PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 7 - Número 1768 ~ Viernes
27 de Julio de 2012
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Hay muchos tipos de equipaje que llevamos con nosotros y
que sabotean nuestra felicidad y éxito. Viejas heridas, palabras duras, actos inacabados,
desconfianza de uno mismo, promesas rotas y miedos. Estas –y muchas otras más–
son las cicatrices que nos han infligido los amigos, amados, socios o clientes.
Permite que todo esto se vaya, antes de que te sofoquen y
envenenen sus actitudes y acciones. No permitas que el sol se ponga hoy, sin
perdonar tus errores del pasado o a todas aquellas personas que te han hecho
mal (desde el desaire más pequeño a la más grande injusticia).
El verdadero propósito del perdón es aliviarte de una
carga negativa. Deshazte de todo el equipaje viejo, cualquiera sea su forma,
antes de que se vuelva parte permanente de tu manera de ver, de tus actitudes y
tus conductas.
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Vosotros,
pues, escuchad la parábola del sembrador. Sucede a todo el que oye la Palabra
del Reino y no la comprende, que viene el Maligno y arrebata lo sembrado en su
corazón: éste es el que fue sembrado a lo largo del camino. El que fue sembrado
en pedregal, es el que oye la Palabra, y al punto la recibe con alegría; pero
no tiene raíz en sí mismo, sino que es inconstante y, cuando se presenta una
tribulación o persecución por causa de la Palabra, sucumbe enseguida. El que
fue sembrado entre los abrojos, es el que oye la Palabra, pero las
preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas ahogan la Palabra, y
queda sin fruto. Pero el que fue sembrado en tierra buena, es el que oye la
Palabra y la comprende: éste sí que da fruto y produce, uno ciento, otro sesenta,
otro treinta».
(Mt 13,18-23)
Comentario
Hoy contemplamos a Dios como un agricultor bueno y
magnánimo, que siembra a manos llenas. No ha sido avaro en la redención del
hombre, sino que lo ha gastado todo en su propio Hijo Jesucristo, que como grano
enterrado (muerte y sepultura) se ha convertido en vida y resurrección nuestra
gracias a su santa Resurrección.
Dios es un agricultor paciente. Los tiempos pertenecen al
Padre, porque sólo Él conoce el día y la hora (cf. Mc 13,32) de la siega y la
trilla. Dios espera. Y también nosotros debemos esperar sincronizando el reloj
de nuestra esperanza con el designio salvador de Dios. Dice Santiago: «Ved como
el labrador aguarda el fruto precioso de la tierra, esperando con paciencia las
lluvias tempranas y tardías» (St 5,7). Dios espera la cosecha haciéndola crecer
con su gracia. Nosotros tampoco podemos dormirnos, sino que debemos colaborar
con la gracia de Dios prestando nuestra cooperación, sin poner obstáculos a
esta acción transformadora de Dios.
El cultivo de Dios que nace y crece aquí en la tierra es
un hecho visible en sus efectos; podemos verlos en los milagros auténticos y en
los ejemplos clamorosos de santidad de vida. Son muchos los que, después de
haber oído todas las palabras y el ruido de este mundo, sienten hambre y sed de
escuchar la Palabra de Dios, auténtica, allí donde está viva y encarnada. Hay
miles de personas que viven su pertenencia a Jesucristo y a la Iglesia con el
mismo entusiasmo que al principio del Evangelio, ya que la palabra divina
«halla la tierra donde germinar y dar fruto» (San Agustín); debemos, pues,
levantar nuestra moral y encarar el futuro con una mirada de fe.
El éxito de la cosecha no radica en nuestras estrategias
humanas ni en marketing, sino en la iniciativa salvadora de Dios “rico en
misericordia” y en la eficacia del Espíritu Santo, que puede transformar
nuestras vidas para que demos sabrosos frutos de caridad y de alegría
contagiosa.
P. Josep LAPLANA OSB Monje de Montserrat (Montserrat,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Pantaleón
Médico y Mártir
Nació en Nicomedia, actual Turquía a finales del siglo
III. Era hijo de Eustorgio y Eucuba y fue médico como su padre. Su nombre, en
griego, significa: “El que se compadece de todos”.
Estudió filosofía y retórica y después se dedicó a la
medicina. Fue médico del emperador Galerio Maximiano. Apostató de la fe
cristiana, que volvió a recuperar gracias a su amigo Hermolano y fue perseguido
por Diocleciano en 303. Tras ser torturado de varias maneras, murió. Según la
tradición cristiana, el fallecimiento tuvo lugar bajo una higuera seca, que
floreció al recibir la sangre del mártir luego de ser decapitado.
