domingo, 16 de diciembre de 2018

Pequeñas Semillitas 3854

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3854 ~ Domingo 16 de Diciembre de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
La gente acudía a Juan en busca de consejo, al descubrir en él alguien que les podía orientar en la verdad de parte de Dios. Cada uno tenemos la conciencia para juzgar sobre las cuestiones que hemos de resolver y que tienen una dimensión moral. Si está bien formada, habitualmente bastará con ponerse en la presencia de Dios y resolver. Pero en ocasiones se nos plantean dudas, y para salir de dudas y acertar en las decisiones, es de sabios pedir consejo.
En la Iglesia contamos con un medio maravilloso que es la Dirección Espiritual: sacerdotes que pueden dar consejos de parte de Dios, tanto porque han estudiado, por su experiencia de almas, y sobre todo porque procuran estar cerca de Dios, y son instrumentos de Dios que distribuyen su gracia.
Hoy te pedimos, Señor, que envíes muchos y santos sacerdotes a tu Iglesia, pastores que con su vida entregada a Ti totalmente y dedicados a los demás sean faros que iluminen las conciencias.
Padre Jesús Martínez García

¡Buenos días!

El fabricante de jabón
Dios creó al hombre libre. Frente a la verdad puede abrirse o cerrarse, aceptar o negar. Este es el misterio del hombre frente a la generosa oferta de salvación que Jesús, el Hijo de Dios, nos hace. Si el Evangelio, levadura santa de Dios, no penetra en los corazones, jamás podrá mejorarse la masa humana y hacer retroceder la oscuridad del mal y del egoísmo.

Un fabricante de jabón dijo a un sacerdote: “El cristianismo no ha logrado nada. Hace 2000 años que se predica y el mundo no ha mejorado. Todavía hay mucho mal y gente mala”. El sacerdote señaló a un chico sucio de la cabeza a los pies, y respondió: “El jabón no ha logrado nada. Todavía hay suciedad y gente sucia en el mundo”. “El jabón –contestó el empresario– sirve solamente si se lo aplica”. Y el cura volvió a replicar: “La fe cristiana también”.

No basta escuchar y conocer las verdades de la fe: hay que vivirlas. “Dichoso el hombre que escucha la Palabra de Dios y la practica”. Sólo así tu vida adquirirá consistencia y nada la derribará, pasarás victorioso las pruebas de este mundo perecedero y tendrás junto a Dios una morada de eterna felicidad. El Señor te asista en el combate de la fe.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
 
Primera Lectura: Sof 3, 14-18a

Salmo: Is 12, 2-6

Segunda Lectura: Flp 4, 4-7

SANTO EVANGELIO: Lc 3,10-18
En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan: «Pues ¿qué debemos hacer?». Y él les respondía: «El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer, que haga lo mismo». Vinieron también publicanos a bautizarse, y le dijeron: «Maestro, ¿qué debemos hacer?». Él les dijo: «No exijáis más de lo que os está fijado». Preguntáronle también unos soldados: «Y nosotros, ¿qué debemos hacer?». Él les dijo: «No hagáis extorsión a nadie, no hagáis denuncias falsas, y contentaos con vuestra soldada».
Como el pueblo estaba a la espera, andaban todos pensando en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo; respondió Juan a todos, diciendo: «Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más fuerte que yo, y no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. En su mano tiene el bieldo para limpiar su era y recoger el trigo en su granero; pero la paja la quemará con fuego que no se apaga». Y, con otras muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Nueva.

