martes, 15 de diciembre de 2009

Pequeñas Semillitas 0933

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0933 ~ Martes 15 de Diciembre de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Querido Jesús:
Ven a nuestra familia que llamamos Iglesia. Pero no vengas solo. Ven, porque faltas si no acogemos a los rechazados; ven, porque si en ella no caben las prostitutas, tú tampoco entras. Así que, por favor, no vengas solo. Ven, para que entren los homosexuales; ven con los enfermos de SIDA.
Te lo ruego, no vengas solo. Ven y haremos lugar a los drogadictos; ven acompañado de inmigrantes y de los sin patria; ven, y que vengan contigo divorciados y divorciadas; ven junto a los presos de las cárceles; ven con los más pobres y postergados…
Ven, no vengas solo. Porque quien cabe en un pesebre, cabe en la familia de los hijos tuyos.
Ven, Señor. Amén.


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Llegándose al primero, le dijo: ‘Hijo, vete hoy a trabajar en la viña’. Y él respondió: ‘No quiero’, pero después se arrepintió y fue. Llegándose al segundo, le dijo lo mismo. Y él respondió: ‘Voy, Señor’, y no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?». «El primero», le dicen. Díceles Jesús: «En verdad os digo que los publicanos y las rameras llegan antes que vosotros al Reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros por camino de justicia, y no creísteis en él, mientras que los publicanos y las rameras creyeron en él. Y vosotros, ni viéndolo, os arrepentisteis después, para creer en él».
(Mateo 21, 28-32)

Comentario
Hoy contemplamos al padre que tiene dos hijos y dice al primero: «Hijo, vete hoy a trabajar en la viña» (Mt 21,28). Éste respondió: «‘No quiero’, pero después se arrepintió y fue» (Mt 21,29). Al segundo le dijo lo mismo. Él le respondió: «Voy, señor»; pero no fue... (cf. Mt 21,30). Lo importante no es decir “sí”, sino “obrar”. Hay un adagio que afirma que «obras son amores y no buenas razones».
En otro momento, Jesús dará la doctrina que enseña esta parábola: «No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial» (Mt 7,21). Como escribió san Agustín, «existen dos voluntades. Tu voluntad debe ser corregida para identificarse con la voluntad de Dios; y no la de Dios torcida para acomodarse a la tuya». En lengua catalana decimos que un niño “creu” (“cree”), cuando obedece: ¡cree!, es decir, identificamos la obediencia con la fe, con la confianza en lo que nos dicen.
Obediencia viene de “ob-audire”: escuchar con gran atención. Se manifiesta en la oración, en no hacernos “sordos” a la voz del Amor. «Los hombres tendemos a “defendernos”, a apegarnos a nuestro egoísmo. Dios exige que, al obedecer, pongamos en ejercicio la fe. A veces el Señor sugiere su querer como en voz baja, allá en el fondo de la conciencia: y es necesario estar atentos, para distinguir esa voz y serle fieles» (San Josemaría Escrivá). Cumplir la voluntad de Dios es ser santo; obedecer no es ser simplemente una marioneta en manos de otro, sino interiorizar lo que hay que cumplir: y, así, hacerlo porque “me da la gana”.
Nuestra Madre la Virgen, maestra en la “obediencia de la fe”, nos enseñará el modo de aprender a obedecer la voluntad del Padre.
Rev. D. Llusià POU i Sabater (Vic, Barcelona, España)


Santoral Católico:
Santa María de la Rosa, Fundadora


Nació en Brescia (Italia) en 1813, y al cumplir los 17 años, consagró su vida al servicio de obras de caridad. En la finca de sus padres fundó con las campesinas de los alrededores una asociación religiosa que las hizo crecer y madurar en la fe católica.

