miércoles, 27 de octubre de 2010

Pequeñas Semillitas 1196

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 1196 ~ Miércoles 27 de Octubre de 2010
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Hola !!!
No te dejes abatir por la tristeza. Todos los dolores terminan. Espera que el tiempo, con sus manos llenas de bálsamo, traiga alivio. La acción del tiempo es infalible y nos guía suavemente por el camino seguro, aliviando nuestros dolores, así como la brisa suave mitiga el calor del verano.
Antes de lo que supones, tendrás una respuesta al consuelo que necesitas.
C. Torres Pastorino


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, Jesús atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén. Uno le dijo: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?». El les dijo: «Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: ‘¡Señor, ábrenos!’. Y os responderá: ‘No sé de dónde sois’. Entonces empezaréis a decir: ‘Hemos comido y bebido contigo, y has enseñado en nuestras plazas’, y os volverá a decir: ‘No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!’. Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abraham, Isaac y Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, mientras a vosotros os echan fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios. Y hay últimos que serán primeros, y hay primeros que serán últimos».
(Lucas 13, 22-30)

Comentario
Hoy, camino de Jerusalén, Jesús se detiene un momento y alguien lo aprovecha para preguntarle: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» (Lc 13,23). Quizás, al escuchar a Jesús, aquel hombre se inquietó. Por supuesto, lo que Jesús enseña es maravilloso y atractivo, pero las exigencias que comporta ya no son tan de su agrado. Pero, ¿y si viviera el Evangelio a su aire, con una “moral a la carta”?, ¿qué probabilidades tendría de salvarse?
Así pues, pregunta: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?» Jesús no acepta este planteamiento. La salvación es una cuestión demasiado seria como para resolverla mediante un cálculo de probabilidades. Dios «no quiere que alguno se pierda, sino que todos se conviertan» (2Pe 3,9).
Jesús responde: «Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante y cierre la puerta, os pondréis los que estéis fuera a llamar a la puerta, diciendo: ‘¡Señor, ábrenos!’. Y os responderá: ‘No sé de dónde sois’» (Lc 13,24-25). ¿Cómo pueden ser ovejas de su rebaño si no siguen al Buen Pastor ni aceptan el Magisterio de la Iglesia? «¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!. Allí será el llanto y el rechinar de dientes» (Lc 13,27-28).
Ni Jesús ni la Iglesia temen que la imagen de Dios Padre quede empañada al revelar el misterio del infierno. Como afirma el Catecismo de la Iglesia, «las afirmaciones de la Sagrada Escritura y las enseñanzas de la Iglesia a propósito del infierno son un llamamiento a la responsabilidad con la que el hombre debe usar de su libertad en relación con su destino eterno. Constituyen al mismo tiempo un llamamiento apremiante a la conversión» (n. 1036).
Dejemos de “pasarnos de listos” y de hacer cálculos. Afanémonos para entrar por la puerta estrecha, volviendo a empezar tantas veces como sea necesario, confiados en su misericordia. «Todo eso, que te preocupa de momento —dice san Josemaría—, importa más o menos. —Lo que importa absolutamente es que seas feliz, que te salves».
Rev. D. Lluís RAVENTÓS i Artés (Tarragona, España)


Santoral Católico:
Santos Vicente, Sabina y Cristeta


Vicente, Sabina y Cristeta son hermanos. Han nacido y viven en Talavera (Toledo). Los tres disfrutan de su juventud —Cristeta, casi niña- y, como en tantos hogares después del fallecimiento de los padres, hace cabeza Vicente que es el mayor.

Manda en el Imperio la tetrarquía hecha por Diocleciano con el fin de poner término a la decadencia que se viene arrastrando a lo largo del siglo III por las innumerables causas internas y por las rebeliones y amenazas cada vez más apremiantes en las fronteras. Diocleciano, reside en Nicomedia y ocupa la cumbre de la jerarquía; su césar Galerio reside en Sirmio y se ocupa de Oriente; Maximiano es el otro augusto que se establece en Milán, con su césar Constancio, en Tréveris, gobiernan Occidente.

