domingo, 7 de marzo de 2010

Pequeñas Semillitas 1006

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 1006 ~ Domingo 7 de Marzo de 2010
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Hola !!!
El dueño de la viña no exige un fruto que no se pueda dar. No pide imposibles. Aunque no encuentra los frutos esperados, se muestra paciente. Dios está siempre dispuesto a dar una nueva oportunidad y sigue confiando en el ser humano que Él ha creado para que dé frutos de bondad.


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, llegaron algunos que contaron a Jesús lo de los galileos, cuya sangre había mezclado Pilato con la de sus sacrificios. Les respondió Jesús: «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que todos los demás galileos, porque han padecido estas cosas? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo. O aquellos dieciocho sobre los que se desplomó la torre de Siloé matándolos, ¿pensáis que eran más culpables que los demás hombres que habitaban en Jerusalén? No, os lo aseguro; y si no os convertís, todos pereceréis del mismo modo».
Les dijo esta parábola: «Un hombre tenía plantada una higuera en su viña, y fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: ‘Ya hace tres años que vengo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro; córtala; ¿para qué va a cansar la tierra?’. Pero él le respondió: ‘Señor, déjala por este año todavía y mientras tanto cavaré a su alrededor y echaré abono, por si da fruto en adelante; y si no da, la cortas’».
(Lucas 13, 1-9)

Comentario
Hoy, tercer domingo de Cuaresma, le lectura evangélica contiene una llamada de Jesús a la penitencia y a la conversión. O, más bien, una exigencia de cambiar de vida.
“Convertirse” significa, en el lenguaje del Evangelio, mudar de actitud interior, y también de estilo externo. Es una de las palabras más usadas en el Evangelio. Recordemos que, antes de la venida del Señor Jesús, san Juan Bautista resumía su predicación con la misma expresión: «Predicaba un bautismo de conversión» (Mc 1,4). Y, enseguida, la predicación de Jesús se resume con estas palabras: «Convertíos y creed en el Evangelio» (Mc 1,15).
Esta lectura de hoy tiene, sin embargo, características propias, que piden atención fiel y respuesta consecuente. Se puede decir que la primera parte, con ambas referencias históricas (la sangre derramada por Pilato y la torre derrumbada), contiene una amenaza. ¡Imposible llamarla de otro modo!: lamentamos las dos desgracias —entonces sentidas y lloradas— pero Jesucristo, muy seriamente, nos dice a todos: —Si no cambiáis de vida, «todos pereceréis del mismo modo» (Lc 13,5).
Esto nos muestra dos cosas. Primero, la absoluta seriedad del compromiso cristiano. Y, segundo: de no respetarlo como Dios quiere, la posibilidad de una muerte, no en este mundo, sino mucho peor, en el otro: la eterna perdición. Las dos muertes de nuestro texto no son más que figuras de otra muerte, sin comparación con la primera.
Cada uno sabrá cómo esta exigencia de cambio se le presenta. Ninguno queda excluido. Si esto nos inquieta, la segunda parte nos consuela. El “viñador”, que es Jesús, pide al dueño de la viña, su Padre, que espere un año todavía. Y entretanto, él hará todo lo posible (y lo imposible, muriendo por nosotros) para que la viña dé fruto. Es decir, ¡cambiemos de vida! Éste es el mensaje de la Cuaresma. Tomémoslo entonces en serio. Los santos —san Ignacio, por ejemplo, aunque tarde en su vida— por gracia de Dios cambian y nos animan a cambiar.
Cardenal Jorge MEJÍA Archivista y Bibliotecario de la S.R.I.


Santoral Católico
San Teófilo, Obispo


Fue discípulo de San Tarasio quien al darse cuenta de la vocación y dones del muchacho para la vida religiosa, decidió confiárselo a otros de sus discípulos, San Miguel el Confesor, quien se hallaba fundando un monasterio junto al Bósforo. Años más tarde, y luego de soportar ambos las más duras y difíciles pruebas, San Tarasio confirió la dignidad episcopal: Teófilo recibió la sede de Nicomedia y Miguel a la Sínada.