En su parroquia organizó retiros y misiones especiales para las mujeres. En 1836 llegó la peste del cólera a Brescia. Después de la peste, como habían quedado tantas niñas huérfanas, el municipio formó unos talleres artesanales y los confió a la dirección de María de la Rosa que apenas tenía 24 años pero que gozaba de la estima y confianza de toda la ciudad. Desempeñó ese cargo con gran eficacia durante dos años, y luego se dedicó a organizar su propia obra abriendo un internado para las niñas huérfanas o muy pobres. Poco después inauguró también un instituto para niñas sordomudas.

En 1840 se fundó en Brescia una asociación de mujeres piadosas para atender a los enfermos de los hospitales y nombraron como superiora a Santa María de la Rosa. Las mujeres que pertenecían a la asociación se llamaban Doncellas de la Caridad. Al principio sólo eran cuatro jóvenes, pero a los tres meses ya eran 32. Muchas personas admiraban la obra que las Doncellas de la Caridad hacían en los hospitales, atendiendo a los más abandonados y enfermos de gravedad. En 1850 se fue a Roma y obtuvo que el Papa Pío Nono aprobara su consagración.

Murió el 15 de diciembre de 1855.


Pensamiento


"Dile, SI, al Señor que ya llega para que nos purifique
y nos haga vivir la auténtica alegría de la Navidad"


Tema del día:
Reflexión de Navidad


Navidad, palabra que engloba alegría, reconciliación, paz, amor. Eso es la verdadera Navidad. Miro a mi alrededor y veo al mundo enloquecer por la preocupación de la Navidad, y pienso: ¿Cuándo perdimos el verdadero sentido de lo que es la Navidad? ¿En qué momento nos desviamos de esa maravillosa energía?

El mes de Diciembre siempre ha tenido la connotación amorosa, la representación del renacer del ser inmutable y sereno, pero el individuo humano se ha dado a la tarea de hacer de este tiempo un tiempo de mercadeo, de peso, de conflicto, de tristeza, de dolor por no poder dar a los míos una representación tangible de mi afecto.

Realmente esto no es así. El amor no tiene representación tangible porque el amor se entrega a través de un abrazo, de un beso, de una caricia. Nosotros hemos etiquetado el amor en una joya, en un vestido, en un juguete... es por ello que la Navidad ha perdido su sentido.

La unión familiar no se expresa de la manera adecuada. Estamos en unión pero no lo estamos. Nuestros niños tienen los juguetes pero no tienen los padres que jueguen con ellos porque están ocupados en sus conversaciones de adultos. Los niños se meten en sus mundos de juegos y sus padres en sus mundos de adultos y la familia va tomando una connotación de tú en tu mundo y yo en el mío. Una separación, una división.

Creemos mantener una vida perfecta y en el momento menos oportuno nos damos cuenta que ya no tenemos nada, que estábamos caminando solos en la vía, que los demás se quedaron atrás o yo me quedé atrás. El egoísmo es el que marca el sendero.

Todo esto es parte del deterioro del nosotros mismos. Vinimos a un mundo a crearlo en amor y, nos hemos perdido en una destrucción de valores. No existe el respeto de los espacios entre nosotros, la libertad se ha confundido y el niño se siente abandonado y recurre a algo que llene su tiempo.

Levanta tu mirada al cielo y observa las nubes pasar con la brisa, siente la brisa mover tus cabellos, observa el verdor de las montañas, el color de las flores, el aroma de la tierra mojada, el baile de los árboles con la brisa, la roca que a pesar que no se mueve se hace sentir. Todo esto nos lo dieron para cuidarlo. Y nosotros ¿Qué estamos haciendo con ellos?. Somos ciegos hasta que vemos que en el plan humano nada vale la pena hacer sino hace al hombre. ¿Por qué construir ciudades gloriosas, si el hombre mismo sin construirse queda? En vano construimos el mundo, si el constructor no es construido.

¿De qué nos valen centros comerciales hermosos, si nuestros hijos están derrumbándose ante las drogas, el alcohol y los videos juegos? ¿De qué nos vale desarrollo si en nuestros corazones nos endurecemos y dejamos de percibir la belleza del amor y la unión familiar?

