sábado, 4 de julio de 2009

Pequeñas Semillitas 0775

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 0775 ~ Sábado 4 de Julio de 2009
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Hola !!!
En estos días en que en muchos lugares del mundo estamos atemorizados por la pandemia de Gripe "A", me parece bueno recordar lo que dice el Salmo 91 para retemplar nuestra confianza en Dios que siempre nos protege:
"Tú que vives al amparo del Altísimo y resides a la sombra del Todopoderoso, di al Señor: Mi refugio y mi baluarte, mi Dios, en quien confío. El te librará de la red del cazador y de la peste perniciosa… No temerás… ni la peste que acecha en las tinieblas, ni la plaga que devasta a pleno sol… No te alcanzará ningún mal…"


La Palabra de Dios : Evangelio del día


En aquel tiempo, se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?». Jesús les dijo: «Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán. Nadie echa un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, porque lo añadido tira del vestido, y se produce un desgarrón peor. Ni tampoco se echa vino nuevo en pellejos viejos; pues de otro modo, los pellejos revientan, el vino se derrama, y los pellejos se echan a perder; sino que el vino nuevo se echa en pellejos nuevos, y así ambos se conservan».
(Mateo 9, 14-17)

Comentario
Hoy notamos cómo con Jesús comenzaron unos tiempos nuevos, una doctrina nueva, enseñada con autoridad, y cómo todas las cosas nuevas chocaban con la praxis y el ambiente dominante. Así, en las páginas que preceden al Evangelio que estamos contemplando, vemos a Jesús perdonando los pecados al paralítico y curando su enfermedad, mientras que los escribas se escandalizan; Jesús llamando a Mateo, cobrador de impuestos y comiendo con él y otros publicanos y pecadores, y los fariseos “subiéndose por las paredes”; y en el Evangelio de hoy son los discípulos de Juan quienes se acercan a Jesús porque no comprenden que Él y sus discípulos no ayunen.
Jesús, que no deja nunca a nadie sin respuesta, les dirá: «Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán» (Mt 9,15). El ayuno era, y es, una praxis penitencial que contribuye a «adquirir el dominio sobre nuestros instintos y la libertad del corazón» (Catecismo de la Iglesia, n. 2043) y a impetrar la misericordia divina. Pero en aquellos momentos, la misericordia y el amor infinito de Dios estaba en medio de ellos con la presencia de Jesús, el Verbo Encarnado. ¿Cómo podían ayunar? Sólo había una actitud posible: la alegría, el gozo por la presencia del Dios hecho hombre. ¿Cómo iban a ayunar si Jesús les había descubierto una manera nueva de relacionarse con Dios, un espíritu nuevo que rompía con todas aquellas maneras antiguas de hacer?
Hoy Jesús está: «Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20), y no está porque ha vuelto al Padre, y así clamamos: ¡Ven, Señor Jesús!
Estamos en tiempos de expectación. Por esto, nos conviene renovarnos cada día con el espíritu nuevo de Jesús, desprendernos de rutinas, ayunar de todo aquello que nos impida avanzar hacia una identificación plena con Cristo, hacia la santidad. «Justo es nuestro lloro —nuestro ayuno— si quemamos en deseos de verle» (San Agustín).
A Santa María le suplicamos que nos otorgue las gracias que necesitamos para vivir la alegría de sabernos hijos amados.
Rev. D. Joaquim Fortuny i Vizcarro (Cunit-Tarragona, España)


Santoral Católico

San Laureano, arzobispo de Sevilla


El portentoso san Laureano, arzobispo de Sevilla y glorioso mártir de Cristo, nació de padres nobles en la provincia de Pannonia que ahora llamamos Hungría. Etimológicamente significa “laureado, coronado”. Viene de la lengua griega.

Dejó su patria siendo de poca edad, y fue a Milán donde por misericordia del Señor se hizo cristiano, recibiendo el bautismo de manos del obispo Eustorgio II, y ordenándose de diácono a la edad de treinta y cinco años. Pasó después a España, guiado por la Providencia, para resistir con su predicación y doctrina a los herejes arrianos que eran muy poderosos y señores de la nación, y perseguían a los católicos.

Muriendo en esta sazón Máximo, arzobispo de Sevilla, por la malicia de los herejes, estuvo vacante aquella cátedra por espacio de dos años, hasta que por común voto de los prelados sufragáneos fue elegido para aquella dignidad el varón de Dios san Laureano, el cual gobernó diez y siete años aquella Iglesia. Mas como los herejes levantasen en Sevilla una grande persecución contra el santo arzobispo, y el mismo rey Theudes que injustamente ocupaba el trono, enviase gente que le matasen, el santo, avisado de todo por un ángel, dijo misa, convocó al pueblo, hizo un largo sermón, y tomando después su báculo rodeó parte de la ciudad, llorando y dando voces diciendo: «Haced penitencia, y mirad que está Dios enojado y tiene levantado el brazo para heriros» y en efecto, poco después fue reciamente castigada de Dios aquélla ciudad con sequedad, hambre y pestilencia.

