PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año
11 - Número 3118 ~ Viernes 2 de Setiembre de 2016
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Dios
es infinitamente misericordioso, pero el Infierno fue creado por Él. Y el que
se va al Infierno, estará allí por los siglos de los siglos, mientras Dios sea
Dios.
Hoy
se quiere negar esta verdad del Infierno, este dogma, invocando para ello la
misericordia de Dios, y pensando que Dios, que es tan Bueno, no puede enviar a
nadie al Infierno o que el Infierno no existe.
Esta
es una gran herejía, porque en Dios la Bondad y la Justicia son una sola cosa,
y ¡ay de los que abusan de la bondad de Dios y se confían en que sus pecados no
serán castigados!
El
demonio es el principal interesado en que pensemos que el Infierno no existe, y
por eso siembra el mundo de errores, e incluso dentro de la misma Iglesia
Católica, cuántos sacerdotes y formadores enseñan el error y niegan esta verdad
de la existencia y eternidad del Infierno. Jesús lo nombró muchas veces en el
Evangelio, ¿y todavía dudamos de su existencia?
Tengamos
cuidado porque este es un error inculcado por el demonio, que sabe muy bien que
si pensamos que existe el infierno y tratamos seriamente de evitar ir allí,
entonces nos escapamos de sus manos y nos hacemos fuertes en el camino que
lleva al Cielo.
Cuántos
santos, al pensar en esta verdad del Infierno, se hicieron monjes, se retiraron
a la soledad a hacer penitencia, porque el pensar en esta tremenda realidad,
lejos de aplastarnos, nos da alas para hacer cada día más méritos para ganar el
Cielo y evitar el Infierno.
* Sitio Santísima Virgen.
¡Buenos días!
Un saludo grande
Jesús
comenzó a predicar a la gente diciendo: “El tiempo se ha cumplido. El reino de
Dios ha llegado. Conviértanse y crean en la buena noticia”. Estas palabras
siguen resonando aún hoy y convocan a los creyentes a volver al Señor,
abandonar los caminos equivocados y confesar con humildad sus pecados en el
sacramento de la reconciliación.
Una devota del Padre Pío estuvo tres semanas en San
Giovanni Rotondo para confesarse con él. No lo logró y ya se volvía a Suiza muy
triste, cuando recordó que el Padre Pío siempre bendecía desde su ventana. Se
animó pensando recibir su bendición y, mientras iba corriendo, se decía:
“quiero un saludo muy grande”. Al llegar, la gente se estaba yendo, pues el
Padre había dado ya su bendición. La señora no se desanimó y se arrodilló,
diciendo para sí: “no importa, yo quiero un saludo muy grande”. Pasaron unos
minutos, se abrió la ventana del P. Pío y éste, luego de dar su bendición,
agitó una sábana a modo de saludo. La devota del padre comenzó a llorar
emocionada. Era el saludo “muy grande” que le había pedido.
El
sacramento de la reconciliación o confesión es una excelente respuesta al
llamado a la conversión que te hace la Palabra de Dios. Te animo a acercarte a
este sacramento, que purifica el corazón, tranquiliza la conciencia, te da
consuelo espiritual, ayuda a conocerte más a ti mismo, y es fuente de gracia
para superar las tentaciones.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En
aquel tiempo, los fariseos y los maestros de la Ley dijeron a Jesús: «Los
discípulos de Juan ayunan frecuentemente y recitan oraciones, igual que los de
los fariseos, pero los tuyos comen y beben». Jesús les dijo: «¿Podéis acaso
hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Días
vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán en aquellos
días».
Les
dijo también una parábola: «Nadie rompe un vestido nuevo para echar un remiendo
a uno viejo; de otro modo, desgarraría el nuevo, y al viejo no le iría el
remiendo del nuevo. Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro
modo, el vino nuevo reventaría los pellejos, el vino se derramaría, y los
pellejos se echarían a perder; sino que el vino nuevo debe echarse en pellejos
nuevos. Nadie, después de beber el vino añejo, quiere del nuevo porque dice:
‘El añejo es el bueno’». (Lc 5,33-39)
Comentario:
Hoy,
en nuestra reflexión sobre el Evangelio, vemos la trampa que hacen los fariseos
y los maestros de la Ley, cuando tergiversan una cuestión importante:
sencillamente, ellos contraponen el ayunar y rezar de los discípulos de Juan y
de los fariseos al comer y beber de los discípulos de Jesús.
