domingo, 22 de noviembre de 2009

Pequeñas Semillitas 0910

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0910 ~ Domingo 22 de Noviembre de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Hola !!!
La fiesta de Cristo -Rey del Universo- que hoy estamos celebrando, fue instaurada por Pío XI el 11 de marzo de 1925. Corrían en Europa aires anticlericales y republicanos. Se pretendía seguramente con la fiesta afirmar la soberanía de Cristo y de la Iglesia en todas las esferas de la vida humana.
El Concilio Vaticano II modificó el sentido de esta Festividad. Fue tal vez mirando y rezando a ese su Rey como un grupo de obispos, al concluir el Concilio Vaticano II, se decidió a formular, entre otros, estos compromisos: “Renunciamos para siempre a la apariencia y a la realidad de la riqueza, especialmente en los ornamentos, colores brillantes, galas ricas, insignias de materia preciosa, etc. Rehusamos ser llamados por los nombres y títulos que significan grandeza y poder, Eminencia, Excelencia, Monseñor. Preferimos ser llamados con el nombre evangélico de Padre”. ...


La Palabra de Dios :
Evangelio del día


En aquel tiempo, Pilato dijo a Jesús: «¿Eres tú el Rey de los judíos?». Respondió Jesús: «¿Dices eso por tu cuenta, o es que otros te lo han dicho de mí?». Pilato respondió: «¿Es que yo soy judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?». Respondió Jesús: «Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos: pero mi Reino no es de aquí». Entonces Pilato le dijo: «¿Luego tú eres Rey?». Respondió Jesús: «Sí, como dices, soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz».
(Juan 18, 33-37)

Comentario
Hoy, Jesucristo nos es presentado como Rey del Universo. Siempre me ha llamado la atención el énfasis que la Biblia da al nombre de “Rey” cuando lo aplica al Señor. «El Señor reina, vestido de majestad», hemos cantado en el Salmo 92. «Soy rey» (Jn 18,37), hemos oído en boca de Jesús mismo. «Bendito el rey que viene en nombre del Señor» (Lc 19,14), decía la gente cuando Él entraba en Jerusalén.
Ciertamente, la palabra “Rey”, aplicada a Dios y a Jesucristo, no tiene las connotaciones de la monarquía política tal como la conocemos. Pero, en cambio, sí que hay una cierta relación entre el lenguaje popular y el lenguaje bíblico respecto a la palabra “rey”. Por ejemplo, cuando una madre cuida a su bebé de pocos meses y le dice: —Tú eres el rey de la casa. ¿Qué está diciendo? Algo muy sencillo: que para ella este niñito ocupa el primer lugar, que lo es todo para ella. Cuando los jóvenes dicen que fulano es el rey del Rock quieren decir que no hay nadie igual, lo mismo cuando hablan del rey del baloncesto. Entrad en el cuarto de un adolescente y veréis en la pared quiénes son sus “reyes”. Creo que estas expresiones populares se parecen más a lo que queremos decir cuando aclamamos a Dios como nuestro Rey y nos ayudan a entender la afirmación de Jesús sobre su realeza: «Mi Reino no es de este mundo» (Jn 18,36).
Para los cristianos nuestro Rey es el Señor, es decir, el centro hacia el que se dirige el sentido más profundo de nuestra vida. Al pedir en el Padrenuestro que venga a nosotros su reino, expresamos nuestro deseo de que crezca el número de personas que encuentren en Dios la fuente de la felicidad y se esfuercen por seguir el camino que Él nos ha enseñado, el camino de las bienaventuranzas. Pidámoslo de todo corazón, pues «dondequiera que esté Jesucristo, allí estará nuestra vida y nuestro reino» (San Ambrosio).
Rev. D. Frederic RÀFOLS i Vidal (Barcelona, España)


Santoral Católico

Santa Cecilia, Virgen y Mártir


Según una antigua tradición, la santa pertenecía a una de las principales familias de Roma, que acostumbraba vestir una túnica de tela muy áspera y que había consagrado a Dios su virginidad. Sus padres la comprometieron en matrimonio con un joven llamado Valeriano, pero Cecilia le dijo a éste que ella había hecho voto de virginidad y que si él quería ver al ángel de Dios debía hacerse cristiano. Valeriano se hizo instruir por el Papa Urbano y fue bautizado. Las historias antiguas dicen que Cecilia veía a su ángel de la guarda.

