PEQUEÑAS SEMILLITAS
Año 8 - Número 1980 ~ Jueves
21 de Marzo de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba
(Argentina)
Alabado sea
Jesucristo…
“Os aseguro: quien guarda mi palabra no sabrá lo que es
morir para siempre”
Señor, coloca en mi corazón una santa alegría, porque ya
no tenemos que esperarte. Ya has venido, ya te has hecho presente en nuestro
mundo, nos has salvado, y estás resucitado en nuestras vidas.
Que siempre seamos celosos custodios y fieles a tu
Palabra, que como lo dice el salmista, es estable como los cielos. La
explicación de tus Palabras ilumina y da inteligencia a los sencillos. Abro mi
boca y suspiro, pues anhelo tus mandamientos.
La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: «En verdad, en
verdad os digo: si alguno guarda mi Palabra, no verá la muerte jamás». Le
dijeron los judíos: «Ahora estamos seguros de que tienes un demonio. Abraham
murió, y también los profetas; y tú dices: ‘Si alguno guarda mi Palabra, no
probará la muerte jamás’. ¿Eres tú acaso más grande que nuestro padre Abraham,
que murió? También los profetas murieron. ¿Por quién te tienes a ti mismo?».
Jesús respondió: «Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada;
es mi Padre quien me glorifica, de quien vosotros decís: ‘Él es nuestro Dios’,
y sin embargo no le conocéis, yo sí que le conozco, y si dijera que no le
conozco, sería un mentiroso como vosotros. Pero yo le conozco, y guardo su
Palabra. Vuestro padre Abraham se regocijó pensando en ver mi día; lo vio y se
alegró». Entonces los judíos le dijeron: «¿Aún no tienes cincuenta años y has
visto a Abraham?». Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: antes de
que Abraham existiera, Yo Soy». Entonces tomaron piedras para tirárselas; pero
Jesús se ocultó y salió del Templo.
(Jn 8,51-59)
Comentario
Hoy nos sitúa san Juan ante una manifestación de Jesús en
el Templo. El Salvador revela un hecho desconocido para los judíos: que Abraham
vio y se alegró al contemplar el día de Jesús. Todos sabían que Dios había hecho
una alianza con Abraham, asegurándole grandes promesas de salvación para su
descendencia. Sin embargo, desconocían hasta qué punto llegaba la luz de Dios.
Cristo les revela que Abraham vio al Mesías en el día de Yahvé, al cual llama
mi día.
En esta revelación Jesús se muestra poseyendo la visión
eterna de Dios. Pero, sobre todo se manifiesta como alguien preexistente y
presente en el tiempo de Abraham. Poco después, en el fuego de la discusión,
cuando le alegan que aún no tiene cincuenta años les dice: «En verdad, en
verdad os digo: antes de que Abraham existiera, Yo Soy» (Jn 8,58) Es una
declaración notoria de su divinidad, podían entenderla perfectamente, y también
hubieran podido creer si hubieran conocido más al Padre. La expresión “Yo soy”
es parte del tetragrama santo Yahvhé, revelado en el monte Sinaí.
El cristianismo es más que un conjunto de reglas morales
elevadas, como pueden ser el amor perfecto, o, incluso, el perdón. El
cristianismo es la fe en una persona. Jesús es Dios y hombre verdadero.
«Perfecto Dios y perfecto Hombre», dice el Símbolo Atanasiano. San Hilario de
Poitiers escribe en una bella oración: «Otórganos, pues, un modo de expresión
adecuado y digno, ilumina nuestra inteligencia, haz también que nuestras
palabras sean expresión de nuestra fe, es decir, que nosotros, que por los
profetas y los Apóstoles te conocemos a ti, Dios Padre y al único Señor
Jesucristo, podamos también celebrarte a ti como Dios, en quien no hay unicidad
de persona, y confesar a tu Hijo, en todo igual a ti».
Rev. D. Enric CASES i Martín (Barcelona, España)
Santoral Católico:
San Nicolás de Flüe
Ermitaño
San Nicolás de Flüe, más conocido como Hermano Klaus, es
santo muy popular en Suiza. Pío XII lo proclamó Patrono de esa nación, en donde
se celebra su fiesta el 25 de septiembre. Nació en 1417 en Flüe, cerca de
Sachseln. Aunque se sentía llamado a la vida eremítica (a los 16 años tuvo la
“visión de la torre”), tuvo que aceptar algunos cargos civiles (fue corregidor
de Sachseln, consejero, juez y diputado) y militares.
