martes, 31 de julio de 2018

Pequeñas Semillitas 3725

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3725 ~ Martes 31 de Julio de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina) 
Alabado sea Jesucristo…
Hoy, 31 de julio, celebramos la memoria de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, hace casi cinco siglos, circunstancia que en lo personal me llega muy de cerca porque en mi juventud me eduqué con Jesuitas, que –gracias a Dios– dejaron en mí su fuerte impronta que me acompañará toda la vida y hace que en todo momento me sienta muy cerca de ellos y muy empapado de todo lo que sea jesuítico.
Las estadísticas oficiales de la Compañía de Jesús reflejan que es la congregación más numerosa y se caracteriza porque sus sacerdotes poseen una gran preparación intelectual y teológica, al servicio de la Iglesia y del Papa. Y trabajan con especial énfasis en la educación de los jóvenes, como lo viene haciendo prácticamente desde su creación. Es una gran bendición para la Compañía haber dado el primer Papa Jesuita de toda la historia, en la persona del padre Jorge Mario Bergoglio.
A San Ignacio de Loyola y a la Compañía de Jesús, con respeto, con amor y agradecimiento, va dedicado este número de “Pequeñas Semillitas”

¡Buenos días!

Mi refugio
Los salmos son poesías inspiradas por Dios. Conviene acercarte a ellos “quitándote las sandalias”, como ordenó Dios a Moisés desde la zarza que ardía sin consumirse. Ése es el secreto: tratarlos con fe, humildad y devoción. Con esta actitud alimentan la adoración, la alabanza, la gratitud… Aquí te ofrezco un collage para fortalecer tu confianza.

Dios mío, mi escudo y peña en que me amparo, mi alcázar, mi libertador (18). Él te cubrirá con sus plumas, bajo sus alas te refugiarás. Su brazo es escudo y armadura (91). El Señor te guarda de todo mal, él guarda tu alma; el Señor guarda tus entradas y salidas, ahora y por siempre (121). No temerás el espanto nocturno, ni la flecha que vuela de día, ni la peste que se desliza en las tinieblas, porque hiciste del Señor tu refugio porque tomaste al Altísimo por defensa (91). Tú, Señor, has puesto en mi corazón más alegría que si abundara en trigo y en vino. En paz me acuesto y enseguida me duermo, porque tú solo, Señor, me haces vivir tranquilo (4).

La recitación pausada de algún fragmento de salmo al comenzar la oración, te ayudará a establecer contacto con el Señor, pues te sientes conmovido por sentimientos de confianza, asombro, gratitud… Esto presupone un plan de meditación o lectio sobre tus salmos predilectos.  Es una tarea que vale la pena afrontar porque te dará satisfacción y provecho.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas de hoy 
Primera Lectura: Jer 14, 17-22

Salmo: Sal 78, 8-9. 11. 13

SANTO EVANGELIO: Mt 13,36-43
En aquel tiempo, Jesús despidió a la multitud y se fue a casa. Y se le acercaron sus discípulos diciendo: «Explícanos la parábola de la cizaña del campo». Él respondió: «El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los hijos del Maligno; el enemigo que la sembró es el Diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
»De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y se la quema en el fuego, así será al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los obradores de iniquidad, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga».

