PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
13 - Número 3846 ~ Sábado 8 de Diciembre de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy
celebramos la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María.
Es el dogma de fe que declara que por una gracia singular de Dios, María fue
preservada de todo pecado, desde su concepción.
El
dogma fue proclamado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, en su bula
‘Ineffabilis Deus’: "...declaramos,
proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen
María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original en el primer
instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente,
en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está
revelada por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos
los fieles..."
La
Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María tiene un doble llamado para
nosotros:
1-
Nos llama a la purificación. Ser puros para que Jesús resida en nosotros.
2-
Nos llama a la consagración al Corazón Inmaculado de María, lugar seguro para
alcanzar conocimiento perfecto de Cristo y camino seguro para ser llenos del
Espíritu Santo.
¡Buenos días!
A María Inmaculada
San Francisco de Asís decía: “Cuando digo el
Avemaría, los cielos sonríen, los ángeles cantan y los demonios tiemblan y
huyen”. Don Bosco recordaba a los chicos: “María nos asegura que, si somos
devotos suyos, nos tendrá como hijos suyos, nos cubrirá con su manto, nos
colmará de bendiciones en este mundo, para obtenernos después el Paraíso”. Te
presento hoy una sencilla y hermosa oración para celebrar a nuestra Madre
Inmaculada.
Bendita sea tu pureza y
eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti
celestial princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este día, alma, vida
y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.
Concluye esta breve plegaria con un acto de gran
confianza: la entrega y abandono en su poderosa protección e intercesión
maternal. ¿Por qué no memorizarla y decirla al menos una vez cada día? “Que el
nombre de María sea alegría para tu corazón, miel para tus labios y melodía
para tus oídos”, como decía san Antonio de Padua.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
♥ Primera Lectura: Gn 3, 9-15. 20
♥ Salmo: Sal 97, 1-4
♥ SANTO EVANGELIO: Lc 1,26-38
En aquel tiempo, fue enviado por Dios el ángel
Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un
hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor
está contigo». Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué
significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has
hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un
hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del
Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la
casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin». María respondió al
ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?». El ángel le respondió:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios.
Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y éste es
ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es
imposible para Dios». Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí
según tu palabra». Y el ángel dejándola se fue.
♥ Comentario:
Hoy, el Evangelio toca un acorde compuesto por tres
notas. Tres notas no siempre bien afinadas en nuestra sociedad: la del hacer,
la de la amistad y la de la coherencia de vida. Hoy día hacemos muchas cosas,
pero, ¿tenemos un proyecto? Hoy, que navegamos en la sociedad de la comunicación,
¿tiene cabida en nuestros corazones la soledad? Hoy, en la era de la
información, ¿nos permite ésta dar forma a nuestra personalidad?
Un proyecto. María, una mujer «desposada con un
hombre llamado José, de la casa de David» (Lc 1,28). María tiene un proyecto.
Evidentemente, de proporciones humanas. Sin embargo, Dios irrumpe en su vida
para presentarle otro proyecto... de proporciones divinas. También hoy, quiere
entrar en nuestra vida y dar proporciones divinas a nuestro quehacer humano.
Una presencia. «No temas, María» (Lc 1,30). ¡No
construyamos de cualquier manera! No fuera caso que la adicción al “hacer”
escondiera un vacío. El matrimonio, la vida de servicio, la profesión no han de
ser una huida hacia adelante. «Llena de gracia, el Señor está contigo» (Lc
1,28). Presencia que acompaña y da sentido. Confianza en Dios, que —de rebote—
nos lleva a la confianza con los otros. Amistad con Dios que renueva la amistad
con los otros.
Formarnos. Hoy día, que recibimos tantos estímulos
con frecuencia contrapuestos, es necesario dar forma y unidad a nuestra vida.
María, dice san Luis María Grignion, «es el molde vivo de Dios». Hay dos
maneras de hacer una escultura, expone Grignion: una, más ardua, a base de
golpes de cincel. La otra, sirviéndose de un molde. Ésta segunda es más
sencilla. Pero el éxito está en que la materia sea maleable y que el molde
dibuje con perfección la imagen. María es el molde perfecto. ¿Acudimos a Ella
siendo nosotros materia maleable?
Rev. D. David COMPTE i Verdaguer (Manlleu, Barcelona, España)
Santoral Católico:
Inmaculada Concepción
de la Virgen María
Solemnidad de la Concepción Inmaculada de la
bienaventurada Virgen María, que, realmente llena de gracia y bendita entre las
mujeres, en previsión del nacimiento y de la muerte salvífica del Hijo de Dios,
desde el mismo primer instante de su Concepción fue preservada de toda culpa
original, por singular privilegio de Dios. En este mismo día fue definida, por
el papa Pío IX, como verdad dogmática recibida por antigua tradición el 8 de
diciembre de 1854)
Oración: Oh
Dios, que por la concepción inmaculada de la Virgen María preparaste a tu Hijo
una digna morada, y en previsión de la muerte de tu Hijo la preservaste de todo
pecado, concédenos, por su intercesión, llegar a ti limpios de todas nuestras
culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Nuestra Señora de
Caacupé
Patrona del Paraguay
Para más información
Pensamiento del día
"Con la Inmaculada
Concepción de María
comenzó la gran obra de la
Redención,
que tuvo lugar con la sangre
preciosa de Cristo.
