PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
13 - Número 3840 ~ Domingo 2 de Diciembre de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy
empieza el tiempo litúrgico del Adviento, en el cual nos preparamos para
recibir al Hijo de Dios, quien asume nuestra condición humana. Este
acontecimiento es de tal impacto que la historia de la humanidad se divide en
dos grandes segmentos: antes de la venida de Cristo y después de la venida de
Cristo. El mensaje central es la esperanza, la cual no se alimenta de falsas
ilusiones sino que se apoya en Jesucristo, que no nos defraudará. Y tomemos
atenta nota de los dos consejos que nos da el evangelista Lucas: no permitamos
que una vida frívola y superficial embote nuestras mentes; y estemos siempre
vigilantes.
La
liturgia de este tiempo tiene algunas particularidades pues es tiempo de
relativa austeridad en los signos externos. Esto se observa en los siguientes
elementos:
-
Los domingos se omite el Gloria para que resuene con más alegría el Gloria de
la misa del Gallo.
-
Las vestiduras de los ministros son moradas (como en Cuaresma).
-
El altar debe estar escueto y sin adornos muy festivos. De poner flores, pocas
y no siempre.
-
La música también es alcanzada por este patrón de austeridad.
-
En el tercer domingo de Adviento, llamado de Gaudete por la antífona de entrada
–Gaudéte in Domino semper: íterum dico, gaudéte– se puede usar el color rosa
(como ocurrirá en el IV domingo de Cuaresma llamado de Laetare). Ese domingo es
adecuado poner flores en el altar, así como entonar cantos y música.
¡Buenos días!
Como a un padre
La oración que haces al comenzar la jornada y al
terminarla, es la expresión de tu amor y confianza en Dios. Entre estos dos
momentos, si amas de verdad a Dios con toda el alma y con todas las fuerzas,
como dice la Palabra, de alguna manera el recuerdo amoroso del Señor te
acompañará en las variadas tareas de tu jornada.
El abuelo preguntó al
nietecito si rezaba las oraciones de la noche. — ¡Oh, sí!, respondió el niño. — ¿Rezas también por la
mañana?, siguió preguntando el abuelo. — ¿Para qué?, contestó el niño, en el
día no tengo miedo. Así obramos muchos de nosotros: recurrimos a Dios, como se
recurre al médico, cuando lo necesitamos. Entonces lo invocamos diciéndole:
"Padre nuestro". Ya que le damos ese nombre, deberíamos acudir a él
no sólo cuando lo necesitamos, sino también para manifestarle, como Padre que
es, nuestras alegrías, nuestra gratitud, nuestras penas, nuestras
preocupaciones, nuestros deseos.
“Uno puede orar en las calles, oficinas, escuelas,
como así también en el recogimiento de la propia habitación o en medio de
multitudes. Pero de poco sirve orar por la mañana, si se vive el resto del día
como un ateo. La verdadera oración moldea la vida y una vida auténtica exige la
oración” (A. Carrel). Que la oración cada vez gane más espacio en tus jornadas.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
♥ Primera Lectura: Jer 33, 14-16
♥ Salmo: Sal 24, 4-5a. 8-10. 14
♥ Segunda Lectura: 1Tes 3, 12—4, 2
♥ SANTO EVANGELIO: Lc 21,25-28.34-36
En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos: «Habrá
señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de
las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, muriéndose los
hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo;
porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. Y entonces verán venir al
Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. Cuando empiecen a suceder
estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación.
»Guardaos de que no se hagan pesados vuestros
corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupaciones de la
vida, y venga aquel Día de improviso sobre vosotros, como un lazo; porque
vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra. Estad en vela,
pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que
está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del hombre».
♥ Comentario:
Hoy, justo al comenzar un nuevo año litúrgico,
hacemos el propósito de renovar nuestra ilusión y nuestra lucha personal con
vista a la santidad, propia y de todos. Nos invita a ello la propia Iglesia,
recordándonos en el Evangelio de hoy la necesidad de estar siempre preparados,
siempre “enamorados” del Señor: «Guardaos de que no se hagan pesados vuestros
corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupaciones de la
vida» (Lc 21,34).
Pero notemos un detalle que es importante entre
enamorados: esta actitud de alerta —de preparación— no puede ser intermitente,
sino que ha de ser permanente. Por esto, nos dice el Señor: «Estad en vela,
pues, orando en todo tiempo» (Lc 21,36). ¡En todo tiempo!: ésta es la justa
medida del amor. La fidelidad no se hace a base de un “ahora sí, ahora no”. Es,
por tanto, muy conveniente que nuestro ritmo de piedad y de formación
espiritual sea un ritmo habitual (día a día y semana a semana). Ojalá que cada
jornada de nuestra vida la vivamos con mentalidad de estrenarnos; ojalá que
cada mañana —al despertarnos— logremos decir: —Hoy vuelvo a nacer (¡gracias,
Dios mío!); hoy vuelvo a recibir el Bautismo; hoy vuelvo a hacer la Primera
Comunión; hoy me vuelvo a casar... Para perseverar con aire alegre hay que
“re-estrenarse” y renovarse.
En esta vida no tenemos ciudad permanente. Llegará el
día en que incluso «las fuerzas de los cielos serán sacudidas» (Lc 21,26).
¡Buen motivo para permanecer en estado de alerta! Pero, en este Adviento, la
Iglesia añade un motivo muy bonito para nuestra gozosa preparación:
ciertamente, un día los hombres «verán venir al Hijo del hombre en una nube con
gran poder y gloria» (Lc 21,27), pero ahora Dios llega a la tierra con
mansedumbre y discreción; en forma de recién nacido, hasta el punto que «Cristo
se vio envuelto en pañales dentro de un pesebre» (San Cirilo de Jerusalén).
