PEQUEÑAS
SEMILLITAS
Año 10 - Número 2705
~ Viernes 12 de Junio de 2015
Desde la ciudad de
Córdoba (Argentina)
Alabado
sea Jesucristo…
Celebramos este viernes la Solemnidad
del Corazón de Jesús.
Una fiesta cargada de un profundo
significado: Miramos el Corazón herido de Cristo que es fuente de nuestra
salvación y casa de nuestras vidas y de nuestros caminos. Contemplamos el
Corazón traspasado y abierto del Salvador que nos enseña que el amor verdadero
hay que vivirlo de cara a los demás.
Hoy queremos pedirle al Señor que su
Corazón sea nuestro centro y nuestro apoyo, nuestro consuelo y nuestro
descanso. Y que nos ayude a tener un corazón como
el Suyo: sensible, acogedor, sencillo, que perdona, ama y construye, que da
esperanza y es capaz de ponerse en el lugar del otro.
¡Buenos días!
Decisión y voluntad
“Un
día Tamerlán, conquistador tártaro, sufrió una seria derrota que lo deprimió a
tal punto que se encerró en su tienda. Pasaba las horas rumiando su desgracia y
pensaba ya desistir de su ambicioso plan, cuando se fijó en una hormiga que
subía por la lona de su carpa. Con un palito tiró al suelo la hormiga. Pero el
insecto de inmediato volvió a subir. El rey tártaro insistió en arrojarla otra
vez al suelo.
- Uno no cae en el combate, sino cuando ha
dejado caer antes su ánimo (San Agustín).
- Un ejército está vencido a partir del
momento en que se cree vencido (Napoleón).
- Es maravilloso el número de cosas
imposibles que la gente decidida logra realizar. Nosotros deberíamos formar
parte de ese equipo (Raúl Plus).
- No se duerman pensando que una cosa es
imposible; podría despertarlos el ruido que otro hace al realizarla (Refrán
americano).
- La perseverancia es el alto precio que hay
que pagar por todas las conquistas de este mundo. Todo lo más grande en
cualquier ámbito se ha conseguido por una ardiente constancia (Ignacio
Larrañaga).
Sin
desanimarse la hormiga empezó de nuevo su ascensión. El rey se obstinó en
proyectarla al piso una y otra vez, hasta 80 veces. El rey se maravilló por la
perseverancia demostrada por aquel pequeño insecto y, recapacitando, se dijo:
"La imitaré y venceré". Y el rey tártaro se levantó, reorganizó su
ejército, y siguió con renovado empuje la invasión proyectada. Fue un
conquistador invencible”. ¿Estás convencido del valor de la constancia?
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de
Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, los judíos, como era el
día de la Preparación, para que no quedasen los cuerpos en la cruz el sábado
—porque aquel sábado era muy solemne— rogaron a Pilato que les quebraran las
piernas y los retiraran. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del
primero y del otro crucificado con Él.
Pero al llegar a Jesús, como lo vieron
ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le
atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua. El que lo
vio lo atestigua y su testimonio es válido, y él sabe que dice la verdad, para
que también vosotros creáis. Y todo esto sucedió para que se cumpliera la
Escritura: ‘No se le quebrará hueso alguno’. Y también otra Escritura dice:
‘Mirarán al que traspasaron’. (Jn 19,31-37)
Comentario
Hoy se nos ofrece ante los ojos
corporales —mejor todavía, ante los “ojos interiores”, iluminados por la fe— la
figura de Cristo que, acabado de morir en la Cruz, tuvo el costado abierto por
una lanzada infligida por el centurión. «Al instante salió sangre y agua» (Jn
19,34). ¡Espectáculo angustioso y, a la vez elocuentísimo! No hay ni el más
mínimo espacio para sostener la tesis de alguno que afirma una muerte aparente:
Jesús está ciertamente muerto al 100%. Es más, aquella misteriosa “agua”, que
no saldría de un cuerpo sano, normal, nos indica según la medicina moderna que
Cristo debió morir a causa de un infarto o, como decían nuestros antepasados,
con el corazón reventado. Sólo en este caso se verifica la separación del suero
de los glóbulos rojos. Esto explicaría aquel anómalo “sangre y agua”.
Cristo, por tanto, ha muerto
verdaderamente, y ha muerto sea a causa de nuestros pecados, sea por su más
vivo y principal deseo: poder cancelar nuestros pecados. «Con mi muerte he
vencido la muerte y he exaltado al hombre a la sublimidad del cielo» (Melitón
de Sardis). Dios, que ha mantenido la promesa de resucitar a su Hijo, mantendrá
también la segunda promesa: nos resucitará también a nosotros y nos elevará a
su propia diestra. Pero pone una condición mínima: creer en Él y dejarnos
salvar por Él. Dios no impone a nadie su amor en detrimento de la humana
libertad.
En fin, sobre aquel Hombre que ha
sufrido la lanzada en su corazón, «mirarán al que traspasaron» (Jn 19,37). Nos
da confirmación también el Apocalipsis: «Mirad que viene entre nubes, y todo
ojo lo verá, especialmente los que le traspasaron» (Ap 1, 7). Ésta es una
sagrada exigencia de la divina justicia: al fin, también aquellos que lo han
rechazado obstinadamente, lo tendrán que reconocer. Incluso, el tirano
autoidólatra, el asesino despiadado, el ateo soberbio..., todos sin excepción
se verán constreñidos a arrodillarse ante Él, reconociéndolo como el verdadero,
único Dios. ¿No es mejor, entonces, serle amigos desde ahora?