Información amplia haciendo clic acá
Oración:
Padre Misericordioso, Dios de todo consuelo, que diste a
San Pantaleón el don de interceder por nosotros: Danos por tu amor la salud que
te pedimos, danos también un corazón grande y generoso que te sepa ver a Vos en
el rostro de los otros. Padre Bueno y Todopoderoso, por San Pantaleón te
rogamos nos concedas la paz y felicidad que con Fe de Vos esperamos. Amén.
La frase de hoy
“Dicen que soy un héroe.
Yo, débil, casi insignificante…
Si siendo como soy
he hecho lo que he hecho
imaginad lo que podéis hacer todos juntos”
Gandhi
Temas Médicos:
Reconocer la depresión
Depresión o ansiedad, ansiedad o estrés, tristeza o
depresión, y vuelta a empezar. Hoy en día es común confundir dichos estados
anímicos, y puede que lo que para nosotros sea un simple estado de tristeza,
para un especialista sea una depresión.
Hay personas que conviven con la depresión durante años
sin darse cuenta de que les está afectando en su forma de comportarse con los
demás y consigo mismas, pensando que es ansiedad o estrés y que como tal ya se
pasará con el tiempo. Sin embargo no es tan fácil acabar con el estado de
depresión. Por eso es importante detectar la depresión lo más pronto posible,
pues los efectos negativos de esta son muchos. Una pronta detección nos
permitirá ponernos en manos de un especialista que nos ayudará a salir del
estado depresivo.
Para saber si tienes depresión es importante que
contestes a las siguientes preguntas de este Test para detectar la depresión.
Esta es una adaptación de los estudios realizados por:
National Institute of Mental Health’s Depression Awareness, Recognition, and
Treatment (D/ART) Program, Rockville, Md.
Elige la respuesta que más se ajuste a tu situación
actual.
1) Últimamente me siento:
Triste.
Aletargado.
Pesimista.
Desesperado.
Inútil.
Desvalido.
2) Desde hace un tiempo:
Cuando tengo que tomar decisiones, no puedo decidirme.
Me cuesta concentrarme.
Me olvido con frecuencia de las cosas, me falla la
memoria.
3) Llevo tiempo que:
He perdido el interés por aquellas cosas que antes me
gustaban o me interesaban.
Suelo tener problemas con mis compañeros de trabajo o de
estudio.
Discuto con mi familia y amigos.
Me dan ganas de aislarme de los demás, o incluso ya lo he
hecho.
4) Últimamente:
Siento que me quedo sin energía.
Estoy más irritable que de costumbre y, cuando no, estoy
intranquilo.
Tengo problemas para quedarme dormido, mantener el sueño
o levantarme por la mañana.
No tengo ganas de comer.
Como sin tener hambre.
Me duele de forma continuada la cabeza, la espalda o el
estómago.
Siento que me duelen las articulaciones o músculos de mi
cuerpo.
5) Desde hace un tiempo:
Tomo más alcohol de lo normal.
Consumo más que antes fármacos que alteran mi estado de
ánimo.
Actúo en ocasiones de forma imprudente al no abrocharme
el cinturón de seguridad del coche, cruzando sin mirar las calles, etc.
6) He llegado a pensar en:
La muerte.
Hacerme daño.
Mi funeral.
Suicidarme.
Si a más de tres preguntas has respondido de forma
afirmativa, puede ser que estés deprimido. En ese caso, no te alarmes ni hagas
cosas por ti mismo… Lo mejor es que consultes a tu médico quien evaluará tu
situación y te recomendará lo más oportuno.
Pensamientos sanadores
Que Dios sea el Señor de toda tu actividad
A causa del activismo en el cual algunas personas están
sumergidas, parecería que para ellos la vida pasa sin que la vivan con plena
conciencia y goce, corriendo agitados para alcanzar cosas que, en el fondo,
nunca satisfacen plenamente a sus corazones.
Hay padres que se pierden disfrutar del crecimiento de
sus hijos.
Hay hombres y mujeres que no están presentes cuando sus
amigos o amigas los necesitan.
Hay oídos que no están allí cuando podrían estar y brazos
tan ocupados que ya no se extienden para abrazar a quienes los aman.
Si deseas comenzar a tener una vida más plena, es
indispensable que Jesús se transforme en fuente y fin de tus afectos, tus
actividades cotidianas, permitiéndole ser el Señor de todas las áreas de la
vida.
