domingo, 15 de noviembre de 2009

Pequeñas Semillitas 0903

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0903 ~ Domingo 15 de Noviembre de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Hola !!!
Lo importante no es saber "cuándo" y "cómo" sucederán las cosas del final de las que habla el Evangelio de hoy, ni para el cosmos ni para la humanidad ni para cada uno de nosotros. Las cosas que ocurrirán al final del mundo, o en el momento de nuestra muerte, ya nos están sucediendo día a día.
Esperemos con las puertas abiertas de par en par, con manos trabajadoras, con ojos limpios y liberados de tristeza y con el corazón lleno de ternura. Jesús nos convoca. Es la fiesta de la nueva humanidad. ¡Es la fiesta de la Esperanza!


La Palabra de Dios :
Evangelio del día


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «En aquellos días, después de la tribulación aquella, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y los astros estarán cayendo del cielo, y las fuerzas que hay en los cielos serán sacudidas. Entonces, verán al Hijo del hombre viniendo en las nubes con gran poder y gloria. Y entonces enviará a los ángeles, y congregará a sus elegidos de los cuatro vientos, desde la extremidad de la tierra hasta la extremidad del cielo.
»De la higuera aprended la semejanza: cuando ya sus ramas se ponen tiernas, y brotan las hojas, conocéis que el verano está cerca; así también, cuando veáis suceder todo esto, sabed que Él está cerca, a las puertas. En verdad, os digo, la generación ésta no pasará sin que todas estas cosas se hayan efectuado. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Mas en cuanto al día y la hora, nadie sabe, ni los mismos ángeles del cielo, ni el Hijo, sino el Padre».
(Marcos 13, 24-32)

Comentario
Hoy recordamos cómo, al comienzo del año litúrgico, la Iglesia nos preparaba para la primera llegada de Cristo que nos trae la salvación. A dos semanas del final del año, nos prepara para la segunda venida, aquella en la que se pronunciará la última y definitiva palabra sobre cada uno de nosotros.
Ante el Evangelio de hoy podemos pensar que “largo me lo fiáis”, pero «Él está cerca» (Mc 13,29). Y, sin embargo, resulta molesto —¡hasta incorrecto!— en nuestra sociedad aludir a la muerte. Sin embargo, no podemos hablar de resurrección sin pensar que hemos de morir. El fin del mundo se origina para cada uno de nosotros el día que fallezcamos, momento en el que terminará el tiempo que se nos habrá dado para optar. El Evangelio es siempre una Buena Noticia y el Dios de Cristo es Dios de Vida: ¿por qué ese miedo?; ¿acaso por nuestra falta de esperanza?
Ante la inmediatez de ese juicio hemos de saber convertirnos en jueces severos, no de los demás, sino de nosotros mismos. No caer en la trampa de la autojustificación, del relativismo o del “yo no lo veo así”... Jesucristo se nos da a través de la Iglesia y, con Él, los medios y recursos para que ese juicio universal no sea el día de nuestra condenación, sino un espectáculo muy interesante, en el que por fin, se harán públicas las verdades más ocultas de los conflictos que tanto han atormentado a los hombres.
La Iglesia anuncia que tenemos un salvador, Cristo, el Señor. ¡Menos miedos y más coherencia en nuestro actuar con lo que creemos! «Cuando lleguemos a la presencia de Dios, se nos preguntarán dos cosas: si estábamos en la Iglesia y si trabajábamos en la Iglesia. Todo lo demás no tiene valor» (Card. J.H. Newman). La Iglesia no sólo nos enseña una forma de morir, sino una de forma de vivir para poder resucitar. Porque lo que predica no es su mensaje, sino el de Aquél cuya palabra es fuente de vida. Sólo desde esta esperanza afrontaremos con serenidad el juicio de Dios.
Rev. D. Pedro IGLESIAS Martínez (Rubí, Barcelona, España)


Santoral Católico

San Alberto Magno, Doctor de la Iglesia

Alberto nació en Lauingen, Baviera, a inicios del siglo XIII. A los 16 años se trasladó a Padua para cursar sus estudios universitarios. Fue allí donde conoció al superior general de los dominicos, el beato Jordán de Sajonia, que lo encauzó hacia la vida religiosa.

