lunes, 8 de junio de 2015

Pequeñas Semillitas 2701

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 10 - Número 2701 ~ Lunes 8 de Junio de 2015
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Jesús se identifica con el pan, dice que es pan. Nosotros quizás tendemos más a decir y a pensar que el pan es Jesús, en lugar de que Jesús es pan, partido y compartido, como Él dice. Jesús es el anfitrión. Compartir la mesa es el gran símbolo de la convivencia, de la reconciliación, de la inclusión. Los banquetes son la mejor metáfora  del Reino.
Durante su vida Jesús aprovechó el momento de las comidas para transmitir sus enseñanzas: su concepción del Reino, el modo de actuar de quienes quieran seguirle, su imagen del Padre. Todo lo necesario para darnos vida, para que demos vida, para hacernos partícipes de su vida.
El pan que se parte y se comparte, la copa de vino que se derrama, resumen el sentido de la vida de Jesús: una vida entregada, una vida para los demás. Es lo que nos recomienda cuando dice: “haced esto en memoria mía”. No se refiere a repetir rutinariamente unas palabras y unos gestos que no comprometen ni transforman la vida. La invitación es a seguirle. A estar dispuestos a lavar pies, a no excluir ni excomulgar a nadie y a ser pan, vino, luz, camino, paz… para el mundo. Como Él. A. Gutiérrez

¡Buenos días!

María y la Eucaristía
En el sueño que tuvo S. Juan Bosco el 30 de mayo de 1862, aparecía la barca de la Iglesia, dirigida por el Papa y amenazada por sus enemigos. En el centro del mar había dos grandes columnas, una representaba a María y la otra a la Eucaristía; cuando el Papa se aferró a ellas, desaparecieron sus enemigos. María y la Eucaristía son las dos columnas fundamentales de nuestra fe. María nos lleva a Jesús Eucaristía.

En Roma, en el lugar llamado Tre Fontane, donde María se apareció varias veces a partir del 12 de abril de 1947 a Bruno Cornacchiola, un adventista que se convirtió, se celebró una misa el 7 de Noviembre de 1979, a la que asistieron miles de personas. En el momento de la elevación de la hostia, el sol empezó a girar vertiginosamente sobre sí mismo, como en el milagro de Fátima, irradiando luces de todos los colores. Y en el disco solar, que podía mirarse sin causar daño a los ojos, se formaron una M, significando a María, y una hostia grande con las letras JHS, para significar la Eucaristía.

En las apariciones de María en Medjugorje, María ha recomendado la asistencia diaria a la misa y esto ha hecho transformar la vida de este pequeño pueblo. Ella ha insistido mucho en cinco puntos para afianzar nuestra fe. Primero la Eucaristía, la Palabra de Dios, el rezo del Rosario, la confesión mensual y la penitencia con oración.
Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros». (Mt 5,1-12)

Comentario
Hoy, con la proclamación de las Bienaventuranzas, Jesús nos hace notar que a menudo somos unos desmemoriados y actuamos como los niños, pues el juego nos hace perder el recuerdo. Jesús temía que la gran cantidad de “buenas noticias” que nos ha comunicado —es decir, de palabras, gestos y silencios— se diluyera en nuestros pecados y preocupaciones. ¿Recordáis, en la parábola del sembrador, la imagen del grano de trigo ahogado en las espinas? Por eso san Mateo engarza las Bienaventuranzas como unos principios fundamentales, para que no las olvidemos nunca. Son un compendio de la Nueva Ley presentada por Jesús, como unos puntos básicos que nos ayudan a vivir cristianamente.
Las Bienaventuranzas están destinadas a todo el mundo. El Maestro no sólo enseña a los discípulos que le rodean, ni excluye a ninguna clase de personas, sino que presenta un mensaje universal. Ahora bien, puntualiza las disposiciones que debemos tener y la conducta moral que nos pide. Aunque la salvación definitiva no se da en este mundo, sino en el otro, mientras vivimos en la tierra debemos cambiar de mentalidad y transformar nuestra valoración de las cosas. Debemos acostumbrarnos a ver el rostro del Cristo que llora en los que lloran, en los que quieren vivir desprendidos de palabra y de hechos, en los mansos de corazón, en los que fomentan las ansias de santidad, en los que han tomado una “determinada determinación”, como decía santa Teresa de Jesús, para ser sembradores de paz y alegría.
Las Bienaventuranzas son el perfume del Señor participando en la historia humana. También en la tuya y en la mía. Los dos últimos versículos incorporan la presencia de la Cruz, ya que invitan a la alegría cuando las cosas se ponen feas humanamente hablando por causa de Jesús y del Evangelio. Y es que, cuando la coherencia de la vida cristiana sea firme, entonces, fácilmente vendrá la persecución de mil maneras distintas, entre dificultades y contrariedades inesperadas. El texto de san Mateo es rotundo: entonces «alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos» (Mt 5,12).
Rev. D. Àngel CALDAS i Bosch (Salt, Girona, España)