Cuando el León V emprendió de nuevo su batalla contra las imágenes, San Nicéforo, sucesor de San Tarasio en la sede de Constantinopla, convocó a un Concilio para mantener la doctrina católica contra el emperador. San Teofilo y otros teólogos de gran saber defendieron con elocuencia el punto de vista de la Iglesia, pero el emperador permanecía inconmovible.

Fue entonces, que el santo, al ver la dureza del corazón del emperador, vaticinó terribles desgracias y pesares que caerían sobre él; el emperador, enfurecido, mandó a encarcelar al santo en una oscura y terrible celda, donde falleció treinta años después.

San Teófilo tuvo un corazón grande y generoso; su incansable servicio y entrega hacia los más pobres y enfermos conllevó a que más adelante, el santo fundase varios hospitales en la región.


Palabras de Juan Pablo II


"Me afecta cualquier amenaza contra el hombre,
contra la familia y la nación.
Amenazas que tienen siempre su origen
en nuestra debilidad humana,
en la forma superficial de considerar la vida"



Tema del día:
¿Dónde estás Señor?


¿Dónde estás? Te grité aquella mañana temblando de dolor, desesperado, y mi tristeza se elevó hecha grito en la tranquila paz de tu Sagrario.

¿Dónde estás? Volví a gritar con voz más fuerte quebradas las barreras de mi llanto. ¡No puedo soportar este silencio!

¿Dónde estás, mi Señor? ¡Te estoy buscando!

"¡AQUÍ ESTOY!" gritaste en mi conciencia.
Y un mendigo cubierto con harapos me vino a visitar en mis recuerdos cargando su silencio resignado. En su mano tendida había tristeza, en su mirada mucho de cansancio, caminando las calles de la vida
¡Cuántas veces sin verlo lo he cruzado!

"¡AQUÍ ESTOY!" repetiste con voz firme.
Y recordé aquel niño abandonado que acurrucado en el banco de una plaza encontré esta mañana tiritando. Aunque era niño descubrí en sus ojos la dolida mirada de un anciano cansado ya de haber visto todo aunque había vivido pocos años.

"¡AQUÍ ESTOY!"
Y recordé de pronto el andar vacilante del borracho que con paso inseguro por las calles andaba su bochorno y su cansancio.

"¡AQUÍ ESTOY!"
Y vino a mi memoria la mirada perdida del muchacho que buscaba en el mundo de las drogas las sensaciones que aún no había encontrado.

"¡AQUÍ!" dijiste, y yo cerré mis ojos recordando los ojos de cansancio de aquella prostituta que en las noches traficaba su cuerpo manoseado.

"¡AQUÍ!" agregaste, y recordé al hambriento revolviendo los tachos del mercado buscando mitigar su hambre de siglos en los restos que otros hombres despreciaron.

"¡AQUÍ!" gritaste, y vino a mi memoria la cama del enfermo abandonado, el jadeante respirar del perseguido, el llanto sordo del desheredado. La vergüenza de los hijos naturales el estéril clamor del condenado que fueron de los vientres arrancados.

"¿DÓNDE ESTOY?", has venido a preguntarme

"¡AQUÍ ESTOY!" en el dolor de tus hermanos.
¡Deja de contentarte reviviendo en los artísticos cuadros mi calvario! Yo cargo con dolor todos los días la dura cruz de los desheredados, continúo sufriendo en los que sufren y en su sangre me sigo desangrando. ..

¡Quita mi imagen de la cruz que llevas, de las imágenes sin vida estoy cansado!
¡Cansado estoy del arte de los hombres que al mundo siempre me ha mostrado!
Yo acepté libremente mi designio y a la cruz fui a morir enamorado.
¡Pero he resucitado al tercer día y entre mi gente sigo caminando!

