viernes, 26 de enero de 2018

Pequeñas Semillitas 3574

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3574 ~ Viernes 26 de Enero de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Señor de mi vida, al comienzo de este día te doy gracias porque con él Tú renuevas mis fuerzas y restauras mi esperanza por continuar el camino hacia Ti. Sé que me llevas de la mano y me haces sentir valioso. Me has dado la capacidad de decidir sobre mi felicidad, sobre como ver las cosas según la Palabra que a todos nos has dejado. Ven Señor a mi vida en este momento y dame la suficiente alegría que necesito para luchar en todo momento y no desanimarme. Mi esperanza la pongo en Ti. Te entrego mis fuerzas para que la repongas con tu santo poder y en este día me hagas salir victorioso en tu nombre. Amén.

¡Buenos días!

Señor de los Ángeles
Sabes que cuando nos reunimos para la celebración de la Misa, escuchamos la Palabra de Dios, damos gracias al Padre, renovamos la muerte y resurrección de Jesús y comemos el Pan de Vida. Por las palabras de la consagración y la fuerza del Espíritu Santo, el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Jesús. En su “Diario” santa Faustina narra lo que le pasó al ingresar en el hospital:

Esa noche la hermana que me asistía me dijo: ”Mañana, hermana, no tendrá la Comunión porque está muy cansada, después veremos”. Eso me dolió muchísimo, pero contesté con  calma: “Está bien”. Me abandoné por completo al Señor y traté de dormir. Al amanecer hice la meditación y me preparé para la santa Comunión, aunque no recibiría a mi Jesús. Cuando ardió mi anhelo y amor por Jesús, vi de repente, junto a mi cama, a un Serafín que me dio la santa Comunión y decía: “He aquí el Señor de los Ángeles”. Al recibir a Jesús, me sumergí en el amor de Dios y en el asombro .Eso se repitió durante trece días.

Por la fe y la comunión nos unimos a Jesús para vivir por él y nos hacemos hermanos entre nosotros. Jesús dijo: «El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna y yo lo resucitaré en el último día». Para comulgar con provecho debes tener el corazón limpio de cualquier pecado grave y prepararte con fe. El ejemplo de Santa Faustina te aliente.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Jesús decía a la gente: «El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra; duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que él sepa cómo. La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga. Y cuando el fruto lo admite, en seguida se le mete la hoz, porque ha llegado la siega».
Decía también: «¿Con qué compararemos el Reino de Dios o con qué parábola lo expondremos? Es como un grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra, es más pequeña que cualquier semilla que se siembra en la tierra; pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las hortalizas y echa ramas tan grandes que las aves del cielo anidan a su sombra». Y les anunciaba la Palabra con muchas parábolas como éstas, según podían entenderle; no les hablaba sin parábolas; pero a sus propios discípulos se lo explicaba todo en privado. (Mc 4,26-34)

Comentario: 
Hoy Jesús habla a la gente de una experiencia muy cercana a sus vidas: «Un hombre echa el grano en la tierra (...); el grano brota y crece (...). La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga» (Mc 4,26-28). Con estas palabras se refiere al Reino de Dios, que consiste en «la santidad y la gracia, la Verdad y la Vida, la justicia, el amor y la paz» (Prefacio de la Solemnidad de Cristo Rey), que Jesucristo nos ha venido a traer. Este Reino ha de ser una realidad, en primer lugar, dentro de cada uno de nosotros; después en nuestro mundo.
En el alma de cada cristiano, Jesús ha sembrado —por el Bautismo— la gracia, la santidad, la Verdad... Hemos de hacer crecer esta semilla para que fructifique en multitud de buenas obras: de servicio y caridad, de amabilidad y generosidad, de sacrificio para cumplir bien nuestro deber de cada instante y para hacer felices a los que nos rodean, de oración constante, de perdón y comprensión, de esfuerzo por conseguir crecer en virtudes, de alegría...
Así, este Reino de Dios —que comienza dentro de cada uno— se extenderá a nuestra familia, a nuestro pueblo, a nuestra sociedad, a nuestro mundo. Porque quien vive así, «¿qué hace sino preparar el camino del Señor (...), a fin de que penetre en él la fuerza de la gracia, que le ilumine la luz de la verdad, que haga rectos los caminos que conducen a Dios?» (San Gregorio Magno).
La semilla comienza pequeña, como «un grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra, es más pequeña que cualquier semilla que se siembra en la tierra; pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las hortalizas» (Mc 4,31-32). Pero la fuerza de Dios se difunde y crece con un vigor sorprendente. Como en los primeros tiempos del cristianismo, Jesús nos pide hoy que difundamos su Reino por todo el mundo.
Rev. D. Jordi PASCUAL i Bancells (Salt, Girona, España)