En el año 1229, vistió el hábito de los frailes predicadores y fue enviado a Colonia, en donde se encontraba la escuela más importante de la Orden. Enseñó en Hildesheim, Friburgo, Ratisbona, Estrasburgo, Colonia y París. Era tal la concurrencia de alumnos a sus clases, que se vio obligado a enseñar en la plaza pública, que todavía hoy lleva su nombre. Entre sus discípulos destaca Santo Tomás de Aquino, de quien san Alberto dijo: “Cuando el buey muja, sus mujidos se oirán en todo el orbe”. Con ellos, la escolástica alcanzó la plena madurez.

Ya en su tiempo la gente lo llamaba "El Magno", el grande, por la sabiduría admirable que había logrado conseguir. Lo llamaban también "El Doctor Universal" porque sabía de todo: de ciencias religiosas, de ciencias naturales, de filosofía, etc. Era geógrafo, astrónomo, físico, químico y teólogo, y las personas comentaban que el santo "sabe todo lo que se puede saber" y le otorgan además el título de "milagro de la época", "maravilla de conocimientos" y otros más.

En Colonia, en París y en varias otras universidades fue un profesor brillantísimo y de muchas naciones iban estudiantes a escuchar sus clases. Tuvo el mérito de haber separado la teología de la filosofía, y de rescatar y reconciliar las ideas del filósofo con las cristianas (lo cual perfeccionará luego su discípulo Santo Tomás). Escribió 38 volúmenes, de todos los temas.

Elegido superior provincial de Alemania, abandonó la cátedra parisiense para estar constantemente presente entre las comunidades que se le habían confiado. Recorría a pie las regiones alemanas, mendigando alimento y hospedaje. Posteriormente fue nombrado obispo de Ratisbona y a pesar de su elevada dignidad, supo dar ejemplo de un total desapego de los bienes terrenos. “En sus cajones no había ningún centavo, ni una gota de vino en la botella, ni un puñado de trigo en su granero”. Dirigió la diócesis durante dos años.

Posteriormente solicitó la renuncia a su alto cargo, y regresó a la vida común del convento y a la enseñanza en la universidad de Colonia. Para prepararse a la muerte, hizo construir su tumba ante la cual todos los días rezaba el Oficio de difuntos. Murió en Colonia el 15 de noviembre de 1280. Fue canonizado en 1931 y declarado patrono de los científicos.


Pensamiento


"Mantén tus pies en la tierra,
pero deja que tu corazón escale tan alto como quiera.
Rehúsa ser mediocre o rendirte ante la frialdad de tu medio ambiente"


Tema del día :
Vencer al mal con el bien


1) Para saber

Al tratar sobre el desarrollo de los pueblos, el Papa Benedicto XVI ha querido poner énfasis en que su logro no está sólo en soluciones “técnicas”, es decir, el problema no es sólo económico o político, sino que es más profundo, pues tiene relación con la vocación que tiene cada hombre para vivir el amor. Pero ese amor debe estar fundamentado en la verdad.

La humanidad ya tiene un modelo de ese amor: lo encuentra en Dios hecho hombre, en Jesús. De ahí que afirme el Papa que el anuncio de Cristo es el primero y principal factor de desarrollo, pues ese amor nos enseñará a dar y a darnos al prójimo. Jesucristo viene a comunicarnos ese amor para que, a su vez, podamos darlo nosotros también (Cfr. Caridad en la verdad, n.8).

2) Para pensar

Un estudiante universitario salió un día a dar un paseo con un profesor, a quien los alumnos consideraban su amigo debido a su bondad para quienes seguían sus instrucciones.

Mientras caminaban, vieron junto a la vereda un par de zapatos viejos y supusieron que pertenecían a un anciano que trabajaba en el campo de al lado y que estaba por terminar sus labores diarias.

El alumno dijo al profesor: “Hagámosle una broma; escondamos los zapatos y ocultémonos detrás de esos arbustos para ver su cara cuando no los encuentre”.

“Mi querido amigo -le dijo el profesor-, nunca tenemos que divertirnos a expensas de los pobres. Tú eres rico y puedes darle una alegría a este hombre. Mejor coloca una moneda en cada zapato y luego nos ocultaremos para ver cómo reacciona cuando las encuentre”.

Eso hizo y ambos se ocultaron entre los arbustos cercanos. El hombre pobre, terminó sus tareas, y cruzó el terreno en busca de sus zapatos y su abrigo. Al ponerse el abrigo deslizó el pie en el zapato, pero al sentir algo adentro, se agachó para ver qué era y encontró la moneda. Pasmado, se preguntó qué podía haber pasado. Miró la moneda, le dio vuelta y la volvió a mirar.

