PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
11 - Número 3140 ~ Martes 27 de Setiembre de 2016
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy
se celebra la memoria litúrgica de San Vicente de Paúl, y es una buena
oportunidad para saludar a todos los vicentinos: los miembros de la Sociedad de
San Vicente de Paúl, distribuidos por todo el mundo en grupos de trabajo que
son las “Conferencias de Caridad”, creadas en 1833 por el hoy beato Federico
Ozanam, que era entonces un joven estudiante de la universidad de la Sorbona,
en París, inspirado en el apostolado de caridad del santo que hoy recordamos.
La
Sociedad de San Vicente de Paúl, desde su inicio se puso bajo la protección de la Virgen María y el patrocinio
del gran santo del que tomó su nombre, quien reunió todos los caracteres de lo
que pretende ser una Conferencia: la oración,
la acción para aliviar a los más pobres, y la inquietud de la inteligencia
que los lleva a reflexionar sobre las
causas de la pobreza para tratar de superarlas.
Con
gran rapidez los grupos se han extendido a través del mundo entero, guiados por
esta voluntad fundadora de servir a Cristo en los pobres. En 1846 la SSVP llega
a América y ya en 1913 había 8.000 Conferencias que agrupaban a 134.000
miembros en el mundo.
Hoy
en día, la SSVP es una verdadera
multinacional de caridad, que combate la miseria con sencillez y sin ruido;
está ubicada en 146 países, con cerca de 720.000 los socios, quienes conforman
45.440 Conferencias. Las dos terceras partes de las Conferencias (equipos de
trabajo) se encuentran en países en vías de
desarrollo, por lo que la Sociedad puede considerarse precursora en
cuanto a la ayuda fraterna en el tercer
mundo, en un espíritu de reparto, solidaridad y hermanamiento. Los pobres
ayudan a los más pobres. Sus acciones solidarias van desde las visitas a familias en situación de pobreza, hasta
muchas otras actividades como la entrega
de alimentos, ropa, etc.
Elevamos
una oración a San Vicente de Paúl, al beato Federico Ozanam, y a la Santísima
Virgen María, para que iluminen, acompañen y fortalezcan la gran acción de
caridad que realizan los vicentinos en todo el mundo desde hace más de 180
años. Dedico esta edición de “Pequeñas Semillitas” a mis amigos vicentinos de
la ciudad de Córdoba (Argentina), cuyo apostolado acompañé por un par de años y
de cuya espiritualidad me sigo nutriendo.
¡Buenos días!
Mantener la alegría
"No
te dejes llevar por la tristeza, ni dejes que tus pensamientos te atormenten.
Un corazón alegre es la vida del hombre, y la alegría le alarga la vida.
Sosiega tu espíritu, y consuela tu corazón; aleja de ti la tristeza, porque la
tristeza ha perdido a muchos, y ningún provecho se saca de ella. El de corazón
radiante tiene buen apetito: le aprovecha la comida”, (Ecli 30, 21-25)
Evalúa el nivel de tu alegría y, si lo encuentras
algún tanto más bajo de lo conveniente, esboza una sonrisa frente al espejo y
mantenla por un minuto, mientras te repites “así quiero estar hoy, y así estaré
con tu ayuda, Señor”. Esto es tan efectivo como tomar una aspirina para sacarse
el dolor de cabeza. La alegría es una opción. Se cuenta que, cuando Don Bosco
estaba más alegre y contento que de costumbre, sus amigos íntimos pensaban:
“Pobre Don Bosco, hoy debe tener algún gravísimo problema que resolver”. El
santo de la alegría había comprendido la necesidad de gobernar las propias
emociones y no dejarse esclavizar por ellas. Intenta pasar una jornada de
constante alegría.