Santoral Católico:
Santos Timoteo y Tito
Obispos
Obispos, discípulos y colaboradores de San Pablo, presidieron respectivamente las Iglesias de Éfeso y de Creta. Ellos fueron los destinatarios de las cartas del Nuevo Testamento que se conocen como «pastorales», compendios de excelentes orientaciones para la instrucción de fieles y pastores. Timoteo nació en Listra de Licaonia (Asia Menor, hoy Turquía), de madre judía, Eunice, que hospedó a Pablo y a Bernabé en sus viajes apostólicos. Convertido al cristianismo, acompañó luego a Pablo y realizó diversas misiones por encargo suyo; por último se quedó en Éfeso como responsable de Asia cristiana. Tito, de origen no judío y convertido del paganismo por Pablo en Antioquía, acompañó al Apóstol incluso en momentos especialmente importantes como el Concilio de Jerusalén y la colecta para los pobres de aquella Iglesia, y fue un caso modélico en la apertura de la naciente Iglesia a los gentiles.
Oración: Oh Dios, que hiciste brillar con virtudes apostólicas a los santos Timoteo y Tito, concédenos, por su intercesión, que, después de vivir en este mundo en justicia y santidad, merezcamos llegar al reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano - Aciprensa    

Pensamiento del día
"El encuentro personal con Cristo que nutre vuestra consagración debe testimoniarse con toda su fuerza transformadora en vuestras vidas; y cobra una especial relevancia hoy, cuando se constata una especie de ‘eclipse de Dios’, una cierta amnesia, más aún, un verdadero rechazo del cristianismo y una negación del tesoro de la fe recibida, con el riesgo de perder aquello que más profundamente nos caracteriza"  (Benedicto XVI)

Temas Médicos:
Migrañas y alimentos
Todos conocemos a alguien que sufre migrañas. El dolor de cabeza ha interrumpido su jornada, no les permite hacer nada. Tienen que estar en cama, en penumbras y en silencio, esperando que se les pase cuanto antes.

Estos fuertes dolores de cabeza son muy molestos pues, además del sufrimiento físico, provocan una pérdida considerable de la calidad de vida de quien los padece. El enfermo se siente incapacitado para continuar con lo que estaba haciendo. Es, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de las enfermedades más discapacitantes.

Además son las mujeres durante los años más productivos de su vida laboral las personas más propensas a sufrir migrañas. Una patología sin cura que puede tratarse con medicamentos y con una adecuada alimentación.

Una vez más la nutrición juega un importante papel en el intento de mejorar la calidad de vida de quienes sufren algún tipo de problema. En este caso la alimentación ayuda a evitar que aparezcan nuevos episodios de dolor.

Aunque es difícil relacionar el consumo de determinados alimentos con los dolores de cabeza, sabemos las migrañas que aparecen cuando la histamina (sustancias que se encuentran en todos los alimentos) se ha acumulado durante un tiempo a raíz del consumo prolongado de ciertos alimentos pues, esto no ocurre cuando este consumo es ocasional.

Sabemos también intervienen otros factores como el estrés, el dormir poco, la menstruación, alergias alimentarias, fármacos o hipoglucemias (disminución del azúcar en sangre).

Pero lo cierto es que la mayoría de las migrañas están relacionadas con un déficit de la enzima de DiAmino Oxidasa (DAO) que es la que se encarga de digerir en el intestino delgado la histamina, sustancia que encontramos en todos los alimentos. Este déficit de DAO hace que la persona no metabolice la histamina de forma correcta por lo que, al no ser eliminada, se queda en la sangre y en los tejidos provocando así  estos fuertes dolores de cabeza vasculares que, incluso, vienen combinados con náuseas, mareos y visión borrosa, según indica la International Headache Society (Sociedad Internacional de las Cefaleas).

Se caracterizan por dolores punzantes y púlsatiles, debido a que los vasos sanguíneos cerebrales se estrechan durante un tiempo, y provocan la disminución del flujo sanguíneo y el oxígeno al cerebro, lo que a su vez hace que otros vasos sanguíneos se abran más para aumentar el flujo sanguíneo.

Curiosamente, pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que el 15% de la población mundial entre 18 y 65 años padece dolores crónicos y recurrentes de cabeza, solamente el 40% de los pacientes que sufren migraña saben de su problema y se lo tratan.

Parte la concienciación para resolver este problema de salud pública pasa por la educación alimentaria pues evitar consumir estos alimentos ayudaría a prevenir el problema:
Conservas de pescado: atún, sardinas y anchoas.
Leche y quesos maduros como el camembert, gouda, parmesano, roquefort.
Productos vegetales fermentados como chucrut y derivados de la soja.
El vinagre y el vinagre balsámico.
Mariscos.
Alimentos con aditivos alimentarios.
Frutas: Bananas muy maduras, sandía y melón.
Embutidos: longaniza, salame, salchichón, entre otros.
Bebidas: refrescantes tipo cola, polvos para preparar jugos, té, café (probar tolerancia), alcohólicas como vinos, especialmente el tinto y el champagne. Cerveza.
Chocolate.
Vegetales y frutas como: la palta o aguacate, el tomate y la salsa de tomate, berenjenas y espinacas, frutas cítricas como la naranja.
Cacahuetes o maníes.

