domingo, 19 de julio de 2009

Pequeñas Semillitas 0790

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0790 ~ Domingo 19 de Julio de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Hola !!!
Algunas personas se empeñan en pensar que el hombre es un lobo para el hombre. Diferentes corrientes filosóficas a lo largo de la historia han defendido esta postura. Pero, en realidad, el hombre, al igual que la naturaleza, está hecho de contrastes y oposiciones. Dentro de nosotros tenemos el bien y el mal, el dolor y la alegría, la eternidad y la mortalidad.
¿Por qué sólo esperar de ellos lo peor? ¿Por qué acercarnos a ellos con prevención?


La Palabra de Dios : Evangelio del día


En aquel tiempo, los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. Él, entonces, les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco». Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario. Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos. Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.
(Marcos 6, 30-34)

Comentario
Hoy, el Evangelio nos invita a descubrir la importancia de descansar en el Señor. Los Apóstoles regresaban de la misión que Jesús les había dado. Habían expulsado demonios, curado enfermos y predicado el Evangelio. Estaban cansados y Jesús les dice «venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco» (Mc 6,31).
Una de las tentaciones a las que puede sucumbir cualquier cristiano es la de querer hacer muchas cosas descuidando el trato con el Señor. El Catecismo recuerda que, a la hora de hacer oración, uno de los peligros más grandes es pensar que hay otras cosas más urgentes y, de esa forma, se acaba descuidando el trato con Dios. Por eso, Jesús, a sus Apóstoles, que han trabajado mucho, que están agotados y eufóricos porque todo les ha ido bien, les dice que tienen que descansar. Y, señala el Evangelio «se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario» (Mc 6,32). Para poder rezar bien se necesitan, al menos dos cosas: la primera es estar con Jesús, porque es la persona con la que vamos a hablar. Asegurarnos de que estamos con Él. Por eso todo rato de oración empieza, generalmente, y es lo más difícil, con un acto de presencia de Dios. Tomar conciencia de que estamos con Él. Y la segunda es la necesaria soledad. Si queremos hablar con alguien, tener una conversación íntima y profunda, escogemos la soledad.
San Pedro Julián Eymard recomendaba descansar en Jesús después de comulgar. Y advertía del peligro de llenar la acción de gracias con muchas palabras dichas de memoria. Decía, que después de recibir el Cuerpo de Cristo, lo mejor era estar un rato en silencio, para reponer fuerzas y dejando que Jesús nos hable en el silencio de nuestro corazón. A veces, mejor que explicarle a Él nuestros proyectos es conveniente que Jesús nos instruya y anime.
Rev. D. David Amado i Fernández (Barcelona, España)


Santoral Católico

Santas Justa y Rufina, Vírgenes y Mártires

Estas dos santas fueron dos hermanas que nacieron en Sevilla, en el seno de una familia muy modesta pero de firmes costumbres y sólida fe cristiana. En aquella época España era dominada por los romanos, y con ellos, la idolatría y la corrupción. Mientras tanto las dos hermanas se conservaban en santidad y pureza de costumbres, empleando todo su cuidado en conocer el Evangelio, en su propia santificación y en beneficio de sus prójimos.

Todos los años los idólatras celebraban fiestas en honor de Venus, recordando la tristeza de ésta en la muerte de su adorado Adoni. Las mujeres recorrían las calles de la ciudad llevando al ídolo en sus hombros, importunaban a todos y les pedían una cuantiosa limosna para la festividad. Al llegar a la casa de Justa y Rufina, les exigieron adorar al ídolo; las dos santas se negaron y las mujeres, enfadadas, dejaron caer el ídolo rompiendo muchas vasijas. Las santas, horrorizadas por ver en su casa un ídolo, cogieron el ídolo y lo hicieron pedazos, provocando la ira de los idólatras que se lanzaron contra ellas.