Comentario:
Hoy, mediante la parábola de la cizaña y el trigo, la Iglesia nos invita a meditar acerca de la convivencia del bien y del mal. El bien y el mal dentro de nuestro corazón; el bien y el mal que vemos en los otros, el que vemos que hay en el mundo.
«Explícanos la parábola» (Mt 13,36), le piden a Jesús sus discípulos. Y nosotros, hoy, podemos hacer el propósito de tener más cuidado de nuestra oración personal, nuestro trato cotidiano con Dios. —Señor, le podemos decir, explícame por qué no avanzo suficientemente en mi vida interior. Explícame cómo puedo serte más fiel, cómo puedo buscarte en mi trabajo, o a través de esta circunstancia que no entiendo, o no quiero. Cómo puedo ser un apóstol cualificado. La oración es esto, pedirle “explicaciones” a Dios. ¿Cómo es mi oración? ¿Es sincera?, ¿es constante?, ¿es confiada?
Jesucristo nos invita a tener los ojos fijos en el Cielo, nuestra casa para siempre. Frecuentemente vivimos enloquecidos por la prisa, y casi nunca nos detenemos a pensar que un día —lejano o no, no lo sabemos— deberemos dar cuenta a Dios de nuestra vida, de cómo hemos hecho fructificar las cualidades que nos ha dado. Y nos dice el Señor que al final de los tiempos habrá una tría. El Cielo nos lo hemos de ganar en la tierra, en el día a día, sin esperar situaciones que quizá nunca llegarán. Hemos de vivir heroicamente lo que es ordinario, lo que aparentemente no tiene ninguna trascendencia. ¡Vivir pensando en la eternidad y ayudar a los otros a pensar en ello!: paradójicamente, «se esfuerza para no morir el hombre que ha de morir; y no se esfuerza para no pecar el hombre que ha de vivir eternamente» (San Julián de Toledo).
Recogeremos lo que hayamos sembrado. Hay que luchar por dar hoy el 100%. Y que cuando Dios nos llame a su presencia le podamos presentar las manos llenas: de actos de fe, de esperanza, de amor. Que se concretan en cosas muy pequeñas y en pequeños vencimientos que, vividos diariamente, nos hacen más cristianos, más santos, más humanos.
Rev. D. Iñaki BALLBÉ i Turu (Terrassa, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Ignacio de Loyola
Fundador de la Compañía de Jesús 
Nació en Loyola (Guipúzcoa, España) el año 1491. De joven permaneció en la corte y se dedicó a la vida militar. Herido en la defensa de Pamplona, tuvo que guardar reposo, y las lecturas piadosas favorecieron su conversión a Dios. Se retiró a Montserrat y Manresa, dando inicio a los Ejercicios espirituales. Viajó a Tierra Santa y luego estudió en Alcalá, Salamanca y finalmente en París, donde reunió a los primeros compañeros, con los que fundó en Roma la Compañía de Jesús. Antes, en Venecia, se ordenó de sacerdote el año 1537. Escribió las constituciones de la Compañía, a la que dio como lema «A mayor gloria de Dios». Fructífero fue su apostolado, por las obras que escribió y por los discípulos que formó, que contribuyeron poderosamente a la verdadera reforma de la Iglesia. Envió a san Francisco Javier a Oriente como misionero. Para que Roma fuera un centro de ciencia eclesiástica, con un plantel de doctores de los que pudiera disponer el Papa, fundó el Colegio Romano, después llamado Universidad Gregoriana. Murió en Roma el 31 de julio de 1556.
Oración: Señor, Dios nuestro, que has suscitado en tu Iglesia a san Ignacio de Loyola para extender la gloria de tu nombre, concédenos que después de combatir en la tierra, bajo su protección y siguiendo su ejemplo, merezcamos compartir con él la gloria del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net

Pensamiento del día
 
«Haced de vuestra parte todo lo que podáis
como si todo dependiera de vosotros;
pero una vez que hayáis puesto vuestra colaboración
dejadlo todo en manos de Dios
para que Él haga el resto»
San Ignacio de Loyola

Tema del día:
Los Jesuitas 
El papa Francisco es el primer Papa que pertenece a la Compañía de Jesús (Jesuitas), orden religiosa masculina perteneciente a la Iglesia Católica Romana con vocación misionera y pedagógica cultural y científica.

Fue fundada en 1539 en Roma (Italia) por Ignacio de Loyola, un exsoldado de familia noble vasca de Azpeitia (Guipuzcoa), que encontró la fe tras ser herido durante la una batalla en Pamplona en 1521, y aprobada por la Santa Sede en 1540, a raíz de la bula del Papa Paulo III "Regimini Militantes Ecclesiae".

Tiempo después mirando hacia su juventud, Ignacio dijo de sí mismo: "Fui un hombre dedicado a la vanidad del mundo, para quien el mayor placer eran las artes marciales, con el vano deseo de adquirir celebridad".

Los jesuitas tienen una estructura de tipo casi militar (obediencia absoluta), una misión clara (a mayor gloria de Dios), una total despreocupación por los éxitos mundanos.

Con el lema latino "Ad maiorem Dei gloriam" (A la mayor gloria de Dios), la orden jesuita se propone difundir la fe católica a través de las misiones, el apostolado, la enseñanza y la ciencia.

Según sus normas, trabajan por la evangelización del mundo, en defensa de la fe y la promoción de la justicia, en permanente diálogo cultural e interreligioso y el motor de la compañía es profundizar en los estudios humanísticos y científicos para entregarlos en las escuelas y colegios que se fueron abriendo en Europa primero y luego en todo el mundo.

