sábado, 28 de julio de 2012

Pequeñas Semillitas 1769


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 7 - Número 1769 ~ Sábado 28 de Julio de 2012
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
La tristeza es como una telaraña que no permite escapar y ser feliz. Sin embargo, soy yo que elijo ser triste o no.
El mundo es como una obra teatral y yo decido si voy a ser partícipe de la tristeza y del pesimismo o quedaré al lado de la felicidad y optimismo.
Al darme cuenta de este poder que tengo - el de quedar o no triste - paso a dominar mi propia vida y mis emociones.
Hoy, ten la percepción del mundo como una obra teatral. Se feliz, muy feliz.


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, Jesús propuso a las gentes otra parábola, diciendo: «El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo. Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue. Cuando brotó la hierba y produjo fruto, apareció entonces también la cizaña. Los siervos del amo se acercaron a decirle: ‘Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?’. Él les contestó: ‘Algún enemigo ha hecho esto’. Dícenle los siervos: ‘¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?’. Díceles: ‘No, no sea que, al recoger la cizaña, arranquéis a la vez el trigo. Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi granero’».
(Mt 13,24-30)

Comentario
Hoy consideramos una parábola que es ocasión para referirse a la vida de la comunidad en la que se mezclan, continuamente, el bien y el mal, el Evangelio y el pecado. La actitud lógica sería acabar con esta situación, tal como lo pretenden los criados: «¿Quieres que vayamos a recogerla?» (Mt 13,28). Pero la paciencia de Dios es infinita, espera hasta el último momento —como un padre bueno— la posibilidad del cambio: «Dejad que ambos crezcan juntos hasta la siega» (Mt 13,30).
Una realidad ambigua y mediocre, pero en ella crece el Reino. Se trata de sentirnos llamados a descubrir las señales del Reino de Dios para potenciarlo. Y, por otro lado, no favorecer nada que ayude a contentarnos en la mediocridad. No obstante, el hecho de vivir en una mezcla de bien y mal no debe impedir el avanzar en nuestra vida espiritual; lo contrario sería convertir nuestro trigo en cizaña. «Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?» (Mt 13,27). Es imposible crecer de otro modo, ni podemos buscar el Reino en ningún otro lugar que en esta sociedad en la que estamos. Nuestra tarea será hacer que nazca el Reino de Dios.
El Evangelio nos llama a no dar crédito a los “puros”, a superar los aspectos de puritanismo y de intolerancia que puedan haber en la comunidad cristiana. Fácilmente se dan actitudes de este tipo en todos los colectivos, por sanos que intenten ser. Encarados a un ideal, todos tenemos la tentación de pensar que unos ya lo hemos alcanzado, y que otros están lejos. Jesús constata que todos estamos en camino, absolutamente todos.
Vigilemos para no dejar que el maligno se cuele en nuestras vidas, cosa que ocurre cuando nos acomodamos al mundo. Decía santa Ángela de la Cruz que «no hay que dar oído a las voces del mundo, de que en todas partes se hace esto o aquello; nosotras siempre lo mismo, sin inventar variaciones, y siguiendo la manera de hacer las cosas, que son un tesoro escondido; son las que nos abrirán las puertas del cielo». Que la Santísima Virgen María nos conceda acomodarnos sólo al amor.
Rev. D. Manuel SÁNCHEZ Sánchez (Sevilla, España)


Santoral Católico:
Santa Alfonsa de la Inmaculada 
Concepción (Ana) Muttathupadathu
Religiosa Clarisa de la India


Santa Alfonsa, católica de rito siro-malabar, religiosa profesa de la congregación de las Franciscanas Clarisas de Kerala, es la primera mujer de la India que ha sido beatificada. El tiempo de su vida religiosa fue un sucederse de enfermedades y sufrimientos, que ella afrontaba gozosa y serena a la luz del misterio pascual, confortada en la contemplación de la muerte y resurrección de Jesucristo.

