martes, 8 de junio de 2010

Pequeñas Semillitas 1095

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 1095 ~ Martes 8 de Junio de 2010
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Hola !!!
Ámate de la manera más idónea. Es lo que Dios quiere. Si te amas adecuadamente te armonizas. No te desequilibres falsificando el amor a ti mismo, al actuar con egoísmo. Ten presente que amarte a ti mismo, no es negarte a ser solidario con tus semejantes. Si no te amas en la forma conveniente, puedes replegarte en el narcisismo, en la excesiva complacencia de ti mismo, en tus imaginarias perfecciones. Ámate. Encuéntrate contigo mismo. Cultiva tu vida interior.


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. Brille así vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos».
(Mateo 5, 13-16)

Comentario
Hoy, san Mateo nos recuerda aquellas palabras en las que Jesús habla de la misión de los cristianos: ser sal y luz del mundo. La sal, por un lado, es este condimento necesario que da gusto a los alimentos: sin sal, ¡qué poco valen los platos! Por otro lado, a lo largo de los siglos la sal ha sido un elemento fundamental para la conservación de los alimentos por su poder de evitar la corrupción. Jesús nos dice: —Debéis ser sal en vuestro mundo, y como la sal, dar gusto y evitar la corrupción.
En nuestro tiempo, muchos han perdido el sentido de su vida y dicen que no vale la pena; que está llena de disgustos, dificultades y sufrimientos; que pasa muy deprisa y que tiene como perspectiva final —y bien triste— la muerte.
«Vosotros sois la sal de la tierra» (Mt 5,13). El cristiano ha de dar el gusto: mostrar con la alegría y el optimismo sereno de quien se sabe hijo de Dios, que todo en esta vida es camino de santidad; que dificultades, sufrimientos y dolores nos ayudan a purificarnos; y que al final nos espera la vida de la Gloria, la felicidad eterna.
Y, también como la sal, el discípulo de Cristo ha de preservar de la corrupción: donde se encuentran cristianos de fe viva, no puede haber injusticia, violencia, abusos hacia los débiles... Todo lo contrario, ha de resplandecer la virtud de la caridad con toda la fuerza: la preocupación por los otros, la solidaridad, la generosidad...
Y, así, el cristiano es luz del mundo (cf. Mt 5,14). El cristiano es esta antorcha que, con el ejemplo de su vida, lleva la luz de la verdad a todos los rincones del mundo, mostrando el camino de la salvación... Allá donde antes sólo había tinieblas, incertidumbres y dudas, nace la claridad, la certeza y la seguridad.
Rev. D. Francesc PERARNAU i Cañellas (Girona, España)


Santoral Católico
San Medardo


San Medardo es el santo preferido de los campesinos de Francia. Le tienen gran fe para que les obtenga lluvias para los tiempos de la siembra, y para que les cuide sus viñedos o plantaciones de uva, contra los ladrones y el mal tiempo.

Siendo muy joven, una vez le regaló su caballo a un pobre viajero que lloraba porque los ladrones le habían robado el caballo en el que viajaba. Su papá al verlo tan generoso para con los necesitados opinó que el hijo más iba a servir para sacerdote que para negociante. Y así sucedió.

A los 33 años fue ordenado sacerdote, y siguió ejercitando una gran caridad para con los pobres. A los estudiantes muy necesitados los sentaba a su mesa, gratuitamente para que se alimentaran lo mejor posible. Con sus oraciones obtuvo lluvias para los campos, y en otras ocasiones libró de granizadas los cultivos.

Como era un sacerdote verdaderamente ejemplar fue elegido obispo y entonces le sucedieron unas anécdotas que se han hecho famosas.

