lunes, 2 de julio de 2018

Pequeñas Semillitas 3696

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3696 ~ Lunes 2 de Julio de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Cada día hagamos algo de lo que podamos sentirnos orgullosos al día siguiente. 
Cada día, pensemos que es el primero, para vivirlo con sorpresa; y el último, para aprovecharlo como nuestra última oportunidad.
Cada día, busquemos nuestra felicidad haciendo más feliz a algún otro.
Sembremos una semilla de cuyos frutos podamos vivir al día siguiente.
Renovemos nuestro corazón de tal manera que no quede amargura alguna para el día siguiente.
No guardemos nuestras sonrisas de hoy para mañana.
Sólo podremos sonreír mañana, si hemos sonreído hoy.
  
¡Buenos días!

Para restaurar la paz
Al fin de una jornada agitada de lucha y de trabajo, nada ayuda tanto a restaurar la paz en el alma como una oración llena de confianza en el Señor. En efecto, en él encontramos un refugio seguro, un guardián siempre vigilante, un pastor que nos acompaña con solícito cuidado. El himno litúrgico que te ofrezco te introducirá en este ambiente de celestial compañía.

Ya el sol del firmamento se retira, mas tu fuego, Señor, alumbra siempre;
en nuestros anhelantes corazones, derrama, ¡oh Trinidad!, tu amor perenne.
Contentos te servimos en el día y fervientes ahora suplicamos
asocies nuestras almas y canciones al coro de tus ángeles y santos.
La gloria y alabanza sempiterna tributamos al Padre y a su Hijo,
y a ti, Divino Espíritu de entrambos damos gracias por siglos infinitos.  

“Y ahora bendecid al Señor, los siervos del Señor, los que pasáis la noche en la casa del Señor. Levantad las manos hacia el santuario, y bendecid al Señor. El Señor te bendiga desde Sión, el que hizo cielo y tierra (Salmo 134). “Suba, Señor, a ti mi oración, como incienso en tu presencia” (Salmo 141). Que la gratitud y la alabanza cierren cada día tu jornada.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
Primera lectura: Am 2, 6-10. 13-16

Salmo: Sal 49, 16b-23

SANTO EVANGELIO: Mt 8,18-22
En aquel tiempo, viéndose Jesús rodeado de la muchedumbre, mandó pasar a la otra orilla. Y un escriba se acercó y le dijo: «Maestro, te seguiré adondequiera que vayas». Dícele Jesús: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza». Otro de los discípulos le dijo: «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre». Dícele Jesús: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos».

Comentario:
Hoy, el Evangelio nos presenta —a través de dos personajes— una cualidad del buen discípulo de Jesús: el desprendimiento de los bienes materiales. Pero antes, el texto de san Mateo nos da un detalle que no querría pasar por alto: «Viéndose Jesús rodeado de la muchedumbre...» (Mt 8,18). Las multitudes se reúnen cerca del Señor para escuchar su palabra, ser curados de sus dolencias materiales y espirituales; buscan la salvación y un aliento de Vida eterna en medio de los vaivenes de este mundo.
Como entonces, algo parecido pasa en nuestro mundo de hoy día: todos —más o menos conscientemente— tenemos la necesidad de Dios, de saciar el corazón de los bienes verdaderos, como son el conocimiento y el amor a Jesucristo y una vida de amistad con Él. Si no, caemos en la trampa de querer llenar nuestro corazón de otros “dioses” que no pueden dar sentido a nuestra vida: el móvil, Internet, el viaje a las Bahamas, el trabajo desenfrenado para ganar más y más dinero, el coche mejor que el del vecino, o el gimnasio para lucir el mejor cuerpo del país.... Es lo que les pasa a muchos actualmente.
En contraste, resuena el grito lleno de fuerza y de confianza del Papa San Juan Pablo II hablando a la juventud: «Se puede ser moderno y profundamente fiel a Jesucristo». Para eso es preciso, como el Señor, el desprendimiento de todo aquello que nos ata a una vida demasiado materializada y que cierra las puertas al Espíritu.
«El Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza (...). Sígueme» (Mt 8,22), nos dice el Evangelio de hoy. Y san Gregorio Magno nos recuerda: «Tengamos las cosas temporales para uso, las eternas en el deseo; sirvámonos de las cosas terrenales para el camino, y deseemos las eternas para el fin de la jornada». Es un buen criterio para examinar nuestro seguimiento de Jesús.
Rev. D. Jordi PASCUAL i Bancells (Salt, Girona, España)

Santoral Católico:
San Bernardino Realino
Sacerdote Jesuita

Nació en Carpi, provincia de Módena (Italia), el año 1530, en el seno de una familia acomodada. Estudió primero en su casa, y luego en Módena y Bolonia, donde sacó el doctorado en ambos derechos. Ejerció diversos cargos en la administración civil. El fallecimiento de su prometida le provocó una crisis sobre su vocación. Se trasladó a Nápoles, como lugarteniente del virrey, y allí conoció a los jesuitas. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1564 y en 1567 recibió la ordenación sacerdotal. Estuvo trabajando en un colegio de Nápoles hasta que en 1574 lo destinaron a Lecce, donde pasó el resto de su vida. Realizó una muy grande labor apostólica en la ciudad como predicador, confesor y director de las congregaciones marianas, y atrajo a multitud de personas a la vida cristiana. Fue ilustre por su caridad y su benignidad; había despreciado los honores del mundo y se entregó al cuidado pastoral de los presos y de los enfermos, y al ministerio de la palabra y del sacramento de la penitencia. Murió el 2 de julio de 1616.
© Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net

Pensamiento del día
         
"Las lágrimas más amargas derramadas sobre las tumbas
son por las palabras que no se dijeron
y las obras que no se realizaron"
(Harriet Beecher Stowe)
     
Tema del día:
El Papa nos invita a predicar
Predicar en las calles y en los barrios y llevar a los alejados una palabra de ánimo. Este fue el mensaje que el Papa Francisco ofreció a los miembros de la Familia de la Preciosísima Sangre durante un encuentro en el Vaticano.