Al contrario, se aconseja aumentar el consumo de estos alimentos:
Leche y derivados magros.
Frutas y vegetales (menos los mencionados antes)
Cereales integrales.
Nueces y almendras.
Aceite de oliva extra virgen
Pescados azules frescos, como atún fresco o palometa.
Agua.

Algunas recomendaciones:
Realizar como mínimo 3 comidas al día, dejando pasar un máximo de 3 horas entre comidas, incluyendo en ellas hidratos de carbono de absorción lenta (arroz, pasta, pan, papas o legumbres)
Evitar ayunos, ya que puede condicionar bajadas de glucosa en sangre desencadenado una serie de reacciones metabólicas de compensación que pueden ocasionar el inicio de las migrañas.
Dormir las horas suficientes.
Moderar el consumo de alimentos ricos en histamina nombrados anteriormente.
Disminuir alimentos con aditivos alimentarios como sopas, salsas, platos pre-cocidos.
Valorar el efecto particular de la cafeína, ya que puede aliviar y prevenir la migraña en algunas personas o inducirla y aumentarla en otras.
Tomar alimentos ricos en vitamina C, vitamina B2 y ácidos grasos insaturados puede ayudar a aliviar los síntomas.
Controlar la ingesta de alcohol, ya que es frecuente que aparezcan las migrañas luego de su consumo, en estos casos la solución es suprimirla.
© María Eugenia Brun - Aleteia

Mensaje de María Reina de la Paz 
Mensaje de María Reina de la Paz del 25 de Enero de 2018

“Queridos hijos, que este tiempo sea para vosotros tiempo de oración, para que el Espíritu Santo, a través de la oración, descienda sobre vosotros y os dé la conversión. Abrid vuestros corazones y leed la Sagrada Escritura para que, por medio de los testimonios, también vosotros podáis estar más cerca de Dios. Hijos míos, buscad sobre todo a Dios y las cosas de Dios y dejad las terrenales a la tierra, porque Satanás os atrae al polvo y al pecado. Vosotros estáis llamados a la santidad y habéis sido creados para el Cielo. Por eso, buscad el Cielo y las cosas celestiales. Gracias por haber respondido a mi llamada"

Meditaciones
Antes de llegar a rezar el Rosario todos los días, pasé por varias fases. Antes que nada, me conmovió la carta del Papa Juan Pablo II "El Rosario de la Virgen María" escrita en 2002, en la que explica que se trata de contemplar el rostro del Hijo en sus diversos misterios, con la mirada de María (...). Luego, descubrí que en momentos de gran sufrimiento el Rosario es la oración que permanece cuando ya no podemos orar más. Después, la posibilidad de rezar mi Rosario por partes durante el día, aprovechando las horas de transporte para decir una decena. ...
Más tarde, que esta oración es adecuada para todas las edades. Es un gran placer rezar el Rosario con niños y adolescentes. Lo que me trae también la certeza de que una familia y una pareja que rezan el rosario todos los días, al menos una decena, están en buenas manos. Y ha sido lo mismo para mí, como sacerdote y obispo.
Me llevó mucho tiempo conseguir rezar el Rosario todos los días. Actualmente tengo la alegría de rezarlo todas las noches antes de irme a dormir, dando la vuelta a la casa del obispado. ¡Será más atlético cuando haya nieve! Pero qué alegría terminar una dura jornada de trabajo, de entregar las personas, las situaciones dolorosas  del día a la intercesión de María. ¡Dormimos mucho mejor quedándonos dormidos de la mano de María!
Por lo tanto, tengamos siempre nuestro Rosario en el bolsillo y disfrutemos de todas las oportunidades del día y de la noche "¡para rezarlo completo!"
Monseñor Xavier Malle, obispo de Gap (Francia)

Pedidos de oración
 
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Los cinco minutos del Espíritu Santo
Enero 26
"Ven Espíritu Santo, y entra en mi hogar. Hoy quiero entregarte a todos mis seres queridos para que hagas en cada uno de ellos tu obra maravillosa.
Te abro las puertas de mi familia. Entra, y derrama amor para que sepamos vivir juntos, para que aprendamos a valorarnos, a respetarnos, para que sepamos dialogar.
Protege mi casa de todo mal con tu presencia santa, y no permitas que allí reine la tristeza, el rencor o los miedos. Derrama seguridad, confianza, serenidad y alegría, para que todos los que entren en mi casa experimenten qué bueno es vivir en tu presencia.
Ven Espíritu Santo. Amén".
* Mons. Víctor Manuel Fernández 
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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