PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
13 - Número 3731 ~ Lunes 6 de Agosto de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Estamos
en la era de la electrónica, en la que alguien puede encender una computadora
en un país y, segundos después, tener una conversación con alguien a miles de
kilómetros.
Por
asombroso que esto pueda parecer, hay algo más asombroso todavía. Cuando me
vuelvo hacia mi fuente divina en la oración, me pongo en contacto con Dios más
rápidamente de lo que podría permitirlo cualquier computadora.
Puedo
comunicarme fácilmente "en vivo" con Dios durante todo el día, esté
donde esté. Con resultados más portentosos que los de la tecnología humana,
Dios responde a mis preguntas aun antes de que las formule. La verdadera
autopista informática es una ruta divina que conduce hacia Dios.
En
mis oraciones me comunico con Dios y establezco un vínculo divino.
¡Buenos días!
Anoche tuve un sueño
“Hay quienes “no tienen los pies sobre la tierra”,
sencillamente vuelan. Vuelas, cuando consideras tus sueños como realidad; cuando
pasas el tiempo concibiendo planes que jamás realizas; cuando no te adaptas a
las personas y a las cosas. Tienes derecho a aferrarte de un extremo del
ensueño para seguir adelante, pero jamás para alejarte de la realidad” (M.
Quoist).
—Mi amor, anoche soñé
que el domingo, en mi cumpleaños, me regalabas un anillo de diamantes, ¿Qué
significado tendrá ese sueño?
—¡Tranquila, mujer, que
el domingo lo sabrás! El domingo por la mañana el hombre le entrega a su esposa
un paquete envuelto en papel de regalo y con un elegante adorno. La dama muy
emocionada lo abre y encuentra un libro: "El significado de los
sueños".
Las vanidades humanas son esas frivolidades,
completamente intrascendentes, que acaparan tiempo y fatiga, mientras dejas en
la penumbra tus auténticas prioridades que merecen dedicación y entusiasmo
incansables. Si tienes bien claras tus metas, decidirás con facilidad las
renuncias necesarias, para que nada detenga tus logros.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
♥ Primera Lectura: Dn 7, 9-10. 13-14
♥ Salmo: Sal 96, 1-2. 5-6. 9
♥ SANTO EVANGELIO: Mc 9,2-10
En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, Santiago
y Juan, y los lleva, a ellos solos, aparte, a un monte alto. Y se transfiguró
delante de ellos, y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos,
tanto que ningún batanero en la tierra sería capaz de blanquearlos de ese modo.
Se les aparecieron Elías y Moisés, y conversaban con Jesús. Toma la palabra
Pedro y dice a Jesús: «Rabbí, bueno es estarnos aquí. Vamos a hacer tres
tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías» —pues no sabía qué
responder ya que estaban atemorizados—.
Entonces se formó una nube que les cubrió con su
sombra, y vino una voz desde la nube: «Éste es mi Hijo amado, escuchadle». Y de
pronto, mirando en derredor, ya no vieron a nadie más que a Jesús solo con
ellos. Y cuando bajaban del monte les ordenó que a nadie contasen lo que habían
visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos
observaron esta recomendación, discutiendo entre sí qué era eso de «resucitar
de entre los muertos».
♥ Comentario:
Hoy celebramos la solemnidad de la Transfiguración
del Señor. La montaña del Tabor, como la del Sinaí, es el lugar de la
proximidad con Dios. Es el espacio elevado, respecto a la existencia diaria
donde se respira el aire puro de la Creación. Es el lugar de la oración donde
se está en la presencia del Señor, como Moisés y Elías que aparecen con Jesús
transfigurado hablando con Él acerca del Éxodo que le esperaba en Jerusalén (es
decir, su Pascua).
«Sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy
blancos, tanto que ningún batanero en la tierra sería capaz de blanquearlos de
ese modo» (Mc 9,3). Este hecho simboliza la purificación de la Iglesia. Y Pedro
dijo a Jesús: «Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra
para Elías» (Mc 9,5). San Agustín comenta bellamente que Pedro buscaba tres
tiendas porque todavía no conocía la unidad entre la Ley, la Profecía y el
Evangelio.
«Entonces se formó una nube que les cubrió con su
sombra, y vino una voz desde la nube: ‘Éste es mi Hijo amado, escuchadle’» (Mc
9,7). La Transfiguración no es un cambio en Jesús, sino la Revelación de su
Divinidad. Pedro, Santiago y Juan, contemplando la Divinidad del Señor, se
preparan para afrontar el escándalo de la Cruz. ¡La Transfiguración es un
anticipo de la Resurrección!
«Rabbí, bueno es estarnos aquí» (Mc 9,5). La
Transfiguración nos recuerda que las alegrías sembradas por Dios en la vida no
son puntos de llegada, sino luces que Él nos da en la peregrinación terrena
para que “Jesús sólo” sea nuestra Ley, y su Palabra sea el criterio, el gozo y
la bienaventuranza de nuestra existencia.
