PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 9 - Número 2544 ~ Viernes
19 de Diciembre de 2014
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
Un día un ángel se arrodilló a los pies de Dios y le
preguntó:
- Señor: ¿Por qué cada una de las personas sobre la
tierra tienen apenas un ala? Los ángeles tenemos dos. Pero los humanos con su
única ala no pueden volar.
Dios respondió:
- Ellos sí pueden volar y mejor que nuestros Arcángeles.
Para volar, mi pequeño ser, tú precisas de tus dos alas…
Y aunque libre, tú estás solo porque al estar conmigo no tienes la comprensión
de soledad ni la necesidad de dependencia puesto que entiendes que todos somos
uno.
Mas los humanos tienen solo una para complementarse con
los demás para poder volar y comprender de esta manera lo que significa la unidad,
el respeto hacia los otros. De este modo, a través del amor y la comprensión,
podrán obtener el ala que le falta para poder volar tan alto como deseen sus
corazones.
Recuerda: “Todos somos ángeles con una sola ala, y sólo
podremos volar abrazados los unos a los otros”
¡Buenos días!
Oración de perdón
Pedir perdón a
Dios por las faltas cometidas ayuda a conocernos con sinceridad. Hay males en
nuestra esfera síquica con los que fácilmente pactamos y nos impiden adquirir
una auténtica madurez. Esta oración es un arma poderosa en la lucha contra el
mal que se oculta en nuestro interior, además atrae la fuerza de Dios para purificarnos
de los malos hábitos.
Señor, recuerdo tu amor y quiero pedirte
perdón, porque quisiste para mí una vida más santa, pero yo elegí la tibieza y
la mediocridad. Pero no quiero quedarme postrado espiritualmente. Sé que allí
está tu mirada de cariño y tus brazos que quieren levantarme. Ten misericordia
de mí, Señor, por tu bondad. Perdóname por el mal que hice y por el bien que no
quise hacer. Piedad de mí, Señor, piedad de mí, que soy frágil e imperfecto. Tú
sabes que te amo. Pero soy débil y vuelvo a caer. Por eso te pido: renuévame
por dentro, santifícame, libérame, límpiame de mi maldad y quedaré más blanco
que la nieve. Amén. P. Fernández.
Es una oración
buena para ambientarte, pero trata de ser concreto. Di, por ej.: perdóname,
Señor, mis faltas de amor y de comprensión; por encerrarme en mí mismo; por las
veces que me dejo llevar de la desesperanza; porque constato que la vanidad
motiva con frecuencia mis obras, etc. La gracia del Señor te ayudará en esta
lucha espiritual.
Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote,
llamado Zacarías, del grupo de Abías, casado con una mujer descendiente de
Aarón, que se llamaba Isabel; los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin
tacha en todos los mandamientos y preceptos del Señor. No tenían hijos, porque
Isabel era estéril, y los dos de avanzada edad.
Sucedió que, mientras oficiaba delante de Dios, en el
turno de su grupo, le tocó en suerte, según el uso del servicio sacerdotal,
entrar en el Santuario del Señor para quemar el incienso. Toda la multitud del
pueblo estaba fuera en oración, a la hora del incienso. Se le apareció el Ángel
del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso. Al verle Zacarías, se
turbó, y el temor se apoderó de él. El ángel le dijo: «No temas, Zacarías,
porque tu petición ha sido escuchada; Isabel, tu mujer, te dará a luz un hijo,
a quien pondrás por nombre Juan; será para ti gozo y alegría, y muchos se
gozarán en su nacimiento, porque será grande ante el Señor; no beberá vino ni
licor; estará lleno del Espíritu Santo ya desde el seno de su madre, y a muchos
de los hijos de Israel, les convertirá al Señor su Dios, e irá delante de Él
con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los
padres a los hijos, y a los rebeldes a la prudencia de los justos, para
preparar al Señor un pueblo bien dispuesto».
Zacarías dijo al ángel: «¿En qué lo conoceré? Porque yo
soy viejo y mi mujer avanzada en edad». El ángel le respondió: «Yo soy Gabriel,
el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta
buena nueva. Mira, te vas a quedar mudo y no podrás hablar hasta el día en que
sucedan estas cosas, porque no diste crédito a mis palabras, las cuales se
cumplirán a su tiempo».