Los grandes líderes son los que entienden que su responsabilidad número uno es con su propia disciplina y desarrollo personal. Si no te diriges a ti mismo no podrás dirigir a los demás. Nadie puede llevar a otros más allá de lo que se ha podido llevar a sí mismo, no trates de decirle a tu hijo que no consuma licor si tú tienes un vaso en la mano, no trates de sacarlo de las drogas con un cigarrillo en tu boca. Da el ejemplo.

Que esta Navidad sea tu propósito el comenzar a construir una verdadera familia, que el tiempo sea compartido entre tus responsabilidades laborales y la responsabilidad de tu hogar, que tu vida deje de ser tan monótona y fría y se llene de paz y calor a través del amor incondicional a los tuyos y a los que te rodean.

Es mi intención que en esta Navidad todo aquel que necesite el amor le sea entregado a través de un abrazo y un beso, que no se quede ningún niño sin el amor de sus padres. Reconcíliate contigo mismo, entrégate y sé como realmente eres: esencia pura de amor divino.

Autor desconocido


Meditación breve


Hay veces que las críticas mejoran actitudes… Hay momentos en los cuales creemos tener la razón en todo. Hay letras que conforman palabras, pero no hay palabras que describan con exactitud lo que quieres dar a entender.
La Vida es un Laberinto. Debes recorrerla para encontrar la salida exacta.
Pero quizás no todos queremos recorrerla y le inventamos una salida que no existe para dar por olvidados nuestros problemas, nuestro dolor, o mejor dicho, escapar de la realidad.
Nos creamos un mundo que no existe, creemos que las personas que nos rodean nos critican sin motivos, pensamos que la mejor solución es escapar de todo, pero no es así.
Demostrémosle a aquellos que deseen eso, que un tropezón no es caída, que un laberinto tiene salida, y que a la vida hay que vivirla.


Pedidos de oración


Pedimos oración por por Ernesto F., que vive en México y que permanece internado en terapia intensiva por problemas cardíacos. Que el Señor Misericordioso esté junt a él y lo ayude a recuperarse.


Pedimos oración por Belén, una hermosa niña de 15 años residente en Rosario, Argentina, que ha tenido una hemorragia cerebral que según los médicos configura un cuadro irreversible. Sabiendo que para Dios nada es imposible, elevamos una oración pidiendo el milagro de su sanación.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.


Espíritu Santo


Espíritu Santo, yo soy tu templo, donde tú habitas por medio de la gracia santificante. Quiero que cada día mi cuerpo sea más puro para acogerte a ti con amor. Hoy el mundo hace de todo para contaminar la pureza del cuerpo y del alma, por eso te pido con todo mi corazón que me protejas de todo mal, para que conserve la gracia en mi alma y así tú puedas habitar gustoso en mi ser. Enséñame a hablar contigo que estás en lo profundo de mi alma y a obedecerte en todo. Quiero que seas mi mejor Amigo y Consejero. Inúndame con tus siete sagrados dones para que en cada momento sepa lo que Dios quiere de mí y lo lleve con prontitud a la práctica. ¡Estoy tan contento de que seas mi Gran Amigo! Contigo no temo a nada porque tú eres Dios, eres el Amor, eres la Fuerza, eres el Todo. Teniéndote a ti, lo tengo todo y nada me hace falta. A partir de hoy quiero hablar contigo en la soledad de mi habitación, cuando trabaje, cuando me divierta, y en todo momento, porque tú eres el Huésped perfecto y estás siempre dispuesto a escucharme y mueves mi corazón a los grandes deseos y a las grandes obras. ¡Te amo, Espíritu de Amor, y quiero ser cada día más tuyo y menos del mundo, del demonio y de la carne! De tu mano espero llegar a la cima del monte de la santidad. ¡Ven Espíritu Santo!


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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