PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 7 - Número 1769 ~ Sábado
28 de Julio de 2012
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
La tristeza es como una telaraña que no permite escapar y
ser feliz. Sin embargo, soy yo que elijo ser triste o no.
El mundo es como una obra teatral y yo decido si voy a
ser partícipe de la tristeza y del pesimismo o quedaré al lado de la felicidad
y optimismo.
Al darme cuenta de este poder que tengo - el de quedar o
no triste - paso a dominar mi propia vida y mis emociones.
Hoy, ten la percepción del mundo como una obra teatral.
Se feliz, muy feliz.
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús propuso a las gentes otra
parábola, diciendo: «El Reino de los Cielos es semejante a un hombre que sembró
buena semilla en su campo. Pero, mientras su gente dormía, vino su enemigo,
sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue. Cuando brotó la hierba y produjo
fruto, apareció entonces también la cizaña. Los siervos del amo se acercaron a
decirle: ‘Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene
cizaña?’. Él les contestó: ‘Algún enemigo ha hecho esto’. Dícenle los siervos:
‘¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?’. Díceles: ‘No, no sea que, al
recoger la cizaña, arranquéis a la vez el trigo. Dejad que ambos crezcan juntos
hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Recoged primero
la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi
granero’».
(Mt 13,24-30)
Comentario
Hoy consideramos una parábola que es ocasión para
referirse a la vida de la comunidad en la que se mezclan, continuamente, el
bien y el mal, el Evangelio y el pecado. La actitud lógica sería acabar con
esta situación, tal como lo pretenden los criados: «¿Quieres que vayamos a
recogerla?» (Mt 13,28). Pero la paciencia de Dios es infinita, espera hasta el
último momento —como un padre bueno— la posibilidad del cambio: «Dejad que
ambos crezcan juntos hasta la siega» (Mt 13,30).
Una realidad ambigua y mediocre, pero en ella crece el
Reino. Se trata de sentirnos llamados a descubrir las señales del Reino de Dios
para potenciarlo. Y, por otro lado, no favorecer nada que ayude a contentarnos
en la mediocridad. No obstante, el hecho de vivir en una mezcla de bien y mal
no debe impedir el avanzar en nuestra vida espiritual; lo contrario sería
convertir nuestro trigo en cizaña. «Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu
campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?» (Mt 13,27). Es imposible crecer de otro
modo, ni podemos buscar el Reino en ningún otro lugar que en esta sociedad en
la que estamos. Nuestra tarea será hacer que nazca el Reino de Dios.
El Evangelio nos llama a no dar crédito a los “puros”, a
superar los aspectos de puritanismo y de intolerancia que puedan haber en la
comunidad cristiana. Fácilmente se dan actitudes de este tipo en todos los
colectivos, por sanos que intenten ser. Encarados a un ideal, todos tenemos la
tentación de pensar que unos ya lo hemos alcanzado, y que otros están lejos.
Jesús constata que todos estamos en camino, absolutamente todos.
Vigilemos para no dejar que el maligno se cuele en
nuestras vidas, cosa que ocurre cuando nos acomodamos al mundo. Decía santa
Ángela de la Cruz que «no hay que dar oído a las voces del mundo, de que en
todas partes se hace esto o aquello; nosotras siempre lo mismo, sin inventar
variaciones, y siguiendo la manera de hacer las cosas, que son un tesoro
escondido; son las que nos abrirán las puertas del cielo». Que la Santísima
Virgen María nos conceda acomodarnos sólo al amor.
Rev. D. Manuel SÁNCHEZ Sánchez (Sevilla, España)
Santoral Católico:
Santa Alfonsa de la
Inmaculada
Concepción (Ana) Muttathupadathu
Religiosa Clarisa de la India
Santa Alfonsa, católica de rito siro-malabar, religiosa
profesa de la congregación de las Franciscanas Clarisas de Kerala, es la
primera mujer de la India que ha sido beatificada. El tiempo de su vida
religiosa fue un sucederse de enfermedades y sufrimientos, que ella afrontaba
gozosa y serena a la luz del misterio pascual, confortada en la contemplación
de la muerte y resurrección de Jesucristo.
