sábado, 20 de enero de 2018

Pequeñas Semillitas 3568

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3568 ~ Sábado 20 de Enero de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
El poder más grande que todos tenemos es el de decidir sobre la propia existencia. Nadie realmente puede hacerlo por nosotros.
Y es que Dios nos ha tratado con dignidad al concedernos libre albedrío: la facultad de tomar nuestras propias decisiones. Ni Él ni el destino controlan nuestra vida. Ni Él ni ninguna otra fuerza de la naturaleza, nos hace obrar de determinadas maneras, sino que somos nosotros quienes, en uso de esa libertad, decidimos qué hacer de nuestras vidas sin estar sujetos a influencia exterior alguna, ni siquiera divina.
Por cierto que luego deberemos asumir las consecuencias de la elección de vida que hayamos hecho y de la forma en que usemos el libre albedrío recibido.
Es fundamental ejercer este poder con responsabilidad, con sabiduría, con discernimiento. Y aunque Dios no nos determina lo que debemos hacer, ciertamente podemos invocar al Espíritu Santo cada vez que tengamos que tomar decisiones importantes para nuestra vida y la de los demás. Siempre seremos ayudados...

¡Buenos días!

Alabar y bendecir
La humildad lleva al hombre a ubicarse con verdad ante Dios, nuestro creador. Él ve los corazones y conoce nuestros sentimientos. Dice Dios (Is. 66, 2): “En ése tengo puestos mis ojos, en el humilde y abatido, en el que se estremece ante mis palabras”. La humildad va de la mano con el santo temor de Dios. En la oración que te presento resalta la convicción de quien se reconoce criatura y obra de las manos del Señor. Es del P. Víctor Fernández.

Alabado y glorificado seas, mi Dios, magnífico y precioso. Porque yo soy pequeño y tú eres grande. Porque yo soy débil y tú eres fuerte. Porque yo soy la sed y tú eres el agua. Porque yo soy el capullo y tú eres el sol. Porque yo soy el frío y tú eres el fuego. Porque yo soy tierra seca y tú eres la lluvia. Porque yo soy manos abiertas y tú eres la vida que las llenas. Porque yo soy tu creatura y tú eres el único Dios. Amén

En Eclesiástico 2, 15-17, se lee: “Los que temen al Señor no desobedecen sus palabras y los que lo aman siguen fielmente sus caminos. Los que temen al Señor tratan de complacerlo y los que lo aman se sacian de su ley. Los que temen al Señor tienen el corazón bien dispuesto y se humillan delante de él”. Otro don para pedir al Espíritu Santo: el temor de Dios.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Jesús volvió a casa y se aglomeró otra vez la muchedumbre de modo que no podían comer. Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de Él, pues decían: «Está fuera de sí». (Mc 3,20-21)

