miércoles, 31 de enero de 2018

Pequeñas Semillitas 3579

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3579 ~ Miércoles 31 de Enero de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Hoy celebramos a uno de los “grandes santos” de la Iglesia: San Juan Bosco, fundador de la congregación de los Salesianos.
Don Bosco, padre de los jóvenes, tuvo carismas especiales, como leer las conciencias, revelar el fin de la vida de sus alumnos, descubrir el porvenir de sus religiosos, amigos e  interlocutores. También anunció, a través de revelaciones nocturnas, el futuro de la Iglesia y de la Congregación Salesiana.
Por la intercesión del santo, personas atacadas de diversas enfermedades se curaron milagrosamente. Y hubo hasta multiplicación de panecillos, hostias y avellanas. Afrontando toda suerte de dificultades, Don Bosco erigió la Basílica de María Auxiliadora en Turín, de la que dijo que “cada una de sus piedras eran señal de gracias y milagros obrados por la Virgen María”. Nosotros añadimos “obtenidos por la gran fe del santo promotor de su devoción”.
San Juan Bosco, padre y maestro de la juventud, que tanto trabajaste por la salvación de las almas: sé nuestro guía en buscar el bien de la nuestra y la salvación del prójimo. Ayúdanos a vencer las pasiones y el respeto humano; enséñanos a amar a Jesús Sacramentado a María Auxiliadora y al Papa, y alcánzanos de Dios una santa muerte, para que podamos un día hallarnos juntos en el Cielo. Amén.

¡Buenos días!

Con la mirada en el Cielo
Don Bosco vivió con una mirada fija en el Cielo y otra en las realidades de este mundo para orientarlo a la felicidad que no tiene fin. Pero trabajó sin cansancio en cambiar las situaciones de desprotección y abandono de niños y jóvenes pobres. En sus escritos hay pensamientos que brotaron de su profunda visión de fe. Son joyas de sólida espiritualidad. He aquí algunos:

La vida es demasiado corta. Hay que hacer de prisa lo poco que se pueda, antes que nos sorprenda la muerte. Los ociosos, al final de la vida, experimentarán grandes remordimientos por el tiempo perdido. Las espinas de la vida serán las flores de la eternidad. A la hora de la muerte se ven las cosas desde otro punto de vista. ¿Quieres llevar contigo el dinero a la eternidad? Da limosna a los pobres. Hagamos el bien que podamos y no aguardemos la recompensa del mundo, sino solamente de Dios. Un trocito de paraíso lo arregla todo.

Qué aire celestial traen estas consignas que san Juan Bosco repetía en las homilías y confesiones, y a veces al oído de un muchacho triste en un rincón del patio. Son pensamientos simples, pero nos invitan a pensar en otra dimensión, con parámetros de eternidad. ¿Por qué no enriquecerte con estas perspectivas de la vida en abundancia?
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Jesús salió de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguieron. Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba maravillada, y decía: «¿De dónde le viene esto?, y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?». Y se escandalizaban a causa de Él. Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de prestigio». Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó imponiéndoles las manos. Y se maravilló de su falta de fe. Y recorría los pueblos del contorno enseñando. (Mc 6,1-6)

Comentario:
Hoy el Evangelio nos muestra cómo Jesús va a la sinagoga de Nazaret, el pueblo donde se había criado. El sábado es el día dedicado al Señor y los judíos se reúnen para escuchar la Palabra de Dios. Jesús va cada sábado a la sinagoga y allí enseña, no como los escribas y fariseos, sino como quien tiene autoridad (cf. Mc 1,22).
Dios nos habla también hoy mediante la Escritura. En la sinagoga se leen las Escrituras y, después, uno de los entendidos se ocupaba de comentarlas, mostrando su sentido y el mensaje que Dios quiere transmitir a través de ellas. Se atribuye a san Agustín la siguiente reflexión: «Así como en la oración nosotros hablamos con Dios, en la lectura es Dios quien nos habla».
El hecho de que Jesús, Hijo de Dios, sea conocido entre sus conciudadanos por su trabajo, nos ofrece una perspectiva insospechada para nuestra vida ordinaria. El trabajo profesional de cada uno de nosotros es medio de encuentro con Dios y, por tanto, realidad santificable y santificadora. Con palabras de san Josemaría Escrivá: «Vuestra vocación humana es parte, y parte importante, de vuestra vocación divina. Ésta es la razón por la cual os tenéis que santificar, contribuyendo al mismo tiempo a la santificación de los demás, de vuestros iguales, precisamente santificando vuestro trabajo y vuestro ambiente: esa profesión u oficio que llena vuestros días, que da fisonomía peculiar a vuestra personalidad humana, que es vuestra manera de estar en el mundo; ese hogar, esa familia vuestra; y esa nación, en que habéis nacido y a la que amáis».
Acaba el pasaje del Evangelio diciendo que Jesús «no podía hacer allí ningún milagro (...). Y se maravilló de su falta de fe» (Mc 6,5-6). También hoy el Señor nos pide más fe en Él para realizar cosas que superan nuestras posibilidades humanas. Los milagros manifiestan el poder de Dios y la necesidad que tenemos de Él en nuestra vida de cada día.
Rev. D. Miquel MASATS i Roca (Girona, España)

