PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
13 - Número 3576 ~ Domingo 28 de Enero de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Jesús
hizo milagros saltándose las leyes de la naturaleza y la fuerza del poder
diabólico, así asombraba a quienes quería evangelizar para que le creyeran.
Pero en ningún momento cambió la voluntad de ninguna persona. Él, que puede
forzar las cosas para que cambien, no quiere forzar a nadie. Ese don que ha
dado a cada uno es tan grande, que Dios prefiere que el hombre lo utilice mal y
le ofenda, y se pierda para siempre, antes que privarle del gran don de la
libertad. La libertad es el instrumento con el que podemos hacer el bien, con
el que podemos amar a Dios y orientar bien nuestra vida. Dios no quiere
esclavos obligados; desea que los hombres le amemos voluntariamente.
Jesús
sorprende a sus interlocutores para que acaben asombrados y entiendan que les habla
con autoridad. Él mismo va por delante y vive lo que enseña. Se trata de que el
espectador acepte libremente sus palabras y le obedezca. Con este gesto de
expulsar los espíritus inmundos queda claro que Jesús se opone al mal, al
diablo, y eso habrán de hacer sus seguidores.
Señor
Dios, que respetas tanto nuestro modo de ser y nuestra libertad, queremos
escuchar tu voz, seguir tu doctrina y ponerla en práctica, sabiendo que es lo
mejor para nosotros; pero sobre todo es el modo que tenemos de demostrarte
nuestro amor. Queremos obedecerte libremente y no tener otra libertad que la de
amarte. No nos dejes caer en la tentación, más líbranos del Maligno.
P. Jesús Martínez García
¡Buenos días!
Himno al Creador
“Reconoce,
cristiano, tu dignidad”, exclamaba san León Magno en una de sus homilías.
¿Sientes y vives la inmensa dignidad de ser hijo de Dios? Al empezar este día y
orar con las palabras de un hermoso himno, asómbrate del amor gratuito con que
Dios te ama. Él te dice: “Tú eres de gran precio ante mis ojos, porque eres
valioso y yo te amo” (Is. 43, 4).
Señor tú que llamaste del fondo del no ser todos los
seres, prodigios del cincel de tu palabra, imágenes de ti resplandecientes;
Señor, tú que creaste la bella nave azul en que navegan los hijos de los hombres,
entre espacios repletos de misterio y luz de estrellas; Señor, tú que nos diste
la inmensa dignidad de ser tus hijos, no dejes que el pecado y que la muerte
destruyan en el hombre el ser divino. Señor, tú que salvaste al hombre de caer
en el vacío, recréanos de nuevo en tu Palabra y llámanos de nuevo al paraíso.
Amén.
La
palabra creadora de Dios es formidable: sacó de la nada todos los seres. El
poder de su Palabra leída y meditada puede restaurar y renovar toda tu vida.
Dile con el profeta David: “¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro, renuévame
por dentro con espíritu firme”, (S. 51). Él ha prometido darnos un corazón
nuevo e infundirnos un espíritu nuevo. Ábrete a su regalo de vida nueva.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a Cafarnaúm. Al llegar el sábado
entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y quedaban asombrados de su doctrina,
porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas. Había
precisamente en su sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se
puso a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a
destruirnos? Sé quién eres tú: el Santo de Dios». Jesús, entonces, le conminó
diciendo: «Cállate y sal de él». Y agitándole violentamente el espíritu
inmundo, dio un fuerte grito y salió de él. Todos quedaron pasmados de tal
manera que se preguntaban unos a otros: «¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva,
expuesta con autoridad! Manda hasta a los espíritus inmundos y le obedecen».
Bien pronto su fama se extendió por todas partes, en toda la región de Galilea. (Mc
1,21-28)
Comentario:
Hoy,
Cristo nos dirige su enérgico grito, sin dudas y con autoridad: «Cállate y sal
de él» (Mc 1,25). Lo dice a los espíritus malignos que viven en nosotros y que
no nos dejan ser libres, tal y como Dios nos ha creado y deseado.
Si
te has fijado, los fundadores de las órdenes religiosas, la primera norma que
ponen cuando establecen la vida comunitaria, es la del silencio: en una casa
donde se tenga que rezar, ha de reinar el silencio y la contemplación. Como
reza el adagio: «El bien no hace ruido; el ruido no hace bien». Por esto,
Cristo ordena a aquel espíritu maligno que calle, porque su obligación es rendirse
ante quien es la Palabra, que «se hizo carne, y puso su morada entre nosotros»
(Jn 1,14).