“Es importante ser personas valientes, construir comunidades valientes que no tengan miedo de tomar partido por los valores del Evangelio y la verdad sobre el mundo y sobre el hombre”.

Francisco invitó a “tocar la vida de las parroquias y de los barrios, a no dejar indiferentes, sino a incidir, transformando el corazón y la vida de las personas”.

También pidió atención “especialmente a los alejados”. “En vuestra misión estáis llamados a llegar a todos, a haceros entender por todos, a ser ‘populares’ usando un lenguaje gracias al cual todos puedan comprender el mensaje del Evangelio”, afirmó.

“Esforzaos por ser imagen de una Iglesia que camina por la calle, entre la gente, también arriesgando en primera persona, compartiendo las alegrías y fatigas de los que os encontráis”.

El Papa recordó además que “desde los inicios del cristianismo, el misterio del amor de la Sangre de Cristo ha fascinado a muchas personas”.

“Dios ha elegido el signo de la sangre, para que ningún otro signo así elocuente para expresar el amor supremo de la vida donada a los otros. Esta donación se repite en cada celebración eucarística, en la cual se hace presente, junto con el Cuerpo de Cristo, su Sangre preciosa, la Sangre de la nueva y eterna Alianza, derramada por todos en remisión de los pecados”.

Francisco animó a realizar “obras de misericordia” y a “tener cuidado en los que podrían ser ayudados en sus sufrimientos morales y físicos y en lugar de ellos son dejados languidecer a los márgenes de una sociedad del consumo y de la indiferencia”.

El Papa les pidió prestar especial atención a “la valentía de la verdad, la atención a todos” y “la capacidad de fascinar y comunicar”.

“El Evangelio y el Espíritu Santo suscitan palabras y gestos que hacer arder los corazones y los ayudan a abrirse a Dios y al prójimo”, añadió.
© Aciprensa

Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
El hombre se siente solo hasta no aceptar su dimensión verdadera: de ser hecho para amar.
Cada uno debe inventar el propio modo de amar: poseemos sólo lo que damos.
La alegría entra en ti, poco a poco invade todo tu ser, se vuelve verdaderamente tuya en medida que sabes ofrecerla a los demás.
Ensimismándose en los demás, la alegría crece, se expande, abarca hombre y creación.
El secreto de la felicidad: encontrar la propia alegría en la alegría de los otros.
La amistad hace florecer las flores más bellas, sólo cuando une a Dios.
Nada nos falta y a todos podemos dar algo, porque Tú, Señor, colmas nuestra pobreza.
Mi Dios, cuando una tarde borrascosa, no venga a pedirte una mano, es porque he perdido el camino... aquella tarde te ruego, no te olvides de mí

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los pacientes internados en la Casa de la Bondad en  Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración para las siguientes personas: Rosita O., de 82 años, de Lima, Perú, afectada de bronquitis asmática por lo que tiene dificultades para respirar; Jessica R., de 48 años de edad, de Lima, Perú, con quimioterapia y sufriendo efectos secundarios de la misma; Violeta Edda, 71 años, vive en Florida (USA), con muchos problemas de salud que están siendo estudiados. Rogamos a Jesús que a estas personas les conceda la gracia de la sanación. 

Pedimos oración para Mauro M., de 33 años de edad, de Córdoba, Argentina, padre de dos niños, que está trasplantado de riñón luego de años en diálisis, y hoy será operado de tumor en la cabeza. Le pedimos a Jesús que le conceda el milagro de curarse.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo. Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados. Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Cinco minutos del Espíritu Santo
Julio 2
El Espíritu Santo nos hace encontrar en las cosas de este mundo mucho más que lo que nosotros buscamos en ellas.
Es completamente normal que nos gusten las cosas de la tierra, que nos atraigan las cosas de este mundo, porque Dios las creó "para que las disfrutemos" (1 Timoteo 6,17). Si no fuera así, nos moriríamos de angustia y no podríamos soportar esta vida.
El atractivo de las cosas es un signo maravilloso, y la variedad de este mundo, repleto de cosas agradables, es un reflejo de la inagotable hermosura de Dios.
El atractivo que sentimos por el placer que nos brindan las cosas de esta tierra nos dice que existe la vida y la esperanza, que vale la pena haber nacido, que existe la hermosura y existe el bien; en definitiva, que existe Dios.
El problema es que a veces nos confundimos, y eso es causa de muchas tristezas. Porque las cosas son simplemente creaturas de Dios que reflejan un poquito de su belleza; pero él es infinitamente más que ellas e infinitamente mejor que las cosas.
Sin embargo, las cosas nos engañan, y a veces nos confundimos creyendo que son eternas, y llegamos a adorarlas como si fueran nuestro Dios.
El problema en realidad no son las cosas de este mundo, sino nuestra debilidad, nuestra pequeñez, nuestra oscuridad que nos enceguece.
Nosotros olvidamos que en las creaturas tenemos que descubrir al Señor infinitamente bello que se refleja en ellas. Olvidamos que estamos creados para él, y no para las cosas que son obra de sus manos y sólo manifiestan una gota de su belleza.
Pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a trascender las cosas, que podamos detenernos en ellas con gozo, pero encontrando en ellas al Creador, como lo hacía San Francisco de Asís, lleno de ternura y de alegría.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

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