Defiende
y cultiva la alegría. El sentido del humor te ayudará a encarar las situaciones
estresantes de la vida. Ríe, y tus cargas serán aliviadas. Ríe, y tu vida se
alargará. Ríe cuando más lo necesites. Si eres capaz de reírte de una
situación, por más dolorosa que sea, podrás superarla. Que sepas fomentar hoy
tu capacidad de alegría.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
Sucedió
que como se iban cumpliendo los días de su asunción, Él se afirmó en su
voluntad de ir a Jerusalén, y envió mensajeros delante de sí, que fueron y
entraron en un pueblo de samaritanos para prepararle posada; pero no le
recibieron porque tenía intención de ir a Jerusalén. Al verlo sus discípulos
Santiago y Juan, dijeron: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo
y los consuma?». Pero volviéndose, les reprendió; y se fueron a otro pueblo. (Lc 9,51-56)
Comentario:
Hoy,
en el Evangelio, contemplamos cómo «Santiago y Juan, dijeron: ‘Señor, ¿quieres
que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?’. Pero volviéndose, les
reprendió» (Lc 9,54-55). Son defectos de los Apóstoles, que el Señor corrige.
Cuenta
la historia de un aguador de la India que, en los extremos de un palo que
colgaba en sus espaldas, llevaba dos vasijas: una era perfecta y la otra estaba
agrietada, y perdía agua. Ésta —triste— miraba a la otra tan perfecta, y
avergonzada un día dijo al amo que se sentía miserable porque a causa de sus
grietas le daba sólo la mitad del agua que podía ganar con su venta. El
trajinante le contestó: —Cuando volvamos a casa mira las flores que crecen a lo
largo del camino. Y se fijó: eran flores bellísimas, pero viendo que volvía a
perder la mitad del agua, repitió: —No sirvo, lo hago todo mal. El cargador le
respondió: —¿Te has fijado en que las flores sólo crecen a tu lado del camino?
Yo ya conocía tus fisuras y quise sacar a relucir el lado positivo de ellas,
sembrando semilla de flores por donde pasas y regándolas puedo recoger estas
flores para el altar de la Virgen María. Si no fueses como eres, no habría sido
posible crear esta belleza.
Todos,
de alguna manera, somos vasijas agrietadas, pero Dios conoce bien a sus hijos y
nos da la posibilidad de aprovechar las fisuras-defectos para alguna cosa
buena. Y así el apóstol Juan —que hoy quiere destruir—, con la corrección del
Señor se convierte en el apóstol del amor en sus cartas. No se desanimó con las
correcciones, sino que aprovechó el lado positivo de su carácter fogoso —el
apasionamiento— para ponerlo al servicio del amor. Que nosotros también sepamos
aprovechar las correcciones, las contrariedades —sufrimiento, fracaso,
limitaciones— para “comenzar y recomenzar”, tal como san Josemaría definía la
santidad: dóciles al Espíritu Santo para convertirnos a Dios y ser instrumentos
suyos.
* Rev. D. Llucià POU i Sabater (Granada, España)
Santoral Católico:
San Vicente de Paúl
Sacerdote y Fundador
Nació
en Pouy, distrito de Tarbes (Mediodía-Pirineos, Francia) el año 1581, en el
seno de una familia de humildes labriegos. Después de estudiar en Dax, Zaragoza
y Toulouse, fue ordenado de sacerdote a los 19 años de edad. Lleno de espíritu
sacerdotal, en cualquier persona que sufriera veía el rostro de su Señor.
Capturado por los piratas turcos cuando navegaba de Marsella a Narbona, fue
vendido como esclavo en Túnez. Liberado y vuelto a su patria, ejerció de
párroco en París, entregándose al servicio de los pobres, y, luego, de capellán
en las galeras, atendiendo con solicitud a los remeros galeotes. A raíz de sus
experiencias como párroco en zonas rurales, fundó la Congregación de la Misión
(Padres Paúles), destinada sobre todo al servicio de los campesinos pobres y a
la formación del clero. Fundó también, con la colaboración de santa Luisa de
Marillac, la Compañía de las Hijas de la Caridad. Murió en París el 27 de
septiembre de 1660. León XIII lo proclamó patrono de las obras de caridad.
