PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año
13 - Número 3716 ~ Domingo 22 de Julio de 2018
Desde
la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
En
el Evangelio de este domingo Cristo invita a los Apóstoles que volvían de su
viaje apostólico, a descansar. Es una delicadeza del Señor, premiando a los
Apóstoles por su trabajo.
Dios
premia siempre las buenas obras. Dice el Evangelio que hasta un vaso de agua
que demos al prójimo recibirá su recompensa. Pero también hay que saber
descansar. Por eso el precepto dominical.
Descansar
no significa no hacer nada o perder tristemente el tiempo viendo durante horas
programas de televisión que no dejan ningún provecho. Tampoco se trata de tomar
“vacaciones de Dios”. Descansar es ocuparse de otras actividades útiles para
nosotros y nuestro prójimo. Hacer algo de provecho para nuestra casa, nuestra
familia o quienes nos rodean.
Pero
Jesús interrumpió el descanso para enseñar al pueblo que había ido a escucharle
pues se compadeció de ellos que estaban como oveja sin pastor. Saber renunciar
a lo nuestro si el prójimo nos necesita es un acto de servicio fundamental para
un cristiano. Y allí está la mayor felicidad del mundo.
Padre Jorge Loring S.J.
¡Buenos días!
Última lección del padre
Los años juveniles son para adquirir buenos hábitos.
La única diferencia entre el adulto fracasado y el que ha tenido éxito está en
la diferencia de sus hábitos. Los buenos hábitos son la clave de todo éxito.
Por lo tanto capitaliza las auténticas riquezas que, como todo lo esencial,
“son invisibles a los ojos”; y persevera en el esfuerzo, aun si no ves
resultados inmediatos.
A punto de acabar su
vida, quiso un labrador dejar experimentados a sus hijos en la
agricultura. Los llamó, pues, y les
dijo: —Hijos míos, voy a dejar este mundo; busquen lo que he escondido en la
viña, y lo hallarán todo. Creyendo sus descendientes que había enterrado un
tesoro, después de la muerte de su padre, con gran afán removieron
profundamente el suelo de la viña. No hallaron ninguno tesoro, pero la viña
quedó tan bien removida, que dio abundantes frutos.
El futuro es un desafío a prepararte para superar los
problemas que la vida te presente. Empieza afrontando las dificultades de cada
día como una oportunidad para desarrollar capacidades y destrezas y así esperar
tranquilo las pruebas que vendrán. Un proverbio chino dice: “Excava el pozo
antes de que tengas sed”. Sabio y prudente consejo.
* Enviado por el P. Natalio
La Palabra de Dios
Lecturas de hoy
♥ Primera Lectura: Jer 23, 1-6
♥ Salmo: Sal 22, 1-6
♥ Segunda Lectura: Ef
2, 13-18
♥ SANTO EVANGELIO: Mc 6,30-34
En aquel tiempo, los Apóstoles se reunieron con Jesús
y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. Él, entonces,
les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar
un poco». Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni
para comer. Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario. Pero les
vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de
todas las ciudades y llegaron antes que ellos. Y al desembarcar, vio mucha
gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen
pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.
♥ Comentario:
Hoy, el Evangelio nos invita a descubrir la
importancia de descansar en el Señor. Los Apóstoles regresaban de la misión que
Jesús les había dado. Habían expulsado demonios, curado enfermos y predicado el
Evangelio. Estaban cansados y Jesús les dice «venid también vosotros aparte, a
un lugar solitario, para descansar un poco» (Mc 6,31).
Una de las tentaciones a las que puede sucumbir
cualquier cristiano es la de querer hacer muchas cosas descuidando el trato con
el Señor. El Catecismo recuerda que, a la hora de hacer oración, uno de los
peligros más grandes es pensar que hay otras cosas más urgentes y, de esa
forma, se acaba descuidando el trato con Dios. Por eso, Jesús, a sus Apóstoles,
que han trabajado mucho, que están agotados y eufóricos porque todo les ha ido
bien, les dice que tienen que descansar. Y, señala el Evangelio «se fueron en
la barca, aparte, a un lugar solitario» (Mc 6,32). Para poder rezar bien se
necesitan, al menos dos cosas: la primera es estar con Jesús, porque es la
persona con la que vamos a hablar. Asegurarnos de que estamos con Él. Por eso
todo rato de oración empieza, generalmente, y es lo más difícil, con un acto de
presencia de Dios. Tomar conciencia de que estamos con Él. Y la segunda es la
necesaria soledad. Si queremos hablar con alguien, tener una conversación
íntima y profunda, escogemos la soledad.