En Él toda persona está
llamada
a realizarse en plenitud
hasta la perfección de la santidad"
(San Juan Pablo II)
Tema del día:
Inmaculada Concepción
Hoy nos alegramos con toda la Iglesia por ser una
fiesta muy especial de nuestra Madre, la Santísima Virgen María. Entre tantas
fiestas en honor de la Madre de Dios, hay dos más especiales para toda la
Iglesia: el comienzo de la vida de María, como Inmaculada o llena de gracia, y
el final, que fue su Asunción en cuerpo y alma al cielo.
Nos alegramos cuando tenemos algo bueno; pero nada
mejor podemos tener que la vida de gracia en nuestra alma, que es lo que nos
dará la plena felicidad para siempre. Por eso hoy celebramos el hecho de que la
Virgen María estuvo llena de gracia, limpia de todo pecado desde el primer
instante de su concepción. La concepción es el momento en que Dios crea el alma
uniéndola a la materia, que proviene de los padres: es el momento en que
comienza la vida humana.
La Biblia no menciona explícitamente este dogma o
creencia de fe. Lo creemos y sabemos por la Tradición, es decir, por la
autoridad que les dio Jesús a los apóstoles y a sus sucesores para interpretar
dignamente mensajes que nos da la Sagrada Escritura. Con el tiempo algunos
mensajes se clarifican, como este dogma de la Inmaculada. Así, después de
ponerse de acuerdo todos los obispos, siguiendo la devoción del pueblo
cristiano, el papa lo proclamó como una verdad que debemos creer y tomar en
consideración para nuestra vida cristiana. Era el 8 de Diciembre del año 1854 cuando
el papa Pío IX proclamó solemnemente esta verdad.
Se basaba en algunas palabras de la Biblia. El primer
pasaje importante es el que nos narra la primera lectura de la misa de este
día. Es el capítulo 3 del Génesis. Allí aparece una lucha entre la serpiente,
que simboliza el demonio o fuerzas del mal con el Redentor de la humanidad. Y
unida con el Redentor aparece una mujer que “aplastará la cabeza de la
serpiente”. Esto quiere decir que habrá una mujer, unida al Redentor, que no
tendrá que ver nada con el pecado. Para que el triunfo sea total debe estar sin
mancha de pecado “desde el primer momento de su concepción”.
En el evangelio de este día aparece el ángel Gabriel
saludando a María con esa expresión de “llena de Gracia”. Es como el nombre
propio de la Virgen. Significa una singular abundancia de gracia, un estado
sobrenatural del alma en unión con Dios. Y no se trata de algo conseguido
entonces, sino como si fuese algo propio e innato en el alma de María. Por eso
aquello de “el Señor está contigo”. Esta es una expresión que aparece en otros
lugares de la Biblia; pero aquí se realiza con pleno sentido, porque Dios está
más presente cuanto mayor sea el grado de gracia que hay en el alma.
Estos no son argumentos definitivos; pero la Iglesia
reflexiona con la ayuda de Dios. Y ya desde los primeros siglos de la Iglesia
había teólogos que reflexionaban sobre la conveniencia de que Dios diera esta
inmensa gracia a la que iba a ser su madre. En el día de nuestra Madre en
algunos sitios se celebra a las otras madres. Pero podemos ponernos a pensar:
si nosotros hubiéramos podido hacer a nuestra madre, es decir, darle las
cualidades que nos hubieran parecido mejores ¿Qué no hubiéramos hecho para
nuestra madre? Pues como Dios lo que más estima son los valores espirituales,
la grandeza de alma, no escatimó nada para embellecer espiritualmente a su
Madre, sin que el pecado pudiera dañarla ni en el primer momento de su
concepción.
Por eso hoy nos alegramos al considerar la belleza de
la Madre celestial. Pero también es un mensaje para que busquemos la mayor
purificación para nuestra alma. María es nuestra madre, pero es también el
modelo a seguir. Ella también fue redimida por Jesucristo, aunque de modo
adelantado. Nosotros, aunque somos pecadores, fuimos hechos limpios por el
bautismo. Sin embargo ¡Cuántos pecados hemos ido acumulando! En este día
pidamos fortaleza a Nuestro Señor para limpiar nuestra alma y, fijándonos en el
modelo de limpieza, que es la Inmaculada, caminemos por el camino de la gracia
y santidad para que un día nos podamos ver y gozar con María en el cielo.