Santoral Católico:
San Juan Bosco
Presbítero y Fundador
Nació junto a Castelnuovo, en la diócesis de Turín, el año 1815. Su niñez fue dura. Ordenado sacerdote, dedicó sus energías y sus admirables dones carismáticos a la educación de los jóvenes, a los que enseñaba diversos oficios y formaba en la vida cristiana, en aquel momento histórico de la naciente industrialización y de la aparición del movimiento obrero. Escribió también algunos opúsculos en defensa de la religión. Promovió la devoción a María Auxiliadora. Destacó entre los santos de su tiempo, especialmente en el apostolado de la juventud, en el que usó y enseñó el método basado en el amor y la confianza en los jóvenes, la persuasión, la religiosidad auténtica, el amor atento a prevenir más que a reprimir. Fue terciario franciscano y muy devoto de san Francisco. Murió en Turín el 31 de enero de 1888.
Oración: Señor, tú que has suscitado en san Juan Bosco un padre y un maestro para la juventud, danos también a nosotros un celo infatigable y un amor ardiente, que nos impulse a entregarnos al bien de los hermanos y a servirte a ti en ellos con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano - Aciprensa    

Pensamientos de Don Bosco
“Por mucho que nos critiquen sigamos nuestro trabajo adoptando el siguiente sistema y precioso lema: obrar bien y dejar a la gente que hable”

“Haced todo el bien que esté a vuestro alcance, pero sin ostentación; la violeta aunque esté escondida, se descubre por su fragancia”

“La verdadera religión no consiste solamente en palabras; hace falta demostrarla con obras”

“Si trabajo de prisa, es porque por muchos años que se viva, no se puede hacer ni la mitad de lo que quisiera”

“Los tres enemigos del hombre son: la muerte (que lo sorprende) , el tiempo (que se escapa), y el demonio (que le tiende sus lazos)”

Tema del día:
Sueños de  Don Bosco
El 30 de mayo de 1862, Don Bosco compartió con sus jóvenes un sueño profético que había tenido unos días antes en el que sus tres grandes amores son Jesús Sacramentado, María Auxiliadora y el Sumo Pontífice: un barco estaba a punto de naufragar por los ataques que recibía de sus enemigos, pero el Papa lo guio entre dos columnas que emergieron del mar.

Don Bosco vio que una gran barca (la Iglesia) navegaba en un mar tempestuoso piloteada por el Romano Pontífice, y a su alrededor muchísimas navecillas pequeñas (los cristianos). De pronto aparecieron un sinnúmero de naves enemigas armadas de cañones (el ateísmo, la corrupción, la incredulidad, el secularismo, etc., etc.) y empezó una tremenda batalla.

A los cañones enemigos se unen las olas violentas y el viento tempestuoso. Las naves enemigas cercan y rodean completamente a la Nave Grande de la Iglesia y a todas las navecillas pequeñas de los cristianos. Y cuando ya el ataque es tan pavoroso que todo parece perdido, emergen desde el fondo del mar dos inmensas y poderosas columnas (o pilares). Sobre la primera columna está la Sagrada Eucaristía, y sobre la otra la imagen de la Virgen Santísima.

La nave del Papa y las navecillas de los cristianos se acercan a los dos pilares y asegurándose de ellos ya no tienen peligro de hundirse. Luego, desde las dos columnas sale un viento fortísimo que aleja o hunde a las naves enemigas, y en cambio a las naves amigas les arregla todos sus daños.

Todo el ejército enemigo se retira derrotado, y los cristianos con el Santo Padre a la cabeza entonan un Himno de Acción de Gracias a Jesús Sacramentado y a María Auxiliadora. El sueño es detallado e incluye a varios papas...

«La Iglesia deberá pasar tiempos críticos y sufrir graves daños, pero al fin el Cielo mismo intervendrá para salvarla. Después vendrá la paz y habrá en la Iglesia un nuevo y vigoroso florecimiento. ¡Sólo quedan dos medios para salvarse en medio de tanto desconcierto! –añadía el santo en una afirmación válida también para hoy-: devoción a María Santísima; frecuencia de Sacramentos: Comunión frecuente, empleando todos los recursos para practicarlos nosotros y para hacerlos practicar a los demás siempre y en todo momento”.».

Nuevo vídeo

Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet.
Para verlo tienes que ir al final de esta página

Meditaciones
La vida de San Juan Bosco era una plegaria constante. Decía Don Bosco: "Orar quiere decir levantar el corazón a Dios y entretenerse con Él, por medio de los santos pensamientos y devotos afectos. Por eso, cada pensamiento y cada mirada a Él es oración cuando está unido a un sentimiento de piedad".
Quien piensa en el Señor y en sus infinitas perfecciones, y en este pensamiento experimenta un afecto de alegría, de veneración, de amor, de amor, de admiración... ora.
Quien considera los grandes beneficios recibidos del Creador y lo reconoce... ora.
El que en los peligros de su inocencia y de la virtud, consciente de su propia debilidad suplica al Señor ayuda... ora.
Quien en la constricción del corazón se dirige a Dios y recuerda que ha ultrajado al Padre, ofendido al Juez y ha perdido el más grande de los bienes, pide perdón y propone enmendarse... ora.
La plegaria es una compañera inseparable de la vida cristiana, porque la vida cristiana es esencialmente una vida espiritual: es el primer alimento del Espíritu, como el pan lo es del cuerpo.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. 

