PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2543 ~ Jueves
18 de Diciembre de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Cada reto es una bendición. Porque es una gran
oportunidad de poner en práctica todo lo que hemos aprendido. Si no tuviéramos
la oportunidad de demostrarnos a nosotros mismos qué tantas habilidades hemos
adquirido, no tendríamos el sentido del triunfo.
Cada nueva experiencia es un regalo de la vida que nos
permite valorar lo que tenemos y lo que somos. Es el regalo de hacernos más fuertes,
más conscientes, más congruentes, más activos.
De esa manera pasamos por la vida dejando huella en
nuestra propia vida... en nuestra historia. Es la manera de sentirnos más
vivos.
Nunca te des por vencido. Dios acompaña tu camino.
¡Buenos días!
Dirección equivocada
La vida es
nuestro máximo valor y, a la vez, nuestro máximo problema. Tememos perderla;
nos angustia la muerte física. Pero hay otra muerte más sutil que nos envuelve:
no encontrarle sentido, dirección acertada a la vida. ¿Para qué vivimos? ¿Vale
la pena vivir la vida? Esto que llamamos vida ¿es una oportunidad o un castigo?
Era un día de invierno: Todas las veces que
el colectivo paraba en una estación terminal, un hombre se asomaba por la
ventana, leía el nombre de la localidad y suspirando fuertemente se dejaba caer
de vuelta en su asiento. Después de la quinta vez le preguntó un compañero de
viaje, preocupado: “¿Le duele algo, señor? ¿Por qué usted gime tan
terriblemente?” Contestó el hombre: “A decir verdad tendría que cambiar el colectivo.
Todo el tiempo viajo ya en la falsa dirección. Pero, ¡aquí dentro es tan
calentito y cómodo!”.
El egoísmo
atrofia al hombre, que sólo en la donación generosa a los demás encuentra su
madurez y plenitud. Si te preocupas demasiado por ti mismo, si vives para
acumular dinero y comodidades, no te quedará tiempo para los demás. Si no vives
para los demás, la vida carecerá de sentido para ti, porque la vida sin amor no
vale nada.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
La generación de Jesucristo fue de esta manera: Su madre,
María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se
encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y
no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto.
Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le
apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a
María tu mujer porque lo engendrado en Ella es del Espíritu Santo. Dará a luz
un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus
pecados». Todo esto sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por
medio del profeta: «Ved que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le
pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: “Dios con nosotros”».
Despertado José del sueño, hizo como el Ángel del Señor le había mandado, y
tomó consigo a su mujer. (Mt 1,18-24)
Comentario
Hoy, la liturgia de la palabra nos invita a considerar el
maravilloso ejemplo de san José. Él fue extraordinariamente sacrificado y
delicado con su prometida María.
No hay duda de que ambos eran personas excelentes,
enamorados entre ellos como ninguna otra pareja. Pero, a la vez, hay que
reconocer que el Altísimo quiso que su amor esponsalicio pasara por
circunstancias muy exigentes.
Ha escrito el Papa Juan Pablo II que «el cristianismo es
la sorpresa de un Dios que se ha puesto de parte de su criatura». De hecho, ha
sido Él quien ha tomado la “iniciativa”: para venir a este mundo no ha esperado
a que hiciésemos méritos. Con todo, Él propone su iniciativa, no la impone:
casi —diríamos— nos pide “permiso”. A Santa María se le propuso —¡no se le
impuso!— la vocación de Madre de Dios: «Él, que había tenido el poder de
crearlo todo a partir de la nada, se negó a rehacer lo que había sido profanado
si no concurría María» (San Anselmo).
Pero Dios no solamente nos pide permiso, sino también
contribución con sus planes, y contribución heroica. Y así fue en el caso de
María y José. En concreto, el Niño Jesús necesitó unos padres. Más aún:
necesitó el heroísmo de sus padres, que tuvieron que esforzarse mucho para
defender la vida del “pequeño Redentor”.
Lo que es muy bonito es que María reveló muy pocos
detalles de su alumbramiento: un hecho tan emblemático es relatado con sólo dos
versículos (cf. Lc 2,6-7). En cambio, fue más explícita al hablar de la
delicadeza que su esposo José tuvo con Ella. El hecho fue que «antes de empezar
a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo» (Mt
1,19), y por no correr el riesgo de infamarla, José hubiera preferido
desaparecer discretamente y renunciar a su amor (circunstancia que le
desfavorecía socialmente). Así, antes de que hubiese sido promulgada la ley de
la caridad, san José ya la practicó: María (y el trato justo con ella) fue su
ley.
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès,
Barcelona, España)
Santoral Católico:
La Expectación del Parto
o Nuestra Señora de la O
El gozo esperanzado que poseyó Santa María
por el futuro
próximo de su parto.
Puedes leer más haciendo clic acá.
Fuente: Catholic.net
Palabras del Papa Francisco
“Cada familia cristiana, como hicieron María y José,
puede recibir a Jesús, escucharlo, hablar con Él, estar con Él, protegerlo,
estar con Él, y así mejorar el mundo. Hagamos espacio en nuestros corazones y
en nuestros días al Señor. Así lo hicieron María y José, y no fue fácil.
¡Cuántas dificultades tuvieron que superar!... La familia de Jesús no era una
familia falsa. No era una familia irreal. La familia de Nazaret nos permite
redescubrir la vocación y la misión de la familia, de cada familia”
~Papa Francisco~
Tema del día:
La familia como faro de amor
1) Para saber
Durante la Audiencia General del miércoles de la semana
pasada, el Papa Francisco se refirió al anterior Sínodo sobre la Familia.