© P. Silverio Velasco
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Meditaciones de
“Pequeñas Semillitas”
El 8 de diciembre de 1854, el Papa Pío IX promulgó el
dogma de la Inmaculada Concepción de María. El 25 de marzo de 1858, en la
festividad de la Encarnación del Verbo, la Virgen María se aparece en Lourdes
(Francia) a santa Bernadette y confirma el dogma diciendo: "Yo soy la
Inmaculada Concepción”.
Ahora bien, treinta años antes, otro evento
sobrenatural y sorprendente ya había confirmado la concepción inmaculada de la
Virgen, Madre de Dios. Y no te imaginas quién lo confesó: ¡El Diablo! El
episodio lo reporta el padre Gabriel Amorth (1925-2016), el exorcista más
famoso del mundo, autor de muchos libros sobre el tema de los exorcismos y la
figura del Diablo.
Era en 1823, en Ariano Irpino (Italia). El diablo se
había apoderado de un joven analfabeto de 12 años. Dos grandes predicadores
dominicos reconocidos y autorizados por la Iglesia para practicar exorcismos,
el padre Cassiti y el padre Pignatora estaban invitados a intervenir para
"desposeer" (liberar) al joven. Los dos religiosos le hacen preguntas
al diablo, incluyendo una sobre la Inmaculada Concepción. Este declara que la
Virgen de Nazaret no estuvo ni un momento bajo su poder, porque fue concebida
"llena de gracia" y toda para Dios.
El diablo, como sabemos, es un mentiroso, considerado
como el "padre de la mentira", pero puede ser obligado, durante un
exorcismo, a decir la verdad sobre asuntos de fe. Los dos sacerdotes
exorcistas, por tanto, lo obligan a demostrar que María es inmaculada y le
piden que lo haga en forma de soneto. Humillado, Satanás se ve obligado a
cantar, en el nombre de Cristo, la gloria de María y su Inmaculada Concepción.
Y lo hace con una construcción perfecta, estructural y teológicamente hablando:
"Soy la verdadera
Madre de un Dios que es Hijo y yo soy hija suya, aunque también su Madre. Él
nació desde la eternidad y es mi Hijo, en ese momento yo también nací, sin
embargo, soy su Madre.
Él es mi creador y es mi
Hijo; yo soy su criatura y su Madre. Es un prodigio divino que mi Hijo sea un
Dios Eterno y que me tenga como Madre. El ser es casi común entre Madre e Hijo,
porque la Madre tiene el ser del Hijo y el Hijo también lo tiene de la Madre;
se dice que fue inmaculado el Hijo, sin mancha se dirá también la Madre".
Cuentan que el Papa Pío IX se conmovió profundamente
cuando, después de proclamar el dogma de la Inmaculada Concepción, escuchó este
soneto.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y
martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros
hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el
abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por
los pacientes internados en la Casa de la Bondad en Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer
y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por
los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para las siguientes personas: Juan V. G., (53 años), médico, de
Seattle, USA, con cáncer pulmonar; Hugo
T. D., (78 años), de Lima, Perú, con cáncer de vejiga; Ken M., (80 años), de Canadá, con parálisis de medio cuerpo y
problemas cardíacos; Violeta E. (70
años), de USA, para que sus exámenes sean buenos; Lucho A. R. V. (78 años), de Lima, Perú, con pre infarto, problemas
de vista y necesidades económicas; Carola
C. S., con cáncer muy agresivo; Ana
A., de Argentina, por liberación personal y familiar; Paul J. (80 años) de Canadá, con problemas pulmonares; Carmita (75 años), de México viviendo
en Canadá, para que siga en remisión el cáncer de mama; María P. G. y Gian C.
(de Canadá); Nery y Enrique; y Mabel, (54 años), de Argentina. Para todas estas hermanas y
hermanos nuestros invocamos la mediación de la Virgen Inmaculada para que Jesús
les conceda las gracias que necesitan. Amén.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que
tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto
el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias
que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se
hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse
elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la
pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo
nuestro Señor.
Amén
Cinco minutos del
Espíritu Santo
Diciembre 8
Es el mismo Espíritu Santo el que nos lleva a venerar
a María. De hecho, cuenta el Evangelio que Isabel, llena del Espíritu Santo, se
sintió indigna de estar ante María, y le dijo: "Bendita tú eres entre
todas las mujeres... ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a
visitarme?" (Lucas 1,41-43).
Muchas veces se le llama Esposa del Espíritu Santo,
porque él se derramó en María desde el primer instante de su existencia, la
fecundó misteriosamente para que engendrara a Jesús. Además, ella quiso estar
con los Apóstoles para ayudarlos a esperar Pentecostés, y toda su existencia
fue una delicada y madura docilidad a los impulsos del Espíritu de amor.
Digámosle con amor en nuestro corazón:
"María, acompáñame. Ayúdame Madre, para que
pueda abrir mi corazón al Espíritu Santo; enséñame a invocarlo, a desearlo, a
esperarlo, para que también en mi vida, en mi familia y en mi barrio haya un
nuevo Pentecostés."
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
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