Santa Alfonsa de la Inmaculada, en el siglo Ana Muttathupadam, nació el 19 de agosto de 1910 en Kudamaloor (Kerala, India); fue bautizada 8 días después y se le impuso el nombre de Ana; fue educada en el contexto socio-religioso de las familias católicas de rito siro-malabar. Después de los estudios elementales y medios pidió, en 1928, ingresar en el instituto de las Franciscanas Clarisas; vistió el hábito religioso el 19 de mayo de 1931; emitió la profesión simple en 1932 y la perpetua el 12 de agosto de 1936.

El período de 1930 a 1936 estuvo caracterizado por graves enfermedades y sufrimientos morales. A partir de 1936 y hasta su muerte, acaecida en 1946, sor Alfonsa no pudo ejercer por largo tiempo ninguna tarea debido a las continuas enfermedades. Durante un año enseñó en Vakakkadu, pero la tuberculosis que padecía desde hacía años le impidió seguir enseñando. Desde 1939 fue un subseguirse de enfermedades dolorosas. Un tumor extendido por todo el organismo transformó su último año de vida en una continua agonía. Murió serenamente el 28 de julio de 1946 en Bharananganam.

Su lema fue: consumarse como una vela para iluminar a los demás. Daba un gran valor al sufrimiento, viéndolo a la luz del misterio pascual, es decir, de la muerte y de la resurrección de Cristo. Si bien esta actitud espiritual se afinó y elevó con el tiempo, sin embargo la tenía ya en el período de su primera juventud, cosa que afirma un familiar suyo y también un médico pagano brahmán que, después de haber visitado a sor Alfonsa, manifestó a un amigo su gran admiración y asombro por la serenidad y el gozo con los que la religiosa soportaba los grandes sufrimientos causados por el tumor extendido por todo su cuerpo. La explicación de esta actitud alegre ante el dolor nos la da una compañera suya: «Pasión, sacrificio, amor de Dios y del prójimo, son éstos los elementos que deben santificar la vida; y éste es el mensaje que sor Alfonsa lanza al mundo moderno, a la Iglesia y a la patria».

Mons. Sebastián Valloppilly, obispo de Tellicherry (India), que conoció muy bien a la Sierva de Dios, percibió el valor incalculable, actual y eclesial del mensaje de sor Alfonsa para el mundo actual: el dolor no es un mal, las pruebas y dificultades de la vida, aceptadas y sufridas con gozo por amor de Dios, son causa de méritos, y para adquirirlos no es necesario realizar acciones extraordinarias que llamen la atención: las cruces diarias, abrazadas con gozo por amor de Dios, exaltan la vida cristiana y nos permiten adquirir grandes méritos. Sor Alfonsa, durante su breve vida, no hizo grandes y extraordinarias acciones desde el punto de vista humano, pero su mensaje es fácilmente perceptible en India: el mismo Ghandi enseñó el valor del sufrimiento; sor Alfonsa, además, imprimió a esta enseñanza la luz sobrenatural del Evangelio.

El mensaje de sor Alfonsa se dirige al mundo entero, pero de forma particular a los sacerdotes, religiosos y almas consagradas, por quienes se ofreció como víctima.

Es notable el hecho de que esta heroína de las virtudes es honrada no sólo por católicos, sino también por brahmanes y mahometanos, que visitan su tumba e invocan su intercesión: este modo de practicar el ecumenismo comenzó inmediatamente después de la muerte de la Sierva de Dios (1946) y sigue también hoy creciendo progresivamente.

La congregación de las Franciscanas Clarisas de Kerala fue fundada hacia 1870; trabaja especialmente con los pobres, enfermos, ancianos y abandonados. Tiene 9 provincias, 300 casas y más de 4.000 religiosas: 2.000 actúan en Kerala y otras tantas trabajan en las misiones del Norte de India, donde cada provincia tiene misiones propias.

Fue beatificada el 8 de febrero de 1986 por S.S. Juan Pablo II y canonizada el 12 de octubre de 2008 por S.S. Benedicto XVI.

Fuente: Catholic.net


La frase de hoy

“Pregúntate si lo que éstas haciendo hoy te
acerca al lugar en el que quieres estar mañana"

Jackson  Brown


Cuentos de Mamerto Menapace:
Morir en la pavada


Una vez un catamarqueño, que andaba repechando la cordillera, encontró entre las rocas de las cumbres un extraño huevo. Era demasiado grande para ser de gallina. Además hubiera sido difícil que este animal llegara hasta allá para depositarlo. Y resultaba demasiado chico para ser de avestruz.

