sábado, 24 de septiembre de 2016

Pequeñas Semillitas 3137

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 11 - Número 3137 ~ Sábado 24 de Setiembre de 2016
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
En la República Argentina, luego de la batalla de Tucumán (1812), el general Manuel Belgrano (patriota de la Independencia) proclamó a la Virgen de la Merced como Generala del Ejército. Por eso, en su día, le rezamos la siguiente oración:
“A ti recurrimos, oh Virgen Generala de nuestros Ejércitos, para implorar tu maternal protección sobre esta Patria Argentina. Te recordamos que aquí se alzó el altar donde se glorificó a Jesús Eucarístico ante el mundo entero; que nuestra bandera se izó en la presencia augusta de tu divino Hijo; que los colores nacionales cruzan sobre tu pecho cual blasón de Generala del Ejército Argentino. Por todo esto te pedimos que protejas a nuestra Patria erigida según los designios divinos y que del uno al otro confín sepan los pueblos honrarla y que al postrarnos ante tu imagen de Virgen Generala resuene esta unánime aclamación: ¡Tú eres la gloria de nuestra Patria! ¡Tú eres la honra de nuestro pueblo! ¡Tú la Generala de nuestro Ejército! Amén.”

¡Buenos días!

“Practiquen la humildad, la dulzura, la paciencia”
Ama a los demás sin esperar nada a cambio, diles a todos con sinceridad que los amas para hacerlos felices. Que no te pase lo que le pasó a Thomas Carlyle con su esposa. Él la amaba profundamente, pero muchas veces era áspero y brusco con ella. Y así pasaron los años…

Su mujer falleció antes que él y, de pronto, todo el afecto reprimido subió a la superficie y exigió una respuesta, una certeza de que su mujer había sabido que él la amaba con toda su alma. Pero ¿cómo podía ella contestar ahora? Él sabía que su mujer llevaba un Diario hacía muchos años y lo buscó hasta encontrarlo. Lo leyó esperando encontrar pruebas de que conocía la verdad de su afecto. Al contrario, página tras página, descubrió la desgarradora evidencia de cómo su mujer deploraba su mal genio y sufría sus accesos de furia tan frecuentes.

El hombre rompió a llorar y exclamó con frustración: “Si mi mujer pudiera volver a mí, aunque sólo por un momento, para poder decirle lo mucho que la he querido siempre y lo que ha significado para mí…”  Pero, ya era demasiado tarde.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, estando todos maravillados por todas las cosas que Jesús hacía, dijo a sus discípulos: «Poned en vuestros oídos estas palabras: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres». Pero ellos no entendían lo que les decía; les estaba velado de modo que no lo comprendían y temían preguntarle acerca de este asunto. (Lc 9,43b-45)
  
Comentario:
Hoy, más de dos mil años después, el anuncio de la pasión de Jesús continúa provocándonos. Que el Autor de la Vida anuncie su entrega a manos de aquéllos por quienes ha venido a darlo todo es una clara provocación. Se podría decir que no era necesario, que fue una exageración. Olvidamos, una y otra vez, el peso que abruma el corazón de Cristo, nuestro pecado, el más radical de los males, la causa y el efecto de ponernos en el lugar de Dios. Más aún, de no dejarnos amar por Dios, y de empeñarnos en permanecer dentro de nuestras cortas categorías y de la inmediatez de la vida presente. Se nos hace tan necesario reconocer que somos pecadores como necesario es admitir que Dios nos ama en su Hijo Jesucristo. Al fin y al cabo, somos como los discípulos, «ellos no entendían lo que les decía; les estaba velado de modo que no lo comprendían y temían preguntarle acerca de este asunto» (Lc 9,45).
Por decirlo con una imagen: podremos encontrar en el Cielo todos los vicios y pecados, menos la soberbia, puesto que el soberbio no reconoce nunca su pecado y no se deja perdonar por un Dios que ama hasta el punto de morir por nosotros. Y en el infierno podremos encontrar todas las virtudes, menos la humildad, pues el humilde se conoce tal como es y sabe muy bien que sin la gracia de Dios no puede dejar de ofenderlo, así como tampoco puede corresponder a su Bondad.
Una de las claves de la sabiduría cristiana es el reconocimiento de la grandeza y de la inmensidad del Amor de Dios, al mismo tiempo que admitimos nuestra pequeñez y la vileza de nuestro pecado. ¡Somos tan tardos en entenderlo! El día que descubramos que tenemos el Amor de Dios tan al alcance, aquel día diremos como san Agustín, con lágrimas de Amor: «¡Tarde te amé, Dios mío!». Aquel día puede ser hoy. Puede ser hoy. Puede ser.
* Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

Santoral Católico:
Nuestra Señora de la Merced
Advocación Mariana
La Santísima Virgen se le apareció a San Pedro Nolasco, en 1218, recomendándole que fundara una comunidad religiosa que se dedicara a auxiliar a los cautivos que eran llevados a sitios lejanos. Esta advocación mariana nace en España y se difunde por el resto del mundo.

San Pedro Nolasco, inspirado por la Santísima Virgen, funda una orden dedicada a la merced (que significa obras de misericordia). Su misión era la misericordia para con los cristianos cautivos en manos de los musulmanes. Muchos de los miembros de la orden canjeaban sus vidas por la de presos y esclavos. Fue apoyado por el rey Jaime el Conquistador y aconsejado por San Raimundo de Peñafort.

