PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 7 - Número 1759 ~
Miércoles 18 de Julio de 2012
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
¡La vida es como una lotería! Muchos creen haber perdido;
peor todavía: creen que su vecino, más alegre y confiado, ha ganado. Sin embargo,
los números de la lotería son tan diferentes entre sí. La diferencia radica en
la forma de ver y en la forma de valorar. Y esto depende de cada uno de
nosotros.
He encontrado un gran número de personas sensiblemente
distintas entre sí. He escuchado sus más profundos secretos. Pero nunca he
encontrado a nadie a quien le hubiera tocado “la lotería”, “el premio gordo”,
de la pura y perfecta felicidad. Cada uno, de alguna forma, tenía algo que le
contrariaba. Los creyentes llaman a este algo “la propia cruz”. Los
indiferentes y los ateos lo llaman “no tener suerte”. Había incluso personas
que, a pesar del sufrimiento y la desgracia, seguían contentas bajo el peso de
las dificultades y contrariedades. Otras estaban abatidas, asqueadas y
disgustadas.
A menudo, unas y otras, habían vivido la misma realidad,
pero, cuán distintos eran los resultados!!! La vida es como una lotería. Sin embargo, cada uno puede
poner mucho de sí.
P. Phil Bosmans
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor
del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e
inteligentes, y se las has revelado a pequeños. Sí, Padre, pues tal ha sido tu
beneplácito. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al
Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a
quien el Hijo se lo quiera revelar».
(Mt 11,25-27)
Comentario
Hoy, el Evangelio nos ofrece la oportunidad de penetrar,
por así decir, en la estructura de la misma divina sabiduría. ¿A quien entre
nosotros no le apetece conocer desvelados los misterios de esta vida? Pero hay
enigmas que ni el mejor equipo de investigadores del mundo nunca llegará
siquiera a detectar. Sin embargo, hay Uno ante el cual «nada hay oculto (...);
nada ha sucedido en secreto» (Mc 4,22). Éste es el que se da a sí mismo el
nombre de “Hijo del hombre”, pues afirma de sí mismo: «Todo me ha sido
entregado por mi Padre» (Mt 11,27). Su naturaleza humana —por medio de la unión
hipostática— ha sido asumida por la Persona del Verbo de Dios: es, en una
palabra, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, delante la cual no hay
tinieblas y por la cual la noche es más luminosa que el pleno día.
Un proverbio árabe reza así: «Si en una noche negra una
hormiga negra sube por una negra pared, Dios la está viendo». Para Dios no hay
secretos ni misterios. Hay misterios para nosotros, pero no para Dios, ante el
cual el pasado, el presente y el futuro están abiertos y escudriñados hasta la
última coma.
Dice, complacido, hoy el Señor: «Yo te bendigo, Padre,
Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e
inteligentes, y se las has revelado a pequeños» (Mt 11,25). Sí, porque nadie
puede pretender conocer esos o parecidos secretos escondidos ni sacándolos de
la obscuridad con el estudio más intenso, ni como debido por parte de la
sabiduría. De los secretos profundos de la vida sabrá siempre más la ancianita
sin experiencia escolar que el pretencioso científico que ha gastado años en
prestigiosas universidades. Hay ciencia que se gana con fe, simplicidad y
pobreza interiores. Ha dicho muy bien Clemente Alejandrino: «La noche es
propicia para los misterios; es entonces cuando el alma —atenta y humilde— se
vuelve hacia sí misma reflexionando sobre su condición; es entonces cuando
encuentra a Dios».
P. Raimondo M. SORGIA Mannai OP (San Domenico di Fiesole,
Florencia, Italia)
Santoral Católico:
Santa Marina de Orense
Mártir
Su vida esta mezclada entre la realidad y la leyenda.
Nació en Balcagia, la actual Bayona de Pontevedra en Galicia (España), por el
año 119, siendo hija de Lucio Castelio Severo, gobernador romano de Gallaecia y
Lusitania y de su esposa Calsia, quien da a luz en un solo parto a nueve niñas
mientras su marido esta fuera recorriendo sus dominios. Asustada Calsia por el
múltiple alumbramiento y temiendo ser repudiada por infidelidad conyugal decide
deshacerse de las criaturas y se las encomienda a su fiel servidora Sila,
ordenándole que bajo el mayor secreteo las ahogara en el río Miñor.
Sila, cristiana a carta cabal, lejos de cometer tan
horrible crimen, las dejaría en casa de familias amigas y las criaturas fueron
bautizadas por el obispo San Ovidio y criadas en la fe cristiana.
