jueves, 15 de octubre de 2009

Pequeñas Semillitas 0872

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0872 ~ Jueves 15 de Octubre de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
Donde el alma no teme y la cabeza se mantiene erguida...
Donde el mundo no ha sido convertido en fragmentos por mezquinos muros domésticos...
Donde las palabras brotan de la verdad profunda...
Donde se lucha sin cansancio y los brazos se tienden hacia la perfección...
Donde la razón discurre claramente y no se pierde en las lúgubres arenas desérticas de la rutina estéril...
Donde Tú llevas el espíritu a pensamientos y actos cada vez más altos... Permite, Dios mío, que en ese paraíso de libertad despierte mi pueblo.
Rabindranath Tagore


La Palabra de Dios :
Evangelio del día


En aquel tiempo, el Señor dijo: «¡Ay de vosotros, porque edificáis los sepulcros de los profetas que vuestros padres mataron! Por tanto, sois testigos y estáis de acuerdo con las obras de vuestros padres; porque ellos los mataron y vosotros edificáis sus sepulcros. Por eso dijo la Sabiduría de Dios: ‘Les enviaré profetas y apóstoles, y a algunos los matarán y perseguirán’, para que se pidan cuentas a esta generación de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo, desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, el que pereció entre el altar y el Santuario. Sí, os aseguro que se pedirán cuentas a esta generación. ¡Ay de vosotros, los legistas, que os habéis llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que están entrando se lo habéis impedido».Y cuando salió de allí, comenzaron los escribas y fariseos a acosarle implacablemente y hacerle hablar de muchas cosas, buscando, con insidias, cazar alguna palabra de su boca.
(Lucas 11, 47-54)

Comentario
Hoy, se nos plantea el sentido, aceptación y trato dado a los profetas: «Les enviaré profetas y apóstoles, y a algunos los matarán y perseguirán» (Lc 11,49). Son personas de cualquier condición social o religiosa, que han recibido el mensaje divino y se han impregnado de él; impulsados por el Espíritu, lo expresan con signos o palabras comprensibles para su tiempo. Es un mensaje transmitido mediante discursos, nunca halagadores, o acciones, casi siempre difíciles de aceptar. Una característica de la profecía es su incomodidad. El don resulta molesto para quien lo recibe, pues le escuece internamente, y es incómodo para su entorno, que hoy, gracias a Internet o los satélites, puede extenderse a todo el mundo.
Los contemporáneos del profeta pretenden condenarlo al silencio, lo calumnian, lo desacreditan, así hasta que muere. Llega entonces el momento de erigirle el sepulcro y de organizarle homenajes, cuando ya no molesta. No faltan actualmente profetas que gozan de fama universal. La Madre Teresa, Juan XXIII, Monseñor Romero... ¿Nos acordamos de lo que reclamaban y nos exigían?, ¿ponemos en práctica lo que nos hicieron ver? A nuestra generación se le pedirá cuentas de la capa de ozono que ha destruido, de la desertización que nuestro despilfarro de agua ha causado, pero también del ostracismo al que hemos reducido a nuestros profetas.
Todavía hay personas que se reservan para ellas el “derecho de saber en exclusiva”, que lo comparten —en el mejor de los casos— con los suyos, con aquellos que les permiten continuar aupados en sus éxitos y su fama. Personas que cierran el paso a los que intentan entrar en los ámbitos del conocimiento, no sea que tal vez sepan tanto como ellos y los adelanten: «¡Ay de vosotros, los legistas, que os habéis llevado la llave de la ciencia! No entrasteis vosotros, y a los que están entrando se lo habéis impedido» (Lc 11,52).
Ahora, como en tiempos de Jesús, muchos analizan frases y estudian textos para desacreditar a los que incomodan con sus palabras: ¿es éste nuestro proceder? «No hay cosa más peligrosa que juzgar las cosas de Dios con los discursos humanos» (San Juan Crisóstomo).
Hno. Lluís SERRA i Llançana (Roma, Italia)


Santoral Católico

Santa Teresa de Ávila
Virgen Fundadora de Las Carmelitas Descalzas


Los escritos de Santa Teresa subrayan sobre todo el espíritu de oración, la manera de practicarlo y los frutos que produce. Como la santa escribió precisamente en la época en que estaba consagrada a la difícil tarea de fundar conventos de carmelitas reformadas, sus obras, prescindiendo de su contenido y naturaleza, dan testimonio de su vigor, laboriosidad y capacidad de recogimiento. Escribió el "Camino de Perfección" para dirigir a sus religiosas, y el libro de las "Fundaciones" para alentarlas y edificarlas. En cuanto al "Castillo Interior", se puede considerar que lo escribió para la instrucción de todos los cristianos. En esta obra se muestra como verdadera Doctora de la Iglesia.

