PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 7 - Número 1761 ~ Viernes
20 de Julio de 2012
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
En un país como Argentina, donde el culto a la amistad es
objeto de veneración y uno de los rasgos que más destacan los visitantes
foráneos, el Día del Amigo se ha
convertido en un festejo importante a lo largo del año. Ya sea en los grandes
centros urbanos o pequeños poblados, en restaurantes, bares, la calle o en
casas particulares, todos de alguna forma buscan juntarse entre amigos para
celebrar tan noble sentimiento.
Basado en la experiencia paraguaya de crear un día de
celebración de la amistad, un 30 de julio de 1958, el argentino Enrique Ernesto
Febbraro, profesor de psicología, filosofía, historia, músico, odontólogo y
miembro del Rotary Club, propuso festejar el Día del Amigo en el país en
homenaje al aterrizaje del Apolo XI en la Luna, el 20 de julio de 1969. Su
denodada tarea por instaurar un Día de la Amistad no tuvo el impacto mundial
buscado. Sin embargo, en Brasil y Uruguay también se festeja el 20 de julio, en
Paraguay el 30, en Chile el primer viernes de octubre, en Perú, el primer
sábado de julio y en EEUU, el primer domingo de agosto.
Más allá de que compartamos o no este tipo de
celebraciones, muchas de las cuales tienen un inevitable tufillo comercial, en
“Pequeñas Semillitas” no podemos dejar pasar inadvertida esta fecha y el autor
aprovecha para extender un abrazo fraterno a los miles de lectores de todo el
mundo que cada día hacen de esta página un lugar amigo para encontrarse con la
Palabra de Dios, el Santoral, las oraciones por quienes están necesitándolas y
algunos otros motivos de lectura para cada jornada.
Y ya que hablamos del día del AMIGO, el artículo central
de esta edición está dedicado a un AMIGO que nos escribe una carta personal.
Les sugiero que la lean con atención, pues ese amigo es nada menos que JESÚS.
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús cruzaba por los sembrados un
sábado. Y sus discípulos sintieron hambre y se pusieron a arrancar espigas y a
comerlas. Al verlo los fariseos, le dijeron: «Mira, tus discípulos hacen lo que
no es lícito hacer en sábado». Pero Él les dijo: «¿No habéis leído lo que hizo
David cuando sintió hambre él y los que le acompañaban, cómo entró en la Casa
de Dios y comieron los panes de la Presencia, que no le era lícito comer a él,
ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes? ¿Tampoco habéis leído en la
Ley que en día de sábado los sacerdotes, en el Templo, quebrantan el sábado sin
incurrir en culpa? Pues yo os digo que hay aquí algo mayor que el Templo. Si
hubieseis comprendido lo que significa aquello de: ‘Misericordia quiero y no sacrificio’,
no condenaríais a los que no tienen culpa. Porque el Hijo del hombre es señor
del sábado».
(Mt 12,1-8)
Comentario
Hoy el Señor se acerca al sembrado de tu vida, para
recoger frutos de santidad. ¿Encontrará caridad, amor a Dios y a los demás?.
Jesús, que corrige la casuística meticulosa de los rabinos, que hacía
insoportable la ley del descanso sabático: ¿tendrá que recordarte que solo le
interesa tu corazón, tu capacidad de amar?
«Mira, tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en
sábado» (Mt 12,2). Lo dijeron convencidos, eso es lo increíble. ¿Cómo prohibir
hacer el bien, siempre? Algo te recuerda que ningún motivo te excusa de ayudar
a los demás. La caridad verdadera respeta las exigencias de la justicia,
evitando la arbitrariedad o el capricho, pero impide el rigorismo, que mata al
espíritu de la ley de Dios, que es una invitación continua a amar, a darse a
los demás.
«Misericordia quiero y no sacrificio» (Mt 12,7). Repítelo
muchas veces, para grabarlo en tu corazón: Dios, rico en misericordia, nos
quiere misericordiosos. «¡Qué cercano está Dios de quien confiesa su
misericordia! Sí; Dios no anda lejos de los contritos de corazón» (San
Agustín). ¡Y qué lejos estás de Dios cuando permites que tu corazón se
endurezca como una piedra!
Jesucristo acusó a los fariseos de condenar a los
inocentes. Grave acusación. ¿Y tú? ¿te interesas de verdad por las cosas de los
demás? ¿los juzgas con cariño, con simpatía, como quien juzga a un amigo o a un
hermano? Procura no perder el norte de tu vida.
Pídele a la Virgen que te haga misericordioso, que sepas
perdonar. Sé benévolo. Y si descubres en tu vida algún detalle que desentone de
esta disposición de fondo, ahora es un buen momento para rectificar, formulando
algún propósito eficaz.
