PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
13 - Número 3579 ~ Miércoles 31 de Enero de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy
celebramos a uno de los “grandes santos” de la Iglesia: San Juan Bosco,
fundador de la congregación de los Salesianos.
Don Bosco, padre de los jóvenes, tuvo carismas
especiales, como leer las conciencias, revelar el fin de la vida de sus
alumnos, descubrir el porvenir de sus religiosos, amigos e interlocutores. También anunció, a través de
revelaciones nocturnas, el futuro de la Iglesia y de la Congregación Salesiana.
Por la intercesión del santo, personas atacadas de
diversas enfermedades se curaron milagrosamente. Y hubo hasta multiplicación de
panecillos, hostias y avellanas. Afrontando toda suerte de dificultades, Don
Bosco erigió la Basílica de María Auxiliadora en Turín, de la que dijo que
“cada una de sus piedras eran señal de gracias y milagros obrados por la Virgen
María”. Nosotros añadimos “obtenidos por la gran fe del santo promotor de su
devoción”.
San Juan Bosco, padre y maestro de la juventud, que
tanto trabajaste por la salvación de las almas: sé nuestro guía en buscar el
bien de la nuestra y la salvación del prójimo. Ayúdanos a vencer las pasiones y
el respeto humano; enséñanos a amar a Jesús Sacramentado a María Auxiliadora y
al Papa, y alcánzanos de Dios una santa muerte, para que podamos un día hallarnos
juntos en el Cielo. Amén.
¡Buenos días!
Con la mirada en el Cielo
Don
Bosco vivió con una mirada fija en el Cielo y otra en las realidades de este
mundo para orientarlo a la felicidad que no tiene fin. Pero trabajó sin
cansancio en cambiar las situaciones de desprotección y abandono de niños y
jóvenes pobres. En sus escritos hay pensamientos que brotaron de su profunda
visión de fe. Son joyas de sólida espiritualidad. He aquí algunos:
La vida es demasiado corta. Hay que hacer de prisa lo
poco que se pueda, antes que nos sorprenda la muerte. Los ociosos, al final de
la vida, experimentarán grandes remordimientos por el tiempo perdido. Las
espinas de la vida serán las flores de la eternidad. A la hora de la muerte se
ven las cosas desde otro punto de vista. ¿Quieres llevar contigo el dinero a la
eternidad? Da limosna a los pobres. Hagamos el bien que podamos y no aguardemos
la recompensa del mundo, sino solamente de Dios. Un trocito de paraíso lo
arregla todo.
Qué
aire celestial traen estas consignas que san Juan Bosco repetía en las homilías
y confesiones, y a veces al oído de un muchacho triste en un rincón del patio.
Son pensamientos simples, pero nos invitan a pensar en otra dimensión, con
parámetros de eternidad. ¿Por qué no enriquecerte con estas perspectivas de la
vida en abundancia?
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús salió de allí y vino a su patria, y sus discípulos le
siguieron. Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La
multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: «¿De dónde le viene esto?, y
¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus
manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José,
Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?». Y se escandalizaban
a causa de Él. Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria, entre sus
parientes y en su casa carece de prestigio». Y no podía hacer allí ningún
milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles las
manos. Y se maravilló de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno
enseñando. (Mc
6,1-6)
Comentario:
Hoy
el Evangelio nos muestra cómo Jesús va a la sinagoga de Nazaret, el pueblo
donde se había criado. El sábado es el día dedicado al Señor y los judíos se
reúnen para escuchar la Palabra de Dios. Jesús va cada sábado a la sinagoga y
allí enseña, no como los escribas y fariseos, sino como quien tiene autoridad
(cf. Mc 1,22).
Dios
nos habla también hoy mediante la Escritura. En la sinagoga se leen las
Escrituras y, después, uno de los entendidos se ocupaba de comentarlas,
mostrando su sentido y el mensaje que Dios quiere transmitir a través de ellas.
Se atribuye a san Agustín la siguiente reflexión: «Así como en la oración
nosotros hablamos con Dios, en la lectura es Dios quien nos habla».
El
hecho de que Jesús, Hijo de Dios, sea conocido entre sus conciudadanos por su
trabajo, nos ofrece una perspectiva insospechada para nuestra vida ordinaria.