Oración: Señor, Dios nuestro, que dotaste de virtudes
apostólicas a tu presbítero san Vicente de Paúl para que entregara su vida al
servicio de los pobres y a la formación del clero, concédenos, te rogamos, que,
impulsados por su mismo espíritu, amemos cuanto él amó y practiquemos sus
enseñanzas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano
El pensamiento del día
“Amemos
a Dios, hermanos míos, amemos a Dios,
pero
que esto sea a costa de nuestros brazos,
que
esto sea con el sudor de nuestros rostros […]
Después
del soberano amor de Dios,
la
segunda cosa que Dios les pide, es que se amen mutuamente
como
hermanas que Él unió con lazos de su amor […]
No
podemos asegurar mejor nuestra felicidad
que
viviendo y muriendo en el servicio de los pobres”
-San
Vicente de Paúl-
Historias:
El Padre Pedro Opeka
Al
Padre Pedro Opeka, misionero paúl (vicentino) argentino que trabaja desde 1975
en Madagascar, le concedieron el Premio MUNDO NEGRO a la Fraternidad 2007. Al
borde de un vertedero, comenzó a construir viviendas para alojar a los sin
techo. Hoy es una ciudad con unos 20.000 habitantes. Se llama Akamasoa, que
significa "buenos amigos". Está dotada de guarderías, escuelas y
centros de formación.
El
P. Opeka, como buen argentino, es un gran aficionado al fútbol. Nacido en 1948,
lleva más de la mitad de su vida trabajando en Madagascar. Esta pasión por el
fútbol la contagia ahora a los chavales (chicos) que pululan, bien vestidos y
alimentados, en las distintas escuelas que alegran la ciudad de sus sueños y
desvelos: Akamasoa.
Hijo
de emigrantes eslovenos, nació en San Martín, en la provincia de Buenos Aires
en 1948. Siempre vio en su padre, que era albañil, un modelo de esfuerzo y de
trabajo. Para él, sin trabajo no se consigue nada. Comenzó a trabajar con su
padre a los 9 años. A los 14 años ya era oficial albañil. Su madre tuvo 8 hijos
y su padre trabajaba muchísimo. Ellos le dieron la vida y le trasmitieron la
fe. Los fines de semana, y pese a que Pedro prefería jugar al fútbol, comenzó a
ir a las obras con su padre. Allí, con mucha iniciativa, aprendió el oficio.
Así, cuando llegó a Madagascar y comenzó a trabajar con sus manos, la gente se
extrañaba. Él les decía: "Tengo dos manos como vosotros".
A
los 17 años hizo su primera casa en Junín de los Andes, entre los indios
mapuches, y desde entonces no ha parado por dar dignidad a los más pobres. Ingresó
en la congregación de San Vicente de Paúl en Argentina. Estudió Filosofía en
Eslovenia y Teología en Francia. A los 27 años se ordenó sacerdote y fue
destinado a Madagascar.
Su
primera experiencia en Madagascar transcurrió en Vangaindrano, al sureste del
país. Estuvo 15 años animando la parroquia y allí comenzó a sentir la necesidad
de estar junto a la gente. Cultivó arroz para sobrevivir, metiéndose en el
barro como cualquier campesino malgache. Con ellos jugó al fútbol, llegando a
ser una estrella del equipo local. Según cuenta él mismo, "el fútbol fue
el camino para ganarme su confianza y sentirme entre ellos".
Todo
empezó en un basurero. En 1989 fue destinado a la capital, Antananarivo, para
ocuparse del seminario de los Paúles. Cuando vio la miseria de la gente,
especialmente en la periferia de la ciudad, con más de 800 familias escarbando en
la basura para poder comer, se dijo a sí mismo que ahí no valía para nada
hablar, que lo pertinente era actuar.
Empezó
con una pequeña casa de acogida para los chicos, un hogar de apenas 16 metros
cuadrados al borde de un vertedero de 20 hectáreas sobre el que vivían 5.000
personas.
Con
un pequeño grupo de voluntarios de su antigua parroquia, empezó en un pequeño
terreno de dos hectáreas, cedido por las autoridades municipales. Allí
construyó las primeras viviendas, una pequeña ciudad que se llamaba Manantenasoa,
que significa en lengua malgache "la colina del coraje". Poco a poco
se fueron construyendo casas de madera, que luego pasarían a ser reconstruidas
con ladrillos.
Del
granito de la montaña empezó a sacar piedra, grava y adoquines, para venderlos
para la construcción. Del basurero empezó también a sacar abono natural, que
también vendía. Poco a poco, lo que primero había sido un albergue de jóvenes
se convirtió en un pequeño barrio, luego en dos, hasta llegar a la ciudad que
es hoy y en la que viven casi 20.000 personas.
