lunes, 5 de octubre de 2009

Pequeñas Semillitas 0862

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0862 ~ Lunes 5 de Octubre de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
Iniciamos esta edición con una reflexión de Bertol Brecht, tan actual y tan aplicable a la realidad que vivimos día a día:
"El peor analfabeto, es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio del poroto, del pan, de la carne, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. Es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el niño abandonado y el peor de todos los bandidos: el político corrupto, mequetrefe y lacayo del gran capital"


La Palabra de Dios :
Evangelio del día


En aquel tiempo, se levantó un maestro de la Ley, y dijo para poner a prueba a Jesús: «Maestro, ¿qué he de hacer para tener en herencia la vida eterna?». Él le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?». Respondió: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo». Díjole entonces: «Bien has respondido. Haz eso y vivirás».
Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo?». Jesús respondió: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después de despojarle y golpearle, se fueron dejándole medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: ‘Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva’. ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?». Él dijo: «El que practicó la misericordia con él». Díjole Jesús: «Vete y haz tú lo mismo».
(Lucas 10, 25-37)

Comentario
Hoy, un maestro de la Ley plantea a Jesús una pregunta que quizás nos hemos formulado más de una vez: «¿Qué he de hacer para tener en herencia la vida eterna?» (Lc 10,25). Era una pregunta que iba con segundas, pues quería poner a prueba a Jesús. El maestro responde sabiamente lo que dice la Ley, es decir, amar a Dios y al prójimo como a uno mismo (cf. Lc 10,27). La clave es amar. Si buscamos la vida eterna, sabemos que «la fe y la esperanza pasarán, mientras que el amor no pasará nunca» (cf. 1Cor 13,13). Cualquier proyecto de vida y cualquier espiritualidad cuyo centro no sea el amor nos aleja del sentido de la existencia. Un punto de referencia importante es el amor a uno mismo, a menudo olvidado. Solamente podemos amar a Dios y al prójimo desde nuestra propia identidad.
El maestro de la Ley va más lejos todavía y pregunta a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo?» (Lc 10,29). La respuesta llega a través de un cuento, de una parábola, de una historia corta, sin formulaciones teóricas complicadas, pero con un gran contenido. El modelo de prójimo es un samaritano, es decir, un marginado, un excluido del pueblo de Dios. Un sacerdote y un levita pasan de largo al ver al hombre apaleado y malherido. Los que parecen estar más cerca de Dios (el sacerdote y el levita) son los que están más lejos del prójimo. El maestro de la Ley evita pronunciar la palabra “samaritano” para indicar a quien se comportó como prójimo del hombre malherido y dice: «El que practicó la misericordia con él» (Lc 10,37).
La propuesta de Jesús es clara: «Vete y haz tú lo mismo». No es la conclusión teórica del debate, sino la invitación a vivir la realidad del amor, el cual es mucho más que un sentimiento etéreo, pues se trata de un comportamiento que vence las discriminaciones sociales y que brota del corazón de la persona. San Juan de la Cruz nos recuerda que «al atardecer de la vida te examinarán del amor».
P. Rodolf PUIGDOLLERS i Noblom SchP (La Roca del Vallès, Barcelona, España)


Santoral Católico

Santa Faustina Kowalska, monja polaca
Apóstol de la Divina Misericordia

Sor Faustina nació en el año 1905 en la aldea de Glogowiec, cerca de Lodz, como la tercera de diez hermanos en la familia de Kowalski. Desde pequeña se destacó por el amor a la oración, laboriosidad, obediencia y sensibilidad ante la pobreza humana. Su educación escolar duró apenas tres años. Al cumplir 16 años abandonó la casa familiar para trabajar de empleada doméstica en casas de familias acomodadas.

A los 20 años entró en la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, donde ­ como Sor María Faustina ­ vivió 13 años cumpliendo los deberes de cocinera, jardinera y portera hasta su fallecimiento el 5 de octubre de 1938.