No sabiendo lo que era, decidió llevárselo. Cuando llegó a su casa, se lo entregó a la patrona, que justamente tenía una pava empollando una nidada de huevos recién colocados. Viendo que más o menos eran del tamaño de los otros, fue y lo colocó también a éste debajo de la pava clueca.

Dio la casualidad que para cuando empezaron a romper los cascarones los pavitos, también lo hizo el pichón que se empollaba en el huevo traído de las cumbres. Y aunque resultó un animalito no del todo igual, no desentonaba demasiado del resto de la nidada. Y sin embargo se trataba de un pichón de cóndor. Si señor, de cóndor, como usted oye. Aunque había nacido al calor de la pava clueca, la vida le venía de otra fuente.

Como no tenía de donde aprender otra cosa, el bichito imitó lo que veía hacer. Piaba como los otros pavitos, y seguía a la pava grande en busca de gusanitos, semillitas y desperdicios. Escarbaba la tierra, y a los saltos trataba de arrancar las frutitas maduras del tuitá. Vivía en el gallinero, y le tenía miedo a los cuzcos lanudos que muchas veces venían a disputarle lo que la patrona tiraba en el patio de atrás, después de las comidas. De noche se subía a las ramas del algarrobo por miedo de las comadrejas y otras alimañas. Vivía totalmente en la pavada, haciendo lo que veía hacer a los demás.

A veces se sentía un poco extraño. Sobre todo cuando tenía oportunidad de estar a solas. Pero no era frecuente que lo dejaran solo. El pavo no aguanta la soledad, ni soporta que otros se dediquen a ella. Es bicho de andar siempre en bandada, sacando pecho para impresionar, abriendo la cola y arrastrando el ala. Cualquier cosa que los impresione, es inmediatamente respondida con una sonora burla. Cosa muy típica de estos pajarones, que a pesar de ser grandes, no vuelan.

Un mediodía de cielo claro y nubes blancas allá en las altura, nuestro animalito quedó sorprendido al ver unas extrañas aves que planeaban majestuosas, casi sin mover las alas. Sintió como un sacudón en lo profundo de su ser. Algo así como un llamado viejo que quería despertarlo en lo íntimo de sus fibras. Sus ojos acostumbrados a mirar siempre al suelo en busca de comida, no lograban distinguir lo que sucedía en las alturas. Pero su corazón despertó a una nostalgia poderosa. ¿Y él, por qué no volaba así? El corazón le latió, apresurado y ansioso.

Pero en ese momento se le acercó una pava preguntándole lo que estaba haciendo. Se rió de él cuando sintió su confidencia. Le dijo que era un romántico, y que se dejara de tonterías. Ellos estaban en otra cosa. Tenía que ser realista y acompañarla a un lugar donde había encontrado mucha frutita madura y todo tipo de gusanos.

Desorientado el pobre animalito se dejó sacar de su embrujo y siguió a su compañera que lo devolvió a la pavada. Retomó su vida normal, siempre atormentado por una profunda insatisfacción interior que lo hacía sentir extraño.

Nunca descubrió su verdadera identidad de cóndor. Y llegado a viejo, un día murió. Sí, lamentablemente murió en la pavada como había vivido.

¡Y pensar que había nacido para las cumbres!


Se alza en Londres 
la "Cruz Olímpica”


Ante un grupo de jóvenes de los cinco continentes, el padre Simón Penhalagan, presidente de la comunidad de Sión en Gran Bretaña, bendijo la “Cruz olímpica”, especialmente diseñada para los Juegos de Londres 2012.

La cruz está formada por doce tipos diferentes de madera de todo el mundo, que representan a los doce apóstoles. Para la base de la cruz, el artista Jon Cornwall, autor de la obra, utilizó otros tres tipos de madera que simbolizan la fe, la esperanza y la caridad.