Desde sus inicios, los jesuitas dirigieron los centros de educación superior más importantes de Europa, entre ellos el prestigioso Colegio Romano, y prestaron servicios en países donde la religión católica era perseguida o prohibida.

Especialmente importante fue la labor emprendida por el también vasco, San Francisco Javier en su tarea misionera de conversión en la India, Japón, hacia donde partió en 1549 cuando aún no había llegado ningún europeo, y China.

La Compañía de Jesús tuvo un papel decisivo durante la Contrarreforma, la reacción de la Iglesia a la reforma del protestante Lutero, y relevante fue su papel en el transcurso del Concilio de Trento, entre 1545 y 1563, en el que destacó la participación de los teólogos jesuitas Salmerón y Laínez.

A la muerte del fundador, en 1556, la Compañía se había extendido por todo el mundo al servicio de la Iglesia y del Romano Pontífice.

Los jesuitas además de los tres votos de los religiosos -pobreza, castidad y obediencia-, profesan un cuarto, el de obediencia al Papa, al que se unen así de una forma especial.

A lo largo de los más de 400 años de historia, la Compañía de Jesús ha sufrido diversos avatares, por las sospechas que despertaban algunas de sus actividades, como por ejemplo, las misiones en las Reducciones del Paraguay, una especie de comunidades agrícolas que los jesuitas desarrollaron con los indios guaraníes en los siglos XVII y XVIII.

Los jesuitas tuvieron problemas con la Inquisición; fueron expulsados de Portugal (1559), de Francia (1764) y de todos los dominios del Rey de España Carlos III en 1767.

En 1773, la Compañía de Jesús fue suprimida por un edicto promulgado por el Papa Clemente XIV y restituida en todo el mundo en 1814 por el Papa Pío VII.

Una vez restaurada, la Orden continuó su expansión, también en España, de donde en el siglo XIX fue suprimida en cinco ocasiones y disuelta en el XX, cuando en 1932 el gobierno de la Segunda República declaró inconstitucional el voto especial de obediencia al Papa. En 1938, los jesuitas recobraron en España la situación jurídica anterior a la Constitución de 1931.

Presente en 127 países, la Compañía de Jesús está dividida en 91 provincias, agrupadas a su vez en diez "Asistencias", de las cuales, la más numerosa es la de Asia Meridional con 4.081 jesuitas, el 20,9 % del total, según datos de la Compañía de 2007.

En cuanto a las provincias, las más numerosas son las de Italia y la de Castilla (España), y por países, Estados Unidos y la India son los que cuentan con mayor número de jesuitas.

Con 16.378 miembros en 2016 (de los cuales 11.785 eran sacerdotes ordenados), es la mayor orden religiosa masculina católica hoy en día. Su actividad se extiende a los campos educativo, social, intelectual, misionero y de medios de comunicación católicos, además de atender 1.541 parroquias en todo el mundo (a fecha de 2016)

Entre 1965 y 2016 sus superiores generales fueron Pedro Arrupe (español, 1965-1983), Peter Hans Kolvenbach (holandés, 1983-2008), y Adolfo Nicolás (español, 2008-2016 año en que presentó su renuncia por motivos de edad). El 2 de octubre de 2016 comenzó su Congregación General 36, para elegir nuevo prepósito (superior general) y legislar sobre aspectos de la misión y carisma de la Orden. El 14 de octubre resultó elegido como trigésimo primer general el venezolano Arturo Sosa, perteneciente a la Asistencia de América Latina Septentrional.

Pablo VI describió a los jesuitas de la siguiente manera (1975): «Donde quiera que en la Iglesia, incluso en los campos más difíciles o de primera línea, ha habido o hay confrontaciones: en los cruces de ideologías y en las trincheras sociales, entre las exigencias del hombre y mensaje cristiano allí han estado y están los jesuitas».