El trabajo profesional de cada uno de nosotros es medio de encuentro con Dios y,
por tanto, realidad santificable y santificadora. Con palabras de san Josemaría
Escrivá: «Vuestra vocación humana es parte, y parte importante, de vuestra
vocación divina. Ésta es la razón por la cual os tenéis que santificar,
contribuyendo al mismo tiempo a la santificación de los demás, de vuestros
iguales, precisamente santificando vuestro trabajo y vuestro ambiente: esa
profesión u oficio que llena vuestros días, que da fisonomía peculiar a vuestra
personalidad humana, que es vuestra manera de estar en el mundo; ese hogar, esa
familia vuestra; y esa nación, en que habéis nacido y a la que amáis».
Acaba
el pasaje del Evangelio diciendo que Jesús «no podía hacer allí ningún milagro
(...). Y se maravilló de su falta de fe» (Mc 6,5-6). También hoy el Señor nos
pide más fe en Él para realizar cosas que superan nuestras posibilidades
humanas. Los milagros manifiestan el poder de Dios y la necesidad que tenemos
de Él en nuestra vida de cada día.
Rev. D. Miquel MASATS i Roca (Girona, España)
Santoral Católico:
San Juan Bosco
Presbítero y Fundador
Nació
junto a Castelnuovo, en la diócesis de Turín, el año 1815. Su niñez fue dura.
Ordenado sacerdote, dedicó sus energías y sus admirables dones carismáticos a
la educación de los jóvenes, a los que enseñaba diversos oficios y formaba en
la vida cristiana, en aquel momento histórico de la naciente industrialización
y de la aparición del movimiento obrero. Escribió también algunos opúsculos en
defensa de la religión. Promovió la devoción a María Auxiliadora. Destacó entre
los santos de su tiempo, especialmente en el apostolado de la juventud, en el
que usó y enseñó el método basado en el amor y la confianza en los jóvenes, la
persuasión, la religiosidad auténtica, el amor atento a prevenir más que a
reprimir. Fue terciario franciscano y muy devoto de san Francisco. Murió en
Turín el 31 de enero de 1888.
Oración: Señor, tú que has suscitado en san Juan
Bosco un padre y un maestro para la juventud, danos también a nosotros un celo
infatigable y un amor ardiente, que nos impulse a entregarnos al bien de los
hermanos y a servirte a ti en ellos con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
© Directorio Franciscano - Aciprensa
Pensamientos de Don Bosco
“Por mucho que nos critiquen sigamos nuestro trabajo
adoptando el siguiente sistema y precioso lema: obrar bien y dejar a la gente
que hable”
“Haced todo el bien que esté a vuestro alcance, pero
sin ostentación; la violeta aunque esté escondida, se descubre por su
fragancia”
“La verdadera religión no consiste solamente en
palabras; hace falta demostrarla con obras”
“Si trabajo de prisa, es porque por muchos años que se
viva, no se puede hacer ni la mitad de lo que quisiera”
“Los tres enemigos del hombre son: la muerte (que lo
sorprende) , el tiempo (que se escapa), y el demonio (que le tiende sus lazos)”
Tema del día:
Sueños de Don
Bosco
El
30 de mayo de 1862, Don Bosco compartió con sus jóvenes un sueño profético que
había tenido unos días antes en el que sus tres grandes amores son Jesús
Sacramentado, María Auxiliadora y el Sumo Pontífice: un barco estaba a punto de
naufragar por los ataques que recibía de sus enemigos, pero el Papa lo guio
entre dos columnas que emergieron del mar.
Don
Bosco vio que una gran barca (la Iglesia) navegaba en un mar tempestuoso
piloteada por el Romano Pontífice, y a su alrededor muchísimas navecillas
pequeñas (los cristianos). De pronto aparecieron un sinnúmero de naves enemigas
armadas de cañones (el ateísmo, la corrupción, la incredulidad, el secularismo,
etc., etc.) y empezó una tremenda batalla.
A
los cañones enemigos se unen las olas violentas y el viento tempestuoso. Las
naves enemigas cercan y rodean completamente a la Nave Grande de la Iglesia y a
todas las navecillas pequeñas de los cristianos. Y cuando ya el ataque es tan
pavoroso que todo parece perdido, emergen desde el fondo del mar dos inmensas y
poderosas columnas (o pilares). Sobre la primera columna está la Sagrada
Eucaristía, y sobre la otra la imagen de la Virgen Santísima.
La
nave del Papa y las navecillas de los cristianos se acercan a los dos pilares y
asegurándose de ellos ya no tienen peligro de hundirse. Luego, desde las dos
columnas sale un viento fortísimo que aleja o hunde a las naves enemigas, y en
cambio a las naves amigas les arregla todos sus daños.