Santa Alfonsa de la Inmaculada, en el siglo Ana
Muttathupadam, nació el 19 de agosto de 1910 en Kudamaloor (Kerala, India); fue
bautizada 8 días después y se le impuso el nombre de Ana; fue educada en el
contexto socio-religioso de las familias católicas de rito siro-malabar.
Después de los estudios elementales y medios pidió, en 1928, ingresar en el
instituto de las Franciscanas Clarisas; vistió el hábito religioso el 19 de
mayo de 1931; emitió la profesión simple en 1932 y la perpetua el 12 de agosto
de 1936.
El período de 1930 a 1936 estuvo caracterizado por graves
enfermedades y sufrimientos morales. A partir de 1936 y hasta su muerte,
acaecida en 1946, sor Alfonsa no pudo ejercer por largo tiempo ninguna tarea
debido a las continuas enfermedades. Durante un año enseñó en Vakakkadu, pero
la tuberculosis que padecía desde hacía años le impidió seguir enseñando. Desde
1939 fue un subseguirse de enfermedades dolorosas. Un tumor extendido por todo
el organismo transformó su último año de vida en una continua agonía. Murió
serenamente el 28 de julio de 1946 en Bharananganam.
Su lema fue: consumarse como una vela para iluminar a los
demás. Daba un gran valor al sufrimiento, viéndolo a la luz del misterio
pascual, es decir, de la muerte y de la resurrección de Cristo. Si bien esta
actitud espiritual se afinó y elevó con el tiempo, sin embargo la tenía ya en
el período de su primera juventud, cosa que afirma un familiar suyo y también
un médico pagano brahmán que, después de haber visitado a sor Alfonsa,
manifestó a un amigo su gran admiración y asombro por la serenidad y el gozo
con los que la religiosa soportaba los grandes sufrimientos causados por el
tumor extendido por todo su cuerpo. La explicación de esta actitud alegre ante
el dolor nos la da una compañera suya: «Pasión, sacrificio, amor de Dios y del
prójimo, son éstos los elementos que deben santificar la vida; y éste es el
mensaje que sor Alfonsa lanza al mundo moderno, a la Iglesia y a la patria».
Mons. Sebastián Valloppilly, obispo de Tellicherry
(India), que conoció muy bien a la Sierva de Dios, percibió el valor
incalculable, actual y eclesial del mensaje de sor Alfonsa para el mundo
actual: el dolor no es un mal, las pruebas y dificultades de la vida, aceptadas
y sufridas con gozo por amor de Dios, son causa de méritos, y para adquirirlos
no es necesario realizar acciones extraordinarias que llamen la atención: las
cruces diarias, abrazadas con gozo por amor de Dios, exaltan la vida cristiana
y nos permiten adquirir grandes méritos. Sor Alfonsa, durante su breve vida, no
hizo grandes y extraordinarias acciones desde el punto de vista humano, pero su
mensaje es fácilmente perceptible en India: el mismo Ghandi enseñó el valor del
sufrimiento; sor Alfonsa, además, imprimió a esta enseñanza la luz sobrenatural
del Evangelio.
El mensaje de sor Alfonsa se dirige al mundo entero, pero
de forma particular a los sacerdotes, religiosos y almas consagradas, por
quienes se ofreció como víctima.
Es notable el hecho de que esta heroína de las virtudes
es honrada no sólo por católicos, sino también por brahmanes y mahometanos, que
visitan su tumba e invocan su intercesión: este modo de practicar el ecumenismo
comenzó inmediatamente después de la muerte de la Sierva de Dios (1946) y sigue
también hoy creciendo progresivamente.
La congregación de las Franciscanas Clarisas de Kerala
fue fundada hacia 1870; trabaja especialmente con los pobres, enfermos,
ancianos y abandonados. Tiene 9 provincias, 300 casas y más de 4.000
religiosas: 2.000 actúan en Kerala y otras tantas trabajan en las misiones del
Norte de India, donde cada provincia tiene misiones propias.
Fue beatificada el 8 de febrero de 1986 por S.S. Juan
Pablo II y canonizada el 12 de octubre de 2008 por S.S. Benedicto XVI.
Fuente: Catholic.net
La frase de hoy
“Pregúntate si lo que éstas haciendo hoy te
acerca al lugar en el que quieres estar mañana"
Jackson Brown
Cuentos de Mamerto Menapace:
Morir en la pavada
Una vez un catamarqueño, que andaba repechando la
cordillera, encontró entre las rocas de las cumbres un extraño huevo. Era
demasiado grande para ser de gallina. Además hubiera sido difícil que este
animal llegara hasta allá para depositarlo. Y resultaba demasiado chico para
ser de avestruz.