La cruz será erigida en el “campamento Joshua”, un encuentro internacional católico por las Olimpíadas, que se realizará en Londres, desde el 1 al 13 de agosto de este año y que entre otras actividades ofrecerá hospitalidad, organizará proyectos de servicio y significará una importante presencia de jóvenes católicos para promover el crecimiento espiritual y la evangelización.

James Parker, coordinador ejecutivo católico para los Juegos de Londres, agradeció especialmente a la Comunidad de Sión por la realización del campo de Joshuá a lo largo de los Juegos Olímpicos, una encomiable inspiración de poner a Cristo en el centro de la vida de las personas.

“De esta manera, agregó, ellos escogieron servir, en los Juegos olímpicos, de la mejor manera, más allá de cualquier otra organización católica en Gran Bretaña. El campamento de Joshuá podría muy bien convertirse en un modelo global de cómo el deporte y la espiritualidad pueden ir juntos en los futuros acontecimientos deportivos mundiales”.

Y finalizó “Como cristianos, nuestra vida no significa nada sin la Cruz, por lo tanto este parece ser el objeto más adecuado y un regalo a los demás para el futuro”.

La Cruz permanecerá en Londres durante los Juegos Olímpicos y luego podría dirigirse a Rusia, para los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de Invierno 2014, o bien podría dirigirse al Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud 2013, la Copa Mundial de Fútbol 2014, y los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de Verano 2016.

(AICA)


Pensamientos sanadores


Pide al Señor tener amigos de verdad

Jesús nos enseñó el verdadero valor de la amistad. Él compartía calidad de tiempo con sus discípulos y amigos: oraban, descansaban y reían juntos. Compartían los momentos de dolor y de alegría. Uno de ellos reclinó la cabeza sobre su pecho, y otro le tocó el corazón después de haber resucitado.
Incluso, a Judas, le ofreció implícitamente la posibilidad de arrepentirse y recuperar su amistad, cuando al recibir el beso, lo llamó “amigo”.
La verdadera amistad, ¡qué gran cosa!; es un verdadero don de Dios.
Los amigos que tienen una fe madura pueden ayudarnos a ver las cosas con mayor objetividad, alentarnos en los momentos difíciles e incluso corregirnos cuando ven que estamos errando.
Pídele al Señor que te conceda verdaderos amigos, que te libre de los que no son verdaderos y que te conceda el discernimiento para distinguir entre ambos.

El amigo ama en cualquier ocasión y un hermano nace para para compartir la adversidad. Proverbios 17, 17.


Pedidos de oración


Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Emilia G. C., que vive en Bogotá, Colombia, para que el Señor la sane en su cuerpo y en su mente.

Pedimos oración por Gladyz, que vive en Nueve Yersey (USA), que padece obesidad, no ha logrado reducir su peso con dietas y ahora planea realizarse la operación de reducción gástrica por lo que rogamos al Señor que la haga tomar las mejores decisiones y que los procedimientos médicos sean exitosos.

Pedimos oración por Liliana Victoria C. que vive en Campana, provincia de Buenos Aires, Argentina. Ella padece una discapacidad por haber tenido poliomielitis en la niñez y actualmente está imposibilitada de valerse por sí misma, dependiendo de su silla de ruedas y de la ayuda de auxiliares que hasta ahora le eran provistos por su obra social, la que le ha anunciado que desde el mes próximo reducirá casi totalmente esa ayuda, por lo que esta hermana nuestra está ahora en una situación de difícil solución. Rogamos al Señor que la asista y que encuentre los caminos para que Liliana vea adecuadamente cubiertas sus necesidades. Si alguna persona de la zona de residencia está en condiciones de ayudarla (no se trata de ayuda económica sino de compañía), que me pida la dirección de contacto.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos.