Saliendo desterrado de ella el santo obispo, en el camino sanó a un ciego; entró en un navío llegando a Marsella, donde resucitó a un hijo de un hombre principal. De allí pasó a Italia y llegó a Roma, sanando muchos enfermos. En Roma visitó al Sumo Pontífice y consolóse con él; dijo Misa Pontifical delante del Papa el día de la Cátedra de san Pedro, y allí sanó a un viejo que desde niño estaba tullido de pies y manos.

Partió después para visitar el cuerpo de san Martín, en Francia, y tuvo la revelación de que venían por parte del rey Totila algunos soldados con el fin de quitarle la vida. No se turbó el santo, ni se congojó, antes encendido de amor del Señor y deseoso del martirio, salió a buscarles, y encontrándose con ellos en un campo raso, siendo conocido por ellos, dieron en él y le cortaron la cabeza.

Tomáronla y la llevaron al tirano, el cual cuando la vio y supo lo que había pasado, la envió a Sevilla, y con su entrada respiró aquélla ciudad y cesó la sequedad, hambre y pestilencia con que había sido azotada y afligida por el Señor a causa de sus pecados. El cuerpo del santo lo sepultó Eusebio, obispo de Arlés, en la iglesia de la ciudad de Bourges: y el Señor glorificó su sepulcro con innumerables prodigios.


Pensamiento


"Hay un solo rincón en el Universo que puedes ciertamente mejorar, y ese es tu propio yo"


Tema del día :
La Cenicienta moderna


Todos recordamos el cuento de La Cenicienta que nos narraban en nuestra infancia. Este cuento tiene una gran actualidad. Son tantas las veces que nuestros padres, hermanos, maestros o cualquier persona, en nuestra vida, se ha comportado como la madrastra o las hermanastras de la cenicienta. Estas personas, con sus palabras y actitudes, en nuestra niñez y adolescencia que nos han hecho sentir que no servimos para nada. Como no teníamos mayor sentido crítico asumimos esos sentimientos como parte de nuestra identidad. Es por eso que ahora mucha gente tiene sentimientos de inutilidad. Y quien tenga esos sentimientos se podría decir que es la cenicienta modera.

Tal es el caso de una mujer que siempre se mostró renuente a estudiar una carrera profesional, porque se sentía inútil e incapaz. Lo que pasa es que en casa la consideraban como la "oveja negra" de la familia, pues todos sus hermanos en la escuela y el colegio sacaban buenas calificaciones y ella no. Este bajo rendimiento en sus estudios se debía a que de pequeña sacó una baja calificación y su papá le dijo: "Eres una bruta. Te voy a llevar a la huerta para que, amarrada junto a los burros, comas alfalfa". Esta idea la repetían con frecuencia y ella se lo creyó. Como la creían incapaz de hacer trabajos intelectuales, a menudo le encargaban trabajos manuales como planchar, lavar, cocinar, asear la casa. Con mucho pesar logró terminar los estudios secundarios y ya no quiso continuar estudios superiores. Todos sus hermanos se hicieron profesionales y ella no.

Afortunadamente, igual que en cuento de la cenicienta, donde el Hada Madrina transformó a la cenicienta en princesa, una tía, que era su madrina, confió en ella y le despertó el interés por el estudio.

El asunto sucedió así: Su tía la llevó consigo para que la cuide, pues estaba enferma. Una vez que se recuperó, en gratitud a sus servicios le dijo: "Querida, yo te quiero mucho, en gratitud a tus servicios quiero financiar tus estudios. Escoge la carrera que quieras y matricúlate en ella. No tengas miedo al fracaso, mi apoyo es incondicional. Si no prosperas, no te preocupes. Es mi dinero y no te voy a culpar por ello. Tú puedes. Así que ¡adelante!"

La joven, al sentirse amada y experimentar que alguien confiaba en ella y en sus capacidades, se preparó y postuló a la carrera de medicina. Ingresó a la universidad con un alto puntaje y ahora ya está a punto de graduarse. Es una excelente alumna. Todo esto gracias al amor y confianza de su tía.

Ahora bien, permíteme preguntarte: ¿Con quién te identificas: con la cenicienta, las hermanastras, la madrastra o el Hada Madrina?

Enviado por Graciela Baquerizo


Humor en quince preguntas


1- ¿Por qué el pan lactal es cuadrado, si el salame, la mortadela y demás son redondos? ¿Quién tiene la culpa de esto, los panaderos?

2- ¿Por qué cuando te duele una herida, siempre llega alguien que te pregunta “¿te duele? eso significa que se está curando, en tres días vas a estar como nuevo”?

3- ¿Por qué en las películas de miedo siempre aparece una puerta cerrada de la que sale mucha luz por las rendijas? ¿Qué hacen los espíritus ahí detrás? ¿Fotocopias?

