PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
13 - Número 3561 ~ Sábado 13 de Enero de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Si
te acostumbras a ver siempre el lado positivo de las cosas; en las dificultades,
te superarás con más facilidad; en los desaciertos, te sobrepondrás con
voluntad; en las dudas, sabrás discernir con mayor seguridad; en los problemas,
la solución te resultará más fácil; en los momentos de soledad, el pesimismo no
te doblegará; en la enfermedad, sabrás luchar con fe; ante el desprecio, tu
ánimo no decaerá; y en horas difíciles, una luz interior te guiará.
Pero
además de todo eso, los creyentes tenemos otra fuerza inmensa que nos ayuda a
superar dificultades y momentos de vacilación o tristeza: y esa fuerza es la
oración. Rezar es ponerse en comunicación directa con Dios, en la persona de
Jesús o por la mediación de su Madre la Virgen. Con palabras sencillas, sin
necesidad de recitar textos predeterminados, hablando como lo haríamos con un
amigo o con mamá, les vamos a pedir su ayuda, su fortaleza, su acompañamiento,
para poder salir de los problemas o las penas que nos puedan afectar.
¡Buenos días!
Ama de casa
Si
esperas el momento oportuno de hacer algo verdaderamente grande, ¿cuántas veces
en tu vida se te presentarán ocasiones semejantes? Aprovecha las ocasiones que
te ofrece cada día, para realizar acciones ordinarias de manera extraordinaria.
Cada tarea te permite dedicarte con lo mejor de ti mismo, madurar y vivir a pleno.
Un hombre, al volver un día de su trabajo, encontró
su casa hecha un caos, en completo desorden: las camas sin hacer, los platos
sin lavar, las ropas, los juguetes y los libros de los niños desparramados por
todas partes…Además, la comida estaba sin preparar. —Pero, ¿qué es lo que está
pasando aquí? —Preguntó el hombre a su mujer, con estupor y reprimida cólera.
—Nada, respondió ella, con aparente tranquilidad. Tú siempre te preguntas
extrañado qué hago yo todo el día. Bueno, pues echa un vistazo. Hoy no lo he
hecho.
Las
tareas sencillas y cotidianas son realmente responsabilidades simples; pero,
ser fieles al quehacer de cada día es algo importante. La felicidad humana
generalmente no se logra con acciones de especial relevancia, que pueden
acontecer muy raras veces, sino en ese sencillo deber que realizas todos los
días con mucho amor. Valorízalo en ti y en los demás.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, Jesús salió de nuevo por la orilla del mar, toda la gente acudía
a Él, y Él les enseñaba. Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado en el
despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme». Él se levantó y le siguió. Y
sucedió que estando Él a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos y pecadores
estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos, pues eran muchos los que le
seguían. Al ver los escribas de los fariseos que comía con los pecadores y
publicanos, decían a los discípulos: «¿Qué? ¿Es que come con los publicanos y
pecadores?». Al oír esto Jesús, les dice: «No necesitan médico los que están
fuertes, sino los que están mal; no he venido a llamar a justos, sino a
pecadores». (Mc
2,13-17)
Comentario:
Hoy,
en la escena que relata san Marcos, vemos cómo Jesús enseñaba y cómo todos
venían a escucharle. Es manifiesto el hambre de doctrina, entonces y también
ahora, porque el peor enemigo es la ignorancia. Tanto es así, que se ha hecho
clásica la expresión: «Dejarán de odiar cuando dejen de ignorar».
Pasando
por allí, Jesús vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado donde cobraban impuestos y,
al decirle «sígueme», dejándolo todo, se fue con Él. Con esta prontitud y
generosidad hizo el gran “negocio”. No solamente el “negocio del siglo”, sino
también el de la eternidad.
Hay
que pensar cuánto tiempo hace que el negocio de recoger impuestos para los
romanos se ha acabado y, en cambio, Mateo —hoy más conocido por su nuevo nombre
que por el de Leví— no deja de acumular beneficios con sus escritos, al ser una
de las doce columnas de la Iglesia. Así pasa cuando se sigue con prontitud al
Señor. Él lo dijo: «Y todo el que haya dejado casa, hermanos o hermanas, padre
o madre, hijos o campo por mi nombre, recibirá el ciento por uno y gozará de la
vida eterna» (Mt 19,29).