Llegado el momento tuvieron que comparecer ante su propio
padre acusadas de ser cristianas, el cual al saber que eran sus hijas las
invita a que renuncien a Cristo a cambio de poder vivir rodeadas de los lujos y
comodidades propias de su nacimiento. Las encarcela tratando de atemorizarlas
pero logran huir de las garras de la cárcel y se dispersaron. Todas ellas, no
obstante acabarían siendo mártires cristianas.
La devoción popular sitúa a Liberata y a Marina
(hermanas) mártires en la cruz a la edad de 20 años el 18 de enero del 139.
Fuente: Catholic.net
La frase de hoy
“¿Qué es poesía?
Dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¡Qué es poesía!
¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... Eres tú”
Gustavo Adolfo Bécquer
Tema del día:
Nuestros ángeles de la guarda
Los ángeles de la guarda son ángeles especiales,
asignados por Dios a todos los seres humanos al momento de nacer. Permanecen a
nuestro lado toda la vida hasta que se cumpla nuestro ciclo de aprendizaje en
la tierra. Están encargados de guiarnos, protegernos, acompañarnos y enseñarnos.
Son como nuestros guardaespaldas espirituales.
Los ángeles de la guarda aconsejan pero no obligan. Guían
al ser humano en su camino pero no interfieren en su voluntad; fuimos creados
con libre albedrío (posibilidad de elección) y somos dueños y responsables de
nuestras acciones. El destino o misión de cada persona en la tierra no puede
ser cambiado por un ángel guardián. Cada quien decide la manera como lleva su
vida.
Los ángeles de la guarda pertenecen al noveno coro. Son
infinitamente creativos, por lo que usan una gran variedad de métodos para
contactar a las personas. Esto puede ser a través de los pensamientos, la
intuición, las ideas, imágenes, la telepatía y esa vocecita interna que nos
guía, indicando el camino a seguir y la cual nunca se equivoca. Si
conscientemente escuchas la voz de tu conciencia, detrás de ella, escucharás
las de tus ángeles de la guarda. Con frecuencia se pueden pasar por alto debido
a que son calmadas.
Los ángeles guardianes pueden usar a otras personas para
enviar sus mensajes y pueden además “manipular” las circunstancias diarias para
ayudarnos en situaciones difíciles. Otras veces, para ofrecernos asistencia
física, asumen las características de
una persona, animal o simplemente se manifiestan en la forma que los imaginamos,
ya que ellos son pensamientos de Dios en forma viva y necesitan adaptarse a
nuestra sabiduría y conocimiento.
La Dra. Doreen Virtue, psicóloga americana afirma que
todos los seres humanos tenemos al menos dos ángeles de la guarda: “Uno es
fuerte y atrevido para asegurarse de que trabajes con tu propósito de vida
divina; el otro es más tranquilo y sirve para consolarte y ofrecerte alivio”.
Dice además la Dra. Virtue, que se puede invocar ángeles adicionales (todos lo
que se quiera) en momentos especiales en la vida, pidiéndole directamente a
Dios o visualizándose rodeado de ellos. Lo mismo se puede hacer para un
familiar o un buen amigo.
Es primordial establecer contacto directo con los ángeles
de la guarda llamándolos a menudo. Lo mejor para iniciar la comunicación es
utilizar la forma verbal, ya que los ángeles necesitan escuchar el sonido de
nuestra voz. Cada persona, individualmente, debe encontrar “su manera” de
conectarse con sus ángeles. No te esfuerces por hacer que los demás te crean.
La única persona que debe dar fe de que ha tenido una conexión con sus ángeles
eres tú mismo.
Desafortunadamente no todos los seres humanos hacen
conciencia de sus ángeles de la guarda. De manera que estos ángeles los cuidan
en silencio, otorgando consejo solo cuando se les pide. Los ángeles de la
guarda nos protegen y guían siempre dentro de las leyes que rigen el destino de
la persona y la voluntad de Dios. En muchas ocasiones nos preguntamos por qué
los ángeles de la guarda no actuaron en esos momentos en que nos hemos
equivocado; la respuesta más sencilla, aparte de la ya explicada ley del libre
albedrío, es que todos estamos en proceso de evolución aprendiendo lecciones
que necesitamos superar.
Estando en armonía con los ángeles de la guarda, la
intuición aumenta y se comienza a entender los mensajes de advertencia y guía
que entregan. Si te sientes mentalmente “bloqueado” o “desconectado” de tus
ángeles de la guarda, empieza por contar las bendiciones que a diario recibes y
da las gracias a Dios por enviar a los ángeles para brindarte ayuda; poco a
poco irás sintiendo su presencia y regalos.
Los ángeles están siempre dispuestos a ayudar, obviamente
depende mucho de la actitud y devoción de las personas hacia Dios. Nosotros
somos los únicos que podemos abrir la puerta de nuestra mente, alma, corazón y
cuerpo para que ellos nos ayuden.