4- ¿Por qué abrimos la boca cada vez que miramos al techo?

5- ¿Por qué se nos da por ir a la heladera cada quince minutos si siempre hay lo mismo?

6- ¿Por qué si nunca usamos la guía telefónica cuando las vemos apiladas en la puerta del edificio nos ponemos contentísimos y pensamos en agarrarlas todas?

7- ¿Por qué cuando nos cuelgan el teléfono nos quedamos mirándolo como si el teléfono tuviera la culpa?

8- ¿Por qué cuando nos llaman al celular sentimos la necesidad irrefrenable de ponernos a caminar de un lado a otro?

9- ¿Por qué nos da tanta vergüenza quedarnos en medias cuando vamos a una zapatería? ¿Por qué en cuanto nos traen el calzado nos lo ponemos a toda velocidad?

10- ¿Por qué cuando un aparato eléctrico no funciona no se nos ocurre otra cosa que apretar con más fuerza el botón de encendido?

11- ¿Por qué cuando alguien se va a poner gotitas en los ojos abre la boca de esa manera tan extraña? ¡Es colirio, no tequila!

12- ¿Por qué cuando agarramos una caja de medicamentos, por muchas vueltas que le demos, siempre la abrimos por el lado que no es y aparece el prospecto, ahí, doblado?

13- ¿Por qué cuando nos enojamos nos cruzamos de brazos? ¿Qué ganamos con ello?

14- ¿Y por qué cuando tenemos miedo nos metemos debajo de las sábanas? ¿Creemos que un cuchillo no las atraviesa?

15 - ¿Por qué miraste al techo al leer la pregunta 4?


Meditación breve


Sal por un momento. Respira profundamente. Llena tus pulmones. ¡Ahhh! ¿No es maravilloso? El aire que respiramos sostiene nuestras vidas. No podemos verlo, sin embargo, está lleno de sonidos, aromas, colores, de calor o frío y lleno de insectos, aves y aviones. La presencia de Dios es como el aire, a nuestro alrededor, en nosotros, sosteniéndonos y elevándonos.
No podemos señalar la presencia de Dios, porque decir que Dios está "allí" implica que no está "allá". Señalar es limitar. Sin embargo, podemos "señalar" símbolos de la presencia de Dios en todas partes, en las flores que surgen de la tierra, en el saludo de un vecino, en el conductor que nos da paso para poder salir donde debemos, en el sonido de un pájaro carpintero.
En realidad, no es posible estar separados de Dios, pero ¿cómo podemos estar conscientes de que Dios está siempre con nosotros? La mayoría del tiempo no estamos conscientes de Su presencia. Somos como un niño que no puede ver a su madre en la habitación contigua. El niño asume que la madre deja de existir hasta que entra a la habitación de nuevo. Olvidamos que cada respiración que tomamos es el aliento de Dios; dondequiera que pisamos es sagrado. Nos olvidamos que somos la expresión de Dios.
Bernadette P. Swanson


Pedidos de oración


Pedimos oración por el matrimonio que forman Mariana y Armando, que viven en Pachuca, México, para que el Señor les conceda la bendición de ser padres.


Pedimos oración por las siguientes personas de una misma familia de la ciudad de Guatemala: Olga Marina Ch. que está padeciendo una enfermedad hepática y vesicular, su hijo Raúl que lucha contra el flagelo de las drogas, y su nietita Alizzon Jimena que debe ser intervenida de un quiste en la frente. Que Dios, en su infinita misericordia llene de paz y sanación a estas personas.


Pedimos oración por la familia Giraldo Urrea que vive en Guatapé (Antioquia), Colombia, que están pasando una enorme pena pues acaban de perder a su hijo Mauricio de 30 años, por una desconocida enfermedad. Que el Señor los ilumine, los llene de fortaleza en este duro trance, y lleve al cielo el alma de Mauricio.


También desde Colombia, nuestro apreciado lector Carlos Cardona nos pide oraciones por su hermana Mariluz que rendirá examen para pertenecer al Magisterio, pidiendo la luz del Espíritu Santo para que logre su meta. También nuestro amigo eleva una oración de acción de gracias por el cumpleaños número 18 de su hijo Carlos, que es estudiante universitario de Economía.


Pedimos oración por la niña Crisli Bolaños, de Nicaragua, de diez años de edad, afectada de insuficiencia renal crónica. A ella hace tres años le transplantaron un riñón de su papá, pero actualmente su cuerpito lo está rechazando, está muy abatida, en cama, debilitada y con probabilidades de tener que volver pronto a la diálisis. Pedimos a la Virgen de la Medalla Milagrosa que le conceda a esta niña la posibilidad de recuperar la plenitud de su salud


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén.


Palabras de Juan Pablo II


"Estamos en el mundo sin ser del mundo, constituidos entre los hombres como signos de la verdad y de la presencia de Cristo para el mundo. Le entregamos todo nuestro ser concreto como expresión suya, para que Él siga pasando haciendo el bien"


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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