martes, 5 de octubre de 2010

Pequeñas Semillitas 1174

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 1174 ~ Martes 5 de Octubre de 2010
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
Cerca de tu casa, en tu trabajo o lugar de estudio, en tu villa de descanso o vacaciones, o dondequiera que te halles, pueden existir personas a tu alrededor que estén necesitadas de alguien amable, de un gesto amistoso o de un poco de cariño, de unas palabras de ánimo o de consuelo. Hoy acércate generosamente a alguna persona necesitada y comparte con ella unos pocos minutos de tu grandeza espiritual. Hoy sé generoso. Mañana lo serán contigo...


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, Jesús entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, le recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra, mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude». Le respondió el Señor: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola. María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada».
(Lucas 10, 38-42)

Comentario
Hoy, como cada día, puedes aprender del Evangelio. Jesús, invitado en el hogar de Betania, nos da una lección de humanidad: Él, que quería a la gente, se deja querer, porque las dos cosas son importantes. Rechazar las muestras de afecto, de Dios y de los demás, sería un grave error, de consecuencias nefastas para la santidad.
¿Marta o María? Pero..., ¿por qué enfrentar a quienes tanto se querían, y querían tanto a Dios? Jesús amaba a Marta y María, y a su hermano Lázaro, y nos ama a cada uno de nosotros.
En el camino de la santidad no hay dos almas iguales. Todos procuramos amar a Dios, pero con estilo y personalidad propios, sin imitar a nadie. Nuestro modelo está en Cristo y la Virgen. ¿Te molesta la manera de tratar a Dios de otros? Intenta aprender de su piedad personal.
«Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo? Dile, pues, que me ayude» (Lc 10,40). Servir a los demás, por amor a Dios, es un honor, no una carga. ¿Servimos con alegría, como la Virgen a su prima santa Isabel o en las bodas de Caná, o como Jesús, en el lavatorio de los pies en la Última Cena?
«Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas; y hay necesidad de pocas, o mejor, de una sola» (Lc 10,41-42). No perdamos la paz, ni el buen humor. Y para eso, cuidemos la presencia de Dios. «Sabedlo bien: hay un algo santo, divino, escondido en las situaciones más comunes, que toca a cada uno de vosotros descubrir (…); o sabemos encontrar en nuestra vida ordinaria al Señor, o no lo encontraremos nunca» (San Josemaría).
«María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada» (Lc 10,42). Dios nos quiere felices. Que nuestra Madre del Cielo nos ayude a experimentar la alegría de la entrega.
Rev. D. Josep RIBOT i Margarit (Tarragona, España)


Santoral Católico
Santa Faustina Kowalska



Hija de una piadosa familia católica, María Faustina Kowalska nació en Glogowiec, en el condado de Lodz, Polonia, el 25 de agosto de 1905. Sus padres la bautizaron con el nombre de Helena, y desde pequeña se inició en la contemplación de los misterios de la Salvación. Durante las vísperas en la exposición del Santísimo Sacramento, la pequeña Helena sintió el llamado de Dios a la vida religiosa.

Sin embargo, por varios años, se resistió a dar el "hágase" al Plan de Dios, hasta que en 1924, tuvo una visión del Señor Jesús quien la reprendió por su falta de entrega y amor en su vida espiritual, invitándole a ingresar al convento en Varsovia. Helena fue recibida por las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia el 1 de agosto de 1925, y hasta finales de 1926, fue novicia en dicho convento. Ese año tuvo varias visiones beatíficas en la que el Señor le enseñó todo lo que podía padecer por su santo nombre y su causa misericordiosa.

El 30 de abril de 1926, Helena tomó los hábitos, y asumió el nombre de María Faustina; dos años más tarde, profesó los votos de pobreza, castidad y obediencia. A los superiores y el confesor personal de la futura santa, conocedores de las experiencias místicas de Faustina, les costaba aceptar la profunda e íntima relación entre ella y el Señor Jesús. Sin embargo, la futura santa no hizo caso a las dudas, y Santa Teresita del Niño Jesús se le apareció en sueños para consolar y premiar su profunda perseverancia, heroicidad y futura santidad.

En una ocasión, mientras María se encontraba en profunda oración, Jesús se le apareció y le pidió que lo adorase en el Santísimo Sacramente por una hora durante nueve días sucesivos: "Reza con todo tu corazón en unión a María e intenta además durante este tiempo realizar las estaciones de la Cruz". Estando en el séptimo día de la novena, la futura santa tuvo una visión de la Madre de Dios, parada entre el cielo y la tierra, vestida con un esplendoroso y luminoso vestido.