Comentario:
Hoy vemos cómo los propios de la parentela de Jesús se atreven a decir de Él que «está fuera de sí» (Mc 3,21). Una vez más, se cumple el antiguo proverbio de que «un profeta sólo en su patria y en su casa carece de prestigio» (Mt 13,57). Ni que decir tiene que esta lamentación no “salpica” a María Santísima, porque desde el primero hasta el último momento —cuando ella se encontraba al pie de la Cruz— se mantuvo sólidamente firme en la fe y confianza hacia su Hijo.
Ahora bien, ¿y nosotros? ¡Hagamos examen! ¿Cuántas personas que viven a nuestro lado, que las tenemos a nuestro alcance, son luz para nuestras vidas, y nosotros...? No nos es necesario ir muy lejos: pensemos en el Papa San Juan Pablo II: ¿cuánta gente le siguió, y... al mismo tiempo, cuántos le interpretaban como un “tozudo-anticuado”, celoso de su “poder”? ¿Es posible que Jesús —dos mil años después— todavía siga en la Cruz por nuestra salvación, y que nosotros, desde abajo, continuemos diciéndole «baja y creeremos en ti» (cf. Mc 15,32)?
O a la inversa. Si nos esforzamos por configurarnos con Cristo, nuestra presencia no resultará neutra para quienes interaccionan con nosotros por motivos de parentesco, trabajo, etc. Es más, a algunos les resultará molesta, porque les seremos un reclamo de conciencia. ¡Bien garantizado lo tenemos!: «Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros» (Jn 15,20). Mediante sus burlas esconderán su miedo; mediante sus descalificaciones harán una mala defensa de su “poltronería”.
¿Cuántas veces nos tachan a los católicos de ser “exagerados”? Les hemos de responder que no lo somos, porque en cuestiones de amor es imposible exagerar. Pero sí que es verdad que somos “radicales”, porque el amor es así de “totalizante”: «o todo, o nada»; «o el amor mata al yo, o el yo mata al amor».
Es por esto que san Juan Pablo II nos habló de “radicalismo evangélico” y de “no tener miedo”: «En la causa del Reino no hay tiempo para mirar atrás, y menos para dejarse llevar por la pereza».
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Sebastián
Mártir
Oriundo de Narbona, hijo de familia cristiana, creció y fue educado en Milán. De joven siguió a su padre en la carrera militar. Marchó a Roma, donde recrudecía la persecución por causa de la fe, para confortar a los cristianos. Durante algún tiempo gozó de la amistad de los emperadores Diocleciano y Maximiano, que le confiaron cargos de responsabilidad; pero, a principios del siglo IV, descubrieron su condición de cristiano, a la que no quiso renunciar, por lo que Maximiano lo condenó a morir asaetado en el campo, atado a un árbol. Lo dieron por muerto, pero no lo estaba, y una matrona romana lo recogió y curó. Volvió Sebastián a proclamar en público su fe en Cristo y a rechazar el paganismo, por lo que Diocleciano lo condenó, hacia el año 304, a ser azotado hasta la muerte. Su sepulcro, muy honrado desde antiguo, se encuentra en las catacumbas de la vía Apia que llevan su nombre.
Oración: Te rogamos, Señor, nos concedas el espíritu de fortaleza para que, alentados por el ejemplo glorioso de tu mártir san Sebastián, aprendamos a someternos a ti antes que a los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano - Aciprensa    

Palabras del Santo Padre Pío
 
“Caminad sencillamente
por la senda del Señor,
no os torturéis el espíritu.
Debéis detestar vuestros pecados,
pero con una serena seguridad,
no con una punzante inquietud”

Grandes Biografías:
Don Arturo Íllia
Arturo Umberto Íllia nació el 4 de agosto de 1900 en Pergamino, provincia de Buenos Aires. Su padre Martín Íllia, oriundo de San Pietro (Italia) y su madre Emma Francesconi, de Gratacazolo, provincia de Brescia, Lombardía.

Cursó la escuela primaria hasta cuarto grado en la Escuela Provincial Nº 18 y quinto y sexto grados en la Escuela Normal Mixta de esa ciudad. Los estudios secundarios los realizó en Buenos Aires, en el Colegio Pío IX, Párroco San Carlos, como pupilo. En el año 1918 comenzó sus estudios de Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Ese mismo año estalló en Córdoba el movimiento estudiantil conocido como Reforma Universitaria, que sentó los principios de la universidad gratuita, libre y cogobernada y modificó profundamente la concepción y administración de la educación superior en la Argentina y en gran parte de América Latina.

En Agosto de 1933 viaja a Europa y reside en Dinamarca, Alemania Rusia e Italia hasta Diciembre de 1934.

El 3 de Noviembre de 1935 en el Departamento de Cruz del Eje, Córdoba, donde se había establecido para ejercer la medicina, la Unión Cívica Radical triunfa por 3,576 votos contra 3,376 de los Demócratas. Íllia obtiene la senaduría provincial. El 17 de Mayo de 1936 asume como senador departamental por Cruz del Eje para el período 1936-1940.