Todo
el ejército enemigo se retira derrotado, y los cristianos con el Santo Padre a
la cabeza entonan un Himno de Acción de Gracias a Jesús Sacramentado y a María
Auxiliadora. El sueño es detallado e incluye a varios papas...
«La
Iglesia deberá pasar tiempos críticos y sufrir graves daños, pero al fin el
Cielo mismo intervendrá para salvarla. Después vendrá la paz y habrá en la
Iglesia un nuevo y vigoroso florecimiento. ¡Sólo quedan dos medios para
salvarse en medio de tanto desconcierto! –añadía el santo en una afirmación
válida también para hoy-: devoción a María Santísima; frecuencia de
Sacramentos: Comunión frecuente, empleando todos los recursos para practicarlos
nosotros y para hacerlos practicar a los demás siempre y en todo momento”.».
Nuevo vídeo
Hay
un nuevo vídeo subido al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlo tienes que ir al final de esta página
Meditaciones
La
vida de San Juan Bosco era una plegaria constante. Decía Don Bosco: "Orar
quiere decir levantar el corazón a Dios y entretenerse con Él, por medio de los
santos pensamientos y devotos afectos. Por eso, cada pensamiento y cada mirada
a Él es oración cuando está unido a un sentimiento de piedad".
Quien
piensa en el Señor y en sus infinitas perfecciones, y en este pensamiento
experimenta un afecto de alegría, de veneración, de amor, de amor, de admiración...
ora.
Quien
considera los grandes beneficios recibidos del Creador y lo reconoce... ora.
El
que en los peligros de su inocencia y de la virtud, consciente de su propia
debilidad suplica al Señor ayuda... ora.
Quien
en la constricción del corazón se dirige a Dios y recuerda que ha ultrajado al
Padre, ofendido al Juez y ha perdido el más grande de los bienes, pide perdón y
propone enmendarse... ora.
La
plegaria es una compañera inseparable de la vida cristiana, porque la vida
cristiana es esencialmente una vida espiritual: es el primer alimento del
Espíritu, como el pan lo es del cuerpo.
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por el alma
de dos personas de México: Marisa S. G.
y Adrián R., que ya descansan en la
paz del Señor.
Pedimos
oración por la salud del padre Natalio,
sacerdote salesiano, y por todos los miembros de esa congregación fundada por
Don Bosco que estén atravesando problemas de salud en cualquier ciudad del
mundo para que tengan pronta mejoría. También por el alma de los salesianos
fallecidos, de los que recuerdo particularmente a mi querido amigo el padre José Cuesta. Que María
Auxiliadora los conduzca a la presencia del Padre celestial.
Pedimos
oración por Patricia B., de algo más
de 50 años de edad, de Buenos Aires, Argentina, que está internada en terapia
intensiva, con cirugía de un tumor cerebral. Que la Santísima Virgen interceda
por ella para que pueda ser tratada de la forma más eficaz y sobre todo sin
secuelas neurológicas.
Continuamos
unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de
Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades,
poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para
el mundo. Al rezar por la paz, rezamos
por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea
desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no
encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la
dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras
debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Enero 31
"Espíritu
Santo, tú eres Dios, abismo infinito de belleza donde se saciará toda mi sed de
amor. Mira mi interior, donde a veces habitan egoísmos, impaciencias, rechazos.
Regálame el don de la paciencia.
Quiero
vivir el mandamiento del amor que me dejó Jesús, pero a veces me brotan malos
sentimientos que se apoderan de mí. A veces hago daño con mis palabras, con mis
acciones, o con mi falta de amabilidad. Ayúdame, Espíritu Santo, para que pueda
mirar a los demás con tus ojos pacientes.
Quiero
reconocer tu amor para todos los seres humanos, también para esas personas que
yo no puedo amar con paciencia y compasión.
Todos
son importantes para el corazón amante de Jesús, todos son sagrados y valiosos.
Nadie ha nacido por casualidad sino que es un proyecto eterno de tu amor.
Libérame
de condenar y de prejuzgar a los demás. Quisiera imaginar sus sufrimientos, sus
angustias, esas debilidades que les cuesta superar.
Ayúdame
a encontrar siempre alguna excusa para disculparlos y para no mirarlos más con
malos ojos.
Derrama
en mí toda la paciencia que necesito.
Ven
Espíritu Santo. Amén."
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el
más pequeñito de todos)
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