Pedimos oración por el alma de dos personas de México: Marisa S. G. y Adrián R., que ya descansan en la paz del Señor.

Pedimos oración por la salud del padre Natalio, sacerdote salesiano, y por todos los miembros de esa congregación fundada por Don Bosco que estén atravesando problemas de salud en cualquier ciudad del mundo para que tengan pronta mejoría. También por el alma de los salesianos fallecidos, de los que recuerdo particularmente a mi querido amigo el padre José Cuesta. Que María Auxiliadora los conduzca a la presencia del Padre celestial.

Pedimos oración por Patricia B., de algo más de 50 años de edad, de Buenos Aires, Argentina, que está internada en terapia intensiva, con cirugía de un tumor cerebral. Que la Santísima Virgen interceda por ella para que pueda ser tratada de la forma más eficaz y sobre todo sin secuelas neurológicas.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo.  Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados.  Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos del Espíritu Santo
Enero 31
"Espíritu Santo, tú eres Dios, abismo infinito de belleza donde se saciará toda mi sed de amor. Mira mi interior, donde a veces habitan egoísmos, impaciencias, rechazos. Regálame el don de la paciencia.
Quiero vivir el mandamiento del amor que me dejó Jesús, pero a veces me brotan malos sentimientos que se apoderan de mí. A veces hago daño con mis palabras, con mis acciones, o con mi falta de amabilidad. Ayúdame, Espíritu Santo, para que pueda mirar a los demás con tus ojos pacientes.
Quiero reconocer tu amor para todos los seres humanos, también para esas personas que yo no puedo amar con paciencia y compasión.
Todos son importantes para el corazón amante de Jesús, todos son sagrados y valiosos. Nadie ha nacido por casualidad sino que es un proyecto eterno de tu amor.
Libérame de condenar y de prejuzgar a los demás. Quisiera imaginar sus sufrimientos, sus angustias, esas debilidades que les cuesta superar.
Ayúdame a encontrar siempre alguna excusa para disculparlos y para no mirarlos más con malos ojos.
Derrama en mí toda la paciencia que necesito.
Ven Espíritu Santo. Amén."
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

martes, 30 de enero de 2018

Pequeñas Semillitas 3578

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3578 ~ Martes 30 de Enero de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo
Marthe Robin (1902-1981 fue una mística católica francesa estigmatizada. A los 21 años sufrió una enfermedad que le hizo permanecer inmovilizada en su lecho hasta su muerte. Pasó 50 años de su vida alimentándose únicamente con la Eucaristía.
En una oportunidad ella manifestó para referirse al valor de la oración: “A veces, envidio a los que tienen la dicha de estudiar la Teología... Pero la oración, la divina contemplación, ¿no rebasa en mucho en conocimiento, en amor, en fuerza, los estudios más profundos? La experiencia es más profunda, más luminosa, más fecunda que la ciencia. Para mí, toda mi teología, toda mi ciencia, es el amor, ¡la unión de mi alma a Dios por Jesucristo, con la Santísima Virgen! ¡Ni más ni menos!”

¡Buenos días!

Pequeñas oraciones
La Reina de la Paz es una excelente maestra de oración en sus mensajes. Hoy rescata y valoriza esas pequeñas oraciones, con las que puedes unirte al Señor a lo largo del día. Son como flechazos de amor que envías al corazón de Dios y que te ayudan a unirte a él en medio de tus actividades cotidianas.

“¡Queridos hijos! Hoy los invito a la oración con el corazón. Durante este tiempo de gracia yo deseo que cada uno de ustedes esté unido con Jesús, pero sin la oración incesante ustedes no podrán experimentar la belleza y la grandeza de la gracia que Dios les ofrece. Por tanto, hijitos, en todo momento llenen sus corazones incluso con las más pequeñas oraciones. Yo estoy con ustedes y velo incesantemente por cada corazón que se entrega a mí. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”