Recordó que nadie ahí puso en discusión “las verdades fundamentales” del
matrimonio: la indisolubilidad, la unidad, la fidelidad y la apertura a la
vida. Ello es en vistas a la próxima Asamblea General que tendrá lugar en
octubre, para tratar sobre la vocación y misión de la familia.
El Papa agradeció a los medios de comunicación su labor,
aunque recordó que durante el Sínodo su visión era al estilo de las crónicas
deportivas o políticas, uno equipo contra otro, pero eso no es así. El Sínodo
no es un parlamento, sino un espacio protegido para que el Espíritu Santo pueda
obrar.
2) Para pensar
Hace tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un
pequeño niño lo quería mucho: todos los días jugaba con él, trepaba, comía sus
manzanas, se columpiaba en sus ramas y dormía feliz bajo su sombra.
Él amaba al árbol y el árbol amaba al niño. El niño
creció y ya no volvió a jugar. Un día el muchacho regresó y escuchó que el
árbol le dijo ilusionado: “¿Vienes a jugar?” El muchacho contestó: “Ya no soy
niño. Ahora quiero una motocicleta y necesito dinero”.
Lo siento, dijo el árbol, no tengo dinero… Pero toma mis
manzanas, véndelas y obtendrás dinero.
El muchacho arrancó todas las manzanas y obtuvo el
dinero. El árbol su puso feliz al ver al muchacho alegre, pero éste no volvió y
el árbol entristeció.
Tiempo después, el muchacho regresó y el árbol le
preguntó: “¿Vienes a estar conmigo?” Le contestó: “No tengo tiempo. Ahora
quiero una casa para vivir con mi esposa e hijos”. El árbol le dijo: “Corta mis
ramas y constrúyela”. Cortadas las ramas, el joven no volvió y el árbol volvió
a estar triste y solitario.
Cierto día el hombre regresó: “¿Vienes a estar conmigo?”
preguntó el árbol viejo. El hombre contestó: “Estoy triste y volviéndome viejo,
quiero un bote para navegar”. El árbol dijo: “Usa mi tronco para que construyas
uno y seas feliz”. Cortó el tronco, construyó su bote y se fue a navegar.
Ya anciano, regresó un día y vio solo las raíces de
aquello que había sido el árbol que tanto lo había amado y dado todo por él,
sin que se lo hubiera agradecido. Entonces añoró el tiempo feliz junto al árbol
y arrepentido lloró profundamente… esas raíces recibieron las lágrimas como
agua para comenzar a renacer…
Esta puede ser la historia de cada uno. El árbol son
nuestros padres. Cuando somos niños, los amamos y jugamos con ellos. Cuando
crecemos los dejamos... sólo regresamos cuando los necesitamos o estamos en
problemas. Ellos siempre están allí para darnos todo lo que pueden y hacernos
felices.
Valoremos a nuestros padres sin ser malagradecidos
mientras los tengamos y, si ya no están, que el recuerdo de su amor perdure
para siempre.
3) Para vivir
El Papa afirmó que la misión de la familia cristiana es "la de anunciar al mundo, con la fuerza del Sacramento nupcial, el amor de
Dios".
Todos estamos llamados a esta tarea. Revisemos nuestro
hogar para no ser 'contagiados' por una mentalidad mundana y egoísta. Que
sepamos vivir ese amor y alegría en el mismo hogar de modo que se vuelva un
faro de luz para la sociedad.
Pbro. José Martínez Colín
Nuevo vídeo
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Para verlo tienes que ir al final de la página.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo
místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como
Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por
las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón
de María; por la conversión de todos los
pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos
motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto,
la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la
fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este
sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por
las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para la señora Francisca Antonia E. T., de República Dominicana, la cual tuvo una
lesión en la cadera y le practicarán una operación de reconstrucción de la
misma, rogando al Señor que la ayude a una pronta recuperación.
Pedimos oración por Julio
O., 74 años, de ciudad de Panamá, afectado por antecedentes cardíacos y
ahora con un derrame cerebral y hemiplejía. Rogamos a la Virgen de Guadalupe y
a San Juan Pablo II que intercedan por él ante el Padre del cielo por su
recuperación.
Pedimos oración para Alejandra,
de Buenos Aires, Argentina, que ha recaído en su problema de ataques de pánico.
Que el Niño de Belén le traiga toda la fortaleza psíquica y espiritual
necesaria para poder vencer esta enfermedad definitivamente.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Un estímulo todos los días
Diciembre 18
“Señor poderoso, quiero poner en tu presencia a esa
persona que me cuesta amar. Señor mío, guardo en mi corazón algo que me
perturba. No puedo aceptar a esa persona que me falló, me dañó, me rechazó o me
olvidó. Pero yo sé que esta falta de perdón me hace mal, me enferma, me quita
la alegría y la paz interior. Quiero liberar mi vida interior y arrancar esta
inquietud que a veces vuelve a molestarme.
Tú me amas, Señor, pero también quieres que ame a los
demás con ese amor que perdona, que comprende y espera. Tú quieres que me
libere de esas espinas escondidas de resentimientos.
Pero solo no puedo, Señor, no puedo. Por eso, dame la
gracia de querer verdaderamente perdonar, coloca en mi corazón la decisión de
arrancar de mí todo rencor y todo deseo de venganza. Dame el deseo de curar mi
relación con esa persona, para que pueda recordarla otra vez con paz y sin
angustia.
¡Líbrame, Señor! Amén.”
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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