No sabiendo lo que era, decidió llevárselo. Cuando llegó
a su casa, se lo entregó a la patrona, que justamente tenía una pava empollando
una nidada de huevos recién colocados. Viendo que más o menos eran del tamaño
de los otros, fue y lo colocó también a éste debajo de la pava clueca.
Dio la casualidad que para cuando empezaron a romper los
cascarones los pavitos, también lo hizo el pichón que se empollaba en el huevo
traído de las cumbres. Y aunque resultó un animalito no del todo igual, no
desentonaba demasiado del resto de la nidada. Y sin embargo se trataba de un
pichón de cóndor. Si señor, de cóndor, como usted oye. Aunque había nacido al
calor de la pava clueca, la vida le venía de otra fuente.
Como no tenía de donde aprender otra cosa, el bichito
imitó lo que veía hacer. Piaba como los otros pavitos, y seguía a la pava
grande en busca de gusanitos, semillitas y desperdicios. Escarbaba la tierra, y
a los saltos trataba de arrancar las frutitas maduras del tuitá. Vivía en el
gallinero, y le tenía miedo a los cuzcos lanudos que muchas veces venían a
disputarle lo que la patrona tiraba en el patio de atrás, después de las
comidas. De noche se subía a las ramas del algarrobo por miedo de las
comadrejas y otras alimañas. Vivía totalmente en la pavada, haciendo lo que
veía hacer a los demás.
A veces se sentía un poco extraño. Sobre todo cuando
tenía oportunidad de estar a solas. Pero no era frecuente que lo dejaran solo.
El pavo no aguanta la soledad, ni soporta que otros se dediquen a ella. Es
bicho de andar siempre en bandada, sacando pecho para impresionar, abriendo la
cola y arrastrando el ala. Cualquier cosa que los impresione, es inmediatamente
respondida con una sonora burla. Cosa muy típica de estos pajarones, que a
pesar de ser grandes, no vuelan.
Un mediodía de cielo claro y nubes blancas allá en las
altura, nuestro animalito quedó sorprendido al ver unas extrañas aves que
planeaban majestuosas, casi sin mover las alas. Sintió como un sacudón en lo
profundo de su ser. Algo así como un llamado viejo que quería despertarlo en lo
íntimo de sus fibras. Sus ojos acostumbrados a mirar siempre al suelo en busca
de comida, no lograban distinguir lo que sucedía en las alturas. Pero su
corazón despertó a una nostalgia poderosa. ¿Y él, por qué no volaba así? El
corazón le latió, apresurado y ansioso.
Pero en ese momento se le acercó una pava preguntándole
lo que estaba haciendo. Se rió de él cuando sintió su confidencia. Le dijo que
era un romántico, y que se dejara de tonterías. Ellos estaban en otra cosa.
Tenía que ser realista y acompañarla a un lugar donde había encontrado mucha
frutita madura y todo tipo de gusanos.
Desorientado el pobre animalito se dejó sacar de su
embrujo y siguió a su compañera que lo devolvió a la pavada. Retomó su vida
normal, siempre atormentado por una profunda insatisfacción interior que lo
hacía sentir extraño.
Nunca descubrió su verdadera identidad de cóndor. Y
llegado a viejo, un día murió. Sí, lamentablemente murió en la pavada como
había vivido.
¡Y pensar que había nacido para las cumbres!
Se alza en Londres
la
"Cruz Olímpica”
Ante un grupo de jóvenes de los cinco continentes, el
padre Simón Penhalagan, presidente de la comunidad de Sión en Gran Bretaña,
bendijo la “Cruz olímpica”, especialmente diseñada para los Juegos de Londres
2012.
La cruz está formada por doce tipos diferentes de madera
de todo el mundo, que representan a los doce apóstoles. Para la base de la
cruz, el artista Jon Cornwall, autor de la obra, utilizó otros tres tipos de
madera que simbolizan la fe, la esperanza y la caridad.