“Iáculum”, en latín es “dardo” o cualquier arma arrojadiza; de allí deriva la palabra “jaculatoria”, que designa esas breves oraciones que enviamos a Dios. Ejemplos: “Mi Dios y mi todo”, “Señor, ¿qué quieres que haga?”, “Jesús mío, misericordia”, “Señor mío y Dios mío”, “Señor, aumenta mi fe”. Hoy María, Reina de la Paz, te recomienda uses jaculatorias.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla y se aglomeró junto a Él mucha gente; Él estaba a la orilla del mar. Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies, y le suplica con insistencia diciendo: «Mi hija está a punto de morir; ven, impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva». Y se fue con él. Le seguía un gran gentío que le oprimía.
Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y que había sufrido mucho con muchos médicos y había gastado todos sus bienes sin provecho alguno, antes bien, yendo a peor, habiendo oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto. Pues decía: «Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré». Inmediatamente se le secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que quedaba sana del mal. Al instante, Jesús, dándose cuenta de la fuerza que había salido de Él, se volvió entre la gente y decía: «¿Quién me ha tocado los vestidos?». Sus discípulos le contestaron: «Estás viendo que la gente te oprime y preguntas: ‘¿Quién me ha tocado?’». Pero Él miraba a su alrededor para descubrir a la que lo había hecho. Entonces, la mujer, viendo lo que le había sucedido, se acercó atemorizada y temblorosa, se postró ante Él y le contó toda la verdad. Él le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad».
Mientras estaba hablando llegan de la casa del jefe de la sinagoga unos diciendo: «Tu hija ha muerto; ¿a qué molestar ya al Maestro?». Jesús que oyó lo que habían dicho, dice al jefe de la sinagoga: «No temas; solamente ten fe». Y no permitió que nadie le acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegan a la casa del jefe de la sinagoga y observa el alboroto, unos que lloraban y otros que daban grandes alaridos. Entra y les dice: «¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto; está dormida». Y se burlaban de Él. Pero Él después de echar fuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña. Y tomando la mano de la niña, le dice: «Talitá kum», que quiere decir: «Muchacha, a ti te digo, levántate». La muchacha se levantó al instante y se puso a andar, pues tenía doce años. Quedaron fuera de sí, llenos de estupor. Y les insistió mucho en que nadie lo supiera; y les dijo que le dieran a ella de comer. (Mc 5,21-43)

Comentario:
Hoy el Evangelio nos presenta dos milagros de Jesús que nos hablan de la fe de dos personas bien distintas. Tanto Jairo —uno de los jefes de la sinagoga— como aquella mujer enferma muestran una gran fe: Jairo está seguro de que Jesús puede curar a su hija, mientras que aquella buena mujer confía en que un mínimo de contacto con la ropa de Jesús será suficiente para liberarla de una enfermedad muy grave. Y Jesús, porque son personas de fe, les concede el favor que habían ido a buscar.
La primera fue ella, aquella que pensaba que no era digna de que Jesús le dedicara tiempo, la que no se atrevía a molestar al Maestro ni a aquellos judíos tan influyentes. Sin hacer ruido, se acerca y, tocando la borla del manto de Jesús, “arranca” su curación y ella enseguida lo nota en su cuerpo. Pero Jesús, que sabe lo que ha pasado, no la quiere dejar marchar sin dirigirle unas palabras: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu enfermedad» (Mc 5,34).
A Jairo, Jesús le pide una fe todavía más grande. Como ya Dios había hecho con Abraham en el Antiguo Testamento, pedirá una fe contra toda esperanza, la fe de las cosas imposibles. Le comunicaron a Jairo la terrible noticia de que su hijita acababa de morir. Nos podemos imaginar el gran dolor que le invadiría en aquel momento, y quizá la tentación de la desesperación. Y Jesús, que lo había oído, le dice: «No temas, solamente ten fe» (Mc 5,36). Y como aquellos patriarcas antiguos, creyendo contra toda esperanza, vio cómo Jesús devolvía la vida a su amada hija.
Dos grandes lecciones de fe para nosotros. Desde las páginas del Evangelio, Jairo y la mujer que sufría hemorragias, juntamente con tantos otros, nos hablan de la necesidad de tener una fe inconmovible. Podemos hacer nuestra aquella bonita exclamación evangélica: «Creo, Señor, ayuda mi incredulidad» (Mc 9,24).
Rev. D. Francesc PERARNAU i Cañellas (Girona, España)

Santoral Católico:
Santa Jacinta Mariscotti
Terciaria Franciscana 
Nació en Vignanello, cerca de Viterbo (Italia), en 1585, de familia noble. Sus padres la enviaron a las clarisas, que pronto abandonó. A los 20 años ingresó en el monasterio de las Franciscanas de la Tercera Orden Regular de Viterbo. Tanto en el siglo como en el claustro llevó una vida ligera y disipada hasta que, a los treinta años y a raíz de una grave enfermedad, se convirtió del todo al Señor. A partir de entonces llevó una vida de gran austeridad y penitencia, y se afanó en obras de caridad; fundó cofradías para la adoración de la Eucaristía y para atender a los pobres, enfermos y ancianos. Dios adornó su intensa oración y contemplación con carismas extraordinarios. Murió en Viterbo el 30 de enero de 1640.
Oración: Oh Dios, que nos has dejado en santa Jacinta un ejemplo vivo de mortificación y amor a ti, concédenos, por su intercesión, reconocer nuestros pecados, llorarlos y permanecer en tu amistad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
© Directorio Franciscano - Aciprensa    

Pensamiento del día

"Cásate con un arqueólogo
y cuanto más vieja te hagas
más encantadora te encontrará"
-Agatha Christie-

Historias:
Alain Delon y la Virgen
Alain Delon es el gran icono del cine francés del último medio siglo, tras protagonizar películas como ‘El gatopardo’ (1963), ‘Rocco y sus hermanos’ (1960) y ‘A pleno sol’ (1960), entre muchas otras. A sus 82 años este artista ha llevado tras de sí una turbulenta vida llena de romances, matrimonios, separaciones y muchas heridas que arrastra desde niño y que ni el dinero ni la fama han podido curar.