Luego miró a su alrededor, para todos lados, pero no se veía a nadie. La guardó en el bolsillo y se puso el otro zapato; su sorpresa fue doble al encontrar la otra moneda. Sus sentimientos lo sobrecogieron; cayó de rodillas y levantó la vista al cielo pronunciando un ferviente agradecimiento en voz alta, hablando de su esposa enferma y sin ayuda; de sus hijos que no tenían pan y que debido a una mano desconocida no morirían de hambre.

El estudiante quedó profundamente afectado y se le llenaron los ojos de lágrimas. “Ahora- dijo el profesor- ¿no estás más complacido que si le hubieras hecho una broma?”.

El joven respondió: “Usted me ha enseñado una lección que jamás olvidaré. Ahora entiendo algo que antes no entendía: es mejor dar que recibir”.

3) Para vivir

El motivo de la reciente encíclica fue el cuarenta aniversario de la publicación de la Encíclica de Pablo VI llamada “El desarrollo de los pueblos”. Después de ese documento, el mundo ha experimentado un cambio: el fenómeno de la “globalización”. El riesgo, dice el Papa, es que al olvidar el aspecto ético, no haya un verdadero crecimiento humano de todos los pueblos.

Sólo la fuerza del amor podrá vencer al mal con el bien y se podrán abrir las conciencias de los seres humanos a unas relaciones recíprocas de libertad y de responsabilidad que eliminen las injusticias (Cfr. Caridad en la verdad, n.9).

Pbro. José Martínez Colín


Biografías :
Sor Juana Inés de la Cruz


Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana (de Asuaje, según algunos), conocida como Sor Juana Inés de la Cruz, nació en San Miguel Nepantla, un pueblito de México, 12 de noviembre de 1651 (ó 1648, de acuerdo a algunas fuentes) fue una religiosa católica, poeta y dramaturga novohispana. Era hija de Isabel Ramírez de Santillana y de Pedro Manuel de Asbaje y Vargas Machuca.

Aprendió a leer y escribir a los tres años. Aficionada a los libros desde edad muy temprana, sobre todo teología y los textos griegos y romanos clásicos. Escribió una loa eucarística a los ocho años. Fue dama de la virreina Marquesa de Mancera y luego de intentar infructuosamente transitar por la Universidad despertó en ella la vocación religiosa.

Ingresó a la orden de las Carmelitas, pero no resistió su rigidez, integrando entonces la orden de las Jerónimas. Allí fue administradora del Convento y se dedicó a escribir textos literarios, actividad que le fue cuestionada por su confesor, Antonio Núñez de Miranda, por no ser adecuada a su condición de mujer y religiosa.

Fue apoyada en todo momento por las virreinas a quienes les dedicó muchas de sus poesías, y con su apoyo, logró despedir a su confesor lo que se expresa en la “Carta al padre Núñez”, escrita alrededor del año 1682.

En 1690, el obispo de Puebla, Fernández de Santa Cruz, le editó su Carta Athenagórica (o crítica del sermón del Mandato). Esta obra teológica, fue calificada como profana por su confesor, quien le dirigió una recomendación de no alejarse del espíritu religioso en “Carta de Sor Filotea”, nombre que adoptó Antonio Núñez de Miranda como seudónimo. La “Respuesta a Sor Filotea de la Cruz” por parte de Sor Juana (1691) en contestación a la Carta del obispo, es una expresión de sus convicciones del derecho de las mujeres a expresarse con toda libertad.

Sin embargo, esto tendría consecuencias negativas, ya que posteriormente debió renunciar a su Biblioteca, integrada por aproximadamente 4.000 volúmenes, lo mismo que a sus instrumentos musicales (amaba la música y escribió un tratado sobre el tema, “El caracol”, obra que se halla desaparecida) para no ser objeto de juicio por los Tribunales de la Inquisición.

Su obra involucra los más diversos géneros. En 1669 se publicó en Madrid “Inundación castálida” con sus doce primeras loas. Sus escritos fueron en su mayoría por encargo, según sus propias palabras, dentro del periodo conocido como Siglo de Oro, que se extiende en su caso desde el año 1680 hasta el 1688.