El presidente en España es Daciano hombre cruel, bárbaro y perverso, que odia sin límites el nombre cristiano y que va dejando un riego de mártires en Barcelona y en Zaragoza. Llega a Toledo y sus colaboradores buscan en Talavera seguidores de Cristo. Allí es conocido como tal Vicente, que se desvive por la ayuda al prójimo y es ejemplo de alegría, nobleza y rectitud.

Llevado a la presencia del Presidente, se repite el esquema clásico, en parte verídico y en parte parenético de las actas de los mártires. Halagos por parte del poderoso juez pagano con promesas fáciles, y, por parte del cristiano, profesiones de fe en el Dios que es Trinidad, en Jesucristo-Señor y en la vida eterna prometida. Amenazas de la autoridad que se muestra dispuesta a hacer cumplir de modo implacable las leyes y exposición tan larga como firme de las disposiciones a perder todo antes de la renuncia a la fe nutriente de su vida que hace el cristiano. De ahí se pasa al martirio descrito con tonos en parte dramáticos y en parte triunfales, con el añadido de algún hecho sobrenatural con el que se manifiesta la complacencia divina ante la fidelidad libre del fiel.

Bueno, pues el caso es que a Vicente lo condenan a muerte por su pertinacia en perseverar en la fe cristiana. Lo meten en la cárcel y, en espera de que se cumpla la sentencia, es visitado por sus dos hermanas que, entre llantos y confirmándole en su decisión de ser fiel a Jesucristo, le sugieren la posibilidad de una fuga con el fin de que, sin padres que les tutelen, siga él siendo su apoyo y valedor. La escapada se realiza, pero los soldados romanos los encuentran en la cercana Ávila donde son los tres martirizados, en el año 304.

El amor a Dios no supone una dejación, olvido o deserción de los nobles compromisos humanos. Vicente, aceptando los planes divinos hasta el martirio, hizo cuanto legítimamente estuvo de su parte para sacar adelante su compromiso familiar.


Pensamiento


"Los más brillantes amaneceres,
los más románticos atardeceres,
los paraísos más increíbles,
se pueden encontrar siempre en
el rostro de las personas queridas"
Herman Hesse


Temas Médicos:
Síntomas y tratamientos


Los siguientes son síntomas que van apareciendo con la edad, y a continuación de cada uno se consigna el modo de tratarlos. El último (que está puesto en tono de broma) es el más complicado de todos...

Vamos a analizar síntomas provocados por necesidad de algunos alimentos. Vea qué interesante... a partir de una cierta edad, tenemos casi todos estos síntomas, provocados por la falta de los alimentos aquí mencionados.

1. Dificultad de perder peso
Lo que está faltando: Ácidos grasos esenciales y vitamina A.
Dónde obtener: semillas de linaza, zanahoria y salmón, además de suplementos específicos.

2. Retención de líquidos
Lo que está faltando: en verdad es un desequilibrio entre potasio y sodio.
Dónde obtener: agua de coco, aceituna, durazno, ciruela, higo, almendras, nueces, acelga, cilantro y los suplementos.

3. Necesidad de dulces
Lo que está faltando: cromo.
Dónde obtener: cereales integrales, nueces, centeno, plátano, espinaca, zanahoria y suplementos.

4. Calambre, dolor de cabeza
Lo que está faltando: potasio y magnesio..
Dónde obtener: plátano, cebada, maíz, manga, durazno, naranja, tomate y agua.

5. Molestia intestinal, hinchazón, gases.
Lo que está faltando: bacilos vivos.
Dónde obtener: cuajada, yogurt y similares.

6. Mala memoria
Lo que está faltando: acetil colina, inositol.
Dónde obtener: lecitina de soya, yema de huevo y suplementos.

7. Hipotiroidismo con aumento de peso
Lo que está faltando: yodo.
Dónde obtener: algas marinas, zanahoria, aceite, pera, piña, peces de agua salada y sal marina.

8. Cabellos quebradizos, uñas frágiles
Lo que está faltando: colágeno.
Dónde obtener: peces, huevos, carnes magras, gelatina y suplementos.

