PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
13 - Número 3738 ~ Lunes 13 de Agosto de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
En
Argentina estamos felices por la decisión del Senado de no aprobar la ley de
“interrupción voluntaria del embarazo” (léase aborto). Ha ganado la vida.
Pero
es inevitable meditar que un sistema político que pone a votación el derecho
fundamental del que derivan todos... es un sistema inmoral.
Ahora
ha ganado la razón. En el futuro podrá ganar la muerte. Y es que –como lo dice
un conocido tango– lo mismo vale el voto de un burro que el de un gran
profesor. Someter a votación el derecho fundamental de la vida, es criminal.
La
vida no puede estar sujeta ni a la votación ni a la decisión de algunos pocos.
Nadie tiene derecho a decidir la muerte y el asesinato de otros. Así nunca
podremos estar seguros. Por eso es que tenemos que pensar que la lucha recién
comienza...
¡Buenos días!
Perdió algo mejor que
diez millones…
Alejandro Manzoni, famoso autor de la novela “Los
novios”, cuando ya era anciano, sus hijos no lo dejaban salir de casa, cuando
estaba la calle con nieve. Un día, al anochecer, sus hijos le dijeron:
— Papá, ¿qué te pasa que
estás triste?
— Tenía un billete
ganador de la lotería y hoy era el último día para cobrarlo.
— Pero papá ¿por qué no
lo has dicho? Te hubiéramos acompañado.
— Bueno, en realidad no
tenía ningún billete, pero ustedes me han dejado sin comulgar, que vale más que
diez millones de liras y ninguno me ha dicho: Papá, te acompaño.
La Eucaristía no sólo es un gran tesoro, podríamos
decir que es el tesoro más grande del mundo. Mucho más importante que el oro o
las piedras preciosas. Vale más que todo el universo con todas las estrellas y
galaxias. Vale más que los ángeles y que todos los santos, incluida la misma
Virgen María, porque la Eucaristía es Jesucristo, el Dueño, Señor y Creador de
todo lo que existe.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
♥ Primera Lectura: Ez 1, 2-5. 24-28c
♥ Salmo: Sal 148, 1-2. 11-14bc
♥ SANTO EVANGELIO: Mt 17,22-27
En aquel tiempo, yendo un día juntos por Galilea,
Jesús dijo a sus discípulos: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de
los hombres; le matarán, y al tercer día resucitará». Y se entristecieron
mucho.
Cuando entraron en Cafarnaúm, se acercaron a Pedro
los que cobraban el didracma y le dijeron: «¿No paga vuestro Maestro el
didracma?». Dice él: «Sí». Y cuando llegó a casa, se anticipó Jesús a decirle:
«¿Qué te parece, Simón?; los reyes de la tierra, ¿de quién cobran tasas o
tributo, de sus hijos o de los extraños?». Al contestar él: «De los extraños»,
Jesús le dijo: «Por tanto, libres están los hijos. Sin embargo, para que no les
sirvamos de escándalo, vete al mar, echa el anzuelo, y el primer pez que salga,
cógelo, ábrele la boca y encontrarás un estárter. Tómalo y dáselo por mí y por
ti».
♥ Comentario:
Hoy, la liturgia nos ofrece diferentes posibilidades
para nuestra consideración. Entre éstas podríamos detenernos en algo que está
presente a lo largo de todo el texto: el trato familiar de Jesús con los suyos.
Dice san Mateo que Jesús y los discípulos iban «yendo
un día juntos por Galilea» (Mt 17,22). Pudiera parecer algo evidente, pero el
hecho de mencionar que iban juntos nos muestra cómo el evangelista quiere
remarcar la cercanía de Cristo. Luego les abre su Corazón para confiarles el
camino de su Pasión, Muerte y Resurrección, es decir, algo que Él lleva muy
adentro y que no quiere que, aquellos a quienes tanto ama, ignoren.
Posteriormente, el texto recoge el episodio del pago de los impuestos, y
también aquí el evangelista nos deja entrever el trato de Jesús, poniéndose al
mismo nivel que Pedro, contraponiendo a los hijos (Jesús y Pedro) exentos del
pago y los extraños obligados al mismo. Cristo, finalmente, le muestra cómo
conseguir el dinero necesario para pagar no sólo por Él, sino por los dos y no
ser, así, motivo de escándalo.
En todos estos rasgos descubrimos una visión
fundamental de la vida cristiana: es el afán de Jesús por estar con nosotros.
