PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
13 - Número 3756 ~ Viernes 31 de Agosto de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Tener
fe es creer, en lo que no se puede ver. Es guardar la calma cuando todo es
turbulento. Es poner las creencias en práctica.
Tener
fe es pedir lo que se necesita. La fe es oír lo imperceptible y ver lo
invisible; creer lo increíble y recibir lo imposible. La fe va en contra de las
expectativas y condiciones naturales.
Tener
fe es crear un vacío en el corazón para que lo llene Dios. Tener fe no es creer
simplemente que Dios puede hacer algo... ¡Sino que lo hará! Con fe, la
respuesta no sorprende. Ya se sabía que
sucedería.
Tener
fe es permanecer en tu puesto cuando todos los demás desertan. Es quemar las
naves para no poder volver atrás. Es estar dispuesto a pagar cualquier precio.
Es hacer lo que Dios pide hoy y creer que Él hará mañana lo que ha prometido. La
fe es lo contrario del temor.
Tener
fe es elegir a Dios a pesar de las demás posibilidades. Es confiar en la
Palabra de Dios y no en lo que te dicen tus sentidos. Es estar dispuesto a
morir confiando. Esa es la clase de fe con la que se pueden obrar curaciones y
milagros. La fe es como un músculo que se vuelve fuerte y flexible al
ejercitarlo.
¡Buenos días!
Súplica de fortaleza
“La virtud de la fortaleza es una firmeza interior
que nos capacita para resistir y soportar las contrariedades, sufrimientos y
cansancios de la vida. Nos permite perseverar en las cosas buenas cuando se
vuelven difíciles. También ayuda a superar la flojera o la desgana cuando no
tenemos deseos de emprender algún proyecto o de realizar una acción buena”.
(VF).
Infinito Dios, puro
poder y fuerza sin límites. Tú eres mi creador. Yo no soy la obra de un ser
débil o cansado. Soy obra tuya, Dios todopoderoso. Por eso confío en ti, Señor,
y te ruego que derrames todavía más tu poder en mi vida. Dios infinitamente
potente y fuerte, que todo lo sostienes, mira mi debilidad y penetra todo mi
ser con ese poder sin límite. Fortalece cada fibra de mi cuerpo y de mi
interior. Así, yo sé que nada podrá derribarme, porque ningún poder humano,
ninguna enfermedad y ninguna dificultad pueden ser más fuertes que tú. Lléname
de tu vida feliz, Señor amado. Amén. (V. Fernández).
La fortaleza es un hábito bueno, a saber un modo de
ser que se ha vuelto fácil por la repetición de actos de firmeza, constancia y
paciencia en pos de objetivos honestos y justos. La tenacidad, aliada de la
fortaleza, es insustituible porque da un toque de perfección a todos los
talentos del hombre. Sin ella, queda uno vencido por el camino.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
♥ Primera Lectura: 1Cor 1, 17-25
♥ Salmo: Sal 32, 1-2. 4-5. 10-11
♥ SANTO EVANGELIO: Mt 25,1-13
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos esta
parábola: «El Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su
lámpara en la mano, salieron al encuentro del novio. Cinco de ellas eran
necias, y cinco prudentes. Las necias, en efecto, al tomar sus lámparas, no se
proveyeron de aceite; las prudentes, en cambio, junto con sus lámparas tomaron
aceite en las alcuzas. Como el novio tardara, se adormilaron todas y se
durmieron. Mas a media noche se oyó un grito: ‘¡Ya está aquí el novio! ¡Salid a
su encuentro!’. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron y arreglaron sus
lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes: ‘Dadnos de vuestro aceite, que
nuestras lámparas se apagan’. Pero las prudentes replicaron: ‘No, no sea que no
alcance para nosotras y para vosotras; es mejor que vayáis donde los vendedores
y os lo compréis’. Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban
preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta. Más tarde
llegaron las otras vírgenes diciendo: ‘¡Señor, señor, ábrenos!’. Pero él
respondió: ‘En verdad os digo que no os conozco’. Velad, pues, porque no sabéis
ni el día ni la hora».
♥ Comentario:
Hoy, Viernes XXI del tiempo ordinario, el Señor nos
recuerda en el Evangelio que hay que estar siempre vigilantes y preparados para
encontrarnos con Él. A media noche, en cualquier momento, pueden llamar a la
puerta e invitarnos a salir a recibir al Señor. La muerte no pide cita previa.
De hecho, «no sabéis ni el día ni la hora» (Mt 25,13).
Vigilar no significa vivir con miedo y angustia.
Quiere decir vivir de manera responsable nuestra vida de hijos de Dios, nuestra
vida de fe, esperanza y caridad. El Señor espera continuamente nuestra
respuesta de fe y amor, constantes y pacientes, en medio de las ocupaciones y
preocupaciones que van tejiendo nuestro vivir.
