lunes, 4 de marzo de 2013

Pequeñas Semillitas 1971


PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 8 - Número 1971 ~ Lunes 4 de Marzo de 2013
- AÑO DE LA FE -
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Alabado sea Jesucristo…
Dice el Señor: “Os aseguro que ningún profeta es bien mirado en su tierra.”
Señor, muchas veces el orgullo me impide descubrirte en mi propia vida, no me deja reconocer los signos de tu Presencia y de tu Amor y espero pruebas extraordinarias de tu poder para abrirte mi interior.
Toca mis ojos Señor, para que te descubra para que mi vida cotidiana se inunde tu luz y se llene de tu misterio.


La Palabra de Dios:
Evangelio de hoy


En aquel tiempo, Jesús dijo a la gente reunida en la sinagoga de Nazaret: «En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria. Os digo de verdad: muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país; y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda de Sarepta de Sidón. Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio».
Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira; y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle. Pero Él, pasando por medio de ellos, se marchó.
(Lc 4,24-30)

Comentario
Hoy escuchamos del Señor que «ningún profeta es bien recibido en su patria» (Lc 4,24). Esta frase —puesta en boca de Jesús— nos ha sido para muchas y muchos —en más de una ocasión— justificación y excusa para no complicarnos la vida. Jesucristo, de hecho, sólo nos quiere advertir a sus discípulos que las cosas no nos serán fáciles y que, frecuentemente, entre aquellos que se supone que nos conocen mejor, todavía lo tendremos más complicado.
La afirmación de Jesús es el preámbulo de la lección que quiere dar a la gente reunida en la sinagoga y, así, abrir sus ojos a la evidencia de que, por el simple hecho de ser miembros del “Pueblo escogido” no tienen ninguna garantía de salvación, curación, purificación (eso lo corroborará con los datos de la historia de la salvación).
Pero, decía, que la afirmación de Jesús, para muchas y muchos nos es, con demasiada frecuencia, motivo de excusa para no “mojarnos evangélicamente” en nuestro ambiente cotidiano. Sí, es una de aquellas frases que todos hemos medio aprendido de memoria y, ¡qué efecto!
Parece como grabada en nuestra conciencia particular de manera que cuando en la oficina, en el trabajo, con la familia, en el círculo de amigos, en todo nuestro entorno social más debiéramos tomar decisiones solamente comprensibles a la luz del Evangelio, esta “frase mágica” nos echa atrás como diciéndonos: —No vale la pena que te esfuerces, ¡ningún profeta es bien recibido en su tierra! Tenemos la excusa perfecta, la mejor de las justificaciones para no tener que dar testimonio, para no apoyar a aquel compañero a quien le está haciendo una mala pasada la empresa, o para no mirar de favorecer la reconciliación de aquel matrimonio conocido.
San Pablo se dirigió, en primer lugar, a los suyos: fue a la sinagoga donde «hablaba con valentía, discutiendo acerca del Reino de Dios e intentando convencerles» (Hch 19,8). ¿No crees que esto era lo que Jesús quería decirnos?
Rev. D. Santi COLLELL i Aguirre (La Garriga, Barcelona, España)


Santoral Católico:
Santos Emeterio y Celedonio
Mártires


El poeta hispano Prudencio recogió en verso los relatos de la muerte de Emeterio y Celedonio.

Calahorra está unida a estos soldados por el hecho de su martirio y quizás también por ser el lugar de su nacimiento. Otros señalan a León como cuna por los libros de rezos leoneses -antifonarios, leccionarios y breviarios del siglo XIII- al interpretar «ex legione» como lugar de su proveniencia, cuando parece ser que la frase latina es mejor referida a la Legión Gemina Pia Felix a la que pertenecieron y que estuvo acampada cerca de la antigua Lancia, hoy León, según se encuentra en el documento histórico denominado "Actas de Tréveris" del siglo VII.

En la parte alta de Calahorra está la iglesia del Salvador -probablemente en testimonio perpetuante del hecho martirial- por donde antes estuvo un convento franciscano y antes aún la primitiva catedral visigótica que debió construirse, según la costumbre de la época, junto a la residencia real, para defensa ante posibles invasiones y que fue destruida por los musulmanes en la invasión del 923, según consta en el códice primero del archivo catedralicio.