Los carmelitas, como la mayoría de las religiosas, habían decaído mucho del primer fervor, a principios del siglo XVI. Las religiosas podían salir de la clausura con el menor pretexto, de suerte que el convento se convirtió en el sitio ideal para quien deseaba una vida fácil y sin problemas. Las comunidades eran sumamente numerosas, lo cual era causa y efecto de la relajación. Por ejemplo en el convento de Ávila había 140 religiosas. Santa Teresa que llevaba ya 25 años de vida religiosa en el convento de la Encarnación de Ávila, emprendió el reto de llevar a cabo la iluminada idea de fundar una comunidad más reducida y reformada. La santa estableció la más estricta clausura y el silencio casi perpetuo. El convento carecía de rentas y reinaba en él la mayor pobreza; las religiosas vestían toscos hábitos, usaban sandalias en vez de zapatos (por ello se les llamó descalzas) y estaban obligadas a la perpetua abstinencia de carne. Santa Teresa no admitió al principio más que 13 religiosas, pero luego aceptó que hubiese 21. En 1567, el superior general de los carmelitas, Juan Bautista Rubio (Rossi), visitó el convento de Ávila y quedó muy satisfecho con el trabajo realizado allí por la santa, así que le concedió a ésta plenos poderes para fundar otros conventos del mismo tipo y aun la autorizó a fundar dos conventos de frailes reformados (carmelitas contemplativos).

Santa Teresa murió en los brazos de la Beata Ana el 4 de octubre de 1582. Su canonización se realizó en 1622.


Pensamiento


"Nada te turbe; nada te espante; todo se pasa; Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene, nada le falta. Solo Dios basta"
Santa Teresa


Tema del día :
Dios no mide con nuestro metro


¡Gracias a Dios que Él no mide con nuestro metro! Porque Dios es bueno y nosotros más o menos somos malos, y si Dios juzgara como nosotros juzgamos, entonces muy pocos se salvarían. Pero Dios tiene compasión de los hombres, e incluso cuando hay una verdadera culpa, si el culpable le pide humildemente perdón, Él lo perdona completamente y le manda no pecar más.

¡Qué falta nos hace asemejarnos más a Dios, especialmente en lo que toca a la misericordia! Porque recordemos que Jesús en el Evangelio ha dicho que serán bienaventurados los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. ¿Y quién no necesita de la Misericordia de Dios? Todos la necesitamos. Entonces practiquemos la misericordia con el prójimo y también, ¿por qué no?, practiquemos la misericordia con Jesús, es decir, compadezcámonos de todos sus sufrimientos, de los de antes y de los de ahora, porque Cristo sigue sufriendo moral y espiritualmente por los pecados de los hombres.

Si somos misericordiosos anticipamos el Juicio de Dios sobre nosotros, porque cumplimos aquello del Evangelio de: “No juzguéis y no seréis juzgados”.

El hombre se hace misericordioso cuando ha sufrido en carne propia algún dolor, porque el sufrimiento es escuela de misericordia. Es dulce decir: “Te comprendo hermano porque yo pasé por algo similar y sé lo que es sufrir así”. Pero aunque no hayamos pasado por algo parecido, tratemos de colocarnos en el lugar del hermano y tengamos un corazón misericordioso, que es mejor pasarse de bueno, antes que ser duros de corazón o malvados.

Dios no mide con nuestro metro, pero nos medirá a nosotros con nuestro metro, así que ¡atención!, porque el juicio que usemos para los demás se usará para nosotros.

Solo en el Cielo veremos claro por qué cada uno actuó de la forma que actuó, ya que en la tierra no podemos saber lo que hay en lo profundo de los corazones de los hombres, ni siquiera en el nuestro. Por eso hagamos como el Señor y cuando recibamos una ofensa o mal de algún hermano, digamos: “Padre, perdónalo, porque no sabe lo que hace ni lo que dice”, y así seremos agradables al Padre, porque nos pareceremos un poco a Jesús, su Hijo muy amado.

Fuente: Devociones y Promesas


Historias :
La cadenita


Un joven soldado norteamericano encontró a un iraquí que estaba herido en el suelo. Por un momento dudó en acercarse a él. No se fiaba. Apuntándole con su fusil, fue acercándose poco a poco.