Y esta respuesta sólo la podemos dar nosotros, tú y
yo. Nadie lo puede hacer en nuestro lugar. Esto es lo que significa la negativa
de las vírgenes prudentes a ceder parte de su aceite para las lámparas apagadas
de las vírgenes necias: «Es mejor que vayáis donde los vendedores y os lo
compréis» (Mt 25,9). Así, nuestra respuesta a Dios es personal e
intransferible.
No esperemos un “mañana” —que quizá no vendrá— para
encender la lámpara de nuestro amor para el Esposo. Carpe diem! Hay que vivir
en cada segundo de nuestra vida toda la pasión que un cristiano ha de sentir
por su Señor. Es un dicho conocido, pero que no estará de más recordarlo de
nuevo: «Vive cada día de tu vida como si fuese el primer día de tu existencia,
como si fuese el único día de que disponemos, como si fuese el último día de
nuestra vida». Una llamada realista a la necesaria y razonable conversión que
hemos de llevar a término.
Que Dios nos conceda la gracia en su gran
misericordia de que no tengamos que oír en la hora suprema: «En verdad os digo
que no os conozco» (Mt 25,12), es decir, «no habéis tenido ninguna relación ni
trato conmigo». Tratemos al Señor en esta vida de manera que lleguemos a ser conocidos
y amigos suyos en el tiempo y en la eternidad.
Rev. D. Joan Ant. MATEO i García (La Fuliola, Lleida, España)
Santoral Católico:
San Ramón Nonato
Cardenal
Nació en Portell, provincia de Lérida en España, el
año 1200. Se le llama «Nonato» porque lo extrajeron del seno de su madre que
acababa de morir. En 1224 ingresó en la Orden de la Merced (Mercedarios),
siendo uno de los primeros compañeros de san Pedro Nolasco que la había fundado
para la redención de cautivos y la formación religiosa y moral de los esclavos
de los territorios ocupados por los árabes. Después de trabajar un tiempo en
España, marchó a Argelia, donde se quedó como rehén y padeció mucho, a la vez
que confortaba a sus compañeros de prisión. Vuelto a Cataluña y ya famoso, el
papa Gregorio IX, en 1239, lo creó cardenal y lo llamó a Roma como consejero
suyo. Emprendió el viaje, pero pronto lo asaltaron unas fiebres violentas que
le causaron la muerte el 31 de agosto de 1240 en Cardona (Barcelona).
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© Directorio Franciscano – Aciprensa –
Catholic.net
Pensamiento del día
“El poder político, católico
o no,
ni puede obligar a abrazar
la fe religiosa que no gusta,
ni puede impedir abrazar y
profesar una fe que gusta.”
Papa Juan Pablo I
Temas Médicos:
Tristezas del corazón
¿Quién no ha sentido en algún momento de su vida
tristeza, amargura o resentimiento?
Nadie escapa a estos sentimientos y el sentirlos de
vez en cuando es normal, es parte de nuestra naturaleza humana. Llorar es
bastante sano cuando se trata de un acontecimiento eventual, el llanto es parte
de la liberación.
Pero… ¿Qué
pasa cuando estas emociones quedan alojadas en nuestro corazón de manera
permanente, cuando el dolor, la amargura y la tristeza representan nuestra
propia personalidad?
Hoy en día los males provenientes del corazón son muy
comunes, los rompimientos familiares, la frustración, la represión, el fracaso
y lo que llamaríamos "el cansancio de vida" se apodera de nosotros
cuando vemos que a pesar de nuestro esfuerzo, las cosas "nunca
funcionan", "todo nos sale mal", porque "la vida ha sido
muy injusta con nosotros".
Es entonces cuando el resentimiento, la autocompasión
y la tristeza pueden quedar instalados en nuestro corazón de manera permanente.
Esta actitud hace que todo en la vida lo veamos a través de un "cristal
empañado", es decir, nuestra perspectiva de vida se torna gris, ya no
vemos la belleza de la vida, los buenos momentos se vuelven indiferentes ante
nosotros, dejamos ir oportunidades y empezamos a crear una realidad falsa al
creer que "nadie nos quiere" o "todos quieren hacerme
daño", nuestra visión actúa y distorsiona todo desde nuestro cristal
empañado.
El guardar por mucho tiempo esta actitud o este
sentimiento, además de prolongar nuestro sufrimiento, nos trae como
consecuencia enfermedades derivadas de "un corazón triste":
= Enfermedades respiratorias (gripes, asma, tos,
sinusitis, etc.).
= Enfermedades del corazón (angina de pecho, infarto,
etc.)
= Enfermedades del sistema circulatorio (mala
circulación, várices, colesterol, etc.)