La cruz será erigida en el “campamento Joshua”, un
encuentro internacional católico por las Olimpíadas, que se realizará en
Londres, desde el 1 al 13 de agosto de este año y que entre otras actividades
ofrecerá hospitalidad, organizará proyectos de servicio y significará una
importante presencia de jóvenes católicos para promover el crecimiento
espiritual y la evangelización.
James Parker, coordinador ejecutivo católico para los
Juegos de Londres, agradeció especialmente a la Comunidad de Sión por la
realización del campo de Joshuá a lo largo de los Juegos Olímpicos, una
encomiable inspiración de poner a Cristo en el centro de la vida de las
personas.
“De esta manera, agregó, ellos escogieron servir, en los
Juegos olímpicos, de la mejor manera, más allá de cualquier otra organización
católica en Gran Bretaña. El campamento de Joshuá podría muy bien convertirse
en un modelo global de cómo el deporte y la espiritualidad pueden ir juntos en
los futuros acontecimientos deportivos mundiales”.
Y finalizó “Como cristianos, nuestra vida no significa
nada sin la Cruz, por lo tanto este parece ser el objeto más adecuado y un
regalo a los demás para el futuro”.
La Cruz permanecerá en Londres durante los Juegos
Olímpicos y luego podría dirigirse a Rusia, para los Juegos Olímpicos y
Paraolímpicos de Invierno 2014, o bien podría dirigirse al Brasil para la
Jornada Mundial de la Juventud 2013, la Copa Mundial de Fútbol 2014, y los
Juegos Olímpicos y Paraolímpicos de Verano 2016.
(AICA)
Pensamientos sanadores
Pide al Señor tener amigos de verdad
Jesús nos enseñó el verdadero valor de la amistad. Él
compartía calidad de tiempo con sus discípulos y amigos: oraban, descansaban y
reían juntos. Compartían los momentos de dolor y de alegría. Uno de ellos
reclinó la cabeza sobre su pecho, y otro le tocó el corazón después de haber
resucitado.
Incluso, a Judas, le ofreció implícitamente la
posibilidad de arrepentirse y recuperar su amistad, cuando al recibir el beso,
lo llamó “amigo”.
La verdadera amistad, ¡qué gran cosa!; es un verdadero
don de Dios.
Los amigos que tienen una fe madura pueden ayudarnos a
ver las cosas con mayor objetividad, alentarnos en los momentos difíciles e
incluso corregirnos cuando ven que estamos errando.
Pídele al Señor que te conceda verdaderos amigos, que te
libre de los que no son verdaderos y que te conceda el discernimiento para
distinguir entre ambos.
El amigo ama en
cualquier ocasión y un hermano nace para para compartir la adversidad.
Proverbios 17, 17.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa
Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el
cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno,
así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu
Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por la unión de las
familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Emilia G. C., que vive en Bogotá,
Colombia, para que el Señor la sane en su cuerpo y en su mente.
Pedimos oración por Gladyz, que vive en Nueve Yersey
(USA), que padece obesidad, no ha logrado reducir su peso con dietas y ahora
planea realizarse la operación de reducción gástrica por lo que rogamos al
Señor que la haga tomar las mejores decisiones y que los procedimientos médicos
sean exitosos.
Pedimos oración por Liliana Victoria C. que vive en
Campana, provincia de Buenos Aires, Argentina. Ella padece una discapacidad por
haber tenido poliomielitis en la niñez y actualmente está imposibilitada de
valerse por sí misma, dependiendo de su silla de ruedas y de la ayuda de
auxiliares que hasta ahora le eran provistos por su obra social, la que le ha
anunciado que desde el mes próximo reducirá casi totalmente esa ayuda, por lo
que esta hermana nuestra está ahora en una situación de difícil solución.
Rogamos al Señor que la asista y que encuentre los caminos para que Liliana vea
adecuadamente cubiertas sus necesidades. Si alguna persona de la zona de
residencia está en condiciones de ayudarla (no se trata de ayuda económica sino
de compañía), que me pida la dirección de contacto.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo
ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y
enviarlos a pequesemillitas@gmail.com
y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan
sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos.