Que la Virgen María nos ayude a vivir intensamente
nuestros momentos de encuentro con el Señor para que lo podamos seguir cada día
con alegría, y nos ayude a escuchar y seguir siempre al Señor Jesús, hasta la
pasión y la Cruz con vista a participar también de su Gloria.
Rev. D. Ignasi NAVARRI i Benet (La Seu
d'Urgell, Lleida, España)
Santoral Católico:
La Transfiguración del
Señor
Esta fiesta celebra el misterio de la vida de Cristo
en el que su gloria y divinidad se asoman al tiempo y al mundo, permitiéndonos
adivinar su identidad: Dios a la vez que hombre. El hecho nos lo refieren los
evangelios. Camino de Jerusalén para sufrir la pasión, Jesús se retiró a un
monte alto, el Tabor, con sus discípulos predilectos, Pedro, Santiago y Juan,
para orar. Allí se transfiguró, y aparecieron Moisés y Elías, personificación
de la Ley y los Profetas del Antiguo Testamento, que hablaban con Jesús de su
muerte. Los apóstoles quedaron atónitos. Y oyeron una voz que salía de la nube
que los envolvía: «Éste es mi Hijo, el amado, el predilecto, en quien me
complazco. Escuchadle». La gloria de la divinidad resplandece en el rostro de
Cristo, mientras el Padre lo acredita ante los apóstoles para que lo escuchen.
Oración: Oh
Dios, que en la gloriosa transfiguración de tu Unigénito confirmaste los
misterios de la fe con el testimonio de los profetas, y prefiguraste
maravillosamente nuestra perfecta adopción como hijos tuyos, concédenos, te
rogamos, que, escuchando siempre la palabra de tu Hijo, el predilecto, seamos
un día coherederos de su gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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© Directorio Franciscano – Aciprensa
Oración del día
“Oh Dios, que en la gloriosa
transfiguración de tu Unigénito confirmaste los misterios de la fe con el
testimonio de los profetas, y prefiguraste maravillosamente nuestra perfecta
adopción como hijos tuyos, concédenos, te rogamos, que, escuchando siempre la
palabra de tu Hijo, el predilecto, seamos un día coherederos de su gloria. Por
nuestro Señor Jesucristo. Amén”
Tema del día:
¿Qué es la parresía?
1) Para saber
Hay una característica que tiene la santidad y es la
parresía, dice el Papa Francisco. Pero, ¿qué significa parresía? Esta palabra
quiere decir: “hablar con atrevimiento”. Implica no sólo la libertad de
expresión, sino la obligación de hablar con la verdad para el bien común,
incluso frente al peligro individual.
Dice el Papa que la parresía incluye: “Audacia, entusiasmo,
hablar con libertad, fervor apostólico”. Significa tener empuje evangelizador,
tener audacia para mostrar el espíritu cristiano. Jesús animaba a sus
discípulos a no tener miedo, sabiéndonos siempre acompañados por Él. Ese
atrevimiento no nos viene por sentirnos fuertes o sabios, sino que, aun siendo
frágiles, nos hemos de sentir portadores de un tesoro que les puede hacer mucho
bien a quienes lo reciban.
2) Para pensar
La vida de los santos puede sorprendernos por la
audacia que tuvieron al emprender obras que estaban más allá de sus fuerzas. Un
ejemplo lo fue la vida de San Francisco Xavier. En su juventud vivía alejado de
Dios, hasta que conoció a San Ignacio y decidió seguirle de cerca. Después fue
al Oriente a evangelizar, pues sabía que muchísimas personas no conocían ni el
nombre de Jesucristo. Era una aventura colosal.
Viajó hasta la India, y desde ahí partía a tierras
desconocidas, para transmitir la fe y bautizar a aquellos indígenas. Solía
viajar solo o con un traductor, sorteando toda suerte de peligros: inclemencias
del tiempo, numerosos animales peligrosos –tigres, tarántulas, víboras de todo
tipo, etc.-, hasta tribus antropófagas.
En una ocasión iba acompañado de un traductor
autóctono y se encontró con una tribu que se comía a los extranjeros. Fue tanto
el miedo del traductor, que se quedó mudo. No lograba traducir el mensaje de
paz que le decía San Francisco Xavier, pues estaban furiosos y dispuestos a
comérselos. En esa situación tan tensa, se le ocurrió al santo empezar a cantarles,
en latín, un himno litúrgico. Y como por encanto, la tribu se apaciguó y pudo
empezar a comunicarse con ellos y convertirlos a la fe.
¿Cómo pudo emprender esas tareas tan difíciles?