La iglesia católica celebra el día de los ángeles de la
guarda el 02 de octubre.
Bendiciones de amor y luz.
Martha Muñoz Losada
Pensamientos sanadores
Pide al Señor descansar en su presencia
Al igual que cuando uno ha realizado un largo viaje y, al
llegar al lugar de destino, necesita sentarse o recostarse a causa del
cansancio acumulado, quizá también tú estés experimentando en esta etapa de tu
peregrinar terreno, alguna forma de agotamiento interior y desaliento.
Es que muchas veces el cansancio que más nos agobia no es
la fatiga física, sino lo que suelo llamar los “cansancios interiores”.
Estos cansancios interiores se producen por situaciones
conflictivas que no hemos sabido o no hemos querido resolver. Por lo cual
resurgen una y otra vez.
De esta manera, el agotamiento y la sensación de
cansancio crónico pueden tener causas mucho más profundas, sobre las que
debemos interrogarnos a nosotros mismos, pidiendo la luz del Espíritu de Dios,
para que nos conceda la sabiduría de llegar a descubrirlo, entregarlo y
disponernos a la sanación.
Este es el
descanso, hagan descansar al exhausto, aquí está la tranquilidad. Isaías 28,
12.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa
Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el
cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno,
así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu
Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las
familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por José Arámbula M., lector de esta
página, de Tlalpan DF, que está hospitalizado (primero en terapia intensiva y
ahora en habitación) por un cuadro aparentemente cerebro vascular, por lo que
rogamos que el Señor lo acompañe en su recuperación y la Virgen María fortalezca a su
familia.
Pedimos oración por Mariel A., de Salta, Argentina, que
hoy será sometida a una operación ginecológica de difícil pronóstico. Oramos
por ella.
Pedimos oración por el señor Olegario M. que vive en
México y tiene cáncer diseminado, rogando al Señor le conceda lo que Él
considere lo mejor. Y de la misma ciudad pedimos por Catalina, por salud y
trabajo.
Pedimos oración por la salud de Rodolfo H. V. que vive en
Lima, Perú, y padece cáncer de pulmón, rogando al Buen Jesús que lo ayude en
sus dificultades y a la Virgen María que acompañe y fortalezca a su familia.
Pedimos oración por María Inés, de Caracas, Venezuela,
por su salud, por sus tramitaciones legales, y por sus hijos Carmen, Ana María y
Carlos. También por la salud de Carmen Alicia, de San Cristóbal, Venezuela.
Pedimos oración por la salud del niño Mathias Josue, de 2
añitos de edad, que vive en Asunción, Paraguay, y está enfermito en estos días.
Pedimos oración por Amalina A., que en Buenos Aires,
Argentina, va a ser operada por un cáncer que la afecta, rogando al Señor que
la cure o al menos alivie tanto dolor que ella viene sobrellevando con gran
templanza.
Pedimos oración por Alejandra, de la provincia de Santa
Fe, Argentina, 27 años de edad, que está en postrasplante de médula y tiene
dificultades para conseguir las drogas necesarias para su tratamiento en
Córdoba, Argentina.
Pedimos oración por María Leona R., de San Cristóbal,
Venezuela, que ha sufrido un coma diabético. Que María, nuestra Madre, la
proteja.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo
ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y
enviarlos a pequesemillitas@gmail.com
y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan
sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos.
El rincón de los lectores
Desde hace años hemos tenido esta sección llamada “El
rincón de los lectores” destinada a dar cabida a los mensajes, opiniones y
comentarios de las personas que leen Pequeñas Semillitas, que han podido
expresarse libre y respetuosamente. Ahora, con nuestra presencia en Facebook,
la posibilidad de manifestarse es mucho más abierta, directa y permanente.
Igual vamos a mantener esta sección para los que deseen
expresarse por esta vía. Para que tu mensaje se publique debes dirigirlo por
mail a pequesemillitas@gmail.com
con el título "El rincón de los lectores" y deberá ser muy breve y no
contener conceptos agraviantes para nada ni para nadie.
Los mensajes serán moderados por el propietario de esta
página y se publicarán a medida que el tiempo y el espacio en la misma lo
permitan, y no se admitirán réplicas o respuestas públicas a mensajes
anteriores de otros lectores.
# Ángel Terzzoli –
Pergamino (Buenos Aires) Argentina
Muy estimado Felipe
Veo que has vuelto de tu descanso y con nuevas
inquietudes: hacer un libro, pero veo que lo que no puedes lograr es que los
que nos beneficiamos espiritualmente con “Pequeñas Semillitas” contribuyamos
con los gastos que te depara el mantenerlas diariamente.