Comentario:
Hoy, la Palabra de Dios nos presenta, en pleno Adviento, al Santo Precursor de Jesucristo: san Juan Bautista. Dios Padre dispuso preparar la venida, es decir, el Adviento, de su Hijo en nuestra carne, nacido de María Virgen, de muchos modos y de muchas maneras, como dice el principio de la Carta a los Hebreos (1,1). Los patriarcas, los profetas y los reyes prepararon la venida de Jesús.
Veamos sus dos genealogías, en los Evangelios de Mateo y Lucas. Él es hijo de Abraham y de David. Moisés, Isaías y Jeremías anunciaron su Adviento y describieron los rasgos de su misterio. Pero san Juan Bautista, como dice la liturgia (Prefacio de su fiesta), lo pudo indicar con el dedo, y le cupo —¡misteriosamente!— hacer el Bautismo del Señor. Fue el último testigo antes de la venida. Y lo fue con su vida, con su muerte y con su palabra. Su nacimiento es también anunciado, como el de Jesús, y es preparado, según el Evangelio de Lucas (caps. 1 y 2). Y su muerte de mártir, víctima de la debilidad de un rey y del odio de una mujer perversa, prepara también la de Jesús. Por eso, recibió él la extraordinaria alabanza del mismo Jesús que leemos en los Evangelios de Mateo y de Lucas (cf. Mt 11,11; Lc 7,28): «Entre los nacidos de mujer no hay nadie mayor que Juan Bautista». Él, frente a esto, que no pudo ignorar, es un modelo de humildad: «No soy digno de desatarle la correa de sus sandalias» (Lc 3,16), nos dice hoy. Y, según san Juan (3,30): «Conviene que Él crezca y yo disminuya».
Oigamos hoy su palabra, que nos exhorta a compartir lo que tenemos y a respetar la justicia y la dignidad de todos. Preparémonos así a recibir a Aquel que viene ahora para salvarnos, y vendrá de nuevo a «juzgar a los vivos y a los muertos».
Cardenal Jorge MEJÍA Archivista y Bibliotecario de la S.R.I. (Città del Vaticano, Vaticano)

Palabras de San Juan Pablo II
 
“El tiempo litúrgico que estamos viviendo se nos da para que cobremos mayor conciencia de la presencia de Aquel que viene sin cesar, que está a la puerta y llama. ¡Qué maravilloso es Dios, este Dios cuya venida en Cristo pertenece simultáneamente a la historia de toda la humanidad y a la de cada hombre, de cada uno de nosotros! Convertirse, abrir el corazón a la fuerza renovadora del Evangelio, ése debe ser el programa de Adviento”

Predicación del Evangelio:
¿Qué debemos hacer?
 
Juan Bautista es la figura dominante este domingo, así como lo fue el domingo anterior. El texto del evangelio nos permite avanzar en el conocimiento de su mensaje de preparación para la venida del Mesías.

El Bautista, cuya vida tuvo como escenario el desierto, no conoce el protocolo de los salones de la alta sociedad. Por eso su estilo personal es directo, sin las sutilezas diplomáticas frecuentes en ambientes sofisticados. Por eso Juan dice sin rodeos lo que tiene que decir; ha venido para preparar los caminos del Mesías y denuncia las incoherencias que veía a su alrededor. De ahí que sea implacable con las injusticias y denuncia la corrupción de los poderosos; esto lo llevó a enfrentarse a Herodes y finalmente le costó la vida.

Para preparar el terreno del Mesías, Juan acompañaba sus exhortaciones a la conversión con un rito de gran valor simbólico, que consistía en sumergirse en las aguas del río Jordán. Los que escuchaban sus palabras y reconocían sus pecados eran sometidos a este bautismo de agua. Esta inmersión tenía un doble significado: por una parte, expresaba limpieza espiritual, en cuanto el agua purifica lo que está sucio; y también significaba un nuevo comienzo, en cuanto las personas que vivían esta experiencia dejaban atrás las injusticias, renaciendo así a un nuevo estilo de vida. Las multitudes que lo seguían acogían su llamado a la conversión, reconocían sus pecados y se sumergían en el Jordán para expresar de esta manera su transformación interior. 

Otro aspecto muy interesante del evangelio de hoy es poner de manifiesto la modestia de Juan, quien plantea con total transparencia el alcance de su ministerio: él no es el Mesías sino quien prepara su venida. A pesar de los rumores que circulaban entre el pueblo, que lo identificaban como el Mesías, Juan no cayó en la trampa y no se atribuyó una identidad y unas funciones que no le correspondían. Por eso afirma con transparencia y sencillez: “viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias”.

Esta lección de Juan Bautista debería ser aprendida por tantos “mandos medios” que se apropian indebidamente de porciones de poder y hacen demostraciones insoportables de prepotencia… En contraposición, Juan Bautista, pariente muy cercano de Jesús, deja constancia  de su papel secundario, sin protagonismos.

¿Qué anuncia Juan Bautista desde la simplicidad extrema de su forma de vida? Juan invita a la conversión, la cual no se puede confundir con los sentimientos de culpa, sino que conduce a la firme decisión de cambiar la  manera como se piensa y actúa. No se trata de simples cambios cosméticos sino que modifican sustancialmente la manera como se ejerce un trabajo o profesión.