En 1445 se casó con Dorotea Wyss: tuvieron cinco hijos y
cinco hijas: uno de ellos llegó a ser párroco de Sachseln, y un nieto, Conrado
Scheuber, murió en olor de santidad.
Por insistencia de Matías de Bolsheim y Aimo Amgrund
entró en contacto con los Gottesfreunde (amigos de Dios), un movimiento
religioso alsaciano. Pero la esposa se opuso siempre a sus planes de soledad.
Sólo después de haber cumplido los 50 años, en junio de 1567, pudo partir para
Alsacia. Pero el Señor lo quería en un lugar mucho más cercano a las regiones
habitadas hasta entonces. Por otra parte, él se avergonzaba de esta especie de
“fracaso” y se retiró primero a Klisterli-Alpa en Melchtal.
Su vida santa y su riguroso ayuno (existen testigos
históricos de que durante un período de 19 años y medio él se alimentó sólo con
la Eucaristía) atrajeron la curiosidad de los vecinos. Entonces resolvió
retirarse a Ranft, un lugar desierto cerca de Flüe. Sólo salía para ir a Misa y
cuando la patria tenía necesidad de él: en 1473 ante la amenaza austríaca, y en
1481 y 1482 cuando hubo un gran peligro de guerra civil: los buenos resultados
de estas intervenciones le ganaron el título de “Padre de la Patria”. Su
oración más frecuente era: “Señor mío y
Dios mío, aleja de mí todo lo que me aleje de ti. Señor mío y Dios mío,
concédeme todo lo que me acerque a ti. Señor mío y Dios mío, líbrame de mí
mismo y concédeme poseerte sólo a ti”.
Sus vecinos, edificados por su testimonio de oración y de
penitencia (lo espiaron durante todo un mes), le construyeron un yermo y una
pequeña capilla, consagrada en 1469. San Nicolás de Flüe murió a los 70 años,
el día 21 de marzo de 1487. Fue beatificado en 1669 y canonizado por Pío XII.
Fuente: Catholic.net
¡Buenos días!
Cosecha salvada
En el evangelio
leemos que Jesús dijo: “Busquen primero el reino de Dios y su justicia, y lo
demás se les dará por añadidura”. El error del hombre consiste en buscar con
afán en primer lugar las cosas de la tierra, los intereses propios, mientras le
dan a Dios las migajas de su tiempo y de su amor. Y así le van sus asuntos… Una
anécdota de Don Bosco.
En 1864 Don Bosco predicó por tres días antes
de la fiesta de la Asunción en Montemagno. Una larga sequía amenazaba las
cosechas. —Si vienen al sermón —dijo el
Santo— los tres días y se confiesan y todos comulgan el día de la fiesta, la
Virgen enviará una lluvia que salvará la cosecha. La gente acudió con fe al
triduo, y se confesó, mientras los pueblos vecinos se burlaban. El día de la
fiesta amaneció sin una nube. Todo el pueblo comulgó. Al atardecer se cantaron
salmos, pero el cielo seguía limpio. Alguno pensó que Don Bosco había fallado.
—Cantemos el Magníficat —dijo el santo— ¡Fe en la Virgen! Una lluvia mansa
comenzó a repiquetear en las ventanas y techos. La alegría fue grande porque la
cosecha estaba salvada.
Se trata de tener
un amor tan firme a Dios que lo tengamos en el primer lugar de nuestro afecto,
preocupaciones, tiempo… Hay un motivo fundamental: Dios nos ama tanto, se ha
jugado tanto por nosotros, que no nos queda sino organizar toda nuestra vida
como respuesta coherente a su inmensa bondad. Pide al Espíritu Santo te inflame
en amor a Dios.
Padre Natalio
La frase de hoy
“Señor, dame la gracia de ser parte
de esos seres sencillos que alegran tu corazón,
porque el Padre oculta las cosas más profundas
a los sabios y entendidos y las revela a los pequeños”
Tema del día:
Una ola de "Sed de
Iglesia" barre al mundo
Vivimos momentos en que la gente goza en el volver a su
Dios. Es absolutamente imprevisto, y extraordinario. La Iglesia tuvo la sede de
Pedro vacante por unos días, pero en cuanto el cónclave anunció el famoso “Habemos Papam”, una vigorosa ola de sed
de Iglesia arrasó al mundo. Si, el mismo mundo que está normalmente sumido en
el materialismo y una actitud distante de Dios, se levantó como una multitud
fervorosa a aclamar al Nuevo Pontífice.