No se conocen las circunstancias del martirio de estos santos; no las refiere Prudencio. ¡Qué pena que el emperador Diocleciano ordenara quemar los códices antiguos y expurgar los escritos de su tiempo! Con ello intentó, por lo que nos refiere Eusebio, que no quedara constancia ni sirviera como propaganda de los mártires y evitar que se extendiera el incendio. Tampoco hay en el relato nombres que faciliten una aproximación. ¿Fue al comienzo del siglo IV en la persecución de Diocleciano? Parece mejor inclinarse con La Fuente por la mitad del siglo III, en la de Valeriano, contando con que algún otro retrotrae la historia hasta el siglo II. Cierto es que Prudencio nació hacia el 350, deja escrita en su verso la historia antes del 401, cuando se marcha a Italia, hablando de ella como de suceso muy remoto y no debe referirse con esto al tiempo de Daciano (a. 304) porque esta época ya fue conocida por los padres del poeta. Es bueno además no perder de vista que el narrador antiguo no es tan exacto en la datación de los hechos como la actual crítica, siendo frecuente toparse con anacronismos poco respetuosos con la historia.

El caso es que Emeterio y Celedonio -hermanos de sangre según algunos relatores- que fueron honrados con la condecoración romana de origen galo llamada torques por los méritos al valor, al arrojo guerrero y disciplina marcial, ahora se ven en la disyuntiva de elegir entre la apostasía de la fe o el abandono de la profesión militar. Así son de cambiantes los galardones de los hombres. Por su disposición sincera a dar la vida por Jesucristo, primero sufren prisión larga hasta el punto de crecerles el cabello. En la soledad y retiro obligados bien pudieron ayudarse entre ellos, glosando la frase del Evangelio, que era el momento de «dar a Dios lo que es de Dios» después de haberle ya dado al César lo que le pertenecía. Su reciedumbre castrense les ha preparado para resistir los razonamientos, promesas fáciles, amenazas y tormentos. En el arenal del río Cidacos se fija el lugar y momento del ajusticiamiento. Cuenta el relato que los que presencian el martirio ven, asombrados, cómo suben al cielo el anillo de Emeterio y el pañuelo de Celedonio como señal de su triunfo señero.

Muy pronto el pueblo calagurritano comenzó a dar culto a los mártires. Sus restos se llevaron a la catedral del Salvador; con el tiempo, las iglesias de Vizcaya y Guipúzcoa con otras hispanas y medio día de Francia dispusieron de preciosas reliquias. Junto al arenal que recogió la sangre vertida se levanta la catedral que guarda sus cuerpos. Hoy Emeterio y Celedonio, los santos cantados por su paisano Prudencio, y recordados por sus compatriotas Isidoro y Eulogio son los patronos de Calahorra que los tiene por hermanos o de sangre o -lo que es mayor vínculo- de patria, de ideal, de profesión, de fe, de martirio y de gloria.

Fuente: EWTN


¡Buenos días!

Tiempo de conversión

La predicación de Jesús comenzó así: “El tiempo se ha cumplido. El reino de Dios ha llegado. Conviértanse y crean en la buena noticia”. Esta invitación resonó como una clarinada que movilizó al pueblo de Dios a volver al Señor, abandonar sus caminos equivocados, purificar el corazón… La Reina de la Paz repite hoy el mismo mensaje de salvación.

“¡Queridos hijos! Los invito a trabajar en la conversión personal. Aún en su corazón, están lejos del encuentro con Dios. Por eso, transcurran el mayor tiempo posible en oración y en adoración a Jesús en el Santísimo Sacramento del altar, para que él los cambie y ponga en su corazón, una fe viva y el deseo de la vida eterna. Todo es pasajero, hijitos, sólo Dios es eterno. Yo estoy con ustedes y los aliento con amor. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! ”

El sacramento de la reconciliación o confesión es una excelente respuesta al dulce llamado a la conversión que te hace la Madre del Salvador. Te animo a acercarte a este sacramento, porque ayuda a conocerse más a sí mismo, te da consuelo espiritual, y es canal de gracia para superar la fuerza del mal y del pecado que está en nosotros. El Espíritu del Señor te mueva.

Padre Natalio


La frase de hoy

“Sea cual sea tu edad o situación,
ten un proyecto en tu vida
que te ilusione, que te entusiasme.
Es el motor perfecto para poner en marcha tu felicidad
Cultiva y refina tu mente y tu espíritu.
Aprende a descubrir y a disfrutar
de tantas cosas bellas y grandiosas que hay en la vida”


Tema del día:
Cónclave a la vista


Antes del 20 de marzo las puertas de la Capilla Sixtina se abrirán y los 118 cardenales electores se reunirán en Cónclave para elegir al sucesor de Benedicto XVI. Un Papa que sigue vivo y que estará a poca distancia física pero lejanísimo del colegio que nombrará a su sucesor. Estos deberían ser los tiempos de la elección, por lo menos según lo que prevé la Constitución Apostólica de Juan Pablo II «Universi Dominici Gregis», de 1996, que regula la sucesión papal.