El alcalde de Roma, Almaquio, había prohibido sepultar los cadáveres de los cristianos. Pero Valeriano y Tiburcio se dedicaron a sepultar todos los cadáveres de cristianos que encontraban. Por eso fueron arrestados. Llevados ante el alcalde, éste les pidió que declararan que adoraban a Júpiter. Ellos, defendieron su fe y murieron mártires.

En seguida la policía arrestó a Cecilia y le exigió que renunciara a la religión de Cristo. Ella declaró que prefería la muerte antes que renegar de la verdadera religión. Entonces fue llevada junto a un horno caliente para tratar de sofocarle con los terribles gases que salían de allí, pero en vez de asfixiarse ella cantaba gozosa (quizás por eso la han nombrado patrona de los músicos). Visto que con este martirio no podían acabar con ella, el cruel Almaquio mandó que le cortaran la cabeza.

En 1599 permitieron al escultor Maderna ver el cuerpo incorrupto de la santa y él fabricó una estatua en mármol de ella, la que se conserva en la iglesia de Santa Cecilia en Roma.


Pensamiento


"A la música hay que aproximarse con mayor pureza,
y sólo desear en ella lo que ella puede darnos:
embeleso contemplativo"

Luis Cernuda


Tema del día :
La beatificación de Juan Pablo II en manos del Papa


Buenos Aires, 18 Nov. 09 (ACI)

De visita en Argentina, el Cardenal Stanislaw Dziwisz, quien por 40 años trabajó junto al Papa Juan Pablo II –antes Karol Wojtyla–, señaló que en el camino hacia la beatificación del Pontífice, "todo depende del Papa" Benedicto XVI.

Según informa la agencia católica argentina AICA, el Cardenal Dziwisz afirmó que "los obispos polacos no queremos interferir (en la causa). No queremos que el Papa vaya apurado, debe analizarlo bien porque también a él lo une la figura de Juan Pablo II".

En una conferencia de prensa celebrada en la pinacoteca de la Nunciatura Apostólica, el amigo y secretario de Juan Pablo II aseguró que la gente "reconoce su herencia" y lo demuestra en las habituales procesiones a su tumba en el Vaticano o en su visita a Cracovia, para "conocer cómo vivía, cuál era su cultura".

Consultado sobre la posibilidad de que Juan Pablo II haya protagonizado milagros en vida, el Cardenal Dziwisz explicó que "de eso no podíamos hablar, lo teníamos prohibido, pero ya muerto, hay muchas cosas registradas, y documentadas".

El actual Arzobispo de Cracovia puso el ejemplo de un obispo que se había curado de cáncer y algunos comentaban el caso. Juan Pablo II les dijo: "No es obra del hombre, es obra de Dios". Aclaró que esto lo hacía "en base a hechos y no para crear leyenda".

También relató anécdotas de la vida cotidiana de Juan Pablo II, a quien definió como "un hombre sencillo, no era exigente, ni buscaba nada para él".

Según el Arzobispo, a Juan Pablo II le gustaba "escaparse del Vaticano", sobre todo para tener contacto con la naturaleza. "No era una diversión, lo necesitaba. Al principio hablaba con su ocasionales acompañantes, pero después se quedaba en silencio, porque decía que era el momento de su encuentro con el Creador", indicó.