Sólo un espíritu atento descubre en este Niño la magnitud del amor de Dios y su
salvación (cf. Sal 84,8).
Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)
Palabras de San Juan
Pablo II
“El Adviento nos recuerda que Jesús ha venido a
nosotros y por nosotros en la humildad de un pesebre. A cada uno, por
consiguiente, nos corresponde acogerlo con espíritu de penitencia, en una
existencia renovada por una fe auténtica y manifestada en obras”
Predicación del
Evangelio:
Indignación y esperanza
Una convicción indestructible sostiene desde sus
inicios la fe de los seguidores de Jesús: alentada por Dios, la historia humana
se encamina hacia su liberación definitiva. Las contradicciones insoportables
del ser humano y los horrores que se cometen en todas las épocas no han de
destruir nuestra esperanza.
Este mundo que nos sostiene no es definitivo. Un día
la creación entera dará "signos" de que ha llegado a su final para
dar paso a una vida nueva y liberada que ninguno de nosotros puede imaginar ni
comprender.
Los evangelios recogen el recuerdo de una reflexión
de Jesús sobre este final de los tiempos. Paradójicamente, su atención no se
concentra en los "acontecimientos cósmicos" que se puedan producir en
aquel momento. Su principal objetivo es proponer a sus seguidores un estilo de
vivir con lucidez ante ese horizonte.
El final de la historia no es el caos, la destrucción
de la vida, la muerte total. Lentamente, en medio de luces y tinieblas,
escuchando las llamadas de nuestro corazón o desoyendo lo mejor que hay en
nosotros, vamos caminando hacia el misterio último de la realidad que los
creyentes llamamos "Dios".
No hemos de vivir atrapados por el miedo o la
ansiedad. El "último día" no es un día de ira y de venganza, sino de
liberación. Lucas resume el pensamiento de Jesús con estas palabras admirables:
"Levantaos, alzad la cabeza; se
acerca vuestra liberación". Solo entonces conoceremos de verdad cómo
ama Dios al mundo.
Hemos de reavivar nuestra confianza, levantar el
ánimo y despertar la esperanza. Un día los poderes financieros se hundirán. La
insensatez de los poderosos se acabará. Las víctimas de tantas guerras,
crímenes y genocidios conocerán la vida. Nuestros esfuerzos por un mundo más
humano no se perderán para siempre.
Jesús se esfuerza por sacudir las conciencias de sus
seguidores. "Tened cuidado: que no se os embote la mente". No viváis
como imbéciles. No os dejéis arrastrar por la frivolidad y los excesos.
Mantened viva la indignación. "Estad siempre despiertos". No os
relajéis. Vivid con lucidez y responsabilidad. No os canséis. Mantened siempre
la tensión.
¿Cómo estamos viviendo estos tiempos difíciles para
casi todos, angustiosos para muchos, y crueles para quienes se hunden en la
impotencia? ¿Estamos despiertos? ¿Vivimos dormidos? Desde las comunidades
cristianas hemos de alentar la indignación y la esperanza. Y solo hay un
camino: estar junto a los que se están quedando sin nada, hundidos en la
desesperanza, la rabia y la humillación.
© Padre José Antonio Pagola
Nuevo vídeo y artículo
Hay
un nuevo vídeo subido al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlo tienes que ir al final de esta página
Hay
nuevo material publicado en el blog
"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes
acceder en la dirección:
Ofrecimiento para
sacerdotes y religiosas
Formulo
el siguiente ofrecimiento únicamente
para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas
Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio
del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de
preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la
Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com
Sólo
deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia
y a qué comunidad religiosa pertenecen.
Agradecimientos
Imaginemos
que en el cielo hay dos oficinas diferentes para tratar lo relativo a las
oraciones de las personas en la tierra:
Una
es para receptar pedidos de diversas gracias, y allí los muchos ángeles que
atienden trabajan intensamente y sin descanso por la cantidad de peticiones que
llegan en todo momento.
La
otra oficina es para recibir los agradecimientos por las gracias concedidas y
en ella hay un par de ángeles aburridos porque prácticamente no les llega
ningún mensaje de los hombres desde la tierra para dar gracias...
Desde
esta sección de "Pequeñas Semillitas" pretendemos juntar una vez por
semana (los domingos) todos los mensajes para la segunda oficina:
agradecimientos por favores y gracias concedidas como respuesta a nuestros
pedidos de oración.
♡ Desde Cuba, Odalys escribe para agradecer a
todas las personas que rezaron por la salud de Magaly D., cubana residente en Lima, Perú, que gracias a la
presencia de la Virgen y a la acción de Jesús, se ha recuperado de su afección.
Cinco minutos del
Espíritu Santo
Diciembre 2
"Ven Espíritu Santo, para que pueda reconocer
que mi vida vale la pena, que yo no existo por casualidad o por fatalidad.
Ven y hazte presente en el preciso instante en que yo
fui concebido. Sopla con tu poder y llena de vida ese instante. Tócame y
derrama toda tu potencia en el seno de mi madre. Penetra con tu bendición en el
momento en que comencé a existir, lléname de vida, y enséñame a amar mi vida
como tú la amas.
Ven Espíritu Santo, y ayúdame a descubrir que yo no
existo porque sí; existo porque fui querido, fui amado y llamado a la vida por
tu amor. En el momento de mi concepción estabas tú, presente con todo tu poder.
Gracias.
Ven Espíritu Santo, y bendice mi vida con tu mirada,
ayúdame a sentir la fortaleza de tu presencia. Amén".
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
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