viernes, 13 de julio de 2018

Pequeñas Semillitas 3707

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3707 ~ Viernes 13 de Julio de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Vive con amor. No interrumpas las manifestaciones de afecto de alguien que te quiere, por el hecho de que otros las vean inconvenientes.
Haz caso a tu conciencia y no atiendas las voces de envidiosos y rivales.
La ternura es aceite que suaviza todos los momentos de la vida, y vivir es de por si duro.
La vida sin amor es un infierno, un desierto sin oasis.
Permanece en el amor y entrégalo a todos los que amas.
C. Torres Pastorino   

¡Buenos días!

El paso del tiempo
Al iniciar este día te comparto unas consignas que me han movilizado a lo largo de los años: “Saludaré con gozo y agradecimiento el don inapreciable de este nuevo día. Trataré con ternura cada hora, porque sé que no retornará jamás. Eludiré con decisión todo aquello que mata el tiempo. A la indecisión la destruiré con la acción. Sepultaré las dudas bajo la fe”.

Todos los niños habían salido en la fotografía y la maestra estaba tratando de persuadirlos para que cada uno comprara una copia de esa fotografía del grupo. —Imagínense qué bonito será cuando ya sean grandes todos y digan: "Allí está Catalina, es abogada, o, ése es Miguel, ahora es doctor". Entonces se oyó una vocecita desde atrás del aula diciendo, —Y allí está la maestra. Ya se murió."

Todos percibimos el paso fugaz del tiempo. “Ay, cómo huye el tiempo irreparable”, constató el poeta Virgilio. También el salmista (S. 90) dice que, aun cuando lleguemos a los 70 y 80 años, al fin nos parece que han pasado a prisa, volando. Por eso pide a Dios  le enseñe a calcular el número de años de vida, para obrar sabiamente. Buena lección.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas de hoy 
Primera Lectura: Os 14, 2-10

Salmo: Sal 50, 3-4. 8-9. 12-14. 17

SANTO EVANGELIO: Mt 10,16-23
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como las serpientes, y sencillos como las palomas. Guardaos de los hombres, porque os entregarán a los tribunales y os azotarán en sus sinagogas; y por mi causa seréis llevados ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Mas cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento. Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre el que hablará en vosotros.
Entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán. Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará. Cuando os persigan en una ciudad huid a otra, y si también en ésta os persiguen, marchaos a otra. Yo os aseguro: no acabaréis de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre».  