Ahora que va viendo la muerte más cara a cara y que muchos de sus amigos y romances ya no están, Delon se está haciendo preguntas más profundas que le hacen mirar a Dios, al que ha observado con desconfianza y al que todavía hoy no ha descubierto de verdad.

Entre la tristeza y el creer que ya ha hecho todo en esta vida, Alain Delon afirma no tener miedo a la muerte, de la que habla con total naturalidad en las últimas entrevistas que ha concedido y donde el cielo también aparece como un horizonte en el que le gustaría estar

En una entrevista en Paris Match, y que recoge “Famille Chrétienne”, abre su corazón y también su mansión, en la que ha construido una capilla y en la que también ha preparado ya un nicho para cuando llegue el momento de la muerte.

La Virgen María, su auxilio y consuelo

En este turbulento viaje que le mantiene en la estrecha línea entre creer y no creer, la Virgen María es su gran aliada y el gran argumento que un día le pueda llevar a Dios y por ende al cielo que tanto anhela.

En la entrevista confiesa que “mi pasión es María porque amo a esta mujer, amo todo lo que ella hizo. Obviamente, sabemos más acerca de su hijo, pero ¿quién era realmente? Hablo con María, le digo cosas, le pregunto cosas.
Ella me da alivio, me da una compañía que no tengo, Ella siempre está allí. Ella me escucha y me consuela”.

Jesús, a través de María. La posible conversión de Delon, a sus 82 años, haría casi con total probabilidad ese camino.

El divorcio de sus padres que ha marcado su vida

Este caparazón que tiene Alain Delon con el que ha intentado protegerse proviene de una infancia difícil de la que habla ahora. En el fondo, resalta la importancia de la familia unida para los niños, pues aunque su carrera ha sido un éxito y ha podido tener mucho dinero, asegura que hay cosas que nunca podrá comprar.

Cuando tenía cuatro años sus padres se divorciaron, lo que le generó un trauma terrible, puesto que llegó a pasar por un centro de acogida y luego por un internado antes de que volviese con su madre años después.

“Me convertí en un objeto vergonzoso, todos hicieron su vida a su manera y yo estaba en el medio”, confiesa décadas después de que sucediese. Por eso, pese a los sufrimientos que le ocasionaron asegura que cuando muera tiene una petición a Dios.

“Nunca he visto a mi padre y a mi madre juntos, me duele mucho, y cuando llegue al cielo, sé lo que voy a pedir: ver a mi padre y a mi madre juntos”.

A Alain Delon nada le ata aquí pero le sigue faltando esa esperanza cristiana, y que de momento se manifiesta en su vida a través del consuelo que asegura recibir de la Virgen.

Recientemente, el actor agregaba que "la vida no me aporta gran cosa. Lo conozco todo y lo he visto todo. Y además detesto el mundo en el que vivimos. Todo es mentira y falso. Ya no hay respeto. No se cumple la palabra dada. Solo cuenta el dinero. ¿Cuántos años me quedan de vida? Puedo llegar a los 90, 92 años. Yo no decido, es el que está allí arriba".

Pese a ser el gran referente del cine francés en el último medio siglo, Alain Delon no ha sido tan reconocido por la industria como sí lo ha sido por el público. Y esto se ha podido dar debido a que nunca ha callado y no se ha dejado llevar por la corrección política.

En 2014, por ejemplo, hizo campaña por la lista de ‘Force Vie’ de la exministra Christine Boutin, retirada recientemente para estudiar Teología. “Niega el cambio de civilización de hoy, no tengas miedo, con Force Vie, di sí a la vida”, aseguraba Delon en un vídeo de campaña, defendiendo públicamente la vida humana.

Pero más criticado fue por su apoyo a la ‘Manif pour Tous’ manifestándose en contra de la adopción por parte de parejas homosexuales: "Ya no hay diferencia, no existe el respeto. Siento decirlo, no tengo nada contra los gays que van juntos, pero para mí eso va contra la naturaleza. Estamos aquí para amar a una mujer, para cortejarla. No para ligar o acostarnos con otros tíos". Y recalcó: “No quiero que adopten”.
© J. Lozano / ReL

Nuevo artículo

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"Juan Pablo II inolvidable"
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Meditaciones
El joven chileno, Khristian Briones se volvió adicto a las drogas estando en prisión, antes de ser salvado por el Rosario.
Por desgracia, un tiempo después de su liberación de la prisión, se sumerge de nuevo en las drogas. Sin embargo, un día, le da un cigarrillo a alguien que le responde a manera de agradecimiento: "¡Dios te bendiga! Una oración, un estímulo que lo convenció para tomar el camino correcto. "Lloré, recé y me aferré al Rosario, comencé a practicar mi fe", dijo Khristian Briones.
Y para dar testimonio: "Tengo fe en que Dios existe y que Nuestra Señora está con nosotros, y ella puede cambiarte. La Virgen me impidió morir, ella me ayudó a seguir adelante. (...) Dios trabaja conmigo para convertirme en un mejor cristiano ", explica. Khristian Briones que quiere compartir un mensaje de esperanza con los presos, a través de "un taller del Rosario alrededor de cuatro veces a la semana con la catequesis y la misa incluida", también planea crear una fundación de rehabilitación y reintegración para prisioneros. El ex delincuente está seguro de que «con la oración, el objetivo se puede lograr».
(Un minuto con María)

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio. 