Rev. D. Josep RIBOT i Margarit (Tarragona, España)
Santoral Católico:
San Apolinar de Rávena
Obispo y Mártir
San Apolinar de Rávena nació probablemente en Antioquía,
en la actual Turquía, en la época de mayor auge del Imperio Romano, apenas
después de la muerte de Jesús.
Según la tradición, San Apolinar fue uno de los
principales discípulos del Apóstol San Pedro. Cuando San Pedro se trasladó a
Roma para fundar ahí la Iglesia, San Apolinar lo habría acompañado hasta la
capital del Imperio.
Durante el reinado del emperador Claudio, San Apolinar
recibió la comisión de viajar al norte de Italia como embajador de la fe para
empezar a evangelizar y a ganar adeptos para el cristianismo.
San Apolinar se convirtió así en el primer obispo de
Rávena, cargo que ejerció durante veinte años. Se le ha atribuido el poder de
curar a los enfermos en el nombre de Cristo, y de haber realizado otros
milagros.
La relativa tranquilidad de su labor apostólica cambió
con el ascenso al trono imperial de Vespasiano, en 69, quien cuenta con el dudoso
honor de haber organizado las primeras persecuciones con lujo de crueldad
contra los cristianos.
Por su cargo y sus actividades en Rávena, San Apolinar
fue perseguido inmediatamente. Algunas fuentes cuentan que fue capaz de escapar
hacia Dalmacia, donde habría predicado el Evangelio y habría puesto fin
milagrosamente a una hambruna.
Sin embargo, al final San Apolinar fue apresado,
torturado y martirizado.
Sobre su tumba, en Rávena, se edificó siglos más tarde la
célebre Basílica de San Apollinare in Classe, de tres naves, consagrada en 549.
Más tarde, en el siglo nueve, fue construida también ahí la iglesia de San
Apollinare Nuovo.
San Apolinar de Rávena nos ofrece un ejemplo de la
cruenta vida que tuvieron que padecer los santos fundadores del cristianismo.
Fuente: Catholic.net
La frase de hoy
“Un amigo verdadero
conoce tus debilidades
pero te hace notar tus fortalezas;
siente tus miedos
pero fortifica tu fe;
reconoce tu falta de habilidad
pero acentúa tus posibilidades”
William A. Ward
En el Día del Amigo:
Carta de Jesús
Querido Amigo:
¿Cómo estás?, te escribo esta carta porque quiero decirte
que te amo, y me gustaría tener una relación más cercana contigo. De más está
que te pregunte como estás, porque estoy pendiente de ti cada minuto, y hasta
ese último pensamiento que tantas veces te desvela, lo conozco.
Te noto a veces tan distante de mí, que he sentido miedo
de perderte para siempre. Ayer te vi muy triste y quise arrancar de ti esa
angustia, lo grité a los cuatro vientos pero no me buscaste. Te vi ayer
hablando con tus amigos, te vi comer fuera de hora, y recorrí contigo la calle
de tu casa, quise mirar con tus ojos eso que guardas y que te provoca tanta
nostalgia, y quise que tú me escucharas pero no lo hiciste, y así esperé todo
el día.
Al llegar la noche te di una hermosa puesta de sol para
cerrar tu día, y una suave brisa para tu descanso. Después de un día tan
agitado, esperé, pero nunca viniste. Te vi dormir anoche y quise tocar tu
frente, envié rayos de luna que se reflejaron en tu casa para ver si te
despertabas conmigo, pero seguías en tu sueño.
Quiero compartir contigo tantas cosas, pero no me dejas.
En la mañana era tarde y te fuiste apresurado sin ni siquiera sospechar lo
importante que eres para mí. Te amo y trato de decírtelo por medio del cielo
azul, de la lluvia.... y mi voz se pierde como un eco detrás de tus
pensamientos.
Te hablo al oído a través de las hojas de los árboles y
el olor de las flores, te grito en los riachuelos de la montaña, doy a los pajaritos
canto de amor solo para ti. Te visto con el calor del sol y te perfumo el aire
con el aroma de la naturaleza. Me escucharás cuando hagas silencio en tu
interior, te intento guiar moviendo en ti buenos deseos, déjate llevar por
ellos. No estoy en el más allá... estoy en tus pensamientos! Regálale una
mirada de amor a todo el que te rodea y me descubrirás a cada instante.
Hoy busqué alguien que me prestó sus manos y esta hoja de
papel para escribirte, en lo adelante escribiré en tu corazón si me lo permites,
solo dime Si... yo se que es duro vivir en este mundo, realmente lo se, pero si
confías en mi, a partir de hoy tendrás nuevas fuerzas. Habla conmigo, desahoga
tus angustias y ansiedades que yo siempre tengo tiempo para ti, cuéntamelo
todo, llora si quieres, soplaré tus lágrimas para acariciar tu rostro.
