PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
13 - Número 3735 ~ Viernes 10 de Agosto de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
La
vida en la tierra es un paso, el amor un espejismo, pero la amistad es un “hilo
de oro” que solo se rompe con la muerte.
¿Tú
sabes? La infancia pasa, la juventud la sigue, la vejez la reemplaza, la muerte
la recoge.
La
más bella flor del mundo pierde su belleza, pero una amistad fiel dura para la
eternidad. Vivir sin amigos es morir sin dejar recuerdos...
¡Buenos días!
Búsqueda de Dios
El salterio al comenzar proclama la dicha del hombre
que busca a Dios con sinceridad: Dichoso el hombre que, guardando los preceptos
del Señor, lo busca de todo corazón (S. 1). Dios no abandona al que lo busca
(S. 9). Los ricos empobrecen y pasan hambre, los que buscan al Señor no carecen
de nada (S 34). Aprovecha para tu oración estos textos que siguen:
Como busca la cierva
corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío. Tiene sed de Dios, del
Dios vivo, ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios? (42). Oigo en mi corazón:
“Buscad mi rostro”. Tú rostro buscaré, Señor, no me escondas tu rostro (27). Oh
Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti, mi carne
tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua (63). Dichosos los
que viven en tu casa, Señor, alabándote siempre. Un solo día en tu casa vale
más que otros mil (84). ¿Por qué te acongojas, alma mía, por qué te me turbas?
Espera en Dios que volverás a alabarlo: "Salud de mi rostro, Dios
mío" (42).
“Los salmos son poesía: estados de ánimo, emociones,
evocaciones que el poeta quiso comunicar a su pueblo. Las emociones hacia Dios
no surgen, si no encuentran un clima adecuado de silencio y de amor en el
lector. Los salmos son portadores de una densa carga experimental de Dios”.
Alimenta tu oración con este excepcional regalo del Señor.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
♥ Primera Lectura: 2Cor 9, 6-10
♥ Salmo: Sal 111, 1-2. 5-9
♥ SANTO EVANGELIO: Jn 12,24-26
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «En
verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda
él solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida, la pierde; y el que
odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna. Si alguno me
sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno
me sirve, el Padre le honrará».
♥ Comentario:
Hoy, la Iglesia —mediante la liturgia eucarística que
celebra al mártir romano san Lorenzo— nos recuerda que «existe un testimonio de
coherencia que todos los cristianos deben estar dispuestos a dar cada día,
incluso a costa de sufrimientos y de grandes sacrificios» (San Juan Pablo II).
La ley moral es santa e inviolable. Esta afirmación,
ciertamente, contrasta con el ambiente relativista que impera en nuestros días,
donde con facilidad uno adapta las exigencias éticas a su personal comodidad o
a sus propias debilidades. No encontraremos a nadie que nos diga: —Yo soy
inmoral; —Yo soy inconsciente; —Yo soy una persona sin verdad... Cualquiera que
dijera eso se descalificaría a sí mismo inmediatamente.
Pero la pregunta definitiva sería: ¿de qué moral, de
qué conciencia y de qué verdad estamos hablando? Es evidente que la paz y la
sana convivencia sociales no pueden basarse en una “moral a la carta”, donde
cada uno tira por donde le parece, sin tener en cuenta las inclinaciones y las
aspiraciones que el Creador ha dispuesto para nuestra naturaleza. Esta “moral”,
lejos de conducirnos por «caminos seguros» hacia las «verdes praderas» que el
Buen Pastor desea para nosotros (cf. Sal 23,1-3), nos abocaría
irremediablemente a las arenas movedizas del “relativismo moral”, donde
absolutamente todo se puede pactar y justificar.