Nuevo vídeo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
La vida y obra de San Ignacio de Loyola.
Para verlo tienes que ir al final de esta página

Meditaciones de “Pequeñas Semillitas 
Hay un breve texto del Padre Arrupe, cuyos ecos oigo cada vez que escucho al Papa Francisco.
Cuando le preguntaban hacia dónde iba la Compañía de Jesús, su respuesta fue siempre: “A donde Dios la lleva”.
En otros términos, era como decir:
“No sé, pero sí sé una cosa, y es que Dios nos lleva a alguna parte: vamos seguros, vamos con la Iglesia, que va dirigida por el Espíritu Santo. Sé que Dios nos lleva a una tierra nueva, la de promisión, la suya. Él sabe dónde está, a nosotros no nos toca sino seguirle”.
Es necesario tener mucho valor para renunciar a las falsas seguridades que no son más que necedad que anestesia el alma.  No es fácil asumir que Dios no es Señor de seguridades, sino de inseguro caminar.  Que hay que estar siempre a la escucha.  Que la Verdad no busca defensores o guardianes sino testigos,  amigos capaces de andar sobre las turbulentas aguas del mar sin hundirse, atentos a su llamada.
Deus semper maior, Dios siempre está un paso más allá de nosotros…  Pero no deja de invitarnos a seguirle: venid y ved.  Eso sí, es preciso llevar como equipaje un corazón más grande que el mundo…  Ese es el signo que identifica a quienes realmente transitan por la senda de la espiritualidad.
Ése debe ser nuestro rasgo característico como hombres de Dios: ser hombres para los demás

Pedidos de oración 
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los pacientes internados en la Casa de la Bondad en  Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para Alicia, de 69 años de edad, que vive en Monte Grande, Buenos Aires, Argentina, y que el viernes próximo será operada de un tumor de parótida. Que por la intercesión de María Auxiliadora, el Señor le conceda una pronta recuperación.

Pedimos oración para Elsa, de Buenos Aires, Argentina, que hoy tiene consulta médica por su cuadro dolores musculares y articulares generalizados, confiando en la misericordia de Dios para que los profesionales que la atienden encuentren los más eficaces tratamientos.

Pedimos oración para Raúl, de Córdoba, Argentina, que está en recuperación (internación domiciliaria) por cirugía abdominal por proceso oncológico. Lo encomendamos especialmente a Nuestra Señora del Valle, para que por su mediación Jesús le otorgue la gracia de una pronta sanación.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Cinco minutos del Espíritu Santo 
Julio 31
Es hermoso recorrer la vida de los santos para percibir lo que puede hacer el Espíritu Santo en la vida de un ser humano, para ver cómo el Espíritu Santo puede cambiar completamente la vida de una persona y llevarla a lo más alto. Hoy recordamos lo que hizo el Espíritu Santo en San Ignacio de Loyola.
Después de una batalla, defendiendo la ciudad de Pamplona, el valiente Ignacio quedó herido. Allí el Espíritu Santo aprovechó para hacer de las suyas. Durante el tiempo de reposo Ignacio se dedicó a la lectura, y este providencial acontecimiento hizo que leyera la vida de Cristo y algunas vidas de santos, con lo cual se encendió en él la llama de la entrega apasionada al Señor.
En el altar de la Virgen de Montserrat dejó su espada y comenzó una peregrinación vestido de mendigo. Al poco tiempo alcanzó una gran profundidad espiritual que expresó en sus Ejercicios Espirituales.
Luego de una adecuada preparación, se ordenó de sacerdote y formó un pequeño grupo con fuertes inquietudes evangelizadoras. De allí surgió después su fecunda Compañía de Jesús. Sus obras y las de su Compañía son incontables. A la muerte de Ignacio, en 1556, la Compañía había llegado a la India y a Japón, con un inquebrantable entusiasmo y creatividad evangelizadora. Ciertamente la tarea evangelizadora de la Iglesia le debe muchísimo.
Pasó los últimos tiempos de su vida disfrutando de altísimas experiencias místicas, cargadas de llamativa ternura y de místico gozo, que aparecen reflejadas en su diario íntimo. Para Ignacio Dios debía ser el principio y el fundamento de todo. Por eso, lo primero en la vida cristiana consiste en aceptar con amor que la propia vida haya sido creada para amar, adorar y servir a Dios. Aceptando eso con sinceridad, entonces sí es realmente posible dejarlo todo y entregarlo hasta el fin, sin reservas. De hecho, la vida de Ignacio estuvo consagrada a buscar la mayor gloria de Dios, y todas sus obras eran realizadas con esa finalidad.
Pidámosle al Espíritu Santo que nuestra vida no transcurra en la mediocridad, que nos transforme hasta el fondo y nos lleve a vivir en profundidad, entregándolo todo. No podemos hacerlo solos; pero el Espíritu Santo puede hacerlo, si cooperamos con él.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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