También reveló que "no usaba computadora, sino que escribía con lapicera" y precisó que cuando tenía que pensar cosas importantes lo hacía en la montaña. "Al comienzo iba a esquiar y sorprendía. Nadie podía pensar que un Papa hiciera fila como otros y esperara su turno para esquiar. Algunos lo miraban con sospecha, otros no lo podían creer".

"Un día un niño lo reconoció y le dijo: ‘Santo Padre’. Desde entonces hubo que cuidarse más", admitió.

El Cardenal Dziwisz contó también una anécdota con un trabajador de la zona montañosa de las Dolomitas, que al reconocerlo lo invitó a su casa y "tomaron un vaso de vino". "Mire usted, mi mujer es muy piadosa. Mi esposa va a la Iglesia a buscar al Papa y el Papa está en mi casa", recordó que le dijo, entre sonrisas, aquel parroquiano.


Biografías :
Manuel de Falla


Manuel de Falla y Matheu, compositor español nacido el 23 de noviembre de 1876, en Cádiz, España

Con los catalanes Isaac Albéniz y Enrique Granados, Manuel de Falla es el tercero de los nombres que conforman la gran trilogía de la música nacionalista española. Fue también uno de los primeros compositores de esta tradición que, cultivando un estilo tan inequívocamente español como alejado del tópico, supo darse a conocer con éxito en toda Europa y América, y con ello superó el aislamiento y la supeditación a otras tradiciones a que la música hispana parecía condenada desde el siglo XVIII.

Nunca fue un compositor prolífico, pero sus creaciones, todas ellas de un asombroso grado de perfección, ocupan prácticamente un lugar de privilegio en el repertorio. Recibió sus primeras lecciones musicales de su madre, una excelente pianista que, al advertir las innegables dotes de su hijo, no dudó en confiarlo a mejores profesores. Tras trabajar la armonía, el contrapunto y la composición en su ciudad natal con Alejandro Odero y Enrique Broca, ingresó en el Conservatorio de Madrid, donde tuvo como maestros a José Tragó y Felipe Pedrell.

La influencia de este último sería decisiva en la conformación de su estética: fue él quien le abrió las puertas al conocimiento de la música autóctona española, que tanta importancia había de tener en la producción madura falliana. Tras algunas zarzuelas, hoy perdidas u olvidadas, como Los amores de Inés, los años de estudio en la capital española culminaron con la composición de la ópera La vida breve, que se hizo acreedora del primer premio de un concurso convocado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Aunque las bases del concurso estipulaban que el trabajo ganador debía representarse en el Teatro Real de Madrid, Falla hubo de esperar ocho años para dar a conocer su partitura, y ello ni siquiera fue en Madrid sino en Niza.

Francia, precisamente, iba a ser la siguiente etapa de su formación: afincado en París desde 1907, allí entró en relación con Debussy, Ravel, Dukas y Albéniz, cuya impronta es perceptible en sus composiciones de ese período, especialmente en Noches en los jardines de España, obra en la que, a pesar del innegable aroma español que presenta, está latente cierto impresionismo en la instrumentación.

La madurez creativa de Falla empieza con su regreso a España, en el año 1914. Es el momento en que compone sus obras más célebres: la pantomima “El amor brujo” y el ballet “El sombrero de tres picos” (éste compuesto para cumplimentar un encargo de los célebres Ballets Rusos de Serge de Diaghilev), las “Siete canciones populares españolas para voz y piano” y la “Fantasía bética para piano”. Su estilo fue evolucionando a través de estas composiciones desde el nacionalismo folclorista que revelan estas primeras partituras, inspiradas en temas, melodías, ritmos y giros andaluces o castellanos, hasta un nacionalismo que buscaba su inspiración en la tradición musical del Siglo de Oro español y al que responden la ópera para marionetas El retablo de maese Pedro, una de sus obras maestras, y el Concierto para clave y cinco instrumentos. Mientras que en sus obras anteriores Falla hacía gala de una extensa paleta sonora, heredada directamente de la escuela francesa, en estas últimas composiciones su estilo fue haciéndose más austero y conciso, y de manera especial en el Concierto.