Santoral Católico:
San Medardo
Obispo
Nació en Vermandois (Francia); su padre era uno de los Francos conquistadores de la Galia con Clodoveo y su madre era de familia galo-romana. Estudió, se ordenó de sacerdote y se hizo famoso por los milagros que se le atribuían. En torno al año 545 lo eligieron obispo de Vermandois (actual Saint-Quintin). Cuando la ciudad fue asaltada y destruida, trasladó la sede episcopal a Noyon, donde se prodigó en esfuerzos para convertir al pueblo de las supersticiones paganas a la doctrina de Cristo. Murió en Saint-Quintin el año 560 y su cuerpo fue trasladado a Soissons.
© Directorio Franciscano    

La frase de hoy

“La relación individual con Jesús es imposible sostenerla, si la persona se desentiende de los demás. De ahí la dimensión necesaria de la Iglesia, sin la cual no podemos subsistir como cristianos. Jesús espera que sus discípulos se hagan amigos y que como comunidad den fruto y que este fruto sea duradero. Y nos promete que, lo que pidamos juntos en su nombre, el Padre nos lo concederá. En la comunión de los santos alcanzamos la plenitud”
~ Mons. Luis Stöckler ~

Tema del día:
Restaurar el cuerpo
“... es preciso saber que uno reza con su cuerpo (...) Esto puede parecer evidente, pero el cristianismo, pese a su origen de religión de encarnación, se había [se ha] convertido de tal modo en una religión [sólo] del alma (…) que había [ha] olvidado la parte del cuerpo en la oración” (J.C Barreau).

El cuerpo ha de reflejar el silencio del alma, esencialmente religiosa; ha de llegar a ser, y cada vez más, lugar de la gloria de Dios; lugar de oración, y parte de nuestra relación de amor…

Necesitamos un cuerpo favorable para la celebración de nuestra propia presencia y para la celebración de nuestro culto razonable (lógico), el que debemos a Dios (Rm 12,1). Es la lógica de quien debe amar a Dios y amarlo ‘en cuerpo y alma’. El cuerpo, lugar de presencia del alma que lo habita, se tiene que someter a lo que llamo pautas de encarnación: posibilidades prácticas para que el alma habite nuestro cuerpo. Nuestra religión es una religión de encarnación.

Un primer orden es el restaurar nuestra anatomía dañada y nuestra fisiología alterada. No significa que tengamos que reparar nuestros daños corporales; es suficiente con que los asumamos y que sean parte de esa entrañable debilidad que le dé a Dios la oportunidad de verter en nosotros su fuerza. Fuerza y debilidad –en este caso, corporal–  no son una contradicción, sino una indecible confluencia de fuerzas como la del vaso vacío y el agua que lo llena; como del que no tiene y acepta que le den; como del que no puede y busca la fuerza de otro: de Dios… Y es un aspecto de ‘bienaventurados los pobres en el espíritu’.

Muchos cuerpos creyentes son cuerpos profanos, sin misterio, paganos. La orientación religiosa de nuestro cuerpo no se ciñe a gestos o posturas, reflejo de nuestra mente; tiene que salir del alma: entonces el gesto es un gesto puro, no fabricado. Ese gesto, en tal caso, nos define; ese gesto, salido desde dentro, es necesariamente religioso; lo realiza el cuerpo pero ¡sale del alma…!
© Nicolás Caballero, cmf

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los inmigrantes del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para Alberto José H. P., de Buenos Aires, Argentina, amigo y colaborador de “Pequeñas Semillitas”, que este miércoles va a ser operado de divertículos intestinales. Le rezamos a Nuestra Señora de Lourdes, para que ella como Madre bondadosa, interceda ante Jesús para que todo se desarrolle de la mejor manera y nuestro amigo pronto esté curado.

Pedimos oración por Sofia, de 78 años, vive en Florida, USA y se encuentra en terapia intensiva. Rogamos al buen Jesús que esté junto a ella y si es Su voluntad la ayude a recuperarse. Y que pueda verse confortada con la unción de los enfermos que se le viene negando por algunas creencias absurdas de quienes la rodean.

Pedimos oración para Guadalupe P. V., de México, que padece cáncer en fase terminal. Que el Señor le conceda lo mejor para ella.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Junio, mes del Corazón de Jesús
Día 8: El escándalo
El corazón más dulce y más humilde de la tierra es el Corazón de Jesús. Pero este corazón divino no puede quedar indiferente frente a la ruina de tantas almas y es entonces cuando se conmueve y grita: ¡Ay, del mundo por los escándalos!
Jesús trabaja por la salvación de las almas; el escándalo roba las almas a Jesús para dárselas al demonio. Jesús muere en la cruz para redimir a los pecadores; el escándalo hace estragos de la inocencia, destruye y arruina la obra de la redención.
Dice San Agustín que el escandaloso sufrirá tantos infiernos como las almas que él ha asesinado. Examínate bien. La Magdalena fue escandalosa, pero reparó y llegó a ser santa. Haz tú lo mismo.
Del Web Católico de Javier

Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-

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