Los mártires son testimonios inapelables de la
santidad de la ley moral: hay exigencias de amor básicas que no admiten nunca
excepciones ni adaptaciones. De hecho, «en la Nueva Alianza se encuentran
numerosos testimonios de seguidores de Cristo que (...) aceptaron las
persecuciones y la muerte antes que hacer el gesto idolátrico de quemar
incienso ante la estatua del Emperador» (San Juan Pablo II).
En el ambiente de la Roma del emperador Valeriano, el
diácono «san Lorenzo amó a Cristo en la vida, imitó a Cristo en la muerte» (San
Agustín). Y, una vez más, se ha cumplido que «el que odia su vida en este
mundo, la guardará para una vida eterna» (Jn 12,25). La memoria de san Lorenzo,
afortunadamente para nosotros, quedará perpetuamente como señal de que el
seguimiento de Cristo merece dar la vida, antes que admitir frívolas
interpretaciones de su camino.
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Lorenzo
Diácono y Mártir
Según la tradición, era de origen español,
concretamente de Huesca. Sufrió el martirio durante la persecución del
emperador Valeriano el 10 de agosto del año 258, cuatro días después que el
papa Sixto II y sus otros diáconos. Acusado de administrar incalculables
bienes, declaró ante los jueces que la única riqueza de la Iglesia eran los
pobres, atendidos solícitamente con las limosnas de la comunidad cristiana. Fue
condenado a morir a fuego lento en la parrilla, y hasta el último momento puso
de manifiesto su entereza y buen humor. Su sepulcro y la basílica a él dedicada
se hallan en el Campo Verano de Roma, en el cementerio que luego tomó su
nombre, y su culto se difundió pronto en toda la Iglesia.
Oración: Señor
Dios nuestro, encendido en tu amor, san Lorenzo se mantuvo fiel a tu servicio y
alcanzó la gloria en el martirio; concédenos, por su intercesión, amar lo que
él amó y practicar sinceramente lo que nos enseñó. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Pensamiento del día
"La paz en la tierra,
suprema aspiración de toda la humanidad a través de la historia, es indudable que
no puede establecerse ni consolidarse si no se respeta fielmente el orden establecido
por Dios. Una sociedad que se apoye sólo en la razón de la fuerza ha de
calificarse de inhumana“ (San Juan XXIII)
Temas Médicos:
Ejercicios Espirituales
y salud
Científicos de Estados Unidos descubrieron que los
ejercicios espirituales (retiros) de San Ignacio de Loyola, fundador de la
Compañía de Jesús, podrían generar “cambios significativos” en el cerebro
generando mejoras en la salud.
Los investigadores del Instituto Marcus de Salud
Integrativa de la Universidad Thomas Jefferson analizaron las respuestas
cerebrales de los participantes de un retiro y publicaron sus resultados en el
documento ‘Religion, Brain and Behaviour’ (Religión, Cerebro y Comportamiento).
Los resultados del estudio fueron divulgados en marzo
de 2017. La investigación fue financiada por el Instituto Fetzer e incluyó a 14
participantes de entre 24 y 76 años.
El Dr. Andrew Newberg, director de la investigación,
dijo que “dado que la serotonina y la dopamina son parte de la recompensa y
sistemas emocionales del cerebro, nos ayuda a entender por qué estas prácticas
resultan en experiencias emocionales poderosas y positivas”.
“Nuestro estudio mostró cambios significativos en los
transportadores de dopamina y serotonina luego del retiro de siete días, lo que
podría ayudar a los participantes en las experiencias espirituales que
describieron”, indicó.
La dopamina es conocida como el “químico del placer”,
pero está involucrada en una amplia gama de funciones cerebrales, desde el
control de la atención hasta el movimiento.
Por su parte, a la serotonina se le llama a menudo la
“hormona para sentirse bien” y está involucrada en la regulación emocional y el
estado de ánimo.
Las observaciones posteriores al retiro revelaron
disminuciones en el transportador de dopamina y en el enlace del transportador
de serotonina, lo que podría generar que más neurotransmisores estuvieran
disponibles para el cerebro.