Tenía San Medardo una vaquita, y para saber por dónde andaba el animalejo le había colgado al pescuezo una campanilla que iba anunciando por dónde estaba pastando. Y sucedió que un ladrón le robó la vaca. El ratero le quitó la campanilla del pescuezo y la echó entre las alforjas, pero la campana seguía sonando. Entonces la llenó de pasto y la escondió entre el montón de pasto seco de su pesebrera, pero la campana siguió sonando. Al fin el ladrón dispuso enterrar la campana en el suelo, pero apenas se acostó para dormir, empezó a oír que seguía sonando. Desesperado sacó la campana y colgándola otra vez del pescuezo de la vaca se fue a donde el santo y le devolvió el animal robado, diciéndole: "Padre, aquí le traigo su vaca, porque la campanilla no quiso dejar de sonar ni por un momento", y San Medardo le dijo sonriente: "Hijo, lo que sonaba no era la campanilla, era tu conciencia, que no quería que te quedaras en paz con este pecado". Al otro le fue muy provechosa esta lección.

Tenía San Medardo un cultivo de matas de uva y una noche en pleno tiempo de cosecha entraron los ladrones a robarle las uvas. Pero cuando ya tenían los costales llenos, fueron a salir y no encontraron la puerta de salida. Les parecía como si se hubieran vuelto ciegos, porque por ninguna parte encontraron la puerta de salida. Y así amaneció y llegó el santo, y ellos muy asustados le pidieron perdón y con tal de que no los denunciara, le dejaron también los costales, y así el santo recolectó sus uvas gratis y de encima le dieron los costales.

También tenía San Medardo unas colmenas que le producían muy buena miel, y las abejas eran muy mansas y muy buenas. Pero un día llegó un ratero a robarse la miel y las abejas lo persiguieron tan terriblemente que al otro no le quedó otro remedio que meterse a la casa del santo a pedirle que rezara por él. San Medardo echó una bendición a las abejas y estas se fueron muy obedientes, y él vuelto hacia el ladrón le dijo: "Esto es señal de los castigos que te pueden llegar si sigues robando. Ahora son unas sencillas abejas, pero después los que te picarán serán tus remordimientos eternamente". Y el otro no volvió a robar.


Pensamiento


"El Corazón de Jesús os pide confianza en su bondad para que experimentéis la dulzura y fuerza de su asistencia en vuestras necesidades, la cual irá siempre al paso de la confianza"
Santa Margarita María de Alacoque


Tema del día:
Respeto a lo sagrado


En la sociedad actual –escribo glosando ideas de Joseph Ratzinger–, gracias a Dios, se multa a quien deshonra la fe de Israel, su imagen de Dios, sus grandes figuras. Se multa también a quien vilipendia el Corán y las convicciones de fondo del Islam. Sin embargo, cuando se trata de lo que es sagrado para los cristianos, la libertad de opinión aparece como un bien supremo cuya limitación resultaría una amenaza contra la tolerancia y la libertad.

El hecho sorprendente de que, en el mundo occidental, se castiguen con rigor las afrentas a cualquier religión menos a la cristiana, contrasta de modo notable con las evidentes raíces cristianas de nuestra sociedad, que han favorecido a lo largo de su historia un enorme avance, tanto moral y social como de desarrollo científico y económico. Occidente sufre una extraña falta de autoestima por su historia, por las raíces que le han dado su actual fuerza. Se advierte en esto una especie de complejo, que sólo cabe calificar de patológico, de una sociedad que intenta –y esto es digno de elogio– abrirse llena de comprensión a valores externos, pero que parece no quererse a sí misma; que tiende a fijarse siempre en lo más triste y oscuro de su pasado, pero que no logra percibir los valores de fondo sobre los que se fundamenta.

Nuestra sociedad necesita de una nueva aceptación de sí misma, una aceptación ciertamente crítica y humilde, pero sin caer en el abandono o la negación de lo que le es propio. La multiculturalidad no puede subsistir sin puntos de referencia. Y no puede subsistir, por ejemplo, sin respeto hacia lo sagrado. Se trata de un punto fundamental para cualquier cultura: el respeto hacia lo que es sagrado para otros, y el respeto a lo sagrado en general, a Dios. Y esto es perfectamente exigible también a aquel que no cree en Dios. Allá donde se quebrante ese respeto, algo esencial se hunde en una sociedad, porque la libertad de opinión no puede destruir el honor y la dignidad del otro.