Su vida, aparentemente ordinaria, monótona y gris, se caracterizó por la extraordinaria profundidad de su unión con Dios. Desde niña había deseado ser una gran santa y, en consecuencia, caminó hacia este fin colaborando con Jesús en la obra de salvar a las almas perdidas, hasta ofrecerse como sacrificio por los pecadores. Los años de su vida conventual estuvieron marcados, pues, por el estigma del sufrimiento y las extraordinarias gracias místicas.

Sobre la forma que cumplió sus deberes basten estas palabras del Señor Jesús a Santa Faustina, por sus atenciones a los pobres que venían a la puerta del convento: "Hija Mía, han llegado a mis oídos las bendiciones de los pobres que alejándose de la puerta Me bendicen y Me ha agradado esta misericordia tuya dentro de los límites de la obediencia y por eso he bajado del trono para gustar el fruto de tu misericordia" (Diario,1312).

Es que también Jesús había ido a la puerta del convento bajo la apariencia de un joven pobre, en un día lluvioso y frío. Santa Faustina, sin reconocerlo, le dio un poco de sopa caliente y pan.


También hoy se conmemora a:

San Zacarías y Santa Isabel, padres de Juan el Bautista
y a San Plácido, mártir


Pensamiento


"Que Dios conceda a los padres de familia el imitar a Zacarías e Isabel,
llevando como ellos una vida santa; siendo justos ante el Señor,
y observando con exactitud todos los mandamientos y preceptos de Dios"


Tema del día : ¿Hay caridad sin justicia?

1) Para saber

Los padres o maestros, en su función educacional, se cuestionan a veces si no faltaron a la caridad por tratar de ser justos. ¿Es que la justicia está reñida con la caridad?

El Papa Benedicto XVI reflexiona sobre la relación que hay entre la justicia y la caridad: “La caridad va más allá de la justicia, porque amar es dar, ofrecer de lo «mío» al otro; pero nunca carece de justicia, la cual lleva a dar al otro lo que es «suyo», lo que le corresponde en virtud de su ser y de su obrar. No puedo «dar» al otro de lo mío sin haberle dado en primer lugar lo que en justicia le corresponde” (“La caridad en la verdad”, n.6).

Es así que no hay ninguna oposición entre la caridad y la justicia, es más, la caridad exige que haya justicia, y sin ésta no vivimos realmente la caridad. “Quien ama con caridad a los demás, es ante todo justo con ellos… la justicia es «inseparable de la caridad», intrínseca a ella. La justicia es la primera vía de la caridad” (Ibidem).

2) Para pensar

En ocasiones un padre o una madre se pueden sentir culpables por haber castigado a un hijo, y se preguntan si no están faltando a la caridad.

Ciertamente los castigos han de ser justos, es decir, debido a algo indebido que hizo el hijo y han de ser, a su vez, proporcionados a la falta. Por ello es conveniente dar las razones al castigado para que conozca que se hace justicia. Pero no basta. La justicia ha de ser aplicado con caridad, pues es lo que ha de mover a castigar. Es decir, el amor que el padre tiene a su hijo lo mueve a corregirlo, lo hace por su bien, pretende mejorarlo, pues el castigo servirá para reafirmar el valor que se le quiere inculcar.

Hay un pasaje en “El Quijote de la Mancha”, en donde Sancho Panza, el fiel escudero que será gobernador de una ínsula, es aconsejado por Don Quijote de cómo debe de obrar con los maleantes cuando tenga que impartir justicia: “Al que has de castigar con obras, no trates mal con palabras, pues le basta al desdichado la pena del suplicio sin la añadidura de las malas razones. Al culpado que cayese debajo de tu jurisdicción… en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio a la contraria, muéstrate piadoso y clemente; porque aunque los atributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea, a nuestro ver, el de la misericordia que el de la justicia”.