Ningún medicamento, dieta o ejercicio pueden evitar o
curar dichas enfermedades si no nos conectamos con la alegría de vivir, con el
amor a la vida. La alegría es la única medicina para un corazón que revive
constantemente en su presente las heridas del pasado.
Sin la alegría, nuestra vida se frena, nuestros pasos
se hacen lentos, ya no queremos saber nada, estamos deprimidos y con un
constante dolor de piernas, nos pesan tanto como para poder dar un paso más.
Sufrimos también a causa de nuestra soledad por tener
nuestro corazón cerrado al amor, no sabemos darlo, mucho menos recibirlo, al
mismo tiempo nos duelen los hombros y la espalda.
Seguimos sufriendo, porque las pastillas no son
suficientes para un corazón que frena el amor, que lo tiene por esencia, pero
no lo deja salir... se ahoga, se asfixia hasta morir.
Oración por Argentina
Señor mi Dios, Tú conoces lo que hay en cada corazón
y conoces cada historia. Te pido humildemente este día por mi país, tú conoces
nuestra gente, nuestras necesidades, nuestras alegrías, temores y sufrimientos,
conoces nuestras luchas de cada día y conoces que es lo mejor para cada uno de
nosotros. Llénanos de tu espíritu, permítenos encontrar la paz, permite que te
encontremos y gobiernes el corazón de cada argentino. Perdónanos si te hemos
ofendido, pero escúchanos Señor, Argentina te necesita. Cambia el odio por
amor, cambia la ofensa por perdón, cambia la tristeza por alegría, cambia la
guerra por paz, cambia el dolor por esperanza; sé tú Señor nuestro guía, ilumina nuestro camino,
ilumina a los argentinos. En el nombre de Jesús. Amén.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el
Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes,
diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los
que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para
que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto
con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de
Jesús y del Inmaculado Corazón de María;
por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y
martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros
hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el
abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por
los pacientes internados en la Casa de la Bondad en Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer
y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por
los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las
víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad
de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento;
por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas
Almas del Purgatorio.
Pedimos oración para Marisol A., de Chile, que es operada por un tumor canceroso en el
bazo. Que por la intercesión del santo chileno San Alberto Hurtado, el Señor le
conceda la gracia de una recuperación total sin secuelas.
Pedimos oración para las siguientes personas: por el
alma de Blanca M. C., que a los 92
años, en Lima, Perú, dejó la vida terrena para encontrarse con el Padre
celestial; Gianluca, de 7 años, de
Argentina, porque su cáncer ha recrudecido; Ana A., de Argentina, por sanación espiritual para ella y sus
hijos; Conchita, de Venezuela, que
necesita medios económicos para pagar sus medicinas; María P. y su hijo Giancarlo,
de Toronto, Canadá, por salud y trabajo; Elisa
Z., de Argentina, que está en recuperación por un cuadro oncológico; Norma C., 86 años, de Argentina,
internada por descompensación clínica general y Raúl P., de Argentina, en recuperación de cirugías abdominales por
un proceso oncológico intestinal. Por todos ellos, te rogamos Señor.
Pedimos oración para Tania H., de ciudad de México, que es operada de miomas uterinos,
rogando la intercesión de la Santísima Virgen para que todo salga bien.
Continuamos unidos en oración por medio del rezo del
Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras
preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de
nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz,
rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia
sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser
abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los
deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin
rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.
Tú quisiste, Señor, que
tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto
el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que
te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se
hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse
elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la
pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo
nuestro Señor.
Amén
Cinco minutos del
Espíritu Santo
Agosto 31
La persona llena del Espíritu Santo es verdaderamente
generosa, y por eso reacciona con generosidad cada vez que alguien la necesita.
No tiene que estar motivándose o preparándose para poder hacer una obra buena.
Le sale del corazón.
Cuando tenemos una amistad más o menos profunda con
alguien, siempre tendremos que dar algo. Y a veces, cuando estamos buscando un
poco de tranquilidad, se acerca alguien que necesita de nuestra ayuda. Pero si
tenemos un falso ideal de felicidad, viviremos sintiendo a los demás como
ladrones que roban nuestro tiempo y nuestras cosas, escaparemos de ellos, o
simplemente los soportaremos con una cuota de nerviosismo disimulado.
Pero alguien resentido o egoísta, que busque a Dios
para liberarse de las molestias de los demás, no sería un verdadero místico.
Sería solo un terrible ególatra o un enfermo que usa a Dios para disimular su
incapacidad de amar.
Si alguna vez hemos amado de verdad a alguien,
sabemos que el amor vale la pena; si algún día hemos sido verdaderamente
generosos, sabemos que eso nos hace felices. Un corazón generoso vive mejor.
Pero como el amor no se fabrica ni se inventa con las capacidades humanas, hay que
pedirlo como un regalo sublime del Espíritu Santo.
"¡Ven Espíritu Santo, y enséñame a amar!"
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)