Me tomo el atrevimiento de invitar a los lectores de
Argentina a contribuir con un peso diario, o sea, este año con 366 pesos, en
uno, dos o tres pagos, suponiendo que en Argentina hay 6 ó 7000 personas que
reciben el mensaje, tendríamos que lograr al menos entre 200 a 300 personas que
colaboren… Yo acabo de hacer mi depósito, de modo que ahora faltarían 199 ó 200
personas más.
Los lectores de otros países, para completar los 20.000
suscriptores que reciben por correo gratis cada mañana “Pequeñas Semillitas”,
con que se consigan unas 100 ó 200 personas que en un solo depósito donen 12 dólares, un dólar mensual, pienso que tendríamos garantizado que nuestro
beneficio espiritual diario nos siga acompañando.
Con un fuerte abrazo en Cristo te saluda y por tu
intermedio a todos tus lectores, compañeros diarios de “Pequeñas Semillitas”
Ángel Terzzoli
(jubilado)
"Intimidad Divina"
Todo lo gobierna con bondad
La sabiduría de Dios “se despliega vigorosamente de un
confín al otro del mundo, y gobierna con bondad todo el universo” (Sb 8, 1). La
sabiduría divina se identifica así con la providencia que lo ordena, dispone y
guía todo al conseguimiento de un fin bien determinado; fin último y supremo:
la gloria de Dios; fin próximo y secundario; el bien, la felicidad de las
criaturas. Nada existe sin motivo y nada sucede al acaso en el mundo, sino
todo, absolutamente todo, entra en el grandioso plan de la providencia divina,
pues Dios lo dispone todo “con medida, número y peso” (Sb 11, 20). Si tal vez
no alcanzamos a comprender la razón de ser de circunstancias y criaturas que
nos hacen sufrir, es porque no sabemos descubrir el puesto que tienen en el
plan de la divina providencia. Sin embargo, es seguro; todo acaecimiento,
aunque sea triste y doloroso, está guiado por la providencia amorosa de Dios.
Dios, una vez creado el universo, no lo deja a merced de
sí mismo; sino cuida de todos los seres. “De todas las cosas cuida” (Sb 12,
13), pues a todas las ha creado, pero su providencia se extiende sobre todo a
los hombres, a los cuales ama como a hijos. “Como uno a quien su madre le
consuela, así os consolaré yo –dice el Señor a Israel–. Desde los cabos de la
tierra y desde lo más remoto te llamé… No temas, que contigo estoy yo; no
receles, que so soy tu Dios” (Is 66, 13; 41, 9-10). Cada uno de los hombres
puede con toda verdad tomar estas palabras como dirigidas a él; porque la
providencia de Dios es tan grande, que, al mismo tiempo que abarca el universo
entero, se ocupa de modo especial de cada criatura.
Así como Dios no ha creado a los hombres en serie, sino
individualmente a cada alma, del mismo modo, su divina providencia no se limita
a asistir a la humanidad en bloque, sino atiende a los hombres uno por uno,
conociendo todas las necesidades, las dificultades y hasta los deseos de cada
uno y sabiendo lo que más le conviene. La madre más amorosa puede ignorar una
necesidad de su hijo, olvidarla, equivocarse en el modo de proveerla y verse en
la imposibilidad de hacerlo; pero nada de esto sucederá jamás a Dios, cuya
providencia lo sabe, lo ve y lo puede todo. La providencia de Dios nos rodea
por todas partes, de ella vivimos, por ella nos movemos y somos, y, sin
embargo, ¡qué tardos y desconfiados somos para creer en ella! ¡Cuánta necesidad
tenemos de ensanchar el corazón en una confianza mayor, o más bien ilimitada,
porque ilimitada es la divina providencia.
Tú y sólo tú, Dios
mío, eres infinitamente sabio. En tu sabiduría has determinado todos los
acontecimientos de mi vida, del primero al último. Todo lo has determinado del
modo más perfecto. Tú sabes lo que me acaecerá, año tras año, hasta el fin; tú
conoces la duración de mi vida y cómo será mi muerte. Todo lo has previsto y
todo lo has querido, fuera del pecado. Todo suceso de mi vida es lo mejor que
me puede suceder, porque procede de ti. Tú me llevas adelante, año tras año, en
tu maravillosa providencia, desde la juventud hasta la madurez, con la ciencia
más perfecta y con el más profundo amor. No me envíes, mi amoroso Señor, no me
envíes, si es lícito suplicarte así, las pruebas que sólo los santos pueden
soportar. Ten compasión de mi debilidad… Todo lo dejo en tus manos, amable
Salvador mío, porque no quiero andar en estipulaciones contigo. Si quieres
enviarme pruebas más duras, dame también más gracia, inúndame con la plenitud
de tu fuerza y de tus consolaciones, para que esas pruebas no me sean ocasión
de muerte, sino de vida y salvación. (J. H. Newman, Madurez cristiana)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
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