¿Qué ocurrió? Yo creo que esto que ocurre es una
demostración de que el mundo tiene en realidad una enorme sed de Iglesia, sed
de espíritu, ante el vacío espiritual que lo envuelve. Francisco desató, en el
mismo instante en que fue anunciada su elección, una ola de alegría, excitación
y aprobación que no se veía desde hace años. Me trae recuerdos de los primeros
años de mi amado Juan Pablo II, por la frescura y la esperanza del mensaje.
Nuestro Papa, Francisco, ha hecho desde el primer
instante una cantidad de gestos que nos obligan a decir “simplemente perfecto”.
Son actitudes sencillas, pero justamente allí está el mérito, en la sencillez.
Es exactamente lo que la gente secreta y esperanzadamente aguardaba de un líder
espiritual universal. Cada día es una nueva sorpresa, un nuevo gesto que
conmueve, que nos obliga a levantar la mirada hacia Dios que es el Dueño de la
Iglesia, el Impulsor de todo lo que a Ella le ocurre a través del derrotero de
su historia.
Esta sed de Iglesia no es un dato que debamos o podamos
pasar por alto, si es que queremos levantar las velas de nuestras barcas y
navegar con este viento espiritual repentino que atraviesa el mundo. Tenemos
una enorme oportunidad, la de capitalizar con esfuerzos evangélicos el impulso
que la Iglesia recibe en estos momentos. No podemos dejar pasar esta
oportunidad, porque Dios nos espera con mirada esperanzada, para que recojamos
frutos de fe, esperanza y amor, en medio del festejo que nos rodea.
Tengo que reconocer que, como argentino, soy un poco
parcial en mis observaciones y mis juicios. Pero creo sin demasiado temor a
equivocarme que esta sed de Iglesia se ha manifestado en todo el mundo
católico, dando un sentido de amor, justicia y paz, a pueblos que viven
plagados de división, mentira, resentimiento y miedo. Dios nos da un signo de
esperanza, para que miremos el futuro sabiendo que Jesucristo es el Señor de la
Historia, que no nos dejará solos nunca.
En este instante tan especial de los tiempos que vivimos,
podemos y debemos unirnos a la Iglesia que invita a todos los hombres y mujeres
de buen corazón, a volver al Amor de Dios, a gozar de la Paz que da sentirse en
paz con el Creador. Un mensaje cargado de ayuda a los que menos tienen, por la
unión entre los pueblos, por la defensa de la verdad y la justicia, por la
sencillez y la negación del culto a la imagen. En resumidas cuentas, un mensaje
cargado de las Palabras que Jesús nos legó.
¡Esta es nuestra Iglesia, la Iglesia de la que estamos
enamorados y por la que queremos trabajar en búsqueda de la civilización del
Amor!
Por supuesto que estamos preocupados por Francisco, por
el desafío que tiene por delante. Pero obedientes a la Iglesia y convencidos de
la acción de Espíritu Santo sobre Ella, miramos con esperanzado brío el futuro
que nos espera. Conservar los pilares sobre los que está construido el edificio,
y adaptarse a los tiempos de los mares por los que navega la Barca, son las
claves que marcan nuestro futuro como miembros de la Iglesia.
Fuente: Reina del Cielo
Cuaresma día por día:
Día 37º. Jueves quinto
Gracia.
Hace unos años dos amigos que estaban haciendo vela cerca
de Bakio fueron llevados por una corriente mar adentro. Tan solo uno de ellos
llevaba chaleco salvavidas y éste preguntó a su amigo: "¿Estás en
gracia?". El otro reconoció que no, y el primero le dio su salvavidas porque
él tenía a Jesús en el alma: Si se ahogaba iría al Cielo.
¿Te das cuenta de lo importante que es estar en gracia,
como este chico que se arriesgó a morir ahogado para que su amigo pudiese vivir
con Jesús en el alma?
Jesús dijo que Dios vive en el alma que está en gracia:
vive conmigo ayudándome, dándome luz para entender, fuerza para luchar y
vencer, deseos buenos, amor y comprensión, etc. Viviendo Dios en mí, Dios me da
una vida nueva y distinta. Por eso, vivir en gracia es lo más importante:
porque es vivir con Dios.