Comentario:
Hoy, el Evangelio remarca las dificultades y las contradicciones que el cristiano habrá de sufrir por causa de Cristo y de su Evangelio, y como deberá resistir y perseverar hasta el final. Jesús nos prometió: «Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20); pero no ha prometido a los suyos un camino fácil, todo lo contrario, les dijo: «Seréis odiados de todos por causa de mi nombre» (Mt 10,22).
La Iglesia y el mundo son dos realidades de “difícil” convivencia. El mundo, que la Iglesia ha de convertir a Jesucristo, no es una realidad neutra, como si fuera cera virgen que sólo espera el sello que le dé forma. Esto habría sido así solamente si no hubiese habido una historia de pecado entre la creación del hombre y su redención. El mundo, como estructura apartada de Dios, obedece a otro señor, que el Evangelio de san Juan denomina como “el señor de este mundo”, el enemigo del alma, al cual el cristiano ha hecho juramento —en el día de su bautismo— de desobediencia, de plantarle cara, para pertenecer sólo al Señor y a la Madre Iglesia que le ha engendrado en Jesucristo.
Pero el bautizado continúa viviendo en este mundo y no en otro, no renuncia a la ciudadanía de este mundo ni le niega su honesta aportación para sostenerlo y para mejorarlo; los deberes de ciudadanía cívica son también deberes cristianos; pagar los impuestos es un deber de justicia para el cristiano. Jesús dijo que sus seguidores estamos en el mundo, pero no somos del mundo (cf. Jn 17,14-15). No pertenecemos al mundo incondicionalmente, sólo pertenecemos del todo a Jesucristo y a la Iglesia, verdadera patria espiritual, que está aquí en la tierra y que traspasa la barrera del espacio y del tiempo para desembarcarnos en la patria definitiva del cielo.
Esta doble ciudadanía choca indefectiblemente con las fuerzas del pecado y del dominio que mueven los mecanismos mundanos. Repasando la historia de la Iglesia, Newman decía que «la persecución es la marca de la Iglesia y quizá la más duradera de todas».
P. Josep LAPLANA OSB Monje de Montserrat (Montserrat, Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
Santos Luis Martín y Celia Guérin
Padres de Santa Teresa del Niño Jesús 
Él nació en Burdeos en 1823 y ella en Gandelain en 1831. Los dos eran descendientes de familia militar y se educaron en centros religiosos; él era relojero y ella artesana del «punto de Alençon», un encaje de los más famosos. En su juventud los dos quisieron en vano abrazar la vida religiosa, él en los Agustinos, ella en las Hijas de la Caridad. La relación entre ellos comenzó en Alençon. Tres meses después de su primer encuentro, contrajeron matrimonio el 13 de julio de 1858. Llevaron una vida matrimonial ejemplar: misa diaria, oración personal y comunitaria, confesión frecuente, participación en la vida parroquial. Tuvieron nueve hijos, cuatro de los cuales murieron prematuramente. A los 45 años, Celia recibió la noticia de que tenía un tumor en el pecho y pidió a su cuñada Celina que ayudara a su marido en la educación de los más pequeños. Murió el 28 de agosto de 1877. Luis se encontró solo para sacar adelante a su familia. Se trasladó a Lisieux, donde residía la tía Celina. Luis acompañó a cuatro de sus hijas al Carmelo y a una a la Visitación. El sacrificio mayor fue separarse de Teresa, la pequeña, que entró en el Carmelo a los 15 años. Luis tenía una enfermedad que lo fue invalidando hasta llegar a la pérdida de sus facultades mentales. Fue internado en el sanatorio de Caen. Murió en La Musse (Eure) el 29 de julio de 1894. Fueron canonizados los dos juntos el 18-X-2015 y se celebra la memoria de los dos juntos el 13 de julio, aniversario de su boda.
© Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net

Pensamiento del día

"En mi casa he reunido
juguetes pequeños y grandes
sin los cuales no podría vivir.
El niño que no juega no es niño...
pero el hombre que no juega
perdió para siempre al niño que vivía en él
y que le hará mucha falta".
Pablo Neruda

Tema del día:
Inspiraciones del Espíritu Santo
Es cierto que el Espíritu Santo nos quiere hablar, pero a veces nos cuesta escucharle. Esto sucede porque hay muchas otras voces que constantemente nos llegan de todos lados pidiendo atención. Todas quieren penetrar en nuestros razonamientos e influir en las decisiones que tomamos.

Saber escuchar las inspiraciones del Espíritu Santo, es un aprendizaje progresivo: se trata de convertirse en aquellas ovejas que reconocen la voz de su pastor en medio de las otras voces que las rodean (Jn 10, 3-5). Para lograr esto, es necesario crear poco a poco un cierto "clima de vida" que comprende los siguientes elementos:

1.- Estar decididos a hacer la voluntad de Dios
Dios habla a aquellos que desean obedecerle. La obediencia es una elección a largo plazo; cierra la puerta del infierno y abre las ventanas del cielo.
Por la disposición de Jesús a ser obediente, incontable multitud de personas fueron y son llevados todavía a la reconciliación con Dios.

2.- Llevar una vida de oración regular
Lleva una vida en la que intentemos principalmente tener una actitud de confianza, de disponibilidad interior a la acción de Dios.
La fidelidad a la oración favorece y hace más profunda la disposición de apertura y de escucha.