Pero
es cierto que con la admiración que sentimos ante el Señor, se puede mezclar
también un sentimiento de suficiencia, de tal manera que lleguemos a pensar tal
como san Agustín decía en las propias confesiones: «Señor, hazme casto, pero
todavía no». Y es que la tentación es la de dejar para más tarde la propia
conversión, porque ahora no encaja con los propios planes personales.
La
llamada al seguimiento radical de Jesucristo, es para el aquí y ahora, para
hacer posible su Reino, que se abre paso con dificultad entre nosotros. Él
conoce nuestra tibieza, sabe que no nos gastamos decididamente en la opción por
el Evangelio, sino que queremos contemporizar, ir tirando, ir viviendo, sin
estridencias y sin prisa.
El
mal no puede convivir con el bien. La vida santa no permite el pecado. «Nadie
puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro» (Mt 6,24),
dice Jesucristo. Refugiémonos en el árbol santo de la Cruz y que su sombra se
proyecte sobre nuestra vida, y dejemos que sea Él quien nos conforte, nos haga
entender el porqué de nuestra existencia y nos conceda una vida digna de Hijos
de Dios.
Rev. D. Jordi CASTELLET i Sala (Sant Hipòlit de
Voltregà, Barcelona, España)
Palabras de San Juan Pablo II
"Quien
no cree en el demonio, no cree en el Evangelio [...] El diablo es un ángel, y
por tanto, un espíritu puro creado bueno por Dios y que se pervirtió porque se
rebeló contra Dios. Por tanto, conserva todas las características del espíritu como son, inteligencia muy grande, inmensamente mayor a la nuestra [...] La
forma como nosotros solemos representarlo con alas, en forma de murciélago, con
las pezuñas, los cuernos, es una forma que a él le gusta mucho porque lo
ridiculiza y favorece que no se crea en su existencia".
Predicación del Evangelio:
El espíritu inmundo salió de él
«Entonces
un hombre poseído por un espíritu inmundo se puso a gritar: “¿Qué tenemos
nosotros contigo, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres
tú: el Santo de Dios”. Jesús, entonces, le conminó diciendo: “Cállate y sal de
él”. Y agitándose violentamente el espíritu inmundo dio un fuerte grito y salió
de él». ¿Qué pensar de este episodio narrado en el Evangelio de este domingo y
de muchos otros sucesos análogos presentes en el Evangelio? ¿Existen aún los
«espíritus inmundos»? ¿Existe el demonio?
Cuando
se habla de la creencia en el demonio, debemos distinguir dos niveles: el nivel
de las creencias populares y el nivel intelectual (literatura, filosofía y
teología). En el nivel popular, o de costumbres, nuestra situación actual no es
muy distinta de la de la Edad Media, o de los siglos XIV al XVI, tristemente
famosos por la importancia otorgada a los fenómenos diabólicos. Ya no hay, es
verdad, procesos de inquisición, hogueras para endemoniados, caza de brujas y
cosas por el estilo; pero las prácticas que tienen en el centro al demonio
están aún más difundidas que entonces, y no sólo entre las clases pobres y
populares. Se ha transformado en un fenómeno social (y comercial) de
proporciones vastísimas. Es más, se diría que cuanto más se procura expulsar al
demonio por la puerta, tanto más vuelve a entrar por la ventana; cuánto más es
excluido por la fe, tanto más arrecia en la superstición.
Muy
diferentes están las cosas en el nivel intelectual y cultural. Aquí reina ya el
silencio más absoluto sobre el demonio. El enemigo ya no existe. Creo que uno
de los motivos por los que muchos encuentran difícil creer en el demonio es
porque se le busca en los libros, mientras que al demonio no le interesan los
libros, sino las almas, y no se le encuentra frecuentando los institutos
universitarios, las bibliotecas y las academias, sino, precisamente, a las
almas. Pablo VI reafirmó con fuerza la doctrina bíblica y tradicional en torno
a este «agente oscuro y enemigo que es el demonio». Escribió, entre otras cosas:
«El mal ya no es sólo una deficiencia, sino una eficiencia, un ser vivo,
espiritual, pervertido y pervertidor. Terrible realidad. Misteriosa y
espantosa».