9. Flaqueza, indisposición, malestar
Lo que está faltando: vitaminas A, C, y E y hierro.
Dónde obtener: verduras, frutas, carnes magras y suplementos.

10. Desánimo, apatía, tristeza, rabia, insatisfacción
Lo que está faltando: DINERO…
Dónde se puede obtener: Si llegas a saber, te pido que me lo digas, no seas egoísta mira toda la información que te pasé para que estés sanito...

Enviado por Humberto Aristizabal


Mensaje de María Reina de la Paz


Mensaje de María Reina de la Paz del 25 de Octubre de 2010

¡Queridos hijos! Que este tiempo sea para ustedes tiempo de oración. Mi invitación quiere ser para ustedes, hijitos, una invitación para que se decidan a seguir el camino de la conversión, por eso oren y pidan la intercesión de todos los Santos. Que ellos sean para ustedes ejemplo, estímulo y alegría hacia la vida eterna. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!


Nuevos videos y artículos

Hay un nuevo video subido a este blog
Para verlo debes ir al final de la página

Hay nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:
http://juanpabloinolvidable.blogspot.com


Meditación breve


Estoy en casa en la presencia de Dios, y el Espíritu Santo me consuela. Rodeado de cosas cómodas y placenteras, me siento en casa y en calma. Mientras que éstas son meramente comodidades materiales, existe un consuelo eterno que va más allá del mundo físico.
Jesús declaró: “Y yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre”. Este Consolador —el Espíritu Santo— está conmigo siempre. El Espíritu Santo consuela mi alma, serena mi mente y calma mis emociones. Cuando centro mis pensamientos en Dios y me cobijo con una conciencia de Su presencia amorosa, siento consuelo. Lleno del Espíritu Santo, me siento en casa. Disfruto del aplomo que proviene de saberme en la presencia de Dios.
Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas. Juan 14:26


Pedidos de oración


Pedimos oración por Omar M. que vive en Paraná, Argentina, y que practicando deporte ha sufrido un fuerte golpe en la cabeza que le ha producido conmoción cerebral y está siendo atendido. Que la Santísima Virgen esté junto a él para que tenga una pronta recuperación y acompañe a su familia en estas horas de espera.


Recibimos un pedido de nuestra lectora María Victoria para que elevemos una oración para que a su hija Luisa Fernanda le otorguen la visa y pueda viajar a España para reencontrarse con su esposo Mario que está realizando un doctorado en Bilbao.


Pedimos oración por la salud de la niña Flor Esmeralda T. de 12 años de edad, que vive en El Salvador y constantemente está afectada de problemas bronquiales que se empeoran con determinados cambios climáticos. También pedimos por su papá Mario A. T. que está sin trabajo. Que Jesús y María bendigan a estas personas y a su familia toda.


Pedimos oración por Pamela, de San Lorenzo, Santa Fe, Argentina, que se está realizando estudios por una afección dermatológica con cierto grado de preocupación por antecedentes de otra enfermedad que ella padece. Que Jesús, el Buen Pastor, y María Santisima, Madre bondadosa, le concedan la gracia de recuperarse pronto.


Pedimos oración por el niño Felipe P. que tiene 40 días de vida, vive en Córdoba, Argentina, y va a ser sometido a una cirugía cardíaca. Que la Santísima Virgen del Rosario del Milagro, patrona de Córdoba, interceda por él y Jesús, médico sanador, le conceda la gracia de poder recuperarse bien.


Pedimos oración por el señor Gilberto P. que vive en Nuevo León, México, que se encuentra en precaria situación de salud. Que Dios esté junto a él y le permita recuperarse física y espiritualmente.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén


Ven Espíritu Santo...!


Espíritu Santo, sabemos que por el amor al hermano, lo mejor que podemos regalarle es a Jesús, y por amor a Jesús no podemos dejar de hablar de Él, ya que de la abundancia del corazón habla la boca; aunque resolviéramos todos nuestros problemas sin Jesús, lo que es imposible, no seríamos felices; haz que Jesús sea siempre nuestro principio y nuestro fin, o sea nuestra plenitud. Así sea.
P. Florentín Brusa cmf


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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