P. Raimondo M. SORGIA Mannai OP (San Domenico di
Fiesole, Florencia, Italia)
Santoral Católico:
Solemnidad del
Sagrado Corazón de Jesús
Un corazón que solo busca tu amor.
© Catholic.net
Las frases de hoy
"A pesar de toda oposición, este
Divino Corazón eventualmente triunfará.
Dichosos los que han sido instrumentos
para establecer su Reinado"
"Acepta lo que te manda el Sagrado
Corazón de Jesucristo para unirte a sí"
"Este divino Corazón es pero
dulzura, humildad y paciencia,
por lo tanto, debemos esperar... Él sabe
cuándo actuar."
~ Santa Margarita María ~
Tema del día:
Devoción al
Sagrado Corazón de Jesús
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús
tiene por objeto el Corazón de Jesucristo y el amor inmenso en que se abrasa
por nosotros. Tiene por fin devolverle amor por amor, darle gracias por sus
beneficios y reparar los ultrajes que no cesa de recibir.
Esta devoción es la más excelente, sea
por su objeto material, que es el corazón de carne del Hombre Dios, manantial
de la sangre que ha salvado al mundo, sea sobre todo por su objeto espiritual
que es el amor de este divino Salvador.
Este divino Corazón ha sido formado para
nosotros en el seno de María; ha palpitado, ha orado, se ha conmovido, ha
sufrido. Él ha dictado las hermosas páginas del Evangelio; es la fuente de los
Sacramentos.
Él es quien, desde el Tabernáculo santo,
sostiene, dirige, consuela a las almas; este Corazón es el que inspira todos
los sacrificios, el que santifica todos nuestros dolores, el que hace nacer
todas nuestras virtudes.
Este Corazón es el que perdona en el
santo tribunal de la Penitencia, que se manifiesta a nosotros por sus
inspiraciones interiores; es el que nos ha dado por madre a María, y el que, en
la Eucaristía, hace sus delicias al habitar entre los hijos de los hombres.
Esta devoción es una de las más
completas, porque resume la religión entera, que no es otra cosa sino un
comercio de amor entre Dios y el hombre.
Esta devoción es una de las más amables
y más consoladoras, puesto que nos muestra todos nuestros padecimientos
sufridos por el corazón de nuestro Dios, antes de llegar a nuestros corazones; porque
nos da a conocer el Corazón de Jesús, ese Corazón en el cual abundan todas las
cualidades que forman los corazones buenos, los corazones nobles, grandes,
generosos, heroicos.
El Corazón de Jesús es el corazón del
amigo más adicto y más fiel, el corazón del mejor y del más tierno de los
padres, el corazón del libertador más desinteresado y magnánimo, el corazón de
un Dios que posee todos los atractivos, todas las perfecciones que puedan
agradar, conmover y atraer.
Promesas
de Jesucristo a Santa Margarita María, a favor de las personas devotas de su
Sagrado Corazón.
1. Les daré todas las gracias necesarias
a su estado.
2. Pondré paz en sus familias.
3. Les consolaré en todas sus penas.
4. Seré su refugio seguro durante su
vida y sobre todo en la muerte.
5. Derramaré abundantes bendiciones
sobre todas sus empresas.
6. Los pecadores encontrarán en mi
Corazón un manantial y el océano de la misericordia.
7. Las almas tibias se volverán
fervorosas.
8. Las almas fervorosas llegarán
rápidamente a una gran perfección.
9. Bendeciré las casas en las cuales sea
expuesta y honrada la imagen de mi sagrado Corazón.
10. Daré a los sacerdotes el talento
necesario para ablandar los corazones más endurecidos.
11. El nombre de las personas que
propaguen esta devoción quedará escrito en mi Corazón y jamás se borrará.
Consagración al Sagrado Corazón: ver acá.
Consagración al Sagrado Corazón: ver acá.
© Web Católico de Javier
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia
Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos,
sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el
cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno,
así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu
Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del
Inmaculado Corazón de María; por la
conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África,
y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente
por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo,
el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los inmigrantes del Mediterráneo;
por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por
la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación
de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones
sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Junio, mes del Corazón de Jesús
Día 12: La confesión
El
Corazón de Jesús es un corazón de padre y como el padre está siempre dispuesto
a perdonar las culpas del hijo; el Corazón de Jesús quiere hallar el medio con
el que tú puedas encontrar siempre el perdón de tus pecados.
Le
presentaron a Jesús 10 leprosos y Él les dijo: "Id a presentaros a los
sacerdotes". Ellos obedecieron y fueron curados. Jesús quiere así
prepararnos con el sacramento de la Penitencia que instituyó cuando dijo a sus
discípulos: "Recibid el espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados
les serán perdonados; a quienes se los retengáis les serán retenidos".
El
mismo Concilio de Trento llama a la confesión, segunda tabla de salvación
después del naufragio. ¿Y tú no la estimas?
Del Web Católico de Javier
Jardinero de Dios
-el más
pequeñito de todos-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.