viernes, 27 de noviembre de 2009

Pequeñas Semillitas 0915

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0915 ~ Viernes 27 de Noviembre de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Hola !!!
Hoy conmemoramos a la Virgen de la Medalla Milagrosa y resulta más que oportuno abrir este boletín repitiendo la oración que la Santísima Virgen espera escuchar de nuestros labios: "Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti".

Además de la nota que incluímos en la sección de Santoral, se puede leer mucho más en el siguiente link tomado del Web Católico de Javier: http://webcatolicodejavier.org:80/medallamilagrosa.html


La Palabra de Dios :
Evangelio del día


En aquel tiempo, Jesús puso a sus discípulos esta comparación: «Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya echan brotes, al verlos, sabéis que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que el Reino de Dios está cerca. Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán».
(Lucas 21, 29-33)

Comentario
Hoy Jesús nos invita a mirar cómo brota la higuera, símbolo de la Iglesia que se renueva periódicamente gracias a aquella fuerza interior que Dios le comunica (recordemos la alegoría de la vid y los sarmientos, cf. Jn 15): «Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya echan brotes, al verlos, sabéis que el verano está ya cerca» (Lc 21,29-30).
El discurso escatológico que leemos en estos días, sigue un estilo profético que distorsiona deliberadamente la cronología, de manera que pone en el mismo plano acontecimientos que han de suceder en momentos diversos. El hecho de que en el fragmento escogido para la liturgia de hoy tengamos un ámbito muy reducido, nos da pie a pensar que tendríamos que entender lo que se nos dice como algo dirigido a nosotros, aquí y ahora: «No pasará esta generación hasta que todo esto suceda» (Lc 21,32). En efecto, Orígenes comenta: «Todo esto puede suceder en cada uno de nosotros; en nosotros puede quedar destruida la muerte, definitiva enemiga nuestra».
Yo quisiera hablar hoy como los profetas: estamos a punto de contemplar un gran brote en la Iglesia. Ved los signos de los tiempos (cf. Mt 16,3). Pronto ocurrirán cosas muy importantes. No tengáis miedo. Permaneced en vuestro sitio. Sembrad con entusiasmo. Después podréis recoger hermosas gavillas (cf. Sal 126,6). Es verdad que el hombre enemigo continuará sembrando cizaña. El mal no quedará separado hasta el fin de los tiempos (cf. Mt 13,30). Pero el Reino de Dios ya está aquí entre nosotros. Y se abre paso, aunque con mucho esfuerzo (cf. Mt 11,12).
El Papa Juan Pablo II nos lo decía al inicio del tercer milenio: «Duc in altum» (cf. Lc 5,4). A veces tenemos la sensación de no hacer nada provechoso, o incluso de retroceder. Pero estas impresiones pesimistas proceden de cálculos demasiado humanos, o de la mala imagen que malévolamente difunden de nosotros algunos medios de comunicación. La realidad escondida, que no hace ruido, es el trabajo constante realizado por todos con la fuerza que nos da el Espíritu Santo.
Rev. D. Albert TAULÉ i Viñas (Barcelona, España)


Santoral Católico

La Virgen de la Medalla Milagrosa


El 27 de noviembre de 1830 la Virgen Santísima se apareció a Santa Catalina Labouré, humilde religiosa vicentina, y se le apareció de esta manera: La Virgen venía vestida de blanco. Junto a Ella había un globo luciente sobre el cual estaba la cruz. Nuestra Señora abrió sus manos y de sus dedos fulgentes salieron rayos luminosos que descendieron hacia la tierra. María Santísima dijo entonces a Sor Catalina:

"Este globo que has visto es el mundo entero donde viven mis hijos. Estos rayos luminosos son las gracias y bendiciones que yo expando sobre todos aquellos que me invocan como Madre. Me siento tan contenta al poder ayudar a los hijos que me imploran protección. ¡Pero hay tantos que no me invocan jamás! Y muchos de estos rayos preciosos quedan perdidos, porque pocas veces me rezan".

Entonces alrededor de la cabeza de la Virgen se formó un círculo o una aureola con estas palabras: "Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti". Y una voz dijo a Catalina: "Hay que hacer una medalla semejante a esto que estas viendo. Todas las personas que la lleven, sentirán la protección de la Virgen", y apareció una M, sobre la M una cruz, y debajo los corazones de Jesús y María. Es lo que hoy está en la Medalla Milagrosa.

El Arzobispo de París permitió fabricar la medalla tal cual había aparecido en la visión, y al poco tiempo empezaron los milagros (lo que consigue favores de Dios no es la medalla, que es un metal muerto, sino nuestra fe y la demostración de cariño que le hacemos a la Virgen Santa, llevando su sagrada imagen).


Pensamiento


"Así como cuando vivía Jesús iba usted, ¡Oh Madre!, con el cántaro sobre la cabeza a sacar agua de la fuente, venga ahora a tomar agua de la gracia y tráigala, por favor, para nosotros que tanto la necesitamos"
San Alberto Hurtado


Vivir como semilla


Enséñanos, Señor, a entregar nuestra vida al servicio del Evangelio y de la vida de los hermanos y hermanas.
Enséñanos a ser semilla para dar frutos en abundancia.
Para crecer una semilla necesita tierra buena y agua generosa.
Señor, tu vida nos muestra que la mejor tierra es la realidad de todos los días.
Nos llamas a plantar nuestra semilla en las situaciones que vivimos, en la vida que compartimos, en la tierra de hoy, aquí y ahora.
Queremos ser semilla de cambio, y Reino en el mundo que vivimos. Amén.