3.- Meditar regularmente las Santas Escrituras.
Su manera de tocar y hablar a nuestro corazón despierta en nosotros una sensibilidad espiritual y nos acostumbra poco a poco a reconocer la voz de Dios.

4.- Evitar actitudes que pueden cerrarnos a la acción del Espíritu
Actitudes como la agitación, las inquietudes, los miedos, los apegos excesivos a nuestra propia manera de hacer o de pensar.
La escucha al Espíritu Santo requiere flexibilidad y desprendimiento interiores.

5.- Aceptar con confianza los acontecimientos de nuestra vida
Aceptar lo acontecimientos aun cuando a veces nos contraríen o no correspondan a lo que nosotros esperábamos.
Si somos dóciles a la manera en la que Dios conduce los acontecimientos de nuestra vida, si nos abandonamos entre sus manos de Padre, Él sabrá hablar a nuestro corazón.
Mantengámonos (dentro de lo posible) en paz y en confianza, pase lo que pase. Cuanto más nos esforcemos por mantener la paz, más escucharemos la voz del Espíritu.

6.- Acoger los consejos de las personas que nos rodean
Seamos humildes de cara a nuestros hermanos y hermanas, no busquemos siempre tener la razón o la última palabra en las conversaciones.
Reconozcamos nuestros errores y dejémonos corregir. Quien sabe escuchar a su hermano sabrá escuchar a Dios.

7.- Purificar el corazón en el sacramento de la penitencia
El corazón purificado constantemente por el perdón de Jesús percibirá su voz con más claridad.

8.- Estar atentos a lo que pasa en el fondo de nuestro corazón
El Espíritu Santo no se deja escuchar en el ruido ni en la agitación exterior, sino en la intimidad de nuestro corazón, por medio de mociones suaves y constantes.

9.- Reconocer lo que viene de Dios a través de los frutos que produce en nuestra vida
Lo que viene del Espíritu trae consigo paz, nos hace humildes, confiados, generosos en el don de nosotros mismos.
Lo que viene de nuestra psicología herida o del demonio produce dureza, inquietud, orgullo, ensimismamiento.

10.- Vivir en un clima de gratitud
Si agradecemos a Dios por un beneficio, él nos dará nuevas gracias, en especial las inspiraciones interiores que necesitamos para servirle y amarle.
El Señor nos ama a todos por igual. Nos creó a todos con la misma capacidad espiritual, de modo que nadie debe sentirse en desventaja al tratar de escuchar la voz del Espíritu Santo o reconocer la obra de Dios en su vida.

La Escritura contiene magníficos relatos acerca de personas como San Pedro, la Virgen María y San Felipe, que percibieron la guía del Espíritu Santo aun cuando esa guía parecía extraña al principio.
El Espíritu Santo quiere hablarnos a nosotros, Él quiere infundir nuevos pensamientos en nuestra mente y en nuestros corazones. Sepamos abrirnos a sus inspiraciones.
Fuente: “Píldoras de Fe”

Meditaciones de “Pequeñas Semillitas” 
Ayer, 12 de julio, hubiera cumplido 95 años de edad el Dr. René Favaloro, médico y ciudadano ejemplar de Argentina.
Aquellos que nos sentimos identificados con él, con sus valores, con sus objetivos nobles y su gran sensibilidad debemos continuar y seguir la lucha que él, después de darlo todo no pudo continuar, desde el lugar que nos toca, principalmente desde nuestro rol de ciudadanos.
Reflexionemos en todo lo que perdimos como país dándonos el lujo de perder a este médico rural que pudo haberlo tenido todo, desde el punto de vista material con las oportunidades que se le brindaron en el exterior, y prefirió desde su Fundación ayudar a su pueblo, al que amó hasta dar la vida.
Dr. Favaloro... usted es mi ídolo y creo que el de muchos, sólo que hay que tener mucho valor, perseverancia, fe y convicciones firmes para luchar por el cambio de un sistema que no cambia porque nuestra sociedad se adaptó al facilismo y a la dádiva, que generalmente desprecia la dignidad que conlleva el trabajo porque como dice el famoso tango Cambalache “el que no llora no mama y el que no afana es un gil”.
La idiosincrasia no es algo que pueda cambiarse de un día para otro, pero en algún momento debemos dar el paso adelante, nuestro país lo merece y es una asignatura que tenemos pendiente con todos los grandes hombres y mujeres que forjaron con valor, entrega y sacrificio nuestra historia.