"Pequeñas
Semillitas" por e-mail
Si lo deseas puedes recibir todos los días "Pequeñas
Semillitas" por correo, más el agregado de un powerpoint. Las
suscripciones son gratuitas y se realizan únicamente por invitación. Hay que
solicitarlas a Melissa, la moderadora del Grupo a: picaflor05@gmail.com o a: picaflor.cl@gmail.com
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de días, siendo importante que no te suscribas desde una computadora de tu
oficina o lugar laboral, y que sólo te inscribas si de verdad estás dispuesto/a
a leer todos los días nuestros mensajes e incluso compartirlos con tus amigos y
conocidos reenviándoselos por correo electrónico.
Felipe de Urca
"Intimidad Divina"
Esperanza de la gloria
Sólo Dios puede dar a entender al cristiano la grandeza
de su vocación a la esperanza que lo orienta sin más a la herencia de los
santos, esto es, a la posesión beatificante de Dios en la vida eterna en
comunión con toda la Iglesia triunfante. El cristiano es un hombre en camino
hacia una meta ultraterrena; no tiene aquí morada permanente, su corazón no
está atado a los bienes de la tierra, sino que se deshace de ellos, porque en
la esperanza tiene “como una segura y sólida ancla de nuestra alma, que penetra
más allá del velo [es decir, de los cielos], adonde entró por nosotros como
precursor Jesús” (Hb 6, 19-20), a prepararnos un lugar en su gloria. Cuando la
esperanza entra profundamente en la vida del cristiano, unifica todas sus
aspiraciones y todos sus deseos, y los orienta hacia Dios.
Hablando del testimonio de los laicos, dice el Vaticano
II: “Se manifiestan como hijos de la promesa en la medida en que, fuertes en la
fe y en la esperanza, aprovechan el tiempo presente y esperan con paciencia la
gloria futura. Pero no escondan esta esperanza en el interior de su alma, antes
bien manifiéstenla, incluso a través de las estructuras de la vida secular, en
una constante renovación” (LG 35). El comportamiento del cristiano debe
testimoniar que su esperanza no está encerrada en los estrechos límites de la
vida terrena, que no se contenta, ni para sí ni para los demás, con el pan, la
casa, el trabajo, la profesión o la estructura social más perfecta, sino que su
esperanza va más allá, apuntando a Dios por encima de todo bien terreno. Estad
“siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra
esperanza” (1 Pe 3, 15), escribía San Pedro a los primeros cristianos. Y la
respuesta primera será siempre la que dan los hechos. El que está ansioso de
acumular bienes terrenos para gozarlos egoístamente, ¿cómo podrá demostrar que
su esperanza está dirigida por encima de todo a la vida eterna?
“Si solamente para esta vida tenemos puesta nuestra
esperanza en Cristo, somos los más desgraciados de todos los hombres”, dice San
Pablo (1 Cr 15, 19). Pero en Cristo resucitado y glorificado la esperanza del
cristiano alcanza el cielo. Y esta esperanza le infunde ánimo para afrontar no
sólo las adversidades ordinarias de la vida, sino también, en caso necesario,
las persecuciones y hasta el martirio. Sería entonces el momento de poner en
práctica la exhortación de San Pedro, no escondiendo la propia esperanza, sino
dando razón de ella a cara descubierta a cualquiera que lo pida. Las amenazas,
los peligros y las adversidades no intimidan a quien ha puesto en Dios toda su
esperanza, porque sabe que Dios puede hacerlo fuerte con su misma fortaleza y
“que los sufrimientos del tiempo presente no son comparables con la gloria que
se ha de manifestar en nosotros” (Rm 8, 18).
Dios mío tú quieres
que te ame a ti más que a tus criaturas, y más a las cosas eternas que a las de
este mundo, según está escrito: buscad primero el Reino de Dios y su justicia y
todo lo demás se os dará por añadidura… Haz que comprenda que mi fin es la
eternidad y que las cosas del tiempo se me han dado en uso… En cambio, muchas
veces, buscando los bienes temporales, no me cuido de los premios eternos. Mas
si buscase las cosas celestiales, mi fatiga sería ya fructífera; pues cuando el
alma en oración suspira por tu belleza, Creador mío, inflamada de deseos
divinos, se une a las realidades celestiales y se desapega de las cosas
inferiores; en el gozo de su fervor se ensancha para mejor comprender, y
comprendiendo se inflama. Amar las cosas de arriba es ya subir; y al aspirar
con profundo deseo el hombre a las cosas celestiales, comienza ya de modo
maravilloso a gustar lo mismo que pide recibir. (San Gregorio Magno)
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
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