Diogeniano, prefecto de Sevilla, las hizo prisioneras, las interrogó y las amenazó con crueles tormentos si persistían en la religión cristiana, a la vez que les ofrecía grandes recompensas y beneficios, si idolatraban a los ídolos. Las santas se opusieron con gran valor a las inicuas propuestas del Prefecto, afirmando que ellas sólo adoraban a Jesucristo. El Prefecto mandó que las torturasen con garfios de hierro y en el potro, creyendo que cederían ante los tormentos, pero ellas soportaban todo con alegría y sus ánimos se fortalecían a la vez que crecían las torturas. Mandó entonces a encerrarlas en una lóbrega cárcel y que allí las atormentasen lentamente con hambre y con sed. Pero la divina Providencia les socorría y sustentaba con gozos inefables, según las necesidades del momento, provocando el desconcierto de los carceleros. Luego, el Prefecto quiso agotarlas obligándoles a seguirle descalzas en un viaje que él iba a hacer a Sierra Morena; sin embargo, aquel camino pedregoso era para ellas como de rosas. Volvieron a meterlas en la cárcel hasta que murieran. Santa Justa, sumamente debilitada, entregó serenamente su espíritu, recibiendo las dos coronas, de virgen y de mártir. El Prefecto mandó lanzar el cuerpo de la virgen en un pozo, pero el obispo Sabino logró rescatarlo.

El Prefecto creyó que, estando sola, seria más fácil doblegar a Rufina. Pero al no conseguir nada, mandó llevarla al anfiteatro y echarle un león furioso para que la despedazase. El león se acercó a Rufina y se contentó con blandir la cola y lamerle los vestidos como un corderillo. Enfurecido el Prefecto, mandó degollarla. Así Rufina entregó su alma a Dios. Era el año 287. Se quemó el cadáver para sustraerlo a la veneración, pero el obispo Sabino recogió las cenizas y las sepultó junto a los restos de su hermana. Su culto se extendió pronto por toda la iglesia. Famoso y antiquísimo es el templo de Santa Justa en Toledo, el primero de los mozárabes.


Pensamiento


"El cristiano idealista soporta las dificultades de la vida con dignidad y gracia, haciendo lo mejor de cada circunstancia y con la seguridad de saber que Dios tiene las llaves que abrirán nuevas puertas"


Tema del día :
Escoger uno de los dos ríos


1) Para saber

Con fecha del 29 de Junio, el Papa Benedicto XVI nos proporciona su tercera encíclica: “El amor en la verdad”, o dicho en latín, que es el lenguaje oficial con que se escribe, “Caritas in veritate”.

Es una encíclica que ayuda a comprender la doctrina social de la Iglesia. Hoy reflexionaremos sobre el primer punto.

El Papa nos indica que la caridad, el amor, es la principal fuerza impulsora del auténtico desarrollo de cada persona y de toda la humanidad. El amor “es una fuerza extraordinaria, que mueve a las personas a comprometerse con valentía y generosidad en el campo de la justicia y de la paz… Cada uno encuentra su propio bien asumiendo el proyecto que Dios tiene sobre él, para realizarlo plenamente: en efecto, encuentra en dicho proyecto su verdad y, aceptando esta verdad, se hace libre (cf. Jn 8,22)”.

2) Para pensar

En un relato adaptado por el p. Mariano de Blas describe las consecuencias de vivir o no la caridad.
Hay en Tierra Santa dos lagos alimentados por el mismo río: el río Jordán. Están situados a pocos kilómetros de distancia el uno del otro. Pero, ambos poseen características asombrosamente distintas. Uno es el Lago de Genesaret, conocido también como Mar de Galilea. El otro es el llamado "Mar Muerto". El primero es azul, lleno de vida y de contrastes, de calma y de borrasca. En sus orillas se reflejan delicadamente las flores amarillas de sus bellísimas praderas. El Mar Muerto es una laguna salitrosa y densa, donde no hay vida y queda estancada el agua que viene del río.

¿Qué es lo que hace tan diferentes a los dos lagos alimentados por el mismo río? Es sencillamente esto: El Lago de Genesaret trasmite generosamente lo que recibe. Su agua parte para remediar la sequía de los campos. Sacia la sed de los hombres y de los animales. Podríamos decir que es un “agua altruista”. En cambio, el agua del Mar Muerto se estanca. Es salitrosa. Mata. Podríamos decir que es un “agua egoísta”, inútil.