Pide que tus amigos y familia vivan siempre en gracia de
Dios. Continúa ahora hablándole a Dios con tus palabras
P. José Pedro Manglano Castellary
Carta al Papa Francisco
Los que fuimos
alumnos del Colegio Inmaculada Concepción en la ciudad de Santa Fe (Argentina)
en la década de los sesenta, conocimos allí a un jesuita muy jovencito, todavía
no ordenado sacerdote por entonces (se ordenó en 1969), que daba clases como
“maestrillo” en el colegio. Su nombre: Jorge Mario Bergoglio.
Hoy es el Papa
Francisco, y por eso le vamos a remitir la siguiente carta:
Santo Padre Francisco
Desde que recibiéramos la gratísima noticia de que
nuestro querido maestrillo había sido elegido para conducir la Iglesia
Católica, sus antiguos alumnos del Colegio de la Inmaculada Concepción hemos
visto renacer esa fe que nos inculcara en nuestra juventud llena de auroras,
sintiéndonos convocados a vivirla con mayor compromiso y alegría.
Cuarenta y ocho años después ha vuelto a sacudirnos para
que demos frutos en el último tercio de nuestra vida, con el compromiso de
caminar, edificar y construir lo que nos resta, abrazando la cruz de Cristo y
preparándonos para el encuentro con Él.
El tiempo ha pasado, pero su palabra, su consejo, su
ejemplo, están vivos en todos nosotros, como lo está el amor por el colegio.
Rezamos al Señor y a la Virgen de los Milagros, para que
lo bendigan y le den la fortaleza y sabiduría necesaria para conducir la barca
entre las tempestades desatadas por el secularismo.
Sus primeros días de pontificado, están demostrando al
mundo que la pesca puede ser abundante cuando no se teme echar las redes,
remando mar adentro.
Nosotros, antiguos alumnos, nos comprometemos en responder a su llamado. Renovando la esperanza, "contra toda
esperanza", queremos expresar nuestro amor en obras, al estilo de San
Ignacio "custodiando a la gente, preocupándonos por todos, por cada uno,
con amor, especialmente por los pobres, los niños, los ancianos, quienes son
más frágiles y que a menudo se quedan en la periferia de nuestro corazón"
Con nuestras oraciones, reciba el sentido recuerdo y
respeto de los ex-alumnos de la promoción 1968.
Dios ilumine a Francisco.
Pedidos de oración
Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa
Iglesia Católica; por el Papa Francisco,
los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que
componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que
seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el
Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos
motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los
presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la
unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las
vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.
Pedimos oración por Zulma A., de 58 años de edad,
residente en Córdoba, Argentina, que está internada en terapia intensiva muy grave,
por una meningo encefalitis herpética. Invocamos a la Santísima Virgen de
Lourdes y al Beato Juan Pablo II para que intercedan por ella ante el Señor
para conseguir la gracia de su sanación.
Pedimos oración por Adrián S., de México D.F., que ya ha
pasado su entrevista laboral (hemos rezado por él hace cinco días) y ahora, si
es la voluntad de Dios, pueda resultar elegido para puesto laboral.
Pedimos oración por Esmeralda y María de Jesús, de Teustepe,
Nicaragua, para que el Señor en su infinita misericordia sane sus dolores a
consecuencia del cáncer, y les de la gracia de la aceptación de su enfermedad.
Pedimos oración por Gabriel G., de 34 años de edad,
residente en Bogotá, Colombia, internado en terapia intensiva por una afección
poco común y de pronóstico incierto. Que Dios Todo Poderoso deposite sus santas
manos sanadoras sobre Gabriel, y le dé la fuerza a Milena, su esposa y a su pequeña
hija de 7 años (no tenemos el nombre) para poder soportar este duro trance, con
la intercesión de nuestra amada Madre la Virgen Santísima.
Pedimos oración por María Trinidad (Trini) A. A., de
Bogotá, Colombia, a quien hoy realizarán una endoscopía y la próxima semana
otros estudios más, confiando en Señor. que todo saldrá muy bien, y por Su
Santa Voluntad nuestra querida hermana encontrará su salud plenamente
restablecida.
Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara
nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la
paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por
nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la
aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu
hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la
redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén
Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible
dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no
publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la
solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y
enviarlos a pequesemillitas@gmail.com
y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan
sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se
reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el
correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados.
Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.
“Intimidad Divina”
La guarda de la
Palabra
“Si os mantenéis en mi palabra… conoceréis la verdad y la
verdad os hará libres” (Jn 8, 31-32). Esta afirmación se completa con otra:
“Quien guarda mi palabra no sabrá lo que es morir para siempre” (ib. 51). La
palabra del Señor es verdad y vida; el empeño en mantenerse en la palabra y en
guardarla conduce a un conocimiento claro y profundo de la verdad contenida en
ella, conduce a la liberación del pecado y también de la muerte, que es su
consecuencia más grave. Guarda de la Palabra, conocimiento de la verdad,
conquista de la libertad, posesión de la vida eterna, éstas son las etapas
progresivas de la vida cristiana que desemboca en la eternidad. Todo deriva de
la potencia vivificadora de las palabras del Señor que son “espíritu y vida”
(Jn 6, 63), que son “palabras de vida eterna” (ib. 68). Los judíos no
entendieron y protestaron: ¿cómo puede pretender Jesús librar a sus discípulos
de la muerte cuando los profetas, y hasta el mismo Abrahán murieron? Y el
Señor, respondiendo, estableció una confrontación entre su incredulidad y la fe
del Patriarca: “Abrahán, vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; lo
vio, y se llenó de alegría” (Jn 8, 56).
La guarda de la Palabra no coarta ni destruye la libertad
del hombre, al contrario, la corrobora. Hablando de la vida religiosa, el
Concilio afirma que una de las ventajas que ella ofrece a los que la abrazan es
“una libertad robustecida por la obediencia” (LG 43). La obediencia a Dios es
el gran apoyo de la libertad humana, puesta en peligro internamente por las
pasiones y externamente por las seducciones del mal. La obediencia defiende al
hombre de la volubilidad de sus propios caprichos, de las debilidades e
inconstancia de su propia voluntad, de la esclavitud del pecado y del mundo,
para entregarle totalmente libre a la voluntad santa de Dios, a la guarda plena
de su Palabra. Cuando más entra el hombre, por medio de la obediencia, en la
voluntad de Dios y vive de ella, tanto más pasa de un estado de esclavitud a un
estado de libertad, haciéndose partícipe de la libertad misma de Dios. Entonces
se comprende por qué la obediencia religiosa, que sumerge toda la vida del
hombre en la voluntad divina, “lejos de menoscabar la dignidad de la persona
humana, la lleva, por la más amplia libertad de los hijos de Dios, a la
madurez” (PC 14).
Jesús, el Hijo de Dios por naturaleza, hablando de sus
relaciones con el Padre, repite continuamente: “yo guardo su palabra” (Jn 8,
55); y precisamente, guardando la palabra de Dios el hombre se hace más hijo en
el Hijo. Y así como Jesús “con su obediencia hasta la muerte abrió a todos los
hombres el dichoso camino de la libertad de los hijos de Dios” (LG 37), del
mismo modo, quien imita de cerca su obediencia entra con mayor decisión en el
camino de la libertad. Cuando el religioso hace el voto de obediencia, no
destruye su libertad, sino que la compromete, del modo más sublime y noble, en
el cumplimiento de la voluntad de Dios; no se convierte en un autómata en las
manos de sus superiores, sino que sigue siendo una criatura viva y libre que
“por Dios” se somete a un semejante suyo “más allá de lo mandado, a fin de
hacerse más plenamente conformes a Cristo obediente” (LG 42). La obediencia
religiosa lleva hasta su último extremo la escucha y la guarda de la Palabra, a
imitación de Cristo que vivió únicamente de la palabra del Padre.
Señor mío y Dios
mío…, no sólo de boca, sino desde el fondo de mi corazón quiero hacer tu
voluntad, tu entera voluntad, tu única voluntad, tu voluntad y no la mía;
dámela a conocer, Dios mío, y haz que la cumpla. Dame la fe y la obediencia de
Abrahán; haz que escuche tu voz. Tu voz interior, la voz de aquellos a través
de los que tú me hablas. Dame la fe, Dios mío. Y dame la obediencia… que
sacrifica los afectos más íntimos del corazón y las persuasiones más firmes del
espíritu para adherirse únicamente a tu santa y bendita voluntad. Dios mío, te
lo suplico de todo corazón, por nuestro Señor Jesucristo. (C. de Foucauld,
Meditaciones sobre el A. T.).
P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.
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