Llámame a cualquier hora del día o de la noche, que yo
nunca duermo, y siempre te responderé. Si puedes caminar y mirar con amor el
universo, con humildad tu rostro en el espejo, con ternura aquel que te sonríe,
con misericordia aquel que te pide compasión, y con perdón aquel que te hizo
llorar... mi voz serán tus pensamientos!... Que no sea largo el camino que
habré de recorrer tras de tí.
Tu amigo fiel, JESÚS.
Pensamientos sanadores
Pide la conciencia de que Dios quiere ser tu mejor amigo
Siendo que el valor de la amistad es uno de los dones más
apreciados, es de grande satisfacción espiritual y hasta emocional, desarrollar
la amistad con Dios y la conciencia de su continua cercanía.
Es cosa asombrosa pensar qua Jesús ha querido llamarnos
sus amigos.
Cuando el creyente reconoce el deseo que la Santísima
Trinidad tiene de estar con él, como con cada uno de sus hijos, comienza en la
vida de ese hombre o de esa mujer una etapa de gran confianza con él y de
crecimiento espiritual.
Esta conciencia del deseo que tiene Dios de ser tu amigo
le permite al Señor habitar con su gracia en áreas cada vez más profundas de tu
alma. Y, al ser Dios fuente de paz, te ayuda a vivir las realidades cotidianas
con alegría y esperanza.
No hay amor más
grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que
yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace
su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de
mi Padre. Juan 15, 13-15.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa
Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el
cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno,
así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu
Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las
familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por los estudios médicos que hoy se debe
realizar Elsa S., de Buenos Aires, Argentina. Que la Santísima Virgen la
acompañe y el Señor le infunda mucha fortaleza y fe.
Pedimos oración por el joven Alejandro, de Caracas
Venezuela, quien participa en la selección nacional de karate; por la salud de
María Inés, de Caracas Venezuela; por la salud de Carmen Alicia, de San
Cristóbal, Venezuela; por la salud de Ana Rosa, de Guarenas, Venezuela; por
Víctor Ramón, de Caracas, Venezuela; por la recuperación de Ligia María y Ángel de las intervenciones
en cadera y cáncer en los huesos. Nos unimos en la plegaria por todas estas
hermanas y hermanos.
Pedimos oración por de Juan Manuel, (10 meses), de León, México,
que sufre insuficiencia renal. Lo están
dializando y sólo un trasplante de un bebé de su misma edad lo salvará. Lo
ponemos en las manos del Niño Jesús.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras
debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo
ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y
enviarlos a pequesemillitas@gmail.com
y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan
sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos.
El rincón de los lectores
Desde hace años hemos tenido esta sección llamada “El
rincón de los lectores” destinada a dar cabida a los mensajes, opiniones y
comentarios de las personas que leen Pequeñas Semillitas, que han podido
expresarse libre y respetuosamente. Ahora, con nuestra presencia en Facebook,
la posibilidad de manifestarse es mucho más abierta, directa y permanente.
Igual vamos a mantener esta sección para los que deseen
expresarse por esta vía. Para que tu mensaje se publique debes dirigirlo por
mail a pequesemillitas@gmail.com
con el título "El rincón de los lectores" y deberá ser muy breve y no
contener conceptos agraviantes para nada ni para nadie.
# Marina Ruiz – Andalucía, España
Para que sea posible colaborar con el mantenimiento de
“Pequeñas Semillitas” de una manera previsible, tengo una idea y es la de crear
la figura del PADRINO ó MADRINA de “Pequeñas Semillitas”, que serían personas
que se comprometen a realizar una buena donación, dentro de sus posibilidades,
y con una frecuencia fija que ellos mismos pueden proponer: mensual,
trimestral, semestral o anual. A las personas que se transformen en
Padrino/Madrina de “Pequeñas Semillitas” se les podría otorgar alguna
constancia (diploma) y de alguna manera se los mencionaría en forma permanente
en la página de internet como benefactores de la misma.
¿Os parece una idea positiva que haga posible no perdamos
“Pequeñas Semillitas”? Yo me comprometo,
a una cuota trimestral.
Un poco de esfuerzo de cada uno, y nos alegraremos
todos… ¡¡¡Que la "semilla"
siga germinando!!!
Marina.
# CAIA Cantarelli – Buenos Aires, Argentina
Hola mi buen amigo jardinero...
Tema difícil el del dinero... pero NO imposible.
Me agradó la propuesta de Angel Terzzoli … Por lo tanto
me comunicaré contigo para enviarte mi cuota parte!!
No eres el único "propietario" de sitio católico
que está necesitando de la ayuda financiera... participo de otros sitios que ya
NO saben cómo lograr de sus lectores una mínima ayuda.