Ciertamente, es propia de Dios la misericordia que muestra siempre con el pecador. Sin dejar de ser justo, nunca falta en su obrar el amor y la misericordia.

3) Para vivir

El Papa señala con claridad la superioridad de la caridad sobre la justicia, pues sigue “la lógica de la entrega y el perdón. La «ciudad del hombre» no se promueve sólo con relaciones de derechos y deberes sino, antes y más aún, con relaciones de gratuidad, de misericordia y de comunión. La caridad manifiesta siempre el amor de Dios también en las relaciones humanas, otorgando valor teologal y salvífico a todo compromiso por la justicia en el mundo” (Ibidem).

San Josemaría Escrivá nos lo invita a considerar: “¡Mira qué entrañas de misericordia tiene la justicia de Dios! –Porque en los juicios humanos, se castiga al que confiesa su culpa: y, en el divino, se perdona” (Camino 309).

Pbro. José Martínez Colín


Meditación breve


Dices estar listo para enfrentar el desafío, pero en el fondo de tu mente tienes serias y persistentes dudas. Hay una vocecita repiqueteando, recordándote tus, auto-impuestas, limitaciones. Puedes convencer al resto del mundo, pero si no puedes vencer a esa pequeña vocecita en el fondo de tu mente, te detendrá sin contemplaciones.
Para apaciguar a esa vocecita se necesita férrea voluntad y mucha repetición. Cada vez que ella dice "no, no puedes" debes responderle inmediatamente "¡Sí, puedo!". Has permitido a esa vocecita tomar el control, y en tus manos está el poder de cambiar esta situación.
En el pasado te has dicho a tí mismo -o te lo han dicho los demás- tantas y tantas veces que no puedes, que has terminado convenciéndote de que no puedes. Ahora debes hacer renacer tu confianza. Saber que puedes hacerlo. Decirte, una y otra vez, que tú puedes. Con suficiente repetición, comenzarás a creerlo realmente y la duda se desvanecerá.


Pedidos de oración


Pedimos oración por nuestro lector y amigo Carlos C. O., de Bogotá, Colombia, que en el día de hoy tiene una audiencia judicial de mucha importancia para él y su familia, para que por intercesión de María Santísima, Nuestra Madre, el Señor Jesucristo ilumine a la Juez que lleva el caso, y le de la sabiduría suficiente, y suficiente comprensión, y aplique la ley de favorabilidad para que el caso termine favorablemente. Que el Señor acompañe también a su abogado Dr. José Joaquín L. A.


Pedimos oración por Javier N. de 44 años de edad, que vive en San Lorenzo, Santa Fé, Argentina, y hoy será operado en Rosario para la extirpación de un tumor cerebral. Que el Señor Misericordioso dirija las manos de los cirujanos para que la operación resulte exitosa, y acompañe a la familia de Javier en la espera del resultado de la misma.


Pedimos oración por el eterno descanso del alma de la cantante popular argentina Mercedes Sosa, fallecida ayer.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.


Reflexión Mariana


¡Qué semejante belleza debe poseer la Santísima Virgen que ha enamorado al mismo Dios, que es la Belleza infinita, pues la Virgen atrajo a su seno al Verbo de Dios, y cautivó el Corazón del Señor! ¿Qué no hará con nuestro pobre corazón? Si en el Cielo solo estuviera la Santísima Virgen, ya seríamos felices en ese Cielo, pues verla a Ella ya es felicidad perfecta. María es la Obra Maestra del Creador, que la ha hecho para Sí mismo y a los elegidos se las da a conocer y se las ofrece como Madre. Jesús mismo nos la ha dado como regalo supremo en que moría en la Cruz, y es el mayor Don que nos podía hacer el Señor, porque María es el consuelo de Dios y nuestro consuelo. Dichosos su esta Reina nos ha elegido para que seamos sus fieles vasallos, pues ¡qué mayor honor que pertenecer a este augusta Princesa!


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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