San Pedro Nolasco y sus frailes muy devotos de la Virgen María, la tomaron como patrona y guía. Su espiritualidad es fundamentada en Jesús el liberador de la humanidad y en la Santísima Virgen, la Madre liberadora e ideal de la persona libre. Los mercedarios querían ser caballeros de la Virgen María al servicio de su obra redentora. Por eso la honran como Madre de la Merced o Virgen Redentora.

En 1272, tras la muerte del fundador, los frailes toman oficialmente el nombre de La Orden de Santa María de la Merced, de la redención de los cautivos, pero son más conocidos como mercedarios. El Padre Antonio Quexal en 1406, siendo general de la Merced, dice: "María es fundamento y cabeza de nuestra orden".

Esta comunidad religiosa se ha dedicado por siglos a ayudar a los prisioneros y ha tenido mártires y santos. Sus religiosos rescataron muchísimos cautivos que estaban presos en manos de los feroces sarracenos.

El Padre Gaver, en 1400, relata como La Virgen llama a San Pedro Nolasco y le revela su deseo de ser liberadora a través de una orden dedicada a la liberación. Nolasco la pide ayuda a Dios y, en signo de la misericordia divina, le responde La Virgen María diciéndole que funde una orden liberadora.

Desde el año 1259 los padres Mercedarios empiezan a difundir la devoción a Nuestra Señora de la Merced (o de las Mercedes) la cual se extiende por el mundo.
© Aciprensa

Palabras del Papa Francisco
La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son librados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría. Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso. No hay razón para que alguien piense que esta invitación no es para él, porque “nadie queda excluido de la alegría reportada por el Señor”. Al que arriesga, el Señor no lo defrauda, y cuando alguien da un pequeño paso hacia Jesús, descubre que Él ya esperaba su llegada con los brazos abiertos. Ese es el momento para decirle a Jesucristo: “Señor, me he dejado engañar, de mil maneras escapé de tu amor, pero aquí estoy otra vez para renovar mi alianza contigo. Te necesito. Rescátame de nuevo, Señor, acéptame una vez más entre tus brazos redentores” (Evangelii Gaudium)

Humor:
Oración del buen humor
Dame, Señor, un poco de sol, algo de trabajo y un poco de alegría.
Dame el pan de cada día, un poco de mantequilla, una buena digestión y algo para digerir.
Dame una manera de ser que ignore el aburrimiento, los lamentos y los suspiros.
No permitas que me preocupe demasiado por esta cosa embarazosa que soy yo.
Dame, Señor, la dosis de humor suficiente como para encontrar la felicidad en esta vida y ser provechoso para los demás.
Que siempre haya en mis labios una canción, una poesía o una historia para distraerme.
Enséñame a comprender los sufrimientos y a no ver en ellos una maldición.
Concédeme tener buen sentido, pues tengo mucha necesidad de él.
Señor, concédeme la gracia, en este momento supremo de miedo y angustia, de recurrir al gran miedo y a la asombrosa angustia que tú experimentaste en el Monte de los Olivos antes de tu pasión.
Haz que a fuerza de meditar tu agonía, reciba el consuelo espiritual necesario para provecho de mi alma.
Concédeme, Señor, un espíritu abandonado, sosegado, apacible, caritativo, benévolo, dulce y compasivo.
Que en todas mis acciones, palabras y pensamientos experimente el gusto de tu Espíritu santo y bendito.
Dame, Señor, una fe plena, una esperanza firme y una ardiente caridad.
Que yo no ame a nadie contra tu voluntad, sino a todas las cosas en función de tu querer.
Rodéame de tu amor y de tu favor.
-Santo Tomás Moro-

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Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Doña Paca, de la provincia de Buenos Aires, Argentina, que ha sido llamada al cielo luego de casi 100 años de vida. Que a partir de ahora brille para ella la Luz que no tiene fin. También por el eterno descanso de dos personas de México que son: Pablo M. A. y Pamela H. N. Descansen en paz.

Pedimos oración para Ana y Leslie, dos madres que son sostén de sus respectivos hogares y atraviesan problemas laborales y personales, por los que rogamos a la María, Madre de Dios, que las asista y ayude.

Pedimos oración por la salud de Najbi Core D. y de su bebé, de Puebla, México, para que, en esta ocasión, su embarazo llegue a feliz término. Que la Santísima Virgen María la cubra con su manto de protección.

Pedimos oración para Alonso I., de México, a quien hoy lo operan del oído, rogando al Señor que todo salga bien y se recupere rápidamente.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos de Dios
Setiembre 24
¿Has pensado alguna vez en lo que serías capaz de hacer si tú quisieras?
Si quisieras, podrías desparramar a tu alrededor semillas de alegría y de optimismo.
Si quisieras, podrías alargar tu mano para que otros se tomaran de ella, y juntos pudieran seguir adelante cada uno en su deber.
Si quisieras, todos verían en ti una luz que los guiara en su camino, un compañero que suavizara la monotonía del viaje, un amigo que brindara comprensión y afecto.
Si quisieras, podrías hacer muchas cosas para bien tuyo y de los demás.
Si quisieras, podrías hacer todo eso y mucho más.
Si quisieras... si quisieras...
¿Por qué no quieres?
“Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; que tu espíritu bondadoso me conduzca por una tierra llana” (Sal 143,10). Pide todos los días que el Señor te dé la fuerza que necesitas para serle fiel en el cumplimiento de su voluntad; rézale con atención y fervor: “Hágase tu voluntad, haz que mi voluntad desaparezca para que aparezca solamente la tuya; que yo no quiera sino lo que tú quieres”.
* P. Alfonso Milagro

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos- 

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