El pueblo estaba esperando a Zacarías y se extrañaban de
su demora en el Santuario. Cuando salió, no podía hablarles, y comprendieron
que había tenido una visión en el Santuario; les hablaba por señas, y
permaneció mudo. Y sucedió que cuando se cumplieron los días de su servicio, se
fue a su casa. Días después, concibió su mujer Isabel; y se mantuvo oculta
durante cinco meses diciendo: «Esto es lo que ha hecho por mí el Señor en los
días en que se dignó quitar mi oprobio entre los hombres». (Lc 1,5-25)
Comentario
Hoy, el ángel Gabriel anuncia al sacerdote Zacarías el
nacimiento “sobrenatural” de Juan el Bautista, que preparará la misión del
Mesías. Dios, en su amorosa providencia, prepara el nacimiento de Jesús con el
nacimiento de Juan, el Bautista. Aunque Isabel sea estéril, no importa. Dios
quiere hacer el milagro por amor a nosotros, sus criaturas.
Pero Zacarías no manifiesta en el momento oportuno la
visión sobrenatural de la fe: «¿En qué lo conoceré? Porque yo soy viejo y mi
mujer avanzada en edad» (Lc 1,18). Tiene una mirada excesivamente humana. Le
falta la docilidad confiada en los planes de Dios, que siempre son más grandes
que los nuestros: ¡en este caso, ni más ni menos que la Encarnación del Hijo de
Dios para la salvación del género humano! El ángel encuentra a Zacarías como
“despistado”, lento para las cosas de Dios, como estando en “fuera de juego”.
Cuando ya faltan pocos días para la Navidad, conviene que
el Ángel del Señor nos encuentre preparados, como María. Es necesario tratar de
mantener la presencia de Dios a lo largo del día, intensificar nuestro amor a
Jesucristo en nuestro tiempo de oración, recibir con mucha devoción la Sagrada
Comunión: ¡porque Jesús nace y viene a nosotros! Y que no nos falte la visión
sobrenatural en todos los quehaceres de nuestra vida. Hemos de poner visión
sobrenatural en nuestro trabajo profesional, en nuestros estudios, en nuestros
apostolados, incluso en los contratiempos de la jornada. ¡Nada escapa a la
providencia divina! Con la certeza y la alegría de saber que nosotros
colaboramos con los ángeles y con el Señor en los planes amorosos y salvadores
de Dios.
Rev. D. Ignasi FUSTER i Camp (La Llagosta, Barcelona,
España)
Santoral Católico:
San Urbano
Papa
Información amplia haciendo clic acá.
Fuente: EWTN
La frase de hoy
“¿Qué es la Navidad?
Es la ternura del pasado,
el valor del presente y la esperanza del futuro.
Es el deseo más sincero de que cada taza
se rebose con bendiciones ricas y eternas,
y de que cada camino nos lleve a la paz. “
~Agnes M. Pharo~
Tema del día:
Navidad sin Cristo no es
Navidad
Son tres las fiestas más importantes para el calendario
cristiano: la Pascua, Pentecostés, y el Nacimiento de Jesús, la Navidad. Sería
una pena que permitiéramos que pierdan su verdadero sentido. Y pienso, sobre
todo, en la Navidad, la que seguramente está más arraigada en la tradición
cristiana de nuestros pueblos, pero también la más expuesta a perder su
significado.
Soplan vientos de secularismo que quieren arrasar con
todo. Tal vez tenga que aclarar qué es esto del secularismo: el Concilio
Vaticano II reconoció la justa autonomía de lo temporal. Pero esto, de ninguna
manera significa borrar a Dios de nuestra existencia. Prescindir de Él, como si
ni existiera, que es lo que a muchos les está ocurriendo. Están tan sumergidos
en las cosas materiales, las creaturas, (las cosas creadas), y se olvidan de su
creador. El secularismo, en el fondo, es una consecuencia del materialismo.
Y es lo que yo me temo que pase con nuestra Navidad.
Algunos ya ni la nombran. En algún país dicen que es la fiesta de la familia. Y
no está mal que se reúnan en familia, pero habría que saber el porqué. Y otros
la incluyen en el paquete comercial de las fiestas de Fin de Año. Costumbres
más bien paganas, que siempre estuvieron unidas a la celebración de un nuevo
año, se han ido transfiriendo a la Navidad. Muchas luces, mucho ruido, sobre
todo, (con los peligros de la pirotecnia...) No queda mucho espacio para
saborear la PAZ de esta Noche Santa, en la que el Hijo de Dios vino a visitar
nuestra tierra.