Dice el Señor en el libro de los Proverbios: «Mi delicia es estar con los hijos
de los hombres» (Prov 8,31). ¡Cómo cambia, esta realidad, nuestro enfoque de la
vida espiritual en la que a veces ponemos sólo la atención y el acento en lo
que nosotros hacemos, como si eso fuera lo más importante! La vida interior ha
de centrase en Cristo, en su amor por nosotros, en su entrega hasta la muerte
por mí, en su constante búsqueda de nuestro corazón. Muy bien lo expresaba san
Juan Pablo II en uno de sus encuentros con los jóvenes: el Papa exclamó con voz
fuerte «¡Miradle a Él!».
P. Joaquim PETIT Llimona, L.C. (Barcelona, España)
Santoral Católico:
Santos Ponciano e
Hipólito
Mártires
Los santos mártires Ponciano, papa del año 230 al año
235, e Hipólito, presbítero de la Iglesia de Roma, fueron desaterrados juntos a
Cerdeña, el año 235, por el emperador Maximino el Tracio, que los condenó a
trabajos forzados en las canteras. Allí cumplieron juntos una condena común y,
al parecer, fueron coronados con una misma corona, la del martirio. Después sus
cuerpos fueron trasladados y enterrados en Roma, Ponciano en el cementerio de
Calixto, Hipólito en el cementerio de la Vía Tiburtina. El pontificado de
Ponciano se vio turbado por la continuación del cisma que había provocado el
famoso escritor Hipólito. En el común cautiverio, ambos se reconciliaron antes
de su muerte. Ponciano renunció el año 235 a la sede de Roma, y dejó expedito
el camino para su sucesor san Antero. Hipólito, fecundo escritor, de tendencias
rigoristas, estuvo en desacuerdo con la elección del papa san Calixto I
(217-222), y él mismo fue elegido antipapa. El destierro a Cerdeña fue el
camino de la reconciliación en la Iglesia.
Oración: Te rogamos, Señor, que el glorioso martirio
de tus santos aumente en nosotros los deseos de amarte y fortalezca la fe en
nuestros corazones. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Pensamiento del día
“El que tiene fe en sí mismo
no necesita que los demás
crean en él”
(Miguel de Unamuno)
Tema del día:
Hacer grande lo pequeño
1) Para saber
Cuando se está construyendo una gran edificación, es
común que algunas personas observen cómo va creciendo poco a poco, ladrillo
tras ladrillo, se levanta una y otra pared, hasta que llega a su fin. De modo
similar, la santidad también se consigue poco a poco, día a día, con nuestra
correspondencia en cada detalle a la acción del Espíritu Santo en nuestras
almas.
El Papa Francisco nos recuerda que Jesús invitaba a
sus discípulos a prestar atención a los pequeños detalles, como fijarse cuando
de cien ovejas faltaba una, o cuando se acabó el vino en las fiestas de la
boda, o cuando una viejecita echaba de limosna dos pequeñas monedas de ínfimo
valor, y otros sucesos similares. Lo ordinario es que la vida esté compuesta
por una serie de obras pequeñas y ahí hay que poner amor a Dios.
2) Para pensar
El alumno, según él, había terminado de pintar un
cuadro. Llamó a su maestro para que lo evaluara. Se acercó el maestro y observó
la obra con detenimiento. Entonces, le pidió al alumno la paleta y los
pinceles. Con gran destreza dio unos cuantos trazos aquí y allá. Cuando le
regresó las pinturas al alumno, el cuadro había cambiado notablemente. El
alumno quedó asombrado; ante sus propios ojos había pasado de mediocre a
sublime. Casi con reverencia le preguntó a su maestro: “¿Cómo es posible que
con unos cuantos toques, simples detalles, haya cambiado tanto el cuadro?”
El maestro contestó: “Es que en esos pequeños
detalles está el arte. Si lo vemos despacio, nos daremos cuenta que todo en la
vida son detalles. Los grandes acontecimientos nos deslumbran tanto que a veces
nos impiden ver esos pequeños milagros que nos rodean: Un ave que canta, una
flor que se abre, el beso de un hijo, son ejemplos de pequeños detalles que al
sumarse hacen diferente nuestra existencia. Todas las relaciones ‑familia, matrimonio, noviazgo o amistad‑ se basan en detalles. Nadie te pedirá que escales el Monte Everest para
probar tu amistad, pero sí que lo visites durante unos minutos cuando está enfermo o le hables el día de su
cumpleaños, o le regreses su llamada. Hay quienes se pasan el tiempo esperando
una oportunidad para demostrar de forma heroica su amor por alguien, y dejan
pasar muchas otras, modestas pero significativas. La felicidad no es un suceso
majestuoso que nos cambia, sino que se finca en detalles que sazonan día a día
nuestra existencia. No podemos desestimar el poder de las cosas pequeñas: una
flor, una carta, una palmada en el hombro, una palabra de aliento o un mensaje.