Algo semejante pasa con las personas. Hay las que viven dando y dándose a los demás, generosamente, sin esperar recompensa... Viven y hacen vivir, siendo y haciendo feliz a los demás. Por otro lado están las que, egoístamente, reciben y guardan ni dan ni se dan, como esa agua estancada, que muere y causa la muerte a su alrededor, fabricándose una vida amarga e infeliz.

Cuánto más damos, más recibimos. Cuanto menos repartimos, más pobres nos volvemos. El que acumula para sí solo, llama a la infelicidad. El que reparte, la felicidad toca a su puerta y entra dichosa.

3) Para vivir

El Papa nos propone que, si queremos vivir la caridad, es preciso permanecer en la verdad, defenderla, proponerla con humildad y dar ejemplo de ella. Es más, la vocación de cada persona es vivir en el amor y en la verdad. Nuestro Señor Jesucristo es quien nos hará encontrar precisamente la Verdad Plena mostrándonos el Amor de Dios.

Señala el Papa que en “Cristo, la caridad en la verdad se convierte en el Rostro de su Persona, en una vocación a amar a nuestros hermanos en la verdad de su proyecto. En efecto, Él mismo es la Verdad”. Busquemos, pues, esa unidad con Cristo, en especial en la Eucaristía, para vivir ese Amor.

Pbro. José Martínez Colín


Biografías :
Gregor Mendel


Johann Gregor Mendel fue un monje agustino católico y naturalista, nacido en Heinzendorf, Austria (actual Hynčice, distrito Nový Jičín, República Checa) el 20 de julio de 1822.

Su padre era veterano de las guerras napoleónicas y su madre, la hija de un jardinero. Tras una infancia marcada por la pobreza y las penalidades, en 1843 Johann Gregor Mendel ingresó en el monasterio agustino de Königskloster, cercano a Brünn, donde tomó el nombre de Gregor y fue ordenado sacerdote en 1847. Residió en la abadía de Santo Tomás (Brünn) y, para poder seguir la carrera docente, fue enviado a Viena, donde se doctoró en matemáticas y ciencias (1851).

En 1854 Mendel se convirtió en profesor suplente de la Real Escuela de Brünn, y en 1868 fue nombrado abad del monasterio, a raíz de lo cual abandonó de forma definitiva la investigación científica y se dedicó en exclusiva a las tareas propias de su función.

El núcleo de sus trabajos –que comenzó en el año 1856 a partir de experimentos de cruzamientos con guisantes efectuados en el jardín del monasterio– le permitió descubrir las tres leyes de la herencia o leyes de Mendel, gracias a las cuales es posible describir los mecanismos de la herencia y que fueron explicadas con posterioridad por el padre de la genética experimental moderna, el biólogo estadounidense Thomas Hunt Morgan (1866-1945).

En el siglo XVIII se había desarrollado ya una serie de importantes estudios acerca de hibridación vegetal, entre los que destacaron los llevados a cabo por Kölreuter, W. Herbert, C. C. Sprengel y A. Knight, y ya en el siglo XIX, los de Gärtner y Sageret (1825). La culminación de todos estos trabajos corrió a cargo, por un lado, de Ch. Naudin (1815-1899) y, por el otro, de Gregor Mendel, quien llegó más lejos que Naudin.

Las tres leyes descubiertas por Mendel se enuncian como sigue: según la primera, cuando se cruzan dos variedades puras de una misma especie, los descendientes son todos iguales y pueden parecerse a uno u otro progenitor o a ninguno de ellos; la segunda afirma que, al cruzar entre sí los híbridos de la segunda generación, los descendientes se dividen en cuatro partes, de las cuales una se parece a su abuela, otra a su abuelo y las dos restantes a sus progenitores; por último, la tercera ley concluye que, en el caso de que las dos variedades de partida difieran entre sí en dos o más caracteres, cada uno de ellos se transmite de acuerdo con la primera ley con independencia de los demás.

Para realizar sus trabajos, Mendel no eligió especies, sino razas autofecundas bien establecidas de la especie Pisum sativum. La primera fase del experimento consistió en la obtención, mediante cultivos convencionales previos, de líneas puras constantes y en recoger de manera metódica parte de las semillas producidas por cada planta. A continuación cruzó estas estirpes, dos a dos, mediante la técnica de polinización artificial. De este modo era posible combinar, de dos en dos, variedades distintas que presentan diferencias muy precisas entre sí (semillas lisas-semillas arrugadas; flores blancas-flores coloreadas, etc.).