El enemigo le pidió ayuda. Después de ver que no estaba armado, le ayudó. Lo cargó a sus espaldas y lo sacó de aquel lugar. Lo llevó a un oasis cercano. Allí intentó ayudarle como pudo. Le hizo un vendaje y le dijo: "Creo que con esto podrás aguantar. Cuando recuperes las fuerzas, podrás volver con los tuyos. Espero no luchar nunca contra ti"

El enemigo no le dijo nada. Se llevó la mano a un bolsillo, sacó una cadenita de oro y se la dio en agradecimiento al norteamericano. Y el joven soldado se marchó.

Pero a la mañana siguiente, se produjo una fuerte batalla y el joven soldado norteamericano quedó herido gravemente en una pierna. Fue hecho prisionero por el enemigo. Lo llevaron a un campo de concentración y allí fue atendido por una enfermera enemiga, que hizo todo lo posible por curarlo. Le atendió con mucho cariño, porque en él, veía reflejado a su hijo que también estaba luchando en la guerra.

El joven soldado no sabía cómo darle las gracias. Ni su madre le hubiera cuidado tan bien. Buscó en uno de sus bolsillos y sacó aquella cadenita de oro para dársela en agradecimiento. Cuando la enfermera vio aquello, con voz temblorosa le preguntó: "¿Cómo has conseguido esto?"

El joven se lo explicó todo, y al instante, la enfermera comenzó a llorar de alegría, porque aquella cadenita de oro que le entregaba, pertenecía a su querido hijo... y estaba vivo...

Desconozco su autor


Meditación breve


Cada problema es una oportunidad para madurar y cambiar. De hecho, cada problema es realmente un reto para subir más alto y ser una persona diferente. Los chinos son sabios. A medida que su idioma se desarrollaba, dos símbolos chinos fueron combinados para formar la palabra crisis. Uno de los símbolos significaba peligro y el otro significaba oportunidad. Estos dos símbolos nos permiten elegir. Podemos sentirnos en peligro y estar temerosos, o podemos buscar y encontrar la oportunidad.
La oportunidad es el enfoque de toda persona interesada en vivir una vida espiritual. Una y otra vez en la historia, los problemas nos han retado no tanto con la necesidad de una solución, sino con la tarea de descubrir algo sobre nosotros mismos. David enfrentó a Goliat e hizo mucho más que derrotar al gigante. Encontró recursos en él que lo capacitarían a guiar a su gente. Por medio de su experiencia en el foso de los leones, Daniel encontró que una conciencia de Dios es toda la protección que cualquier persona realmente necesita.
Elige hoy si darás atención a un peligro que has percibido, o considerarás el descubrimiento de algo acerca de ti que no has descubierto antes. Cuando recuerdes el problema, recuerda: este problema es una oportunidad.


Pedidos de oración


Pedimos oración por el señor Hugo L., que vive en Capital Federal, Argentina y que será operado de hernia inguinal, para que el Señor lo acompañe y le permita una rápida recuperación.


Pedimos oración por María Camila G. C., que vive en Bogotá, Colombia, y es una joven y destacada estudiante de medicina ya próxima a graduarse, pero en estos momentos atraviesa una crisis emocional y sentimental que le tiene muy deprimida. Que nuestra Mamá María le de las fuerzas necesarias para superar el mal momento y seguir adelante con sus estudios y sus proyectos.


Pedimos oración por la señora Concha M. y su hija Zula C., ambas de Chiquinquira, Colombia, que están atravesando por una grave situación judicial. Que el Señor Jesús, sea su abogado si la cuasa es justa.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.


Palabras de Jesús


Han oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo les digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón. (Mt 5, 27-28)

Si esto es así, entonces ¡qué terrible que son las modas indecentes de estos tiempos, donde las mujeres andan vestidas con vaqueros ajustados al cuerpo y ropas escandalosas como minifaldas y escotes que son verdaderamente diabólicos! Porque el mismo Señor lo dice que si se mira con deseo impuro a una mujer, ya se adultera en el corazón. Y en otra parte dirá que el ojo es la lámpara del cuerpo, y según sea nuestro ojo, nuestra mirada, así serán nuestro interior y nuestras acciones. Nunca debemos acostumbrarnos al mal. Nunca debemos bajar los brazos ante la maldad, sino tratar de combatirla en todas las formas posibles. Recordemos que el que desprecia lo pequeño, poco a poco se precipitará en las cosas grandes. El que no cuida sus miradas, poco a poco caerá en pecados impuros y graves.

Jesús, en Vos confío.



Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.