Escribió hermosos villancicos y otras obras religiosas, entre las que pueden nombrarse, tres autos sacramentales: “El Divino Narciso”, “El cetro de José” y “El mártir del sacramento” dedicado a San Hermenegildo. En otros escritos aborda temas de tinte romántico, irónico y filosófico. En este caso se destaca su obra “El Sueño”, que fue conocido como “primer Sueño”, que escribió por gusto personal y no a pedido. Cuenta de 975 versos. Se trata de una alegoría sobre el vuelo del pensamiento y su caída.

En 1690, aparece “Carta athenagórica de la Madre Juana Inés de la Cruz” y en 1692 se conoce el Segundo volumen de las obras de Sor Juana Inés de la Cruz.

En 1951, que Alfonso Méndez Plancarte realizó una ordenada recopilación de sus escritos, organizándolos en cuatro tomos. Por la importancia de su obra, recibió los sobrenombres de "El Fénix de América" y "La décima Musa".

El fondo de cultura económica edita la obra de Octavio Paz, sobre Sor Juana “Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe”, donde analiza pormenorizadamente la obra de esta poetisa barroca.

Con una asombrosa libertad de expresión verbalizó sustantivos y sustantivizó verbos, haciendo referencias mitológicas, con un lenguaje que a veces resulta complicado de comprender para el lector común.

Falleció en la ciudad de México el 17 de abril de 1695.


Meditación breve


Jesús es siempre Buena Noticia. Más importante que el miedo ante el futuro es el ánimo para el presente. Más que un discurso sobre los últimos tiempos, el Evangelio de hoy es la indicación de cómo hay que vivir cada día. Se refieren más a las actitudes que a los acontecimientos.
No se trata tanto del final del mundo natural sino del final del mundo de la tristeza, la enfermedad, las desgracias, la muerte... La venida y la presencia definitivas de Jesús es, para toda la humanidad, motivo del mayor consuelo y la mayor esperanza.
Tenemos la gran suerte y la inmensa alegría de saber que el que vendrá como Juez es el mismo en quien creemos, a quien escuchamos, en quien confiamos, a quien intentamos seguir. Quien más nos comprende y más nos quiere.
Nuestra vida está orientada hacia nuestro encuentro feliz y definitivo con Jesús. Que vendrá, que está viniendo ya a mi vida, a mis sueños, a mi corazón, a mi mundo... Que traerá, que está trayendo ya la alegría, la verdad, la paz, las ocasiones para amar, una canción de esperanza... Ese es el anuncio que Dios nos promete en Jesús. Y la tarea que Él nos propone. Su triunfo definitivo implica también el nuestro.


Nunca nos olvidemos de agradecer


Alguna vez leí que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan a todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.


Nuestra amiga Pipi, de la ciudad de Córdoba, agradece por este medio todos los saludos recibidos con motivo del primer cumpleaños de si nietita Valentina el pasado día 11 de noviembre. Bendiciones para todos.


Alexis, nuestro hermano peruano que escribió una conmovedora carte en "El rincón de los lectores" del día 12 de noviembre, quiere expresar su agradecimiento a Dios Nuestro Señor y a todos los lectores de esta página que le han escrito mensajes de aliento por los difíciles momentos que está atravesando.


Desde Asunción, Paraguay, nos escriben para agradecer las oraciones por Eva M. que ha salido del cuadro grave luego del accidente que tuvo y ya está reintegrada a sus estudios. Damos gracias a Dios por esta gracia.


Mercedes M. desde El Salvador quiere agradecer a Dios por proteger a su familia.


Nos escribe María Luisa para informar que la cirugía de cataratas del día 11 de Marta P. fue un exito, por lo que da gracias al Altísimo y a todas las personas que aportaron sus oraciones por esta intención.


Palabras de Juan Pablo II


La Iglesia es la caricia del amor de Dios al mundo. ¡La Iglesia de hoy no necesita "cristianos a tiempo parcial", sino cristianos de una pieza!


Oración por la pronta beatificación
de Juan Pablo II


¡Oh Trinidad Santa! Te damos gracias por haber concedido a la Iglesia al Papa Juan Pablo II y porque en él has reflejado la ternura de tu paternidad, la gloria de la cruz de Cristo y el esplendor del Espíritu de tu amor. Él, confiando totalmente en tu infinita misericordia y en la maternal intercesión de María, nos ha mostrado una imagen viva de Jesús Buen Pastor, indicándonos la santidad, alto grado de la vida cristiana ordinaria, como camino para alcanzar la comunión eterna Contigo. Concédenos, por su intercesión, si es tu voluntad, el favor que imploramos, con la esperanza de que sea pronto incluido en el número de tus santos. Amén.


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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