"Pequeñas Semillitas" por e-mail


Si lo deseas puedes recibir todos los días "Pequeñas Semillitas" por correo, más el agregado de un powerpoint. Las suscripciones son gratuitas y se realizan únicamente por invitación. Hay que solicitarlas a Melissa, la moderadora del Grupo a: picaflor05@gmail.com  o a: picaflor.cl@gmail.com  
Las inscripciones son moderadas y pueden demorar un par de días, siendo importante que no te suscribas desde una computadora de tu oficina o lugar laboral, y que sólo te inscribas si de verdad estás dispuesto/a a leer todos los días nuestros mensajes e incluso compartirlos con tus amigos y conocidos reenviándoselos por correo electrónico.
Felipe de Urca


"Intimidad Divina"

Esperanza de la gloria

Sólo Dios puede dar a entender al cristiano la grandeza de su vocación a la esperanza que lo orienta sin más a la herencia de los santos, esto es, a la posesión beatificante de Dios en la vida eterna en comunión con toda la Iglesia triunfante. El cristiano es un hombre en camino hacia una meta ultraterrena; no tiene aquí morada permanente, su corazón no está atado a los bienes de la tierra, sino que se deshace de ellos, porque en la esperanza tiene “como una segura y sólida ancla de nuestra alma, que penetra más allá del velo [es decir, de los cielos], adonde entró por nosotros como precursor Jesús” (Hb 6, 19-20), a prepararnos un lugar en su gloria. Cuando la esperanza entra profundamente en la vida del cristiano, unifica todas sus aspiraciones y todos sus deseos, y los orienta hacia Dios.

Hablando del testimonio de los laicos, dice el Vaticano II: “Se manifiestan como hijos de la promesa en la medida en que, fuertes en la fe y en la esperanza, aprovechan el tiempo presente y esperan con paciencia la gloria futura. Pero no escondan esta esperanza en el interior de su alma, antes bien manifiéstenla, incluso a través de las estructuras de la vida secular, en una constante renovación” (LG 35). El comportamiento del cristiano debe testimoniar que su esperanza no está encerrada en los estrechos límites de la vida terrena, que no se contenta, ni para sí ni para los demás, con el pan, la casa, el trabajo, la profesión o la estructura social más perfecta, sino que su esperanza va más allá, apuntando a Dios por encima de todo bien terreno. Estad “siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza” (1 Pe 3, 15), escribía San Pedro a los primeros cristianos. Y la respuesta primera será siempre la que dan los hechos. El que está ansioso de acumular bienes terrenos para gozarlos egoístamente, ¿cómo podrá demostrar que su esperanza está dirigida por encima de todo a la vida eterna?

“Si solamente para esta vida tenemos puesta nuestra esperanza en Cristo, somos los más desgraciados de todos los hombres”, dice San Pablo (1 Cr 15, 19). Pero en Cristo resucitado y glorificado la esperanza del cristiano alcanza el cielo. Y esta esperanza le infunde ánimo para afrontar no sólo las adversidades ordinarias de la vida, sino también, en caso necesario, las persecuciones y hasta el martirio. Sería entonces el momento de poner en práctica la exhortación de San Pedro, no escondiendo la propia esperanza, sino dando razón de ella a cara descubierta a cualquiera que lo pida. Las amenazas, los peligros y las adversidades no intimidan a quien ha puesto en Dios toda su esperanza, porque sabe que Dios puede hacerlo fuerte con su misma fortaleza y “que los sufrimientos del tiempo presente no son comparables con la gloria que se ha de manifestar en nosotros” (Rm 8, 18).

Dios mío tú quieres que te ame a ti más que a tus criaturas, y más a las cosas eternas que a las de este mundo, según está escrito: buscad primero el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás se os dará por añadidura… Haz que comprenda que mi fin es la eternidad y que las cosas del tiempo se me han dado en uso… En cambio, muchas veces, buscando los bienes temporales, no me cuido de los premios eternos. Mas si buscase las cosas celestiales, mi fatiga sería ya fructífera; pues cuando el alma en oración suspira por tu belleza, Creador mío, inflamada de deseos divinos, se une a las realidades celestiales y se desapega de las cosas inferiores; en el gozo de su fervor se ensancha para mejor comprender, y comprendiendo se inflama. Amar las cosas de arriba es ya subir; y al aspirar con profundo deseo el hombre a las cosas celestiales, comienza ya de modo maravilloso a gustar lo mismo que pide recibir. (San Gregorio Magno)

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

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