Además del gran amor a Dios que le movía, el santo era llevado por el Don de
Consejo y de Fortaleza que el Espíritu Santo le infundía.
Pensemos si somos dóciles para atrevernos a realizar
la tarea que Dios espera de nosotros.
3) Para vivir
Existe el peligro siempre latente de no querer
salirnos de una situación segura. El Papa Francisco nos previene de esta
actitud que nos impiden salir de “nuestro mundo” y que toma diferentes
posturas: individualismo, espiritualismo, encerramiento en pequeños mundos,
nostalgias, repetición de esquemas prefijados, pesimismo, etc.
Hay que dejarse “despertar” por el Señor y nos saque
de un mal acostumbramiento que nos impide tratar de cambiar realidades
inmorales e ir a personas que buscan a Dios, pero la vida los ha apartado muy
lejos de Él. Incluso esas personas pueden estar a nuestro lado.
El Papa Francisco nos invita a pedirle la gracia al
Espíritu Santo de tener el valor apostólico para comunicar el Evangelio a los
demás, aunque implique renunciar a la comodidad.
© Pbro. José Martínez Colín
Nuevo artículo
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"Juan
Pablo II inolvidable"
Tema: La Transfiguración del Señor
Puedes acceder en la
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El rincón del lector
Desde
hace años hemos tenido esta sección llamada “El rincón del lector” destinada a dar cabida a los mensajes,
opiniones y comentarios de las personas que leen Pequeñas Semillitas, que han
podido expresarse libre y respetuosamente. Ahora, con nuestra presencia en
Facebook, la posibilidad de manifestarse es mucho más abierta, directa y
permanente.
Igual
vamos a mantener esta sección para los que deseen expresarse por esta vía. Para
que tu mensaje se publique debes dirigirlo por correo electrónico a feluzul@gmail.com con el título "El rincón del lector" y
deberá ser muy breve y no contener conceptos agraviantes para nada ni para
nadie.
Los
mensajes serán moderados por el propietario de esta página y se publicarán a medida
que el tiempo y el espacio en la misma lo permitan, y no se admitirán réplicas
o respuestas públicas a mensajes anteriores de otros lectores.
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Las cosas hechas a partir de la ira son, en el mejor
de los casos, ineficaces. Cualquier cosa hecha en estado de cólera llevará casi
con certeza al arrepentimiento. La mayoría de las respuestas basadas en el
enojo no son voluntarias y controladas, sino reacciones ciegas e impulsivas.
Cuando permites que tu enojo se haga cargo de tus actos te pones en una clara
situación de desventaja.
Lo mejor que puedes hacer cuando eres presa de la ira
es esperar. Cuenta hasta diez. Cuenta hasta cien. Déjalo para mañana. Piénsalo.
Convérsalo. Deja que pase, antes de dar el próximo paso. Claro que la ira puede
generar energía, pero casi siempre es una energía inmanejable que daña todo lo
que está cerca, incluido tú...
Actuar a partir del enojo te daña tanto como a los
demás. Espera que la ira pase. La energía no desaparecerá. En cambio, se
transformará en enfocada y productiva.
Sea lo que fuere que haya generado tu enojo, hay algo
positivo que puedes hacer al respecto. Si te tomas el tiempo necesario para
permitir que tu ira se calme, encontrarás ese algo positivo. Sé inteligente.
Cálmate y sé un verdadero ganador...
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos,
seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que
componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que
seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el
Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y
del Inmaculado Corazón de María; por la
conversión de todos los pueblos; por la
Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio
Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por
diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia
de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los pacientes
internados en la Casa de la Bondad en
Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer y otras enfermedades
graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos
políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas
de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los
matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el
aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas
del Purgatorio.
Continuamos
unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de
Nuestra Madre Bendita los graves problemas sociales, políticos, económicos y humanitarios de
Nicaragua, Venezuela y otros países latinoamericanos sacudidos por la crisis
más profunda derivada de gobiernos corruptos y dictatoriales. María, Reina de
la Paz, te pedimos que intercedas para restablecer el orden y el bienestar para
los pueblos.
Cinco minutos del
Espíritu Santo
Agosto 6
"Ven Espíritu Santo, aplaca todo lo que da
vueltas dentro de mí y enséñame a detenerme. No dejes que viva las cosas
superficialmente, con esa prisa que me hace daño, con esa inquietud que no me permite
disfrutar de lo que me regalas.
Mira esa fiebre interior que a veces me atormenta.
Calma, serena, aplaca esa carrera loca que hay dentro de mí.
Ven Espíritu Santo. Enséñame a valorar el misterio de
cada cosa y de cada ser humano, para que les dedique el tiempo y la atención
que se merecen, para que pueda aprender el mensaje profundo de todo lo que me
toque vivir.
Ven Espíritu Santo, a derramar tu dulce calma en todo
mi ser. Amén."
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
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