San Pedro Julián Eymard recomendaba descansar en
Jesús después de comulgar. Y advertía del peligro de llenar la acción de
gracias con muchas palabras dichas de memoria. Decía, que después de recibir el
Cuerpo de Cristo, lo mejor era estar un rato en silencio, para reponer fuerzas
y dejando que Jesús nos hable en el silencio de nuestro corazón. A veces, mejor
que explicarle a Él nuestros proyectos es conveniente que Jesús nos instruya y anime.
Rev. D. David AMADO i Fernández (Barcelona, España)
Palabras de San Juan
Pablo II
“En Wadowice (Polonia) había un Monasterio Carmelita;
allí yo recibí el escapulario, cuando tenía diez
años, y aun lo llevo.
Allí se formó mi devoción mariana:
durante los años de la infancia y de la adolescencia”
Predicación del
Evangelio:
¿Descansar o seguir predicando?
Este mes el papa Francisco se enfoca en los
sacerdotes. Tiene como su intención particular de julio su cansancio. Dice: “El
cansancio de los sacerdotes: ¿Saben cuántas veces pienso en esto?” El papa
reconoce el trabajo agotador que muchos presbíteros llevan. Así muestra la
preocupación de Jesús por sus apóstoles en el evangelio hoy.
Jesús llama a los apóstoles: “’Vengan conmigo a un
lugar solitario…” No tienen en cuenta
vacaciones en la playa. No, quiere compartir con ellos su propia experiencia
con Dios Padre. Será retiro para renovar sus fuerzas tantas espirituales como
físicas. Nuestros sacerdotes de hoy en día necesitan regularmente de este tipo
de soledad. Se constituye de un diálogo en lo cual se comprometen de nuevo al
Señor y contemplan su apoyo.
Pero los presbíteros no son los únicos miembros de la
Iglesia con muchos quehaceres. A menudo los laicos tienen programas aún más
fatigosos. Particularmente las responsabilidades de las mujeres llaman la
atención. No es raro verlas cuidando a sus familias, trabajando pleno tiempo, y
sirviendo en la parroquia. Ellas también podrían aprovecharse de quince minutos
cada día aparte con el Señor. Será oportunidad para desahogarse a Dios y
decirle cómo cuentan con su ayuda. En el funeral de una magnífica esposa y
mamá, la hija contó cómo su madre paraba a la parroquia después de recoger a
sus hijos de la escuela. Allá visitó al Santísimo Sacramento por un ratito para
recargar su energía espiritual.
No se debe descontar el reto de los padres de familia
hoy. Los valores como la compasión, la humildad, y la castidad no son apoyados
en la sociedad como antes. Los padres de la familia tienen que enseñar a sus
hijos tanto por ejemplo como por palabra. Una vez una madre en San Antonio
anunció a la familia que todos iban a pasar la mañana del Día de Acción de
Gracias sirviendo comida a los pobres. ¿Cabe duda que los hijos maduraran con
un fuerte sentido de servicio?
Al final del evangelio San Marcos escribe que Jesús
ve a la gente como “ovejas sin pastor”. Todavía es la realidad el día hoy. Son
los líderes del pueblo –los reyes en el tiempo de la primera lectura y los
sumos sacerdotes en el tiempo de Jesús– que debían haber asegurado la
instrucción para que la gente viva la voluntad de Dios. Pero fallan cumplir
esta responsabilidad. Otra vez nos encontramos en una situación semejante. A
menudo las acciones de los gobernadores y ciertamente de los entrenadores y los
atletas quedan lejos del blanco. Nos hacen faltas sacerdotes bien formados para
enseñarnos los modos de Dios. Una cuestión que asoma cada vez más estos días es
el suicidio asistido. Los secularistas hacen un caso formidable que la persona
tiene el derecho de tomar su propia vida con la ayuda del otro si es necesario.
Contamos con los sacerdotes, en buen contacto con Dios, para refutar sus
argumentos a los fieles. No hay derecho de tomar su vida propia. Pues debemos
algo al bien común incluyendo, para nosotros, el sumo bien común que es Dios.
Con mucha razón los pueblos han prohibido el suicidio a través de los siglos.
Sea en la casa o en la iglesia, seamos sacerdotes o
laicos, predicamos a Jesucristo. La segunda lectura hoy nos da el porqué. Él es
la paz entre todos. Ahora la línea de batalla no se traza entre los judíos y no
judíos. Ahora la rivalidad principal es entre los creyentes y los secularistas.
Sin embargo, todos de buena voluntad ven a Jesús como maestro impartiendo la sabiduría de los siglos.