Se
empezaron a crear escuelas primarias, secundarias... Actualmente, hay más de
7.000 alumnos, sin contar las guarderías. También hay talleres escuela
(carpintería, mecánica...) que forman y dan trabajo a los jóvenes; talleres y
escuelas de bordado, de artesanía... en las que las mujeres no sólo aprenden un
oficio, sino que consiguen unos ingresos que les ayudan a sobrevivir.
Poco
a poco las colinas que rodean el basurero se fueron llenando de hermosas casas,
fabricadas con ladrillos y agradables para vivir. Lo que antes era un paisaje
de basura y porquería se fue transformando en una auténtica ciudad, con
jardines, flores, calles pavimentadas y limpias. Aquello se llamó Akamasoa
("buenos amigos", en lengua malgache).
El
P. Opeka cuenta con la ayuda de Manos Unidas, de la Comunidad Europea, del
Principado de Mónaco y de otras muchas instituciones internacionales. Eslovenia
y Mónaco lo propusieron hace años para el Premio Nobel de la Paz. Ha recibido
numerosos premios y galardones a nivel internacional, entre los que destaca la
Medalla de la Legión de Honor, máxima distinción francesa.
Akamasoa
es hoy un ejemplo de cooperación y solidaridad. Por toda su obra y por ese
ejemplo de cooperación y solidaridad, Mundo Negro (Misioneros Combonianos)
decidió otorgarle el Premio Mundo Negro a la Fraternidad 2007.
Su
constante labor a favor de los más pobres le ha supuesto ser nominado
nuevamente para el premio Nobel de la Paz en 2016.
© Web Católico de Javier
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos
especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la
falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras
enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los
presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la
unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de
los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración por la Paz en Colombia. El
próximo domingo 2 de octubre se realizará un plebiscito de gran importancia
para el futuro de ese país hermano.
Pedimos oración por el eterno descanso de Carmelita M., de México, que ya descansa abrazada por el Padre celestial.
Pedimos
oración por Camilo C. G., de
Colombia, a quién aún no han encontrado cuál es su enfermedad, a pesar de los
muchos exámenes practicados. Rogamos al Señor, por intercesión de nuestra Madre
de Lourdes, que lo toque con sus Manos Sanadoras. También para que se concrete
la pensión a la que aspira con justo derecho nuestro lector Carlos C. O. de la ciudad de Bogotá.
Pedimos oración para Bibiana G., de Ituzaingó, Buenos Aires,
Argentina, de 56 años, que hoy será intervenida de la tiroides, para que el
Señor la cuide y la sane de sus dolencias.
Pedimos oración por el niño Mario C., de México, de 14 años de edad, a quien hoy operan de cáncer en el cerebro y calculen que dure 10 horas la cirugía. Que dios se apiade de él, guíe a los médicos y todo saldrá bien.
Pedimos oración por el niño Mario C., de México, de 14 años de edad, a quien hoy operan de cáncer en el cerebro y calculen que dure 10 horas la cirugía. Que dios se apiade de él, guíe a los médicos y todo saldrá bien.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de Dios
Setiembre 27
Siempre
está en nuestros planes hacer algo; nunca desistimos de pretender hacer algo,
pero nunca llegamos a hacerlo.
Tú
pasas la vida haciendo planes; esos planes raras veces llegan a ser realidades
para ti o para los demás.
No
son realizados por ti; pues sigues haciendo nuevos planes en lugar de realizar
los ya planeados y aprobados; tampoco por los demás, pues no son planes que
ellos hayan organizado.
De
esta forma, nunca terminas de planificar y nunca comienzas a realizar, y así
terminas un año y vuelves a comenzar; y así terminas tu vida y comenzarías de
nuevo tu vida, si pudieras.
¿No
habrá llegado ya el tiempo de la realización que suplante al de la
planificación?
Para
ello, planea cosas realizables por t; entrégate de una vez por todas a una
acción de bien; piensa menos y realiza más; no dejes para mañana lo que debes
realizar hoy.
“¿Quién de ustedes, si quiere edificar una torre, no
se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene con qué terminarla?
No sea que una vez puestos los cimientos, no pueda acabar y todos los que lo
vean se rían de él, diciendo: Este comenzó a edificar y no puede terminar” (Lc
14,28-30). Muy buenos son, pues, los propósitos; mejores, las realizaciones;
más fructífero es prometer poco y cumplirlo que prometer mucho y no cumplirlo.
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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