El análisis de los resultados obtenidos permitió a Mendel concluir que mediante el cruzamiento de razas que difieren al menos en dos caracteres, pueden crearse nuevas razas estables (combinaciones nuevas homocigóticas). Pese a que remitió sus trabajos con guisantes a la máxima autoridad de su época en temas de biología, W. von Nägeli, sus investigaciones no obtuvieron el reconocimiento hasta el redescubrimiento de las leyes de la herencia por parte de H. de Vries, C. E. Correns y E. Tschernack von Seysenegg, quienes, con más de treinta años de retraso, y después de haber revisado la mayor parte de la literatura existente sobre el particular, atribuyeron a Johan G. Mendel la prioridad del descubrimiento.

Murió el 6 de enero de 1884 en Brünn, por nefritis crónica.


Meditación breve


Si cuidas una abeja, habrá más miel en el panal.
Si evitas una injusticia, habrá más justicia en el mundo.
Si cultivas un rosal, habrá más rosas en el jardín.
Si amas, Dios estará más presente en el mundo.
Si siembras un grano de trigo, habrá más pan sobre la tierra.
Si creces tú como persona, habrá más humanidad en el mundo.
Si enciendes una vela, habrá más luz en la noche.
Si vives en la verdad, habrá menos mentira en el mundo.
Si cuidas un nido de golondrinas, habrá, más golondrinas en Primavera.
Si vives en libertad, habrá más libertad en el mundo.
Si enciendes un fuego, habrá menos frío en el invierno.
Si irradias tu alegría, habrá menos tristeza en el mundo.
Si esperas cambiar tú cuando haya cambiado el mundo, morirás sin haber vivido.
Si comienzas cambiando tú, ya estás cambiando el mundo.


Nunca nos olvidemos de agradecer


Alguna vez leí que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan a todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.


Nuestro querido amigo y compañero de evengelización José Luis Domínguez Pascual, de Málaga, España, quiere agradecer al Señor, a la Virgen María y a su esposo San José, por la ayuda que le proporcionaron para poder ubicar bien a sus hijos en Madrid, donde han de seguir sus estudios líricos, pidiendo para su futuro el auxilio y la protección de la Santísima Trinidad y de la Sagrada Familia.


Desde La Habana, Cuba, nuestra lectora la Dra. Gisela Ramos quiere participar con todos los lectores de esta página que el día 21 de junio pasado la niña Aitana C. fue ingresada a un hospital con una tumoración de más de ocho centímetros cerca de un riñón, que en opinión de los médicos era maligna. Se hicieron entonces misas y cadenas de oración... y a las 72 horas los estudios ecográficos que se hicieron demostraron una importante reducción del tumor, y una semana después había desaparecido por completo. Gloria a Dios por esta sanación.


Carolina Mejía quiere agradecer a los lectores de "Pequeñas Semillitas" por sus oraciones, y nos dice que su hogar se está recuperando, la relación con su esposo es buena y la familia está más que agradecida a Jesús y a María.


Gina, lectora de Ecuador, agradece las oraciones e informa que su hija ha seguido muy bien con su embarazo.


Mirta Leikam, desde Buenos Aires, agradece las oraciones hechas por Norma y Hugo, Mariana y Fernando. Con la fe y la oración todo es posible...!!!


Desde Carlos Paz, Córdoba, Argentina, nos agradecen las oraciones hechas por Roberto, nos dicen que en estos días ha mejorado mucho espiritualmente, y nos piden que sigamos rezando para que en la semana próxima su médico confirme la mejoría.


Palabras de Juan Pablo II


La profesión religiosa coloca en el corazón de cada uno y cada una de vosotros, queridos Hermanos y Hermanas, el amor del Padre; aquel amor que hay en el corazón de Jesucristo, Redentor del mundo. Este es un amor que abarca al mundo y todo lo que en el viene del Padre y que al mismo tiempo tiende a vencer en el mundo todo lo que «no viene del Padre"
(Redemptionis Donum, 9)


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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