Enseña que hay razón tanto para hacer una acción de gracias por la vida como
para servir a los pobres con sus necesidades. Jesús, ahora y siempre, es
nuestra paz.
© Padre Carmelo Mele O. P.
Nuevo vídeo
Hay
un nuevo vídeo subido al blog
de
"Pequeñas Semillitas" en
internet.
Para
verlo tienes que ir al final de esta página
Ofrecimiento para
sacerdotes y religiosas
Formulo
el siguiente ofrecimiento únicamente
para sacerdotes o religiosas que reciben diariamente "Pequeñas
Semillitas" por e-mail: Si desean recibir los comentarios del Evangelio
del domingo siguiente con dos o tres días de anticipación, para tener tiempo de
preparar sus meditaciones, homilías o demás trabajos pastorales sobre la
Palabra de Dios, pueden pedírmelo a feluzul@gmail.com
Sólo
deben indicar claramente su nombre, su correo electrónico, ciudad de residencia
y a qué comunidad religiosa pertenecen.
Humor:
Contestador telefónico
"Gracias por llamar al Instituto de Salud
Mental, la compañía más sana para sus momentos de mayor locura..."
"Si usted es obsesivo-compulsivo, presione
repetidamente el número 1".
"Si usted es co-dependiente, pídale a alguien
que presione el n° 2 por usted".
"Si usted tiene múltiples personalidades,
presione el 3, 4, 5 y 6".
"Si usted es paranoico, nosotros ya sabemos
quién es usted, sabemos lo que hace y sabemos lo que quiere, de modo que espere
en línea mientras rastreamos su llamada".
"Si usted sufre de alucinaciones, presione el 7
en ese teléfono gigante de colores que usted (y sólo usted) ve a su
derecha".
"Si usted es esquizofrénico, escuche
cuidadosamente y una pequeña voz interior le indicará que número
presionar".
"Si usted sufre de amnesia, presione 8 y diga en
voz alta su nombre, dirección, teléfonos, cédula, fecha de nacimiento, estado
civil y el apellido de soltera de su madre".
"Si usted sufre de indecisión, deje su mensaje
después de escuchar el tono... O antes del tono... O después del tono... O
durante el tono. En todo caso espere el tono".
"Si sufre de pérdida de la memoria a corto
plazo, presione 9".
"Si sufre de pérdida de la memoria a corto plazo
presione 9".
"Si sufre de pérdida de la memoria a corto plazo
presione 9".
"Si tiene la autoestima baja, por favor cuelgue.
Todos nuestros operadores están atendiendo a personas más importantes que
usted".
(No nos burlamos de nadie, respetamos a todos. Con el
humor solo buscamos pasar un momento ameno. Y en definitiva nos reímos de
nosotros mismos, porque todos tenemos algo que causa gracia)
Cinco minutos del
Espíritu Santo
Julio 22
El Espíritu Santo no hace su obra maravillosa
solamente en las personas que son dóciles desde niños, o que toda su vida han
llevado un comportamiento normal. Él también nos sorprende haciendo maravillas
en los grandes pecadores. Por eso es bueno que hoy recordemos a María Magdalena,
la pecadora convertida.
María Magdalena fue la primera en encontrar el
sepulcro vacío y en ver al Señor resucitado. Fue testigo privilegiada de Cristo
vivo.
Así como Jesús se encontró a solas con la samaritana
(Juan 4), cuando resucitó quiso encontrarse a solas con María Magdalena. La
vida cristiana es un encuentro permanente con el Señor resucitado. Él visita
con su luz la pobre existencia de cualquier ser humano, esté donde esté, no
importa dónde; para que nadie pueda decir que no es tenido en cuenta, o que ha
sido olvidado por Jesús.
María Magdalena, que había sido despreciada por sus
muchos pecados, debe ser testigo de su resurrección, debe transmitirlo a los
apóstoles.
Aquella mujer apasionada, cautivada, embelesada por
el Maestro, aprenderá a gozar de esta nueva forma de encuentro que Jesús le
ofrece y se entregará completamente a él. Según una vieja tradición, María
Magdalena, cansada del mundo que la había esclavizado, se fue al desierto a
vivir sólo para el Resucitado. Si no es verdad, es un bello símbolo del poder
del amor verdadero que el Espíritu Santo derrama en nuestras vidas.
Pidamos al Espíritu Santo que transforme nuestras
vidas como lo hizo con María Magdalena. Quizás no tengamos los mismos pecados
que ella tuvo, pero seguramente tenemos otros, y el Espíritu Santo quiere
transformarlo todo.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito
de todos)
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