El 15 de Enero 1939 contrae matrimonio con Silvia Martorell Kaswalder en Puerto Belgrano. Triunfa el 10 de Marzo de 1940 en las elecciones como candidato a vicegobernador de Córdoba, acompañando en la fórmula al doctor Santiago del Castillo con 138.916 sufragios contra 106.865 del binomio Benjamín Palacio-Carlos A. Astrada (Partido Demócrata). El 17 de Mayo de 1940 asume como vicegobernador de Córdoba para el período 1940-1944, puesto que mantiene hasta el golpe de estado del 4 de Junio de 1943 que lo desaloja del gobierno cordobés.

El 24 de Febrero de 1946 se presenta como candidato a Senador Nacional y cae derrotado frente al peronismo. Durante el año 1947 es electo presidente del Comité Provincia de Córdoba de la Unión Cívica Radical.

El 26 de Abril 1948 asume como Diputado Nacional para el período 1948-1952. El 11 de Noviembre 1951 la fórmula radical Arturo Íllia-Arturo Zanichelli pierde en las elecciones para gobernador de Córdoba frente al binomio del peronismo Lucini-De Uña por 395.342 contra 327.627 votos. En el año 1958 es derrotada su candidatura a Senador Nacional por el candidato de la Unión Cívica Radical Intransigente.

El 18 de Marzo de 1962 binomio Arturo Íllia-Justo Paez Molina con 310.387 sufragios se impone ante el Partido Laborista (Carlos Berardo-Joaquín Zuriaga) con 294.519 votos y obtiene la gobernación de Córdoba, pero no puede asumir su cargo porque el 30 de Marzo se anulan los comicios del día 18 en todo el país por las presiones militares que obligaron al presidente Frondizi tomar dicha medida, en el marco de un proceso que concluyó con el golpe de estado que determinó su derrocamiento.

Llegó a la Presidencia de la Nación tras haberse impuesto la fórmula de la UCR del Pueblo, que compartía con el entrerriano Carlos Perette, el segundo lugar para los votos en blanco, luego seguían la UCRI de Oscar Alende, y la UDELPA, que respondía al ex presidente de facto Pedro Eugenio Aramburu, además 45 partidos más.

El 12 de Octubre de 1963 Íllia asume la Presidencia de la Nación. Su primer acto de gobierno consistió en eliminar las restricciones que pesaban sobre el peronismo. Se levantaron las restricciones electorales, habilitando la participación del peronismo en los comicios legislativos del año 1965. Se levantaron las prohibiciones políticas  y se promulgaron penalidades a la discriminación y violencia racial.

En 1964 se publica en el Boletín Oficial la Ley 16.459, del salario mínimo, vital y móvil. Entre los objetivos del proyecto figuraba la necesidad de "evitar la explotación de los trabajadores en aquellos sectores en los cuales puede existir un exceso de mano de obra", "asegurar un ingreso mínimo adecuado" y "mejorar los salarios de los trabajadores más pobres".

Y con estos mismos objetivos, se promovió la Ley de Abastecimiento, destinada a controlar los precios de la canasta familiar y la fijación de montos mínimos de jubilaciones y pensiones.

Durante su gestión de gobierno, la educación tuvo un peso significativo en el Presupuesto Nacional. En el año 1963, su participación era del 12%, en el año 1964, del 17%, en el año 1965, del 23%. Y en 1964 se pone en marcha el Plan Nacional de Alfabetización, con el objetivo de disminuir la tasa de analfabetismo que para la época se estimaba en poco más del 10% de la población adulta. En junio de 1965 el Programa contaba con doce mil quinientos centros de alfabetización y su tarea alcanzaba a trescientos cincuenta mil alumnos de dieciocho a ochenta y cinco años de edad.