Y entonces esta "cabecita" loca que me preside
ha pensado: "en realidad, NO acercar una ayuda a un sitio católico que nos
educa el alma y nos ayuda a lograr la salvación, es cuanto menos una burrada
total!!! Y por otra parte, es NEGARLE A
JESÚS que su palabra llegue a muchos que no la conocen por entero… es NEGARLE A
LA VIRGEN MARÍA un sitio en nuestras vidas para que Ella nos proteja y sea
puente seguro hacia Jesús.
¿Quién sabe? A lo mejor Jesús vuelve a hacer Su Milagro
de multiplicar panes y peces para éstas SEMILLITAS tan valiosas.
Jesús y María te bendigan y guarden, Felipe!!
CAIA CANTARELLI
"Intimidad Divina"
La fe, don de Dios
La fe es el fundamento de las relaciones con Dios. Para
el hombre sin fe, Dios no tiene significado, valor, ni lugar en su vida. Al
contrario, cuanto más viva es la fe, más entra Dios en la vida del hombre,
hasta llegar a ser su todo, la única gran realidad por la que el hombre vive,
por la que afronta animosamente el dolor y la muerte. “Ya vivamos, ya muramos,
del Señor somos” (Rm 14, 8). A los que llevan una vida espiritual, no les falta
la fe, pero con frecuencia les falta la viveza y realismo de la fe que nos hace
ver siempre a Dios en todas las cosas y nos da el sentido de su realidad
esencial, trascendente y eterna, infinitamente superior a todas las realidades
terrestres. En la práctica no se reflexiona bastante que ser creyente es puro
regalo de Dios y no mérito personal. Dios que es el objeto de la fe, es también
su donador; es Dios quien infunde en el hombre el deseo de conocerlo y de creer
en él, y lo hace capaz del acto de fe.
La inteligencia no puede dar al hombre más que una luz
natural sobre Dios y sobre lo creado; la fe, en cambio, le da una luz
sobrenatural que es participación del conocimiento que tiene Dios de sí mismo y
del mundo. Dios en su gran bondad se ha complacido en revelarse a los hombres;
se ha revelado tal como es y como se conoce a sí mismo, y por lo tanto, no sólo
como Creador sino como Trinidad, como Padre, como Autor de la gracia y como
Amor infinito. Esa revelación se ha efectuado gradualmente, a través de las
diferentes etapas de la historia de la humanidad, y se ha ido aclarando y
completando cada vez más hasta llegar a su plenitud en Cristo, el gran
Revelador de Dios. La Revelación es el fundamento de la fe. Dios ha hablado, se ha dado a conocer, y el
hombre cree en su palabra. “Cuando Dios se revela, el hombre tiene que
someterse con la fe. Por la fe el hombre se entrega entera y libremente a Dios
y le ofrece el homenaje total de su entendimiento y libertad” (DV 5).
Dios infunde gratuitamente en el bautizado el don de la
fe; pero este don que se le ofrece, no se le impone, espera de parte del hombre
la adhesión libre de su voluntad y de su entendimiento. El acto de fe del niño
que empieza a conocer a Dios, debe ir madurando hasta que llegue a ser en el
adulto una adhesión profunda y consciente a la palabra de Dios, a la Revelación
divina, a la Sagrada Escritura y a la enseñanza de la Iglesia. La fe se
convierte así en un acto de abandono en Dios “Creer –enseña Santo Tomás– es un
acto del entendimiento que se adhiere a la voluntad divina e impulso de la
voluntad movida por Dios mediante la gracia”. Cuando advirtamos la pobreza de
nuestra fe, invoquemos humildemente el auxilio divino y pidamos a Dios que
doblegue nuestra voluntad y abra nuestra mente a su luz divina.
Señor, yo creo; yo
quiero creer en ti, oh Señor. Haz que mi fe sea plena, sin reservas; que
penetre en mi pensamiento y en mi modo de juzgar las cosas divinas y las cosas
humanas. Oh Señor, haz que mi fe sea libre, o sea, que tenga el concurso
personal de mi adhesión, que acepte yo las renuncias y los deberes que implica,
y que exprese el ápice decisivo de mi personalidad: creo en ti Señor. Oh Señor,
haz que mi fe sea operante y dé a la caridad las razones de su expansión moral,
de modo que sea verdadera amistad contigo, y en las obras, en los sufrimientos,
en la espera de la revelación final, una búsqueda continua, un continuo
testimonio de ti y un alimento continuo de la esperanza. Oh Señor, haz que mi
fe sea humilde y no presuma fundamentarse en la experiencia de mi pensamiento o
de mi sentimiento; sino que se rinda al testimonio de Espíritu Santo, y no
tenga otra garantía mejor que la docilidad a la Tradición y la autoridad del
magisterio de la santa Iglesia. Amé. (Pablo Vi, Enseñanzas)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
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