Todo lo que puedan
decir o realizar, háganlo siempre en nombre del Señor Jesús, dando gracias por
él a Dios Padre. Colosenses 3, 17.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa
Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el
cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno,
así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu
Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las
familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Cristian Ariel S., de la ciudad de
Escobar, provincia de Buenos Aires, Argentina, que esta atravesando el
sufrimiento de padecer cáncer siendo un joven de apenas 23 años. Elevamos la
plegaria por la intercesión de San Pantaleón, médico, para que Jesús le conceda
la gracia de la sanidad y fuerzas para su familia.
Pedimos oración por el trabajo de Martha, de México DF.
Pedimos oración por la salud física, psíquica y
espiritual de Elsa S. que vive en Buenos Aires, Argentina.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo
ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y
enviarlos a pequesemillitas@gmail.com
y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan
sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos.
"Intimidad Divina"
Cristo nuestra esperanza
La única esperanza indefectible del hombre es Dios, el
Dios verdadero, el que desde los orígenes de la humanidad se ha presentado como
el Dios de la Promesa, el Dios salvador de su Pueblo. A la serpiente engañadora
que indujera al hombre al pecado, le predice la derrota por obra del “linaje de
la mujer” (Gn 3, 15): es la primera promesa que deja entrever al Mesías. Toda
la historia de Israel está en tensión de esperanza hacia el cumplimiento de la
promesa y en función de ella. La Iglesia, fundada por Cristo Redentor, es el
Israel nuevo, el nuevo pueblo de Dios, heredero de la promesa. El fundamento de
la esperanza es la promesa de Dios, su fidelidad y su omnipotencia auxiliadora
que ha puesto a disposición de los hombres para conducirlos a la salvación… La
esperanza cristiana está bien definida y orientada resueltamente hacia “Cristo
Jesús, nuestra esperanza” (1 Tm 1, 1).
Por Cristo, el cual nos ha rescatado con la muerte de
cruz, llega hasta nosotros la bendición de Dios prometida a Abrahán. En Cristo
se realiza la promesa y tenemos en él la prenda y el medio de nuestra
redención: el perdón de los pecados que él tomó sobre sí y llevó “sobre el
madero” (1 Pe 2, 24), y tenemos la gracia que, justificándonos, nos hace
hermanos suyos, hijos del mismo Padre y, por tanto, “también herederos;
herederos de Dios y coherederos de Cristo…, para ser también con él
glorificados” (Rm 8, 17). Y no sólo esto, sino que por mediación de Cristo se
realiza en nosotros también la nueva promesa: el envío del Espíritu Santo, pues
siendo hijos, “Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que
clama: ¡Abbá, Padre!” (Gl 4, 6).
La esperanza cristiana no se funda en méritos personales,
en obras buenas o en buenos propósitos, cosas todas demasiado deleznables e
inmensamente desproporcionadas al conseguimiento de Dios; se funda en Dios
mismo y en Cristo único Mediador y Salvador. Es claro que para que la esperanza
no resulte temeridad, ha de ir acompañada del esfuerzo y empeño personales,
pero el cristiano tiene que convencerse de que toda su buena voluntad y todas
sus buenas obras son siempre insuficientes; sólo Dios puede santificarlo, sólo
Dios pueda levantarlo hasta sí y darse a él en posesión. Sólo Dios, objeto de
la esperanza, es también su punto de apoyo, su sostén, su palanca. Y pues Dios
nos ha bendecido y predestinado en Cristo, en Cristo encontramos el fundamento
inmediato de nuestra esperanza: en él, vida nuestra, Mediador nuestro cabe el
Padre, “Pan vivo” (Jn 6, 51), viático para nuestro caminar.
¡Oh esperanza,
dulce hermana de la fe! Tú eres la virtud que, con las llaves de la Sangre de
Cristo, nos abres la vida eterna. Tú guardas la ciudad del alma del enemigo de
la confusión; y cuando el demonio quiere arrojar al alma en la desesperación
con la gravedad de las culpas cometidas, tú no aflojas el paso, sino que
virilmente perseveras en la virtud, poniendo en la balanza el precio de la
Sangre de Cristo. Tú pones la corona de la victoria en la cabeza de la perseverancia,
porque esperaste conseguirla en virtud de la Sangre; tú eres la que atas al
demonio de la confusión con las cuerdas de la fe viva; tú desbaratas el engaño
sutil que usa con el alma para tenerla en continua tiniebla y aflicción. (Santa
Catalina de Siena, Epistolario)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
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