Jesús
aceptó el banquete que Mateo le ofreció en su casa, juntamente con los otros
cobradores de impuestos y pecadores, y con sus apóstoles. Los fariseos —como
espectadores de los trabajos de los otros— hacen presente a los discípulos que
su Maestro come con gente que ellos tienen catalogados como pecadores. El Señor
les oye, y sale en defensa de su habitual manera de actuar con las almas: «No
he venido a llamar a justos, sino a pecadores» (Mc 2,17). Toda la Humanidad
necesita al Médico divino. Todos somos pecadores y, como dirá san Pablo, «todos
han pecado y se han privado de la gloria de Dios» (Rm 3,23).
Respondamos
con la misma prontitud con que María respondió siempre a su vocación de
corredentora.
Rev. D. Joaquim MONRÓS i Guitart (Tarragona, España)
Santoral Católico:
San Hilario de Poitiers
Obispo y Doctor de la Iglesia
Nació
en Poitiers (Francia), de una distinguida familia pagana, a principios del
siglo IV. Recibió una excelente formación. Estaba casado y tenía una hija, que
abrazaron la fe cristiana junto con él. Hacia el año 350 fue elegido obispo de
su ciudad natal. Luchó valerosamente contra los arrianos, proclamando con
firmeza la divinidad de Jesucristo, y fue desterrado a Oriente por el emperador
Constancio. Teólogo, historiógrafo y exégeta bíblico, escribió varias obras
admirables por su sabiduría y doctrina, entre ellas el tratado ‘De Trinitate’, destinadas a consolidar
la fe católica y a interpretar la Sagrada Escritura. Regresó a Poitiers, y allí
murió el año 367.
Oración: Concédenos, Dios todopoderoso, progresar
cada día en el conocimiento de la divinidad de tu Hijo y proclamarla con
firmeza, como lo hizo, con celo infatigable, tu obispo y doctor san Hilario.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano - Aciprensa
Palabras del Santo Padre Pío
“La
oración es la mejor arma que tenemos;
es
la llave al corazón de Dios.
Debes
hablarle a Jesús,
no
solo con tus labios sino con tu corazón.
En
realidad, en algunas ocasiones
debes
hablarle solo con el corazón…”
Grandes Biografías:
José Luis Martín Descalzo
José
Luis Martín Descalzo nace el 27 de agosto de 1930 en Madridejos (Toledo),
España, en el seno de una familia profundamente cristiana, de la que era el
menor de cuatro hermanos. Sus padres: Don Valeriano, de nobleza y sobriedad
castellana y Doña Pepita, que derrochaba bondad y buen humor - “Comíamos amor
cada mañana, rebanadas de alma” - inculcaron en él su afición temprana a la
lectura y un arraigado sentido del deber.
Cuando
tenía tres años se trasladan a vivir a Astorga coincidiendo con el nuevo
destino profesional de su padre, funcionario, secretario judicial. En Astorga
transcurre casi toda su infancia, hecho que evoca de manera entrañable a menudo
en sus obras. A los 12 años ingresa en el Seminario de Valladolid y más tarde
fue a Roma donde estudió Historia y Teología, ordenándose sacerdote en 1953.
La
fe y el concepto de la vida como entrega y donación a Dios y los hombres se
forjan en la fragua de la familia y su profunda vocación religiosa se consolida
en los primeros años de su juventud.
Regresó
a Valladolid, tierra natal de sus padres y allí vivió gran parte de su
juventud, siendo profesor en el
Seminario, obteniendo la cátedra de Literatura por oposición y desarrollando
una gran actividad dinamizadora: Director de una compañía de teatro, y de uno
de los focos culturales más importantes, por donde pasaron todas las grandes
figuras de la cultura española.
Trabajó
en el periódico Norte de Castilla de la mano de Miguel Delibes y fue
corresponsal en Roma de la Gaceta del Norte. Sus crónicas del Concilio Vaticano
II son consideradas verdaderas obras maestras; más tarde trabajaría en ABC y la
revista “Blanco y negro”, que dirigió durante muchos años. Viajó como enviado
especial por casi todos los países del mundo.
Periodista,
poeta, autor dramático y novelista, obtuvo numerosos premios de Literatura:
Premio Nadal de Novela (1956), Premio
Teatral de Autores (1962), Ínsula de poesía (1952), Periodismo González Ruano
(1977), ensayo, etc.