Pueden parecer poca cosa, pero no son insignificantes, son detalles que se
convierten en el cemento que une los ladrillos de esa construcción que llamamos
relación.
Pensemos si no estamos descuidando esos detalles en
nuestra convivencia diaria.
3) Para vivir
Un santo que dio importancia a las cosas pequeñas fue
San Josemaría. Predicaba que la santidad nos las otorga el Señor cuando ponemos
amor de Dios en cada obra, por pequeña que sea. Por ello recomienda en Camino:
“Hacedlo todo por Amor. Así no hay cosas pequeñas: todo es grande. La
perseverancia en las cosas pequeñas, por Amor, es heroísmo” (n. 813).
© Pbro. José Martínez Colín
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Las sociedades humanas parecen ir de una crisis a
otra, cargadas de injusticia, de opresión y de decepción. Pero la comedia es un don del espíritu
humano. En ocasiones es la única arma
que tenemos contra el absurdo oficial. ¿Acaso no parece con frecuencia que
quienes comprenden más claramente los peligros que enfrentamos son los que se
divierten con más entusiasmo?
La risa y la diversión no implican falta de interés. Cada
uno de nosotros debe abrirse camino en estos tiempos difíciles, ordenando
cuidadosamente sus prioridades y haciendo lo necesario para salvaguardar su
crecimiento espiritual.
Una de las tentaciones que nos asaltan a la mayoría
de nosotros es tomarnos tan en serio que comenzamos a dar demasiada importancia
a los gestos más insignificantes. El sentido del humor es una maravillosa
herramienta para hacernos poner los pies sobre la tierra.
Con frecuencia, compartir la diversión es la única
forma que tenemos de ponernos en contacto con otro ser humano. Agradezcamos el don
del humor verdadero dondequiera que lo encontremos, pues nos da fuerza para
continuar.
Los hechos de hoy me recordarán quién soy. Los
aceptaré con buen humor.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y
martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros
hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el
abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por
los pacientes internados en la Casa de la Bondad en Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer
y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por
los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas
Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por el descanso eterno del alma de Omar Jorge G., de Córdoba, Argentina,
que fue llamado ayer a la presencia del Padre celestial.
Pedimos
oración por las necesidades físicas y espirituales de María Rosa y Emilio, de Buenos Aires, Argentina. Jesús, el Buen
Pastor, conoce los problemas de estas dos ovejitas suyas y seguramente habrá de
socorrerlas con su amor y su protección.
Pedimos oración para la señora Ana María, de Montevideo, Uruguay, que hoy a las tres de la tarde
será operada para extirpar cálculos de sus vías biliares y vesícula, cirugía de
riesgo por la edad y por el peligro de pancreatitis aguda. Que la Virgen
Santísima la proteja y Jesús sea quien guíe las manos de los cirujanos.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que
tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto
el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias
que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se
hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse
elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la
pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo
nuestro Señor.
Amén
Cinco minutos del
Espíritu Santo
Agosto 13
"Espíritu Santo, quiero dejar en tu presencia
los frutos de mi trabajo.
Dame un corazón humilde y libre, que no esté atado a
las vanidades, reconocimientos y aplausos.
Dame un corazón simple que sea capaz de darlo todo,
pero dejándole a Jesús la gloria y el honor.
Derrama en mí tu gracia para que pueda vivir
desprendido de los frutos de mis esfuerzos, para que en mi trabajo busque tu
gloria, sin obsesionarme por determinados resultados.
Dame ese desprendimiento, Espíritu Santo, libérame
del orgullo, para que pueda trabajar intensamente, pero con la santa paz y la
inmensa felicidad de un corazón desprendido.
También te ruego que sanes todo sabor amargo, todo
resentimiento, y todo lo que hubo de egoísmo o de vanidad en mi trabajo.
Ayúdame Señor, para que la próxima vez pueda vivirlo
con más generosidad, sencillez y alegría.
Permíteme descansar un momento en tu presencia. Amén."
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
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