También
en este campo, sin embargo, la crisis no ha pasado en vano y sin traer incluso
frutos positivos. En el pasado a menudo se ha exagerado al hablar del demonio,
se le ha visto donde no estaba, se han cometido muchas ofensas e injusticias
con el pretexto de combatirle; es necesaria mucha discreción y prudencia para
no caer precisamente en el juego del enemigo. Ver al demonio por todas partes
no es menos desviador que no verle por ninguna. Decía Agustín: «Cuando es
acusado, el diablo se goza. Es más, quiere que le acuses, acepta gustosamente
toda tu recriminación, si esto sirve para disuadirte de hacer tu confesión».
Antes
aún de que Jesús dijera algo aquel día en la sinagoga de Cafarnaúm, el espíritu
inmundo se sintió desalojado y obligado a salir al descubierto. Era la
«santidad» de Jesús que aparecía «insostenible» para el espíritu inmundo. El cristiano
que vive en gracia y es templo del Espíritu Santo, lleva en sí un poco de esta
santidad de Cristo, y es precisamente ésta la que opera, en los ambientes donde
vive, un silencioso y eficaz exorcismo.
© P. Raniero Cantalamessa
Nuevo vídeo
Hay
un nuevo vídeo subido al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlo tienes que ir al final de esta página
Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas
Formulo
el siguiente ofrecimiento únicamente
para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas
Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio
del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de
preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la
Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com
Sólo
deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia
y a qué comunidad religiosa pertenecen.
Agradecimientos
Imaginemos
que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las
oraciones de las personas en la tierra:
Una
es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que
atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que
llegan en todo momento.
La
otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y
en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega
ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde
esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por
semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina:
agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros
pedidos de oración.
♡ Desde Chihuahua, México, Ana J. nos escribe para expresar
su agradecimiento a Dios y a las personas que rezaron por la recuperación de su
papá Roberto D., de 84 años de edad,
que fue operado por fractura de cadera y ya está recuperándose en su casa. Nos
sumamos en la oración de agradecimiento.
♡ Desde México, Martha agradece a Dios y a los que rezaron
por los estudios médicos de Fuensanta G.,
de Monterrey.
Meditaciones
No
es de extrañar que aún sigan circulando por las redes sociales algunas
publicaciones falsas que han intentado engañar a muchos fieles, en las que se
dice que el Papa Francisco comentaba que no existía el infierno ni el demonio.
Puede ser que muchos intenten convencerse a sí mismos que esos falsos mensajes
son ciertos, porque muy en el fondo quizás tengan cierto temor de aceptar la
verdad: ¡el demonio existe! y puede influir en todos nosotros.
Son
muchas las homilías del Papa Francisco en las que abiertamente nos ha alertado
acerca de la existencia del infierno, la presencia del demonio y de sus
distintas maneras de hacer que nos desviemos de los caminos de Dios.
En
una oportunidad, en la capilla Santa Marta, el papa Francisco dijo: A esta generación y a muchas otras se les ha
hecho creer que el diablo era un mito, una figura, una idea, la idea del mal
¡pero el diablo existe y nosotros debemos combatir contra él! ¡lo dice San
Pablo, no lo digo yo! ¡Lo dice la Palabra de Dios! Aunque no estamos muy
convencidos de ello.
En
otra homilía expresó: La astucia del
diablo es precisamente hacernos creer que no existe... San Pedro lo decía: "Es como un león feroz, que gira a nuestro
alrededor". ¡Es así! "¡Pero, Padre, usted está un poco anticuado! Nos
asusta con estas cosas..." No, ¡yo no! ¡Es el Evangelio! Y esto no son
mentiras: ¡es la Palabra del Señor! Pidamos al Señor la gracia de tomar en
serio estas cosas. Él ha venido a luchar por nuestra salvación. ¡Él ha vencido
al demonio! ¡Por favor, no hagamos tratos con el demonio! Él busca volver a
casa, tomarnos en posesión... ¡No relativizar, vigilar! ¡Y siempre con Jesús!
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Enero 28
"Ven
Espíritu Santo. Hoy quiero entregarte mi futuro, hasta el último día de mi
vida. Quiero caminar iluminado por tu divina luz, para saber dónde voy, para no
desgastar energías en cosas que no valen la pena.
No
quiero obsesionarme por el futuro. Y por eso, prefiero entregarlo en tu
presencia y dejarme llevar por tu impulso. Espíritu Santo, sana mi ansiedad,
para que acepte que cada cosa llegue a su tiempo y en su momento.
Y
sana mis miedos, para que pueda confiar en tu auxilio y me deje guiar siempre.
Tú,
que sabes lo que más me conviene, oriéntame y condúceme cada día, y protégeme
de todo mal.
Ven
Espíritu Santo y toma mi futuro. Amén."
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el
más pequeñito de todos)
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