sábado, 28 de noviembre de 2009

Pequeñas Semillitas 0916

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0916 ~ Sábado 28 de Noviembre de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
A propósito del Tiempo de Adviento que se inicia mañana, abrimos esta edición de nuestro boletín con esta reflexión de E. Rochi:
"La esperanza es una virgen encinta de un mundo diverso. Sólo las mujeres, las madres, conocen la espera, porque está inscrita físicamente en sus cuerpos. Se espera, no por una carencia, sino por una plenitud, no por ausencia que colmar, sino por una sobreabundancia de vida que ya presiona. Se espera para engendrar: el viento del Espíritu llena la vida"


La Palabra de Dios :
Evangelio del día


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupaciones de la vida, y venga aquel Día de improviso sobre vosotros, como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra. Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del hombre».
(Lucas 21, 34-36)

Comentario
Hoy, último día del tiempo ordinario, Jesús nos advierte con meridiana claridad sobre la suerte de nuestro paso por esta vida. Si nos empeñamos, obstinadamente, en vivir absortos por la inmediatez de los afanes de la vida, llegará el último día de nuestra existencia terrena tan de repente que la misma ceguera de nuestra glotonería nos impedirá reconocer al mismísimo Dios, que vendrá (porque aquí estamos de paso, ¿lo sabías?) para llevarnos a la intimidad de su Amor infinito. Será algo así como lo que le ocurre a un niño malcriado: tan entretenido está con “sus” juguetes, que al final olvida el cariño de sus padres y la compañía de sus amigos. Cuando se da cuenta, llora desconsolado por su inesperada soledad.
El antídoto que nos ofrece Jesús es igualmente claro: «Estad en vela, pues, orando en todo tiempo» (Lc 21,36). Vigilar y orar... El mismo aviso que les dio a sus Apóstoles la noche en que fue traicionado. La oración tiene un componente admirable de profecía, muchas veces olvidado en la predicación, es decir, de pasar del mero “ver” al “mirar” la cotidianeidad en su más profunda realidad. Como escribió Evagrio Póntico, «la vista es el mejor de todos los sentidos; la oración es la más divina de todas las virtudes». Los clásicos de la espiritualidad lo llaman “visión sobrenatural”, mirar con los ojos de Dios. O lo que es lo mismo, conocer la Verdad: de Dios, del mundo, de mí mismo. Los profetas fueron, no sólo los que “predecían lo que iba a venir”, sino también los que sabían interpretar el presente en su justa medida, alcance y densidad. Resultado: supieron reconducir la historia, con la ayuda de Dios.
Tantas veces nos lamentamos de la situación del mundo. —¿Adónde iremos a parar?, decimos. Hoy, que es el último día del tiempo ordinario, es día también de resoluciones definitivas. Quizás ya va siendo hora de que alguien más esté dispuesto a levantarse de su embriaguez de presente y se ponga manos a la obra de un futuro mejor. ¿Quieres ser tú? Pues, ¡ánimo!, y que Dios te bendiga.
Rev. D. Homer VAL i Pérez (Barcelona, España)


Santoral Católico

Santa Catalina de Labouré

Esta fue la santa que tuvo el honor de que la Sma. Virgen se le apareciera para recomendarle que hiciera la Medalla Milagrosa.

Nació en Francia, de una familia campesina, en 1806. Al quedar huérfana de madre a los 8 años le encomendó a la Sma. Virgen que le sirviera de madre, y la Madre de Dios le aceptó su petición. Como su hermana mayor se fue de monja vicentina, Catalina tuvo que quedarse al frente de los trabajos de la cocina y del lavadero en la casa de su padre, y por esto no pudo aprender a leer ni a escribir.

A los 14 años pidió a su papá que le permitiera irse de religiosa a un convento pero él, que la necesitaba para atender los muchos oficios de la casa, no se lo permitió. Ella le pedía a Nuestro Señor que le concediera lo que tanto deseaba: ser religiosa. Y una noche vio en sueños a un anciano sacerdote que le decía: "Un día me ayudarás a cuidar a los enfermos". La imagen de ese sacerdote se le quedó grabada para siempre en la memoria.

Al fin, a los 24 años, logró que su padre la dejara ir a visitar a la hermana religiosa, y al llegar a la sala del convento vio allí el retrato de San Vicente de Paúl y se dio cuenta de que ese era el sacerdote que había visto en sueños y que la había invitado a ayudarle a cuidar enfermos. Desde ese día se propuso ser hermana vicentina, y tanto insistió que al fin fue aceptada en la comunidad.

El 27 de noviembre de 1830 estando Santa Catalina rezando en la capilla del convento, la Virgen María se le apareció totalmente resplandeciente, derramando de sus manos hermosos rayos de luz hacia la tierra. Ella le encomendó que hiciera una imagen de Nuestra Señora así como se le había aparecido y que mandara hacer una medalla que tuviera por un lado las iniciales de la Virgen MA, y una cruz, con esta frase "Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti". Y le prometió ayudas muy especiales para quienes lleven esta medalla y recen esa oración.