Jesucristo
nos dice que en la vida hay un tiempo para ayunar y rezar, y que hay un tiempo
de comer y beber. Eso es: la misma persona que reza y ayuna es la que come y
bebe. Lo vemos en la vida cotidiana: contemplamos la alegría sencilla de una
familia, quizá de nuestra propia familia. Y vemos que, en otro momento, la
tribulación visita aquella familia. Los sujetos son los mismos, pero cada cosa
a su tiempo: «¿Podéis acaso hacer ayunar a los invitados a la boda mientras el
novio está con ellos? Días vendrán...» (Lc 5,34).
Todo
tiene su momento; bajo el cielo hay un tiempo para cada cosa: «Un tiempo de
rasgar y un tiempo de coser» (Qo 3,7). Estas palabras dichas por un sabio del
Antiguo Testamento, no precisamente de los más optimistas, casi coinciden con
la sencilla parábola del vestido remendado. Y seguramente coinciden de alguna manera
con nuestra propia experiencia. La equivocación es que en el tiempo de coser,
rasguemos; y que durante el tiempo de rasgar, cosamos. Es entonces cuando nada
sale bien.
Nosotros
sabemos que como Jesucristo, por la pasión y muerte, llegaremos a la gloria de
la Resurrección, y todo otro camino no es el camino de Dios. Precisamente,
Simón Pedro es amonestado cuando quiere alejar al Señor del único camino: «¡Tus
pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres!» (Mt 16,23). Si
podemos gozar de unos momentos de paz y de alegría, aprovechémoslos.
Seguramente ya nos vendrán momentos de duro ayuno. La única diferencia es que,
afortunadamente, siempre tendremos al novio con nosotros. Y es esto lo que no
sabían los fariseos y, quizá por eso, en el Evangelio casi siempre se nos
presentan como personas malhumoradas. Admirando la suave ironía del Señor que
se trasluce en el Evangelio de hoy, sobre todo, procuremos no ser personas
malhumoradas.
* Rev. D. Frederic RÀFOLS i Vidal (Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Antolín de Pamiers
Mártir
No
se ha podido identificar a este confesor de la fe, pues mientras unos
historiadores le hacen descendiente de los reyes visigodos y natural de la
Galia Narbonense, otros le dicen discípulo de San Dionisio de París y enviado
por él a Arlés como primer obispo y apóstol. Desde los tiempos de Sancho el
Mayor, s. X, se le venera en Palencia, que se cree posesora de sus reliquias. Se
dice que los paganos lo mataron por destruir ídolos gentiles cuando tenía
veinte años de edad.
El pensamiento del día
“El
servicio más grande que pueden hacer a alguien
es
conducirlo para que conozca a Jesús,
para
que lo escuche y lo siga;
porque
sólo Jesús puede satisfacer
la
sed de felicidad del corazón humano,
para la que hemos sido creados”
para la que hemos sido creados”
-Madre
Teresa de Calcuta -
Tema del día:
La Madre Teresa veía y oía a Jesús
La
Madre Teresa dialogó y tuvo visiones de Jesús antes de fundar a las Misioneras
de la Caridad, algo que no se supo sino hasta su muerte, un hecho que también
era ignorado por uno de sus amigos durante 30 años, el P. Sebastián Vazhakala.
En
diálogo con ACI Prensa, el sacerdote misionero de la caridad explicó que este
dato “fue un gran descubrimiento”.
Cuando
en 1997, solo dos años después de su muerte, se abrió la causa de canonización
de la religiosa se encontraron diversos documentos en los que se relataba estas
locuciones y visiones que la Madre Teresa tuvo muchos años atrás.
El
período de esta profunda experiencia transcurrió entre el 10 de septiembre de
1946 y el 3 de diciembre de 1947, cuando la Beata aún permanecía con las
hermanas de Loreto.
La
Madre Teresa escribió un día que durante la Comunión le escuchó decir a Jesús: “Quiero religiosas indias, víctimas de mi
amor, que sean como Martha y María, que estén tan unidas a mí como para
irradiar mi amor a las almas”.
En
estas locuciones el Señor instruyó a la Madre Teresa para que fundara las
Misioneras de la Caridad. Otra de las cosas que le dijo Jesús a la religiosa
fue “Ven, sé mi luz”, que es además
el título del libro que el postulador de la causa de canonización, P. Brian
Kolodiejchuk, publicó con las cartas privadas de la Beata.
En
otra de las visiones, Jesucristo le dijo a la Madre Teresa que en la nueva
congregación debía haber “religiosas
libres cubiertas con la pobreza de la cruz. Quiero hermanas obedientes
cubiertas con la obediencia de la cruz. Quiero religiosas llenas de amor
cubiertas con la caridad de la Cruz”, explica el P. Vazhakala.