Pedidos de oración 
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los pacientes internados en la Casa de la Bondad en  Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para las siguientes personas: Edda (70 años, USA), para que su chequeo ginecológico salga enteramente normal; Katia, (45 años, Canadá), para que si es para su bien, Dios le conceda cambio de sitio de trabajo en el banco donde se desempeña a fin de que no sufra tanto estrés laboral; Lucho (78 años, Lima, Perú), para que pueda salvar la vista del único ojo útil y que reciba la ayuda necesaria de sus hijos; Carola (75 años, Lima, Perú), por total remisión del cáncer de cerebro y que mejore su estado general tan decaído actualmente; Jeanette (75 años, Lima, Perú), por la total sanación de su delicado estómago; María (76 años, Canadá); Giancarlo (34 años, Canadá), Nery (76 años, Perú); Enrique (73 años, Venezuel), por salud y trabajo; Elena (75 años, Canadá), por su viaje de 50 aniversario de casados con su esposo e hijos; Elisa Z. (65 años, Argentina), afectada de un tumor. Para todas estas hermanas y hermanos nuestros rogamos a Jesús Misericordioso, que les conceda sus gracias y los sane.

Pedimos oración para Diana Araceli, de 13 años de edad, que vive en Asunción, Paraguay, que está siendo estudiada por una enfermedad del colágeno que podría ser lupus o artritis, con gran preocupación de toda su familia. La ponemos en las manos de la Virgen del Carmen, rogando su mediación ante Jesús para que Él le conceda la gracia de sanarse.

Pedimos oración por la operación de Nilda Lucía, de Córdoba, Argentina, que será intervenida en el día de hoy. Que la Virgen de Lourdes la proteja y todo salga bien.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Cinco minutos del Espíritu Santo 
Julio 13
Muchas veces nos agredimos a nosotros mismos por errores que hemos cometido en el pasado. Puede suceder que se trate de algo muy viejo, pero que no deja de regresar a la memoria cada tanto, y nos lleva a darnos un golpe en la cabeza diciendo cosas como éstas: "¿Por qué? ¡Cómo pudiste hacer eso! ¡Por qué no lo evitaste! ¡No valía la pena! ¡Cómo se te ocurrió decir esa tontería!". Quizás sabemos que en realidad no somos culpables de lo que hicimos, porque en verdad teníamos una intención buena, no teníamos una mala intención; pero igualmente nos culpamos y nos agredimos por no haberlo evitado.
El remordimiento es algo enfermizo; es un rechazo de nuestros errores que nos limita, nos paraliza, nos llena de angustias y nos encierra en nuestro orgullo herido. No ayuda a un verdadero cambio, porque para poder cambiar de verdad es necesario aceptarse a sí mismo.
En cambio el verdadero arrepentimiento nos hace levantar los ojos hacia Dios para reconocer su amor que nos espera, que perdona "setenta veces siete", que nos quiere vivos y felices, que nos regala siempre una nueva oportunidad. Por eso el arrepentimiento, en lugar de debilitarnos nos fortalece para empezar de nuevo; en lugar de paralizamos nos lanza hacia adelante.
Pidamos al Espíritu Santo que nos regale su gracia poderosa para que sepamos perdonarnos a nosotros mismos, para que no nos quedemos anclados en el pasado, para que recuperemos la dignidad, y marchemos decididos hacia adelante, rodeados por su amor que nos sostiene.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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