Pedimos oración para Estela S. M., de México, que fue atropellada por un vehículo y se encuentra ahora en estado muy delicado de la salud. Que la Virgen de Guadalupe la proteja y Jesús la sane. Amén

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo.  Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados.  Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos del Espíritu Santo

Enero 30
"Ven Espíritu Santo. Hoy quiero entregarte todo, para vivir con plena libertad interior, sin aferrarme a nada, sin apegos que me esclavicen. Muchas veces me hago esclavo de tantas cosas y no soy capaz de renunciar a ellas. Así me lleno de tristezas e insatisfacciones.
Ven Espíritu Santo, toca mi corazón y regálame un santo desprendimiento, para que no pierda la paz cuando no logro conseguir algo, y para que no me angustie cuando algo se acaba.
Quiero caminar liviano, sin tanto peso en mis hombros. Quiero respirar libre, sin estar atado a tantas cosas y personas. Quítame esos apegos, Espíritu de libertad, para que pueda caminar alegre y sereno.
Amén."
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

lunes, 29 de enero de 2018

Pequeñas Semillitas 3577

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 13 - Número 3577 ~ Lunes 29 de Enero de 2018
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
Los cambios son parte de la existencia; si no cambiáramos, no viviríamos. Y, sin embargo, nos resistimos a ellos aunque sean por nuestro bien.
¿Por qué nos cuesta tanto afrontarlos? La respuesta es que en todo cambio dejamos algo atrás. Y eso duele, pero también libera: sin ataduras al pasado, podemos decidir de nuevo cómo queremos ser.
En los cambios está la oportunidad de corregir errores, de rectificar caminos equivocados, de encontrar el rumbo adecuado a nuestras buenas metas.
Por eso, pidamos ayuda a Jesús, que es luz y es camino... Tengamos ánimo y coraje para asumir todos los cambios necesarios para hacer de nuestra vida algo que merezca ser vivido...

¡Buenos días!

Don Bosco te anima
Entre los múltiples talentos que tuvo san Juan Bosco está el de escritor. Por varios años cada mes producía un opúsculo popular para una colección llamada “Lecturas católicas”. Se empeñó en redactar con estilo sencillo y claro para que cualquiera pudiera entender fácilmente. Con ese fin leía los borradores a su madre Margarita, y corregía toda palabra que no comprendiera. He aquí algunos pensamientos simples pero luminosos de este admirable santo.

La vida es demasiado corta. Hay que hacer de prisa lo poco que se pueda, antes que nos sorprenda la muerte. Los ociosos, al final de la vida, experimentarán grandes remordimientos por el tiempo perdido. Las espinas de la vida serán las flores de la eternidad. A la hora de la muerte se ven las cosas desde otro punto de vista. ¿Quieres llevar contigo el dinero a la eternidad? Da limosna a los pobres. Hagamos el bien que podamos y no aguardemos la recompensa del mundo, sino solamente de Dios. Un trocito de paraíso lo arregla todo.

Como los santos, Don Bosco vivió en la tierra sumergido en múltiples tareas y aspiraciones, en especial buscaba la promoción de los jóvenes humildes a una vida más digna; pero se notaba siempre que su corazón estaba en la eternidad, en los bienes celestiales que pagarían con creces su trabajo incansable y dedicación total a sus queridos jóvenes.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
Texto del Evangelio:
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron al otro lado del mar, a la región de los gerasenos. Apenas saltó de la barca, vino a su encuentro, de entre los sepulcros, un hombre con espíritu inmundo que moraba en los sepulcros y a quien nadie podía ya tenerle atado ni siquiera con cadenas, pues muchas veces le habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie podía dominarle. Y siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y por los montes, dando gritos e hiriéndose con piedras. Al ver de lejos a Jesús, corrió y se postró ante Él y gritó con gran voz: «¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes». Es que Él le había dicho: «Espíritu inmundo, sal de este hombre». Y le preguntó: «¿Cuál es tu nombre?». Le contesta: «Mi nombre es Legión, porque somos muchos». Y le suplicaba con insistencia que no los echara fuera de la región.
Había allí una gran piara de puercos que pacían al pie del monte; y le suplicaron: «Envíanos a los puercos para que entremos en ellos». Y se lo permitió. Entonces los espíritus inmundos salieron y entraron en los puercos, y la piara -unos dos mil- se arrojó al mar de lo alto del precipicio y se fueron ahogando en el mar. Los porqueros huyeron y lo contaron por la ciudad y por las aldeas; y salió la gente a ver qué era lo que había ocurrido. Llegan donde Jesús y ven al endemoniado, al que había tenido la Legión, sentado, vestido y en su sano juicio, y se llenaron de temor. Los que lo habían visto les contaron lo ocurrido al endemoniado y lo de los puercos. Entonces comenzaron a rogarle que se alejara de su término.
Y al subir a la barca, el que había estado endemoniado le pedía estar con Él. Pero no se lo concedió, sino que le dijo: «Vete a tu casa, donde los tuyos, y cuéntales lo que el Señor ha hecho contigo y que ha tenido compasión de ti». Él se fue y empezó a proclamar por la Decápolis todo lo que Jesús había hecho con él, y todos quedaban maravillados. (Mc 5,1-20)