Poesía


Virgen Madre María


Virgen Madre María; con anhelo vehemente,
De tus gracias yo quiero hacer la confesión,
Con ánimo resuelto, sin pensar en la gente
Quiero de tu pureza llenar mi corazón.

Corren tiempos atroces, y el poder inclemente
Que busca que tus hijos perpetren la traición,
Al Cristo que reinando en el cielo luciente,
Aun al mundo quiere poner en salvación.

Aun nos quedan las voces de los viejos profetas,
Y la cruz del calvario como testigo fiel,
Levantada hace siglos por fétidas mofetas.

El Espíritu Santo, que dulce cual la miel,
Nos protege y nos guía con silencio de ascetas,
Con poderes del Padre sobre esta gran Babel.

Rafael Ángel Marañón


Oración a la Virgen de la Medalla Milagrosa


Postrado ante vuestro acatamiento, ¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!, y después de saludaros en el augusto misterio de vuestra concepción sin mancha, os elijo, desde ahora para siempre, por mi Madre, Abogada, Reina y Señora de todas mis acciones y Protectora ante la majestad de Dios.
Yo os prometo, Virgen Purísima, no olvidaros jamás, ni vuestro culto ni los intereses de vuestra gloria, a la vez que os prometo también promover en los que me rodean vuestro Amor.
Recibidme, Madre tierna, desde este momento y sed para mí el refugio en esta vida y el sostén a la hora de la muerte. Amén.
Don Pasiri
Difusora Mariana Chilena



El rincón de los lectores


Este es un espacio destinado a los lectores de Pequeñas Semillitas. Aquí podrán reflejar sus comentarios y opiniones, tanto acerca de los temas tratados en esta página como también sobre cualquier asunto de interés general.
Para que tu mensaje se publique debes dirigirlo por mail a
pequesemillitas@gmail.com con el título "El rincón de los lectores" y deberá ser muy breve y no contener conceptos agraviantes para nada ni para nadie.
Los mensajes serán moderados por el propietario de esta página y se publicarán a medida que el tiempo y el espacio en la misma lo permitan, y no se admitirán réplicas o respuestas públicas a mensajes anteriores de otros lectores.

# Carlos Cardona Ortiz - 26 de Noviembre de 2009 - Bogotá, Colombia carcaro20@yahoo.com

Apreciado Felipe, deseo dar gracias a Dios y a la Santísima Virgen por todo aquello que he recibido. Sin duda las oraciones que se han prodigado por cada una de mis peticiones han sido escuchadas, y he notado en la vida cotidiana, día a día, Su efectivísima presencia, la cual ha transformado mi vida y la de todos aquellos que me estiman, y han sido también beneficiarios de los milagros que se han efectuado en cada uno de nosotros (Silvia, Gloria, Alexis, Sonia, Diego Alexander, entre otras personas).
Gracias a ti, Felipe, por esa ardua labor evangelizadora, sin la cual la conversión, con la intervención directa de Nuestro Señor Jesucristo, el Hijo Amado, Salvador, Sanador, Milagroso.
Siempre atento con verdadero e incomparable Amor a nuestras solicitudes, y la intercesión de Nuestra Madre Santísima, siempre pendiente y en función de nuestra salvación a través de la práctica real y concreta de los valores que nos permiten construir el Reino, no sería posible.
Gracias a todas aquellas personas, en especial Melissa, que participan y colaboran en “Pequeñas Semillitas”; así mismo a quienes oran por nosotros, y también por quienes oramos, pues nos crean la necesidad de acompañarlos en sus dolores y angustias, tanto físicas como psicológicas y espirituales.
Siempre tus enseñanzas, Felipe, estarán a la orden del día. “Pequeñas Semillitas” se ha convertido en una compañía diaria, inexorable, que me invita a la oración, pero muy especialmente a la conversión a través de la reconciliación con mis hermanos, que es con la cual se garantiza nuestro encuentro con Dios.
Recibe un abrazo sincero, lleno de gratitud, siempre pidiendo al Altísimo que te colme de bendiciones.

Carlos Cardona Ortiz
Bogotá - Colombia



Reflexión Mariana


Cuando somos pequeños, nos gusta ser amigos de alguien mayor para que nos defienda de nuestros enemigos o de los que nos quieren pelear. Pues bien, nosotros ahora, en este mundo en que vivimos, tenemos muchos enemigos, los demonios y los hombres malvados que quieren hacernos daño. Busquemos entonces a alguien que nos defienda. Busquemos entonces a María, que es la Defensora de los perseguidos y confiémosle nuestra vida para que Ella disponga todo según su beneplácito y nos defienda del enemigo infernal. ¡Qué felices caminaremos por este mundo de la mano de María! ya no tendremos que tener miedo a nada ni a nadie, ni siquiera al Juicio de Dios, porque esta Dulce Doncella nos protegerá del justo castigo que merecemos por nuestros pecados. Así que vayamos lo más rápidamente posible y escondámonos bajo el manto de María, que allí está nuestro refugio seguro en este mundo. Recemos mucho el Rosario para que María nos defienda más eficazmente.


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-



.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.