De
su prolífica obra literaria destacan: “Vida y misterio de Jesús de Nazaret”, y
los libros de Razones: “para vivir”,
“para la esperanza”, “para la alegría”,
“para el amor”, “desde la otra orilla” que recogen muchos de los
artículos periodísticos publicados, y que son seguidos por multitud de
lectores. Basados en hechos reales y cotidianos de la vida, constituyen una
manera singular, que a modo de
parábolas, tratan de dar una respuesta de esperanza al dolor humano, utilizando
para ello un lenguaje nítido, transparente y a la vez profundo, al alcance del
‘hombre de la calle’, que somos todos.
En
ellos asimismo expone y acerca la esencia y el pensamiento de numerosos autores
que han influido en su vida.
José
Luis Martín Descalzo, padecía una grave enfermedad cardíaca y renal, que le
obligó a estar sometido a diálisis
muchos años, en los que tuvo a su lado como ángel custodio a su hermana Sor
Angelines. Durante ese tiempo escribió muchas de las mejores páginas de su
prolífica obra, además de continuar interviniendo en televisión y escribiendo
artículos en prensa. Vivió en todo momento sin dejar de sembrar esperanza y
vida hasta su muerte en Madrid, el martes 11 de junio de 1991.
Su
testimonio y su obra permanecen vivos, extendiéndose hoy su semilla por todo el
mundo.
Nota de Redacción:
A
partir de hoy, esta sección “Grandes Biografías” se publicará todos los días
sábados, recuperando “del baúl de los recuerdos” estos archivos que publicamos
hace diez años en “Pequeñas Semillitas”.
Meditaciones
La
esperanza es siempre la actitud de un creyente. Esperanza que nace no sólo en
sus limitadas capacidades, sino en la presencia de quien ha mostrado que es
confiable, no falla y siempre da una nueva oportunidad: Dios. El creyente no
está supeditado a sus fuerzas, sino que siempre cuenta con la fuerza de Dios,
que actúa en él desde dentro. Tener esperanza es una consecuencia de la opción
de fe. No sé en qué situación estés en estos momentos, pero lo que sí sé es que
desde tu relación con Jesús de Nazaret debes tener esperanza en que vas a salir
adelante, en que vas a encontrar una nueva posibilidad, que una puerta se va a
abrir, que no todo está perdido. Acepta lo que la lógica demuestra y las
limitaciones que tienes, pero trasciende y encuentra en la acción de Dios otras
posibilidades que, seguramente, están allí presentes y no has podido encontrar.
La fe tiene que hacerte un verdadero guerrero, uno que lucha con la certeza de
que encontrará caminos de solución a lo que está viviendo. La fe no es
fanatismo, ni es correr tras de lo irracional. La fe es descubrir en la persona
de Jesús posibilidades razonables y lógicas que desde nuestra condición no
hemos podido encontrar. En ese contexto hay que entender los milagros y estar
seguros de que acontecen cuando abrimos el corazón y dejamos que Él nos muestre
su poder. Hoy vive tu fe y lánzate con mucha esperanza a encontrar soluciones.
No tengas miedo, confía que con Él podrás vencer todo lo que estás viviendo
(Filipenses 4,13).
P. Alberto Linero
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa
Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas,
catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la
unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro
Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el
triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María; por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los
cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes
naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por
más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración para Manuela, de la
provincia de Buenos Aires, Argentina, que ya está sobre la fecha de su parto.
También rezamos por su bebé Lucca para
que Dios y la Virgen acompañen a ambos
en este nacimiento y se transforme en un acontecimiento feliz para toda la
familia.
Pedimos oración
para Juan Carlos R. S., de la ciudad
de Medellín, Antioquia, Colombia, que padece de un cáncer de pulmón y otro de
testículo. Que el Señor le conceda sus gracias de sanación.
Continuamos
unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de
Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades,
poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para
el mundo. Al rezar por la paz, rezamos
por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea
desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no
encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido
la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras
debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Enero 13
"Ven
Espíritu Santo, y penetra en todo mi cuerpo. Te doy gracias por el don de la
vida, por cada uno de los órganos de mi cuerpo, que es una obra del amor
divino.
Ven
Espíritu Santo, y pasa por todo mi cuerpo. Acaricia con tu cariño este cuerpo
cansado y derrama en él la calma y la paz.
Penetra
con tu soplo en cada parte débil o enferma. Restaura, sana, libera cada uno de
mis órganos. Pasa por mi sangre, por mi piel, por mis huesos.
Ven,
Espíritu Santo, y aplaca toda tensión con tu amor que todo lo penetra.
Sáname
Señor. Amén."
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el
más pequeñito de todos)
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