Los últimos veinte años de su vida, el maestro los pasó trabajando en la que consideraba había de ser la obra de su vida: la cantata escénica “La Atlántida”, sobre un poema del poeta en lengua catalana Jacint Verdaguer, que le había obsesionado desde su infancia y en el cual veía reflejadas todas sus preocupaciones filosóficas, religiosas y humanísticas. El estallido de la guerra civil española le obligó a buscar refugio en Argentina, donde le sorprendería la muerte en Alta Gracia, el 14 de noviembre de 1946 sin que hubiera podido culminar su última obra. La tarea de finalizarla según los esbozos dejados por el maestro correspondió a su discípulo Ernesto Halffter.


Venga tu Reino


Padre nuestro que estás y reinas en el cielo, que estás también y quieres reinar en la tierra; ayúdanos a ser y vivir como hermanos.
Que tu nombre sea bendito, santificado, respetado; que todos te conozcan, y que nosotros te demos a conocer en nuestra vida.
Que venga tu Reino: que venga la justicia, la solidaridad, la paz; que nadie muera de hambre, ni de sed, ni de odio; que nadie sea explotado, oprimido, que nadie sea excluido, marginado, discriminado.
Que venga tu Reino, tu Espíritu, y se adueñe de nuestros corazones y empiece en ellos a reinar con fuerza, para que nos empeñemos ya en hacer tu voluntad en la tierra, como se hace en el cielo; para que anticipemos ya en el suelo el reino de solidaridad que hay en el cielo.
Amén
José E. Ruiz de Galarreta


Nunca nos olvidemos de agradecer


Alguna vez leí que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan a todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.


Los padres de Danielita, una niña de Córdoba, Argentina, que tuvo un grave accidente de tránsito al ser embestida por un camión, y pasó 42 días internada hasta ser dada de alta, agradecen a todos quienes rezaron por ella y a Dios que permitió su recuperación.


Nuestra querida amiga Liliana U., de Buenos Aires, Argentina, agradece las oraciones por su tía Mary, de Morón, que pasó un trance muy difícil de salud por cáncer, y hoy gracias a Dios y al Sagrado Corazón de Jesús, está en su casa y en muy buena condición.


Desde la ciudad de México, dan gracias a Dios por la bendición de la vida del pequeño Alex H. nacido hace tres días.


Elevamos una oración de acción de gracias al Altísimo por el primer aniversario, que se cumple hoy, del matriominio de Exequiel y Pamela, en San Lorenzo, Santa Fe, Argentina, lectores y amigos de esta página. ¡Muchas felicidades!


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Felipe de Urca.
pequesemillitas@gmail.com


Palabras de Juan Pablo II


"El artista, cuando realiza una obra maestra, no sólo da vida a su obra, sino que por medio de ella, en cierto modo, descubre también su propia personalidad. En el arte encuentra una dimensión nueva y un canal extraordinario de expresión para su crecimiento espiritual. Por medio de las obras realizadas, el artista habla y se comunica con los otros"


Oración por la pronta beatificación de Juan Pablo II


¡Oh Trinidad Santa! Te damos gracias por haber concedido a la Iglesia al Papa Juan Pablo II y porque en él has reflejado la ternura de tu paternidad, la gloria de la cruz de Cristo y el esplendor del Espíritu de tu amor. Él, confiando totalmente en tu infinita misericordia y en la maternal intercesión de María, nos ha mostrado una imagen viva de Jesús Buen Pastor, indicándonos la santidad, alto grado de la vida cristiana ordinaria, como camino para alcanzar la comunión eterna Contigo. Concédenos, por su intercesión, si es tu voluntad, el favor que imploramos, con la esperanza de que sea pronto incluido en el número de tus santos. Amén.


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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