En el evangelio de hoy, Juan Bautista da unas respuestas muy concretas a tres grupos de seguidores que le preguntaban qué debían hacer:

- Ante la pregunta ¿qué debemos hacer? hecha por la multitud, responde: “el que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, que haga lo mismo”.
- Ante la misma pregunta hecha por los publicanos, que eran recaudadores de impuestos, les dice: “no cobren más de lo que deben cobrar”.
- Igualmente unos militares que lo habían escuchado le preguntan qué debían hacer; Juan les responde: “no le quiten nada a nadie, ni con amenazas ni acusándolo de algo que no haya hecho y confórmense  con su sueldo”.
- Estos tres casos nos muestran que, en la predicación de Juan Bautista, la conversión se manifiesta en acciones concretas frente a las personas que nos rodean. La conversión no consiste en inútiles golpes de pecho sino en acciones concretas de justicia en el ejercicio de nuestras responsabilidades diarias.

Juan Bautista hace referencia al bautismo con agua que llevaba a cabo con sus seguidores, y al bautismo con el Espíritu Santo y fuego que realizará Jesús:

- Ya vimos que el bautismo con agua significaba purificación y nacimiento a una vida nueva.
- Veamos qué alcance tienen estas referencias al Espíritu Santo y al fuego.
- En la Biblia, la salvación es representada por un viento o soplo  divino -eso significa la palabra “espíritu”-; los profetas también comparan la acción de Dios con el fuego que genera luz y calor (recordemos que Yahvé se manifestó a Moisés en la zarza que ardía sin consumirse). En Pentecostés también encontramos esos dos elementos, el viento y el fuego.
- El bautismo de Jesús tiene la capacidad de transformar radicalmente nuestras vidas ya que, en virtud de la acción del Espíritu Santo, nos convertimos en hijos de Dios y coherederos con Cristo.

Es hora de terminar nuestra meditación dominical, en la cual hemos profundizado en el mensaje de conversión que proclama  Juan Bautista. Que este Adviento sea una preparación para la celebración de los misterios de la Navidad, de manera que vivamos una profunda renovación interior.
Padre Jorge Humberto Peláez S. J.

Nuevo vídeo

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Ofrecimiento para sacerdotes y religiosas
  
Formulo el siguiente ofrecimiento únicamente para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com 
Sólo deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia y a qué comunidad religiosa pertenecen.
  
Agradecimientos 
 
Imaginemos que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las oraciones de las personas en la tierra:
Una es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que llegan en todo momento.
La otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina: agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros pedidos de oración.

 Desde Bogotá, Colombia, nuestro lector Carlos escribe y dice: “Damos gracias al Señor porque se ha cumplido el sueño de tener en Colombia a nuestro hijo Carlos C. A., quien ha viajado desde Londres para compartir con nuestra familia la unidad y el amor durante estas fiestas decembrinas de Navidad y Año Nuevo. Aprovecho esta oportunidad para dar gracias a Dios y a la Santísima Virgen por todos los dones y gracias recibidas durante este año 2018, siempre con la firme esperanza, convicción y confianza en el Señor que el año venidero será mucho mejor, haciéndose en él su Santa Voluntad”.

Cinco minutos del Espíritu Santo
 
Diciembre 16
A veces parece fácil hablar de amor a los enemigos, hasta que alguien nos critica, nos quita la fama, se queda con cosas nuestras, nos roba o nos trata agresivamente. Entonces sentimos algo que nos muerde por dentro, y toda la ternura desaparece. Amar a los enemigos no es algo natural, sino algo superior, que sólo es posible si dejamos que el Espíritu Santo nos cambie la vida. Hay testimonios muy bellos de personas que fueron capaces de pasar por alto las ofensas y seguir amando a pesar de todo. El modelo más perfecto es el de Jesús. Pero hoy quisiera recordarte el ejemplo de Martin Luther King, ese gran defensor de los derechos de los negros en Estados Unidos. Cuando algunos amigos suyos querían defenderse utilizando la violencia, él les pedía que reaccionaran con amor y vencieran el mal con el bien. A sus enemigos, que finalmente lo asesinaron, les escribía estas palabras admirables:
"Haz lo que quieras, y seguiremos amándote...Métenos en la cárcel, y aún te amaremos; arroja bombas en nuestras casas, y aún te amaremos; aterroriza a nuestros hijos, y todavía te amaremos. Envía en plena noche a tus bandoleros a nuestras comunidades, para que nos apaleen y nos dejen medio muertos, y todavía te amaremos..."
Ese amor es una obra preciosa del Espíritu Santo, que hace maravillas admirables. Por eso, no todo está perdido.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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