Luego
de esta muy intense época de visiones y locuciones del Señor, en 1949 la Madre
Teresa comenzó a experimentar una “terrible oscuridad y sequedad” en su vida
espiritual, una etapa que duraría 50 años, casi hasta el final de sus días, un
tiempo que en la vida de fe puede llamarse la “noche oscura”.
Hace
unos años, en una entrevista concedida a un medio español, el P. Brian
Kolodiejchuk explicó que la llamada “noche oscura” es un momento “de la vida
espiritual en el que la persona es purificada antes de la unión íntima y
transformante con Cristo”.
“Lo
que entendemos por noche oscura fue vivido por la beata cuando todavía estaba
en Loreto, la congregación religiosa donde empezó su entrega a Dios. Los años
1946-1947 fueron de íntima unión gozosa y dulce con Jesús. ‘Jesús se me dio’,
dice la Madre en una de sus cartas. La unión de la Madre con Jesús fue como
‘violenta’, hondamente sentida y vivida. Luego, al empezar la obra con los
pobres y la fundación de la congregación, vino esa nueva y prolongada oscuridad
que ya no era preparatoria de otra etapa espiritual. De esta oscuridad habla
ella en cartas a sus confesores y directores espirituales”.
“En
1942 la Madre hizo un voto de no negar nunca nada a Jesús. Poco después fue
cuando oyó que Jesús le decía: ‘Ven, sé
mi luz’. Al principio la Madre llevaba la ‘luz’ a lugares incluso de
absoluta oscuridad física: muchos pobres no tenían ni ventanas. Aceptó su
oscuridad interior para llevar a la luz a otros. El jesuita Neuner (uno de sus
confesores) en 1962 le explicó que esa oscura noche era el ‘lado espiritual de
su trabajo apostólico’”, explicó el P Kolodiejchuk.
En
el reciente diálogo del P. Vazhakala con ACI Prensa, el sacerdote recuerda que
la Madre Teresa decía que “si mi oscuridad y sequedad puede ser una luz para
algunas almas, déjenme ser la primera en hacer eso. Si mi vida, mi sufrimiento,
va a ayudar a salvar a las almas, entonces prefiero sufrir y morir desde la
creación del mundo hasta el fin de los tiempos”.
El
sacerdote recuerda que la religiosa también decía que “cuando muera y vaya a
casa con Dios, podré llevar más almas a Él” […] “No voy a dormir en el cielo,
voy a trabajar más duro de otra forma”, afirmaba.
*Aciprensa
Pedidos de oración
Pedimos
oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado
Corazón de María; por la conversión de
todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por
los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros
lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por
el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la
fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este
sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por
las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos
oración para Cristina, de Córdoba,
Argentina, paciente diabética, con trastornos circulatorios en miembros
inferiores y que hoy será operada para amputar falanges de dedos de un pie.
Rogamos a la Santísima Virgen de Lourdes que esta cirugía solucione su
enfermedad arterial y ya no sean necesarias nuevas intervenciones.
Pedimos
oración por la señora Olivia R., de
60 años, de México, para que el nuevo estudio que requiere sea certero y el
médico pueda determinar el tratamiento adecuado contra el cáncer de páncreas
que padece. Que la Santísima Virgen María la proteja con su manto.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y
la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros
hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Los cinco minutos de Dios
Setiembre 2
La
vida es una mezcla continua de alegrías y de dolores, de éxitos y fracasos, de
mañanas llenas de luz y de noches cargadas de oscuridad.
¡Cuántos
fracasos, cuántos apagones en la vida de todo hombre, aún en la vida de los
héroes, aún en la vida de los santos! No hay que extrañarse, por lo tanto, de
que también los tengamos nosotros, aunque no seamos ni lo uno ni lo otro.
Pero
esos héroes y esos santos se hicieron tales porque supieron armonizar y
equilibrar esos momentos; ni se dejaron abatir por las tinieblas ni se
desubicaron por la luz de los éxitos.
Eso
también tú lo puedes hacer; y, si lo puedes, lo debes.
Nunca
te deslices por la cuenta de los vulgares pensamientos y de las acciones innobles.
Deberás
caminar siempre con los pies en el suelo; pero que tu corazón mire hacia el
cielo. Hacia allá, como estrella orientadora, fija tu ideal: hacerte cada vez
mejor asemejándote a Dios.
“¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién
dicen que es?” Ellos le respondieron: “Unos dicen que es Juan el Bautista;
otros Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas”. “Y ustedes -les
preguntó- ¿quién dicen que soy?”. Tomando la palabra, Simón Pedro respondió:
“Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo” (Mt 16, 13-16). Muchos y muchas veces
te preguntarán quién crees que es Cristo. ¿Qué les vas a responder?
* P. Alfonso Milagro
Jardinero de Dios
-el
más pequeñito de todos-
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