Para las demás culturas del mundo, la profanidad absoluta que se ha ido formando en Occidente es algo profundamente extraño. Están convencidas de que un mundo sin Dios no tiene futuro. Por eso es aún más necesario que la multiculturalidad respete y proteja también nuestros valores cristianos, al menos con la misma fuerza con que se abre a otros. Porque el respeto a los elementos sagrados del otro sólo es posible si lo sagrado, Dios, es respetado. Y los que somos cristianos, ciertamente podemos y debemos aprender de lo que es sagrado para los demás, pero también es deber nuestro mostrar en nosotros el rostro de Dios, de ese Dios que tiene compasión de los pobres y de los débiles, de las viudas y de los huérfanos, del extranjero; del Dios que hasta tal punto es humano que él mismo se ha hecho hombre, un hombre sufriente, que, sufriendo junto a nosotros, da dignidad y esperanza al dolor.

El destino de una sociedad depende siempre de minorías activas y con convicciones. Los cristianos consecuentes deberían verse a sí mismos como tales minorías creativas y contribuir a que nuestra sociedad recobre nuevamente lo mejor de su herencia y sepa ponerla al servicio de toda la humanidad. De lo contrario, el acervo de valores de Occidente, su cultura y su fe, aquello sobre lo que se basa su identidad, entrará en un grave declive, justo en esta hora en que tan necesario es su vigor espiritual para mejorar el mundo en que vivimos.

Alfonso Aguiló


Junio:
Mes del Sagrado Corazón de Jesús


8.- El escándalo

El corazón más dulce y más humilde de la tierra es el Corazón de Jesús. Pero este corazón divino no puede quedar indiferente frente a la ruina de tantas almas y es entonces cuando se conmueve y grita: ¡Ay, del mundo por los escándalos!
Jesús trabaja por la salvación de las almas; el escándalo roba las almas a Jesús para darles el demonio. Jesús muere en la cruz para redimir a los pecadores; el escándalo hace estragos de la inocencia, destruye y arruina la obra de la redención.
Dice S. Agustín que el escandaloso sufrirá tantos infiernos corno las almas que él ha asesinado. Examínate bien. La Magdalena fue escandalosa, pero repar6 y lleg6 a ser santa, Haz tú lo mismo.
http://webcatolicodejavier.org/junio.html


Pedidos de oración


Pedimos oración por Sor Teresa de Jesús Solano L. que pronto será intervenida quirúrgicamente en México. Que Nuestra Madre de Guadalupe le conceda su intercesión ante Jesús, para que su salud esté bien.


Seguimos rezando por Anabella, una bebita recién nacida, de Rosario, Argentina, que fue operada del corazón por una cariopatía congénita, y que cursa ahora una complicación infecciosa grave. Oramos al Buen Jesús para que siga dándole fuerzas a ella y a su familia en este proceso largo y difícil.


Pedimos oración por el eterno descanso del alma de Natalia A. que, desde Córdoba, Argentina, ha partido de regreso a la Casa del Padre celestial. Que los Ángeles la conduzcan al Reino de Dios donde pueda gozar Su presencia por toda la eternidad.


Pedimos oración por Carlos Javier O. que tiene 50 años, vive en Santa Cruz, Bolivia, y hace seis meses que está buscando trabajo. Sambemos que para Dios no hay imposibles, de modo que elevamos nuestras oraciones para que ayude a Carlos en su búsqueda.


Pedimos oración por la recuperación de Juan Carlos C., de Córdoba, Argentina, que sufrió hace unas horas un proceso neurológico que, según los médicos, sería leve y transitorio, y también por Amalia Rosa P. que a raiz de lo sucedido quedó con síntomas de nervios y pánico. Invocamos a la Virgen del Rosario del Milagro para que interceda por la total recuperación de ambos.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.


Ven Espíritu Santo...!


Señor, Tú que nos has prometido una tierra nueva, renuévanos sin cesar por tu Espíritu Santo para que lleguemos a gozar eternamente de Ti en la nueva Jerusalén, para que trabajemos con el fin de que el mundo se impregne de tu Espíritu y se logre así más eficazmente la justicia, el amor y la paz. Así sea.
P. Florentín Brusa cmf


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.