El artículo 37 de esta constitución dice que a partir de que la Sede apostólica quede vacante legítimamente, los cardenales electores presentes deberán esperar 15 días para que lleguen los ausentes; el Colegio Cardenalicio, además, tendrá la facultad de modificar los tiempos para que comience la elección, solo por motivos extremadamente graves. Máximo pueden pasar 20 días a partir de que comienza la situación de la Sede Vacante, y todos los cardenales electores deben participar en la elección. Mientras tanto, todos los líderes de los dicasterios tendrán que dejar sus cargos, el gobierno es asumido por el Colegio Cardenalicio y se hacen indispensables las figuras del Camerlengo y del Sustituto de la Secretaría de Estado, que garantiza la continuidad del gobierno.

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, indicó que están estudiando la posibilidad de adelantar la fecha del cónclave: "En la eventualidad de que todos los cardenales estén aquí, no hay a nadie a quien esperar. Se podría interpretar la Constitución en un modo diferente. Sólo en el caso de que no hubiese a nadie que esperar". (N. de R.: En uno de sus últimos actos de gobierno, Benedicto XVI emitió una resolución motu proprio dejando abierta la posibilidad de adelantamiento de la fecha)

Será un Cónclave muy particular, sobre todo porque faltará la clásica sucesión emotiva (la muerte del Papa, el luto, la espera y al final la alegría por la nueva elección), que siempre ha dejado una huella muy importante en este evento. Como sucedió con la elección de Benedicto XVI, los cardenales "vivirán" esos días en Santa Marta, dentro de los muros del Vaticano.

El día establecido para que comience el Cónclave, todos los cardenales se reunirán en la Basílica de San Pedro en donde se celebrará la Misa Pro eligendo Romano Pontifice, presidida por el Decano del Colegio Cadrenalicio, Angelo Sodano. Por la tarde, los cardenales electores se dirigirán en procesión, cantando el Veni Creator, desde la Capilla Paulina hasta la Capilla Sixtina, en donde se encuentra toda la infraestructura para la votación en el coro. Este espacio ha sido restructurado recientemente, incluso con modernidades electrónicas, y se instaló una estufa en la que serán quemadas las boletas y los apuntes de los electores. Desde la chimenea de la Sixtina saldrá el humo, negro después de cada una de las votaciones sin éxito; blanco cuando sea alcanzado el quórum previsto de dos tercios de los votos.

Sin embargo, si después de varios escrutinios no se llega a este resultado, se puede hacer una especie de reducción de los candidatos que considera a los dos más votados; en este caso antes se requería la mayoría absoluta, condición suficiente para la elección. Pero Benedicto modificó esta norma y restableció el principio de los dos tercios. Así pues, la innovación de la mayoría absoluta en caso de un Cónclave difícil fue abrogada.

Siguen vigentes, en cambio, las reglas relacionadas con el voto: «Se procederá a la elección inmediatamente después de que se hayan cumplido las formalidades contenidas en el n. 54 de la presente Constitución. Si eso sucede ya en la tarde del primer día, se tendrá un solo escrutinio; en los días sucesivos si la elección no ha tenido lugar en el primer escrutinio, se deben realizar dos votaciones tanto en la mañana como en la tarde, comenzando siempre las operaciones de voto a la hora ya previamente establecida bien en las Congregaciones preparatorias, bien durante el periodo de la elección, según las modalidades establecidas en los números 64 y siguientes de la presente Constitución».

Se distribuyen las boletas y se extraen a suertes tres escrutadores: «Los Escrutadores se sientan en una mesa colocada delante del altar; el primero de ellos toma una papeleta, la abre, observa el nombre del elegido y la pasa al segundo Escrutador quien, comprobado a su vez el nombre del elegido, la pasa al tercero, el cual la lee en voz alta e inteligible, de manera que todos los electores presentes puedan anotar el voto en una hoja. El mismo Escrutador anota el nombre leído en la papeleta».

«En el caso de que los Cardenales electores encontrasen dificultades para ponerse de acuerdo sobre la persona a elegir, entonces, después de tres días de escrutinios sin resultado positivo, según