¡Yo no soy un pedazo de madera ni una estatua de yeso coloreado!
¡Yo vivo en el dolor y el sufrimiento de aquellos que los hombres marginaron! Andando los caminos de esta vida revivo día a día mi calvario. ¡Mil veces me torturan y me matan en el diario sufrir de tus hermanos!

También estoy aquí, dentro del templo en donde esta mañana me has buscado, pero es hora que aprendas a encontrarme en los que viven su Vía Crucis, a tu lado. Cuando me hayas encontrado en cada uno, y en ellos viéndome, me hayas amado... puedes buscarme aquí, ten bien seguro, que en el Sagrario te estaré siempre ESPERANDO.

Autor desconocido


Nuevo artículo


Hay nuevo material publicado en el blog "Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:
http://juanpabloinolvidable.blogspot.com/



Cuaresma día por día


Día 19º. Domingo Tercero - 7 de Marzo.

Tres formas de hacer daño a Dios.

Hay tres formas de hacer sufrir y llorar a una madre. Además de la más elemental, que sería atacarle a ella directamente: golpeándola o insultándola, hay otras dos en las que le podemos hacer sufrir igualmente. Una de ellas es hacer algo malo a mi hermano. Si yo le doy una paliza a un hermano mío, y mi madre se entera, le dolerá incluso más que si le maltrato a ella.

Otra forma de hacerle sufrir es hacer algo que sea malo para mí, algo que me empeore. Como mi madre me quiere eso le dolerá. Imagínate que ve cómo te cortas un brazo: no lo aguantaría.

Dios te ve siempre -no como un espía sino como alguien que te quiere mucho- y sufre cada vez que te ve hacer algo que hace daño a otra persona, porque esa otra persona es hija de Él y cada vez que te ve hacerte daño a ti mismo, y cada vez que te ve hacer algo qie le hace daño a Él. Por eso es bueno que todas las noches, cuando te acuestes, hagas un repaso del día, un examen de conciencia, y pidas perdón a Dios por esas cosas que Él ha visto y no le han gustado.

El examen de conciencia lo puedes hacer así: ¿Cómo me he portado con Dios? ¿Cómo me he portado con los demás? ¿Cómo me he portado conmigo mismo? Dios mío, a partir de ahora haré el examen todas las noches. Y te pediré perdón por el daño que haya hecho cada día de alguna de estas tres formas. Y también te agradeceré tu compañía. ¡Recuérdamelo!, y gracias.

Coméntale a Dios con tus palabras algo de lo que has leído. Después termina con una oración final.

P. José Pedro Manglano Castellary
http://webcatolicodejavier.org



Nunca nos olvidemos de agradecer


Alguna vez leí que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.


Nuestra querida amiga María del Valle nos escribe para agradecer las oraciones por la recuperación de su esposo José María M. que ya salió del Hospital y se está recuperando bien. Damos gracias a Dios.


Desde Chile, nuestra amiga Sylvia S. escribe para agradecer las oraciones y la solidaridad de todos con su nación que fue asolada por un grave terremoto hace una semana. También da gracias a Dios porque su familia está bien, en especial su nieto Pedrito que tenía algunos problemas de salud. Por todo ellos sumamos nuestra acción de gracias y seguimos orando por los damnificados a causa del terrible terremoto.


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Felipe de Urca
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Ven Espíritu Santo...!


Espíritu Santo que haces nuevas todas las cosas; te pedimos que desde el amanecer del nuevo milenio, suscites nuevas vocaciones apostólicas, nos concedas a todos los llamados discernir en esta hora los signos de tu perenne Pentecostés, y nos hagas tus instrumentos para alumbrar la nueva creación, ámbito de justicia, paz y fraternidad en Jesús el Señor. Así sea.
P. Florentín Brusa cmf


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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