Catalina le comentó a su confesor esta aparición, pero él no le creyó. Sin embargo el sacerdote al darse cuenta de la santidad de Catalina, intercedió ante el Arzobispo para obtener el permiso para hacer las medallas y por ende, los milagros.

Desde 1830, fecha de las apariciones, hasta 1876, fecha de su muerte, Catalina estuvo en el convento sin que nadie se le ocurriera que ella era a la que se le había aparecido la Virgen María para recomendarle la Medalla Milagrosa. En los últimos años obtuvo que se pusiera una imagen de la Virgen Milagrosa en el sitio donde se le había aparecido.

Al fin, ocho meses antes de su muerte, fallecido ya su antiguo confesor, Catalina le contó a su nueva superiora todas las apariciones con todo detalle y se supo quién era la afortunada que había visto y oído a la Virgen. Por eso cuando ella murió, todo el pueblo se volcó a sus funerales.

En 1947 el santo Padre Pío XII declaró santa a Catalina Labouré.


Pensamiento


"Para llegar a oír la voz de Dios,
tenemos que bajar el volumen del mundo"


Tema del día :
En paz me acuesto


San Ignacio daba mucha importancia a los últimos pensamientos antes de dormirnos. Es lo que llamaba la “primera adición”, gracias a la cual nos mantenemos en oración durante la noche.

Los sueños varían según hayan sido los últimos pensamientos de la vigilia; por eso es tan importante la oración al acostarnos. No es lo mismo quedarse con las imágenes de un frívolo programa de televisión que acostarse en oración como quien se duerme en el regazo de Dios.

“En paz me acuesto y enseguida me duermo, porque tú sólo, Señor, me haces descansar tranquilo” (Salmo 4,9)

Para Gandhi la oración debía ser el cerrojo de la noche y la llave de la mañana. La oración que se hace por la noche, adaptada a ese momento, es una higiene teológica del espíritu.

Si no los exorcizamos, los sentimientos negativos del día pueden anidar durante la noche en la zona más profunda de la conciencia, y seguir allí activos ejerciendo su poder destructivo.

Por eso, es importante drenar todos los sentimientos e imágenes negativas antes de acostarnos. San Pablo nos invita a ello cuando nos dice: “Que no se ponga el sol sobre vuestra ira” (Efesios 4,26)


Historias :
El carpintero


Un viejo carpintero llegó a una granja pidiendo trabajo. Al entrar encontró al dueño, solitario y ensimismado, sentado en el tronco de un árbol talado. Después de ofrecerle a éste sus servicios, el dueño le respondió:

- Use esos troncos y construya algo entre mi granja y la granja vecina, que es de mi hermano. Estoy molesto con él y no quiero verlo más.

El ebanista guardó silencio, y comenzó a trabajar con los leños. Eran burdos y espinosos. Los tomaba uno a uno, sujetándolos firmemente en la prensa, para después tallarlos con la mayor gentileza posible.

Pasó el tiempo, y, con esmero y diligencia, las manos del hombre fueron convirtiendo los troncos en finas y suaves piezas. Un día, el hermano vecino llegó sin aviso a pedir disculpas:

- Me sorprendiste, hermano, gracias por construir ese puente. En realidad, no debí haber permitido que nos alejáramos.

El hermano pensó en el carpintero, se asomó a la ventana, y encontró que el hombre había ensamblado las finas piezas talladas formando un hermoso puente, el cual unía las dos fincas por encima de la zanja que las separaba. Se dijo a sí mismo:

- No era lo que esperaba, pero es mejor de lo que quería.

Y los dos hermanos y sus familias se reencontraron.

Aunque no lo parezca, puedes utilizar las palabras y las acciones de los demás para aumentar el vacío entre ellos, o para construir puentes que les ayuden a cruzar sus pantanos. ¿Cuáles son las construcciones por las que te conocen?


Gotitas de humor


• Un hombre desocupado que había visto en el periódico un anuncio que decía "Se busca cortador de pinos. 25 años de experiencia", entra desesperado en la oficina, aunque nunca había sido leñador.
- Bueno, y usted ¿cuántos años ha sido leñador?
- Pues... 32 años - miente nuestro hombre.
- Muy bien, ¿y dónde estuvo cortando?
Al hombre no se le ocurre nada, y suelta:
- En el Sahara.
- ¿En el Sahara? ¡Pero si allí no hay árboles!
- ¡Ahora!... ¡Es que los corté todos!