Cuando paso por las calles, el "24", por todos
lados se huele ese lindo olor del asadito. Y no está mal que lo festejemos, si
es que la plata alcanza (¡No a todos les alcanza!). Está bien que nos
alegremos. Al fin y al cabo, los cristianos debemos ser los más felices de
todos los hombres, porque sabemos que Dios está con nosotros.
Pero no nos olvidemos del motivo de nuestro festejo, que
es Jesús. Este niño pobre, que nació en Belén, en un establo. Y que hoy se hace
presente también en tantos otros niños pobres, como tenemos en nuestros pueblos
y ciudades.
¿Se justifica que, por Navidad, tiremos la plata, y no
nos acordemos de nuestros hermanos más pobres y necesitados?
Me parece muy bien que lo festejen en familia, (más que
en un baile, o en un club. Para esto hay otras muchas oportunidades en el año).
Pero pienso que, como cristianos, deberíamos festejarlo también en esta otra
familia, un poco más grande, que es la comunidad. Encontrarnos todos en la Misa
de Nochebuena para festejarle al Niño. Es su cumpleaños, aunque sea
simbólicamente, y pedirle su bendición.
Es una lástima que algunos, tan preocupados por el asado
y por destapar la sidra, no tienen tiempo, o se olvidan de ir primero a
participar en la Eucaristía. Y ¿qué sentido tiene, entonces, la Navidad? Con
mucha razón se ha dicho que Navidad sin
Cristo no es Navidad.
La sociedad de consumo nos quiere robar la Navidad. Otros
las quieren matar. En este mundo moderno, como dice una canción, "para el Niño no hay lugar".
Les comenté una vez un artículo que decía: "Réquiem por la Navidad".
La pobre Navidad falleció, ahogada bajo un montón de paquetes de regalos, entre
tantos cohetes y bengalas... Con muchos renos, muchas luces de colores, sidra y
pan dulce, y ese viejito panzudo, que llaman Papá Noel. En su origen, todos
eran signos cristianos, pero con el correr del tiempo, se han banalizado,
paganizado, comercializado. Y ya se olvidaron de sus principios.
Ojalá, -yo espero-, que ustedes se animen, este año en
especial, a vivir una Navidad Cristiana, y nos acordemos de los que no tienen
para festejarla como nosotros. Porque realmente cuestiona el que se gaste tanta
plata para celebrar el nacimiento de un niño pobre, por más que sea el Hijo de
Dios.
Para que sea para todos ustedes una Navidad muy feliz y
muy cristiana, les acompaña con su felicitación su Papá Obispo. (Nada que ver
con el Papá Noel) y será hasta el domingo, 25, si Dios quiere.
Joaquín Piña y Batllevell (1930-2013)
Obispo de la Diócesis de
Yguazú, Argentina.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos,
seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de
Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre
y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las
misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón
de María; por la conversión de todos los
pueblos; por la Paz en el mundo; por nuestros hermanos sufrientes por diversos
motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto,
la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la
falta de libertad en muchos países del mundo; por la unión de las familias, la
fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este
sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por
las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para Víctor
Omar S., que vive en Santa Rosa, La Pampa, Argentina, y que como
consecuencia de una agresión por una patota de delincuentes en la vía pública,
está ahora internado en muy delicado estado de salud. Que la Santísima Virgen
lo proteja y que Jesús, Señor de la historia, haga que se acabe la violencia en
Argentina y otros países que también la padecen.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Un estímulo todos los días
Diciembre 19
Jesús te hizo promesas de paz, te ofreció fuerza
interior, te aseguró su presencia constante, abrió sus brazos para regalarte un
abrazo infinito y te presenta su corazón herido que es fuente de vida divina.
Pero a veces le exiges a los demás que cumplan esas
promesas de amor que sólo Jesús te puede hacer. Exiges a los demás que sean
fuente de alegría y de paz, les reclamas una presencia constante, les pides un
abrazo infinito, esperas de ellos vida divina. ¡Eso es demasiado!
No busques más las cosas donde no están, no pretendas
hallar algo perfecto donde jamás lo va a encontrar.
Por eso te propongo una vez más que te decidas a crecer
en la amistad con Jesús y que renuncies a exigirle a las criaturas lo que
únicamente en el Señor podrás hallar.
Prepara tu interior con un profundo y delicado deseo,
para que en esta Navidad Jesús se haga presente con toda la potencia de su
ternura y vuelva a ocupar el lugar que le corresponde.
Mons. Víctor Manuel Fernández
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
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