Comentario:
Hoy encontramos un fragmento del Evangelio que puede provocar la sonrisa a más de uno. Imaginarse unos dos mil puercos precipitándose monte abajo, no deja de ser una imagen un poco cómica. Pero la verdad es que a aquellos porqueros no les hizo ninguna gracia, se enfadaron mucho y le pidieron a Jesús que se marchara de su territorio.
La actitud de los porqueros, aunque humanamente podría parecer lógica, no deja de ser francamente recriminable: preferirían haber salvado sus cerdos antes que la curación del endemoniado. Es decir, antes los bienes materiales, que nos proporcionan dinero y bienestar, que la vida en dignidad de un hombre que no es de los “nuestros”. Porque el que estaba poseído por un espíritu maligno sólo era una persona que «siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y por los montes, dando gritos e hiriéndose con piedras» (Mc 5,5).
Nosotros tenemos muchas veces este peligro de aferrarnos a aquello que es nuestro, y desesperarnos cuando perdemos aquello que sólo es material. Así, por ejemplo, el campesino se desespera cuando pierde una cosecha incluso cuando la tiene asegurada, o el jugador de bolsa hace lo mismo cuando sus acciones pierden parte de su valor. En cambio, muy pocos se desesperan viendo el hambre o la precariedad de tantos seres humanos, algunos de los cuales viven a nuestro lado.
Jesús siempre puso por delante a las personas, incluso antes que las leyes y los poderosos de su tiempo. Pero nosotros, demasiadas veces, pensamos sólo en nosotros mismos y en aquello que creemos que nos procura felicidad, aunque el egoísmo nunca trae felicidad. Como diría el obispo brasileño Helder Cámara: «El egoísmo es la fuente más infalible de infelicidad para uno mismo y para los que le rodean».
Rev. D. Ramon Octavi SÁNCHEZ i Valero (Viladecans, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Sulpicio Severo
Obispo
Fue obispo de Bourges, en Aquitania, y senador de las Galias. San Gregorio de Tours lo alabó por su sabiduría, su celo pastoral y su diligencia en restaurar la disciplina. Murió en su sede episcopal el año 591.
© Directorio Franciscano

Pensamiento del día

“La razón más alta de la dignidad humana
consiste en la vocación del hombre a la unión con Dios.
Desde su mismo nacimiento el hombre es invitado al diálogo con Dios”
Beato Pablo VI

Tema del día:
Te amo, por eso te corrijo
El fin de la corrección fraterna es reparar la relación que ese ser querido ha roto con Dios. La corrección fraterna es un acto de caridad. Es un medio formativo evangélico, pero no por eso compete practicarlo solo a los creyentes. No, esto es una obligación -y derecho- de todo aquel que ama y que busca el bien de sus semejantes.

Es decir, corregimos -y se nos debe corregir- como fruto de un profundo amor hacia el alma de la persona y, aún más importante, amor hacia “La Verdad”. Por lo tanto, hay que hacer de la corrección fraterna una herramienta de justicia -Virtud Cardinal- para crecer en el amor.

Cuando nos viene esa inspiración interior de querer corregir al prójimo es porque ya hemos observado repetidamente que tiene algún comportamiento desordenado que no conviene a su persona. No se le está condenando, al contrario, le amamos tanto que deseamos que sienta la plenitud del amor de Dios.

La corrección fraterna tiene sus reglas las cuales son básicas tomar en cuenta para que la persona a la que deseamos hacerle saber nuestro amor por medio de nuestra observación se sienta abrazada por nuestro cariño y compasión y no atacada o juzgada negativamente.

Antes de hacer una corrección fraterna:

- Hacer oración, sacrificio y penitencia por la persona que se desea corregir y por esa intención. Antes de confrontar a la persona es importante hacer oración y hablar a Dios acerca de ella. Él nos dirá qué y cómo decir las cosas. Dios es quien cambiará el corazón de la otra persona y no lo que nosotros le digamos. Es decir, Dios dispondrá su actitud y su corazón para escuchar lo que Él le quiere decir a través de nosotros. También es importante poner en práctica nuestro juicio moral -habilidad de razonar correctamente sobre lo que debe hacerse en una situación específica-. Este juicio nos ayuda a tomar decisiones y juicios de valor sobre lo que está bien o sobre lo que está mal.

- Consultar la corrección con alguien que sea respetable, que tenga peso moral y que nos ayude a ver las cosas de una forma imparcial y a discernir las razones que nos llevan a dicha corrección. Se trata de pedir ayuda para tomar en cuenta de una forma sincera nuestra lucha personal precisamente en ese aspecto que deseamos corregir porque a veces podemos estar obstinados con el mismo defecto. Repito, corregimos -no lo que nos molesta de forma personal-, sino lo que tiene en riesgo el alma de nuestros semejantes.

Al hacer la corrección fraterna. Una vez que ya están en acción las armas espirituales sigue el paso que más trabajo cuesta: llevar a cabo la corrección.

