Él quiere nuestra salvación y nuestra santificación más que nosotros; si una criatura lo busca con todo el corazón y confía en él con todas sus fuerzas, él mismo la santificará a pesar de las faltas del pasado o de las miserias y debilidades del presente. El cristiano auténtico es un hombre de esperanza invencible y un sembrador de esperanza. Es necesario que todos los hombres de la tierra se sientan “despertados a una viva esperanza, que es don del Espíritu Santo, para que, por fin, llegada la hora, sean recibidos en la paz y en la suma bienaventuranza” (GS 93). Este era el augurio de San Pablo a los romanos: “El Dios de la esperanza os colme de todo gozo y paz en vuestra fe, hasta rebosar de esperanza” (Rm 15, 13). El cristiano debe ser portador de ella a todo el mundo.

¡Oh Dios y Señor nuestro! Esperemos el abrigo de tus alas. Protégenos y llévanos. Tú llevarás, si, tú llevarás a los pequeñuelos, y hasta que sean ancianos, tú los llevarás, porque nuestra firmeza cuando eres tú, entonces es firmeza; mas cuando es nuestra, entonces es debilidad. Nuestro bien vive siempre contigo, y así, cuando nos apartamos de él, nos pervertimos. Volvamos ya, Señor, para que no nos apartemos, porque en ti vive sin ningún defecto nuestro bien, que eres tú, sin que temamos que no haya lugar adonde volar, porque de allí hemos venido y, aunque ausentes nosotros de allí, no por eso se derrumba nuestra casa, tu eternidad. (San Agustín, Confesiones)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

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