La Ley 16.462 surge, a partir de un estudio realizado por una comisión creada por el Presidente Íllia sobre 300.000 muestras de medicamentos. Muchos de estos medicamentos no eran fabricados con la fórmula declarada por el laboratorio y su precio excedía en un 1000% al costo de producción. La idea era establecer una política de precios y de control de medicamentos, congelando los precios a los vigentes a fines de 1963, fijando límites para los gastos de propaganda, imponiendo límites a la posibilidad de realizar pagos al exterior en concepto de regalías y de compra de insumos.

Finalmente: partidarios, opositores y observadores imparciales coinciden en que esta política tuvo un peso decisivo en el proceso político que culminara con el derrocamiento del Presidente Arturo Íllia a manos de un golpe militar. El 28 de  junio de 1966 el golpe de estado encabezado por el Gral. Juan Carlos Onganía desaloja por la fuerza a Íllia de la presidencia. El 6 de Septiembre del mismo año fallece su esposa Silvia Martorell.

Existe un amplio consenso en considerar a Íllia un político ejemplar, por su honestidad y personalidad incorruptible. Tuvo una sola casa, sencilla y humilde, que fue el único bien inmueble con que se retiró como Presidente de la Nación, le fue donada por suscripción pública, con ayuda y por voluntad de los vecinos de Cruz del Eje.

El Dr. Arturo Umberto Íllia falleció en la ciudad de Córdoba el 18 de enero de 1983. Está sepultado en el mismo panteón de los radicales Leandro N. Alem, e Hipólito Yrigoyen, en el Cementerio de la Recoleta.

Meditaciones
Jacob Y Esaú (Génesis 27, 1-41) representan a los hermanos que creen que “las cosas” valen más que la fraternidad y por eso terminan dividiéndose y como los peores enemigos. Hoy hay muchos hermanos que se matan por plata y por cosas que no valen mucho. Un hermano vale más que todo el dinero del mundo. Y todos tenemos que tratarnos como hermanos. ¿Para qué rezas el Padre Nuestro si vas a tratar al otro como a un enemigo? José y sus hermanos (Génesis 37, 4) representan a todos aquellos que se dejan llevar por la envidia ante los triunfos del otro y creen que la única posibilidad de sentirse bien es ver a los otros perdiendo y sufriendo. Personas que viven para hacer infelices a los que están a su lado ya que abdicaron de la posibilidad de ser felices en su proyecto personal. Lía y Raquel (Génesis 30, 1-24), expresan a los hermanos que pelean por el amor de pareja. Esos que no han entendido que no se puede obligar a nadie para que lo ame a uno. Que si uno no puede entender que alguien no lo ama es porque está enfermo emocionalmente. Sería más fácil si dejáramos ser a cada uno y buscáramos la manera de comprendernos. Jesús nos deja claro que tenemos que vivir como hermanos. Ahora, esta fraternidad está marcada por la escucha y la puesta en práctica de la Palabra de Dios (Mc 3, 31-35). Eso es ser cristiano. Tenemos que buscar la manera de ayudar a que todos vivan dignamente, tengan espacios para realizarse y vivir en plenitud. El verdadero pecado es dañar al otro.
P. Alberto José Linero

Los cinco minutos del Espíritu Santo
Enero 20
"Ven Espíritu Santo, y ayúdame a perdonar. Porque a veces recuerdo el daño que me han hecho, y eso alimenta mis rencores y mis angustias.
Ayúdame a comprender a esas personas que me lastimaron, enséñame a buscarles alguna excusa para que pueda perdonarlos.
Ven Espíritu Santo, y derrama dentro de mí el deseo de perdonar y la gracia del perdón, porque solo no puedo.
Ayúdame a descubrir que es mejor estar libre de esos rencores y ataduras, y dame tu gracia para liberarme de verdad. Derrama tu paz en todas mis relaciones con otras personas, para que reine el amor y nunca el rencor. Amén."
* Mons. Víctor Manuel Fernández 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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