- Hacerlo en tiempo y forma prudente. No cuando yo quiera o por un mero capricho personal, sino cuando observe que todo está alineado para hacerlo. No hay que desesperarse porque puede tomar tiempo. El chiste es no retrasarlo o dejarla de hacer por cobardía. Recordemos que lo que está en riesgo es el alma.

- Soltar el miedo de lastimar a la persona. Si no corregimos, entonces lastimamos y no estamos amando. De verdad, cuesta más trabajo hacer una corrección que recibirla. Por lo mismo siempre hay que recordar que la corrección fraterna no es para humillar a nadie ni para demostrar que estamos en lo correcto o que somos buenos; no estamos juzgando a su persona, sino ayudándole a que modifique su actuar y que -haciendo uso de su libre albedrío- corrija aquello que le puede estar restando dignidad.

- Corregir en privado -uno a uno- y jamás, bajo ninguna circunstancia mostrar al mundo los defectos del prójimo. El hecho de que se consulte una corrección fraterna es una medida de prudencia y caridad y nunca su fin será exponer las debilidades de nadie.

- Hablar de una forma amorosa. Cuidemos que cada palabra que digamos vaya llena de caridad. Que cada frase que pronunciemos le hagamos sentir nuestro amor y que solo buscamos su bien. Si la persona no siente amor y se siente juzgada de inmediato se cerrará a escucharnos.

Repito: nunca se corrige “porque a mí me moleste” lo que alguien dice o hace, sino porque su alma y bienestar están en riesgo. Si la persona se siente verdaderamente amada por nosotros aceptará la sugerencia de una forma más amable porque tendrá la certeza de que viene de alguien que le ama incondicionalmente y solo busca su bien.

Como decía San Agustín: “Debemos corregir por amor; no con deseo de hacer daño, sino con la cariñosa intención de lograr su enmienda”.
© Luz Ivonne Ream

Meditaciones
¿Cómo dejarte ser sólo Tú mismo, sin reducirte, sin manipularte?
¿Cómo, creyendo en Ti, no proclamarte igual, mayor, mejor que el Cristianismo?
Cosechador de riesgos y de dudas, develador de todos los poderes.
Tu carne y Tu verdad en cruz, desnudas, contradicción y paz... ¡Eres quien eres!
Jesús de Nazaret, hijo y hermano, viviente en Dios y pan en nuestra mano, camino y compañero de jornada,
Libertador total de nuestras vidas que vienes, junto al mar, con la alborada, las brasas y las llagas encendidas.
Pedro Casaldáliga 

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el eterno descanso en el cielo del alma de Sergio Cardona Ortiz, de Colombia, al cumplirse hoy 36 años de su fallecimiento a la temprana edad de 18 años.

Pedimos oración para Raúl Luis P., de Córdoba, Argentina, cursando el pos operatorio de una afección intestinal, con algunas complicaciones. Que por la intercesión del Santo Cura Brochero y la maternal ayuda de la Virgen del Valle, Dios le conceda la gracia de una plena recuperación de su salud.

Pedimos oración por las necesidades especiales del W. Que Jesús atienda con justicia su problema y la Santísima Virgen acompañe y fortalezca a su familia en la espera. 

Pedimos oración para Francisco C., de México, que tiene tumores en el hígado, rogando al Señor que sean benignos y que pronto esté bien.

Pedimos oración para Nikole P., de California, que está embarazada de una niña (Isabella) que vendrá al mundo en marzo, si Dios lo permite. La mamá vive una situación matrimonial complicada en lo legal por lo que la ponemos en oración para que todo pueda encaminarse de la mejor manera y esos problemas no influyan negativamente en su situación y la de su beba por nacer.

Continuamos unidos en oración por medio del rezo del Santo Rosario poniendo en Manos de Nuestra Madre Bendita todas nuestras preocupaciones, alegrías y necesidades, poniendo al mundo entero en Manos de nuestra Madre y pidiéndole a Ella paz para el mundo.  Al rezar por la paz, rezamos por todo, por la paz en el mundo, en los corazones, porque la violencia sea desterrada, por la paz para los niños que están en peligro de ser abortados.  Paz para los jóvenes que no encuentran el camino, paz para los deprimidos. Paz para los que no han tenido la dicha de conocer al Amor. En fin rezamos por la paz, y sigamos haciéndolo.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Los cinco minutos del Espíritu Santo
Enero 29
En la encíclica "Dominum et Vivificantem" (57), Juan Pablo II invita a invocar al Espíritu que da la vida, para poder enfrentar los signos de muerte y las tentaciones de muerte que hay en el mundo actual.
Hay variadas maneras de elegir la muerte: los excesos, la venganza, la melancolía, el encierro, evadirse con la televisión, con internet, y muchas formas más.
Sería bueno preguntarme qué formas de muerte se han ido metiendo en mi vida, qué esclavitudes me han ido ahogando y no me permiten sentirme realmente alegre, feliz, vivo.
En un momento de oración ruego al Espíritu que entre en esos sectores oscuros y enfermos de mi existencia, le entrego esos lugares de mi ser y de mi vida cotidiana, y trato de liberarme para siempre de esos falsos dioses que no me dan la vida, sino que me la consumen inútilmente.
* Mons. Víctor Manuel Fernández
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)