La Virgen tenía sus manos plegadas en oración sobre su pecho y miraba fijamente al cielo. Algunos rayos luminosos, que se desprendía de su corazón ascendían al cielo y otros caían sobre Polonia. Luego de esta visión, una noche María Faustina rezaba en su celda. Jesús vestido de blanco se le apareció, y levantó una de sus manos en señal de bendición, mientras que la otra tocaba su vestido. Debajo de éste, y ligeramente dibujado al lado del pecho, emanaban dos grandes rayos, uno rojo, y el otro de color pálido blanco. María Faustina esperaba en silencio; su corazón se contrajo de temor y alegría a la vez. Entonces Jesús le dijo: "Pinta una imagen según lo que ves con la firma: Jesús, en ti confío. Deseo que esta imagen se venere primero en tu capilla, y luego en todo el mundo. Y prometo que las almas que venerarán esta imagen no perecerán, y la victoria caerá sobre sus enemigos aquí en la tierra, especialmente en la hora de su muerte. Yo los defenderé como Mi propia gloria".

María Faustina acogió con profundo amor y entrega estas palabras, y a partir de este encuentro trabajó intensamente para lograr este propósito. El camino no fue fácil, y hubo que superar muchos obstáculos. Algunos días más tarde, el Señor se le apareció de nuevo para pedirle que difunda en el mundo la fiesta en honor a su Misericordia. "Yo deseo que esta imagen, que tu pintarás con un cepillo, sea solemnemente homenajeada el primer domingo después de Pascua, que ese domingo sea la fiesta de la Misericordia", fueron las palabras de Cristo a la mística polaca. "También deseo que los sacerdotes proclamen la devoción de la Misericordia a todos los pecadores; que permita que el pecador no tenga miedo en acercarse hacia Mí, en acudir a Mí. Las llamas de mi Misericordia aclaman para ser gastadas a favor de las almas pecadoras; y yo deseo derramarlas sobre ellas", le dijo el Señor.

María entonces se propuso a trabajar con más ahínco y esfuerzo en esta nueva misión, que finalmente vería sus frutos cuando varias réplicas de la imagen empezaron a pintarse en varios lugares del mundo; primero en Europa, y luego en América. En el último día de su retiro espiritual, preparándose para renovar sus votos en Walendow, Polonia, María Faustina fue de nuevo visitada por el Sagrado Corazón de Jesús en el momento que ella recibió la Sagrada Comunión. En ese momento, mientras María Faustina observaba el corazón misericordioso de Cristo, comprendió su profunda y gran misericordia, que debía ser derramada sobre las miles de almas pecadoras. La última aparición de Cristo a la religiosa polaca ocurrió en la Cuaresma de 1933.

María Faustina estaba preparándose para su profesión final, coleccionado todos sus sufrimientos interiores y exteriores en un ramillete espiritual para Jesús, y esperando silentemente para ofrecerle el mejor de los sacrificios por su causa y misión. "Yo deseo que sepas cuanto amor arde en mi corazón por las almas más alejadas de Mí. Y tu entenderás lo que te digo cuando medites en mi Pasión", fueron las palabras de Cristo para María, quien le pidió que invocase su Misericordia en nombre de los pecadores, pues Él desea su salvación. Al término de la Cuaresma, el 30 de abril de 1933, Sor María Faustina Kovalska falleció. El Señor premió su ardoroso corazón y entrega en la misión diciéndole: "Mi hija, tu corazón es mi paraíso".

La santa polaca fue canonizada por el Papa Juan Pablo II el 30 de abirl del año 2000.


Pensamiento


"Ni gracias, ni revelaciones, ni éxtasis,
ni ningún otro don concedido al alma la hace perfecta,
sino la comunión interior de mi alma con Dios.
Estos dones son solamente un adorno del alma,
pero no constituyen ni la sustancia ni la perfección"

Santa Faustina Kowalska
Diario 1107


Tema del día:
La familia, camino de santidad


1) Para saber

El Papa Benedicto XVI escribió una carta en vistas a la preparación del VII Encuentro Mundial de las Familias, cuyo tema es siempre actual: La familia. Puso énfasis en la relación que tiene la familia con el trabajo y la fiesta.

Comentó el Papa que el trabajo y la fiesta están muy ligados a la vida de las familias: condicionan las decisiones, influyen en las relaciones entre los cónyuges y entre los padres y los hijos, e inciden en la relación de la familia con la sociedad y con la Iglesia.

Ocupando la familia un lugar privilegiado en la sociedad, es imprescindible que las actividades del trabajo y las fiestas estén a favor de la familia, y no al revés. No se puede subordinar la familia al trabajo saliendo perjudicada aquélla.

2) Para vivir

Un matrimonio ejemplar que supo encontrar en la familia el camino para la santidad fue el de los padres de Santa Teresita del Niño Jesús. La santa declara que fue en su familia donde comenzó a saborear la ciencia del amor de Dios y del prójimo, pues de “haberme educado unos padres sin virtud yo habría sido muy mala”.

Sus padres se llamaban Luis Martín y Celia Guerin. Su madre era una mujer dinámica llena de realismo y buen humor. Sus padres formaron un hogar feliz. La armonía del matrimonio era total, pues tenían claro su objetivo: Educar a sus hijos para hacerlos capaces de amar a Dios y a los hombres. Dios era la razón de su familia.