• En un manicomio dos pacientes están tomando sol en la piscina. En un momento uno de ellos se lanza a la piscina y se empieza a hundir. El otro se tira detrás de él y lo rescata.
Un cuidador da parte al director y al día siguiente lo llama al salvador a su despacho y le dice:
- Mire hemos llegado a la conclusión de que para salvar la vida de una persona hay que estar muy cuerdo ya que puso su propia vida en peligro a sabiendas. Es por eso que tengo dos noticias que darle: una buena y una mala. La buena es que vamos a darle el alta y la mala es que la persona que salvo ayer ha aparecido esta mañana ahorcada en su cuarto colgado de su propio cinturón.
Y dice el loquito:
- No, no se ahorco, lo colgué yo para que se secara.


• Definición de inteligencia:
Es una cualidad intelectual que atribuímos a quienes están de acuerdo con nosotros.


Oración de una lectora de Pequeñas Semillitas


Veneración


Señora,
Te amo y te venero
Porque siempre estuviste en la búsqueda de Dios
Te amo y te Venero
Porque aceptaste, aún si entender nada, ser Madre
por obra y gracia del Espíritu Santo,
y dijiste SI ese SI que por simple y por grande cambió el mundo
Te amo y te Venero
Porque siempre fuiste coherente con tu amor inmenso por Dios,
y nunca fallaste,
tus respuestas siempre fueron las justas
y las que Dios esperaba
Te amo y te Venero
Por tu perseverancia. Tu amor y entrega perseveró hasta el fin,
hasta el mismo momento en que viste morir a tu Hijo en la cruz,
y también lo fuiste cuando lo tuviste muerto entre tus brazos.
Y cuando luego de resucitado recibiste junto a sus amigos al Espíritu Santo.
Y lo sigues siendo hoy acompañándonos como Madre Amorosa,
siempre presente, siempre atenta
como en las Bodas de Caná.
Madre:
Ayúdame a buscad a Dios siempre
A aceptar la Cruz que me toque
A ser coherente en mis actos
Y sobre todo a perseverar
en el camino que tu Hijo me dice debo caminar.
Amén


Liliana Urbano
Argentina


Pedidos de oración


Pedimos oración por la niña Carla M. de 13 años de edad, que vive en la ciudad de La Plata, Argentina, y que padece de una severa enfermedad localizada en su pierna derecha, en la parte superior de la tibia, que está siendo tratada con quimioterapia. Que el Señor Jesús le dé fuerzas a Carla para soportar el tratamiento y a su familia para sostenerla con amor.


Pedimos oración por el matrimonio de Pablo y Michele, que viven en Villa Urquiza, Buenos Aires, Argentina. Que María interceda por ellos ante su Hijo Jesús, para que les renueve por siempre el vino del amor.


Pedimos oración por José Dolores M., de 56 años de edad, residente en Neuquén, Argentina, y que está actualmente internado por cáncer de hígado. Que Dios Misericordioso lo ayude a superar estos momentos difíciles por los que atraviesa.


Desde Medellín, Colombia, nos escribe María Victoria C. y nos pide oraciones por toda una comunidad de personas de escasos recursos que estan esperando el milagro de una donacion. Que Dios y María Santísima permitan que se concrete pronto y con todo el espíritu de amor que el Adviento nos tiene que hacer surgir en los corazones.


Pedimos oración por Iván Darío J. Z. que se encuentra en la cárcel de Buenavista de Medellín, Colombia, y manifiesta ser inocente y estar preso a causa de un homónimo. Que el Señor, que prometió justicia para los que tienen hambre y sed de ella, se la otorgue si corresponde.


Pedimos oración por Cristina R. de 50 años de edad, internada en Buenos Aires, Argentina, con un proceso oncológico en su columna. Que la Santísima Virgen interceda por ella para conseguir su mejoría y transmita a su esposo y a toda la familia la paz y la serenidad necesaria en estos momentos de dolor.


Pedimos oración por Roberto, de Villa Carlos Paz, Argentina, bajo tratamiento oncológico, para que la Virgen de la Medalla Milagrosa lo ilumine con sus rayos y le dé fuerzas para salir adelante.


Nuestra lectora Karina, de Buenos Aires, Argentina, nos pide oraciones por las siguientes personas: por el niñito Román Ezequiel que está internado con quemaduras graves en sus piernas; por María Cristina que es una señora mayor y debe ser operada de caderas; por Armando que está internado por problemas renales y prostáticos; y por Lili y Sebastián que están atravesando el dolor de la muerte de su bebito recién nacido. Elevamos nuestra oración llena de fe por las intenciones de todos estos hermanos.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.


Oración por la Patria


Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Nos sentimos heridos y agobiados. Precisamos tu alivio y fortaleza. Queremos ser nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común. Danos la valentía de la libertad de los hijos de Dios para amar a todos sin excluir a nadie, privilegiando a los pobres y perdonando a los que nos ofenden, aborreciendo el odio y construyendo la paz. Concédenos la sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda. Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor, cercanos a María, que desde Luján nos dice: ¡Argentina! ¡Canta y camina! Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos. Amén.


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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