Después de la Misa de la mañana, las personas que
participaron en el retiro pasaron la mayor parte del día en silencio, orando y
reflexionando, además de reunirse a diario con un director espiritual.
A su regreso a la vida cotidiana, los sujetos de
estudio también completaron una serie de encuestas que mostraron mejoras
notables en su percepción de la salud física, la tensión y la fatiga.
También informaron de una mayor sensación de
auto-trascendencia que se relaciona con el cambio de la dopamina vinculante.
El Dr. Newberg dijo que de alguna manera el “estudio
plantea más preguntas de las que responde”.
“Nuestro equipo tiene curiosidad acerca de qué
aspectos del retiro causaron los cambios en los sistemas de neurotransmisores y
si diferentes retiros producirían resultados diferentes. Esperemos que los
estudios futuros puedan responder a estas preguntas”, concluyó el especialista.
© Aciprensa
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contactos, y de ese modo tú también estarás sembrando en el mundo la alegría
del Evangelio.
Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
Eres un buen amigo si aprendiste de san Francisco de
Asís, que no debes buscar ser amado, sino amar, ser consolado, sino consolar;
ser comprendido, sino comprender.
Amigo es quien comparte alegremente la vida con el
otro.
Comunica al amigo tus proyectos y tus realizaciones y
busca con él, la solución a los problemas comunes.
Invita a tu amigo a simplificar la vida y a vivirla
con sensatez
Que tu sonrisa proclame que en tu amigo hallaste el
mejor motivo para vivir.
La amistad es un árbol que ofrece sombra y fruto a
quienes la comparten.
Cinco minutos del
Espíritu Santo
Agosto 10
Los que se dejan llevar por el Espíritu Santo, poco a
poco se van llenando de fuerza y de valentía. Dejan de ser cobardes y
mediocres, y se hacen capaces de dar la vida. Eso es lo que hoy contemplamos
recordando al mártir San Lorenzo.
Jesús nos enseñó que "el que quiere salvar su vida la pierde" (Juan 12,25).
Así lo vivió San Lorenzo, cuando se entregó al martirio con entereza y completa
disponibilidad. Cuenta la leyenda que cuando lo colocaron en una parrilla
ardiente, después de un rato pidió que lo dieran vuelta para no demorar la
entrega total que tanto deseaba.
Sin embargo, a veces no se trata de buscar alguna
misión extraordinaria que nos haga sentir héroes o mártires, ni consiste en
esperar que nos llegue alguna ocasión de sufrir algo grande que podamos
ofrecerle al Señor. Normalmente se trata de aceptar de un modo libre la misión
que nos toca cumplir, y de aceptar todas las molestias, cansancios cotidianos e
incomodidades que acompañan a esa misión.
Jesús dijo: "Donde
yo esté estará también mi servidor" (Juan 12,26). Lorenzo es uno de
los que siguió a Jesús también en una muerte violenta. No se dejó contagiar por
la sociedad corrupta de su época. Pero cuando estaba siendo quemado vivo podría
haberse sentido fracasado. Sin embargo, se entregó con confianza, sabiendo que
Dios siempre hace fecunda nuestra entrega. En el testimonio de este mártir, que
nos refleja la entrega de Jesús en la cruz, nuestros sufrimientos por el Señor
nos parecen pequeños, y entonces dejamos de quejarnos tanto por lo que nos
sucede.
Así se nos presenta con claridad la exhortación de la
carta a los Hebreos: "Fíjense en
aquel que soportó tal contradicción de parte de los pecadores, para que no
desfallezcan faltos de ánimo. Ustedes todavía no han resistido hasta llegar a
dar la sangre en la lucha contra el pecado" (Hebreos 12,3-4). El
Espíritu Santo es el que nos da esa resistencia, porque solos no podemos.
Pidámosle que derrame esa seguridad y esa fortaleza en nuestras vidas.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
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