“Me hace la vida muy dulce; desearía un marido semejante a todas las mujeres del mundo”, escribía Celia. Luis, a su vez, cuando hablaba a sus hijas de su esposa se refería a ella como: “vuestra santa madre”. Ambos viven para los hijos. Les transmiten amor, fe, ternura, cariño...

Teresita al nacer se encuentra con cuatro hermanas. Habían sido nueve pero cuatro fallecieron. Experimenta un hogar que respira alegría, fe, solidaridad. Todos los acontecimientos los viven desde la fe incluso los más penosos. Celia en su enfermedad mortal derrochara fe y confianza en Dios; sus últimas palabras siempre las recordará su hija: “Debemos estar siempre en disposición de aceptar la Voluntad de Dios, porque Él siempre quiere lo mejor para nosotros.”

Luis y Celia, en la unidad y fidelidad del matrimonio nos han ofrecido el testimonio de una vida ejemplar cristiana, cumpliendo sus deberes cotidianos. Criando y educando una familia numerosa, a través de las adversidades y sufrimientos, manifestando su confianza plena en Dios. Ambos fueron beatificados el 19 de octubre de 2008 por el papa Benedicto XVI en la Basílica dedicada a su hija, Santa Teresita del Niño Jesús.

3) Para vivir

Es significativo que ambos esposos hayan sido beatificados juntos, pues eso resalta que consiguieron la santidad en el mismo camino, en el matrimonio.

El Papa señaló que la Sagrada Escritura menciona que familia, trabajo y día festivo son dones y bendiciones de Dios para ayudarnos a vivir una existencia plenamente humana.

En efecto, la vida matrimonial, en todos sus aspectos, es una vocación para que los cónyuges y los hijos se dirijan a Dios. En ese ámbito han de saber encontrar las ocasiones para manifestar su comprensión, paciencia, perdón… y, así, crecer en el amor día a día.

Pbro. José Martínez Colín


Saludo a una página amiga


Hoy, 5 de Octubre, cumple doce años en Internet la página amiga “Web Católico de Javier” realizada desde España para todo el mundo por Javier López, y de la que “Pequeñas Semillitas” se nutre habitualmente con valioso material de difusión cristiana.

Por ello, en esta día tan señalado, elevamos una oración para que este web siga siendo un instrumento útil para todos y a la vez invitamos a quienes aún no lo conocen a que lo visiten en: http://webcatolicodejavier.org

Estos son algunos datos del “Web Católico de Javier”:

• Nº de visitas acumuladas desde 1998: 17.720.000
• Nº de suscriptores: 19.829 (los que reciben gratuitamente los correos de novedades)
• Nº de reflexiones: 466
• Nº de secciones: 23
• Nº de apartados: 261
• Idioma principal: español. Existen apartados en inglés, portugués, francés,polaco, italiano, japonés y alemán.

Nuestro saludo y felicidades para Javier López, autor de esta hermosa página de la que nos sentimos hermanos.


Pedidos de oración


Pedimos oración por la salud del señor Ricardo N. de 71 años de edad, residente en la provincia de Corrientes, Argentina, que está teniendo problemas vinculados con una bronquitis, esperando que Sor Faustina interceda por él para recuperar su mejor condición física.


Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Carmen H. que vivía en México y era lectora y amiga de "Pequeñas Semillitas". Ella fue llamada a la casa del Padre celestial el pasado día 26 de setiembre. Que su alma repose eternamente a la vista de Dios.


Pedimos oración por el pronto restablecimiento de la señora Trini A. A. que vive en la ciudad de Bogotá, Colombia, es la esposa de un querido amigo de esta página y se encuentra convalesciente desde hace cerca de un mes de un esguince grave de tobillo que aún le ocasiona dolores y dificultad para deambular. Que Nuestra Señora de la Esperanza interceda por ella ante Jesús por su pronta recuperación.


Pedimos oración por dos personas de San Martín, Provincia de Buenos Aires, Argentina: Uno es Patricio, que padece de diabetes, ha quedado ciego y además presenta insuficiencia renal crónica en plan de diálisis. El otro es Alberto, que tiene diagnóstico de cáncer de intestino sin demasiadas posibilidades para la medicina. Que el Señor tenga piedad de ellos y les conceda la gracia de mejorar su salud.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén


Ven Espíritu Santo...!


Espíritu Santo, Tú nos dices en San Nicolás: “Es de vital importancia creer en Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, ya que la Santísima Trinidad es poderosa”, y también: “Los bendigo en nombre del Señor a los que por la fe creen”. Concédenos ser siempre templos dignos de la Santísima Trinidad, amando con toda intensidad al Padre que nos ha creado, al Hijo que nos ha redimido y a ti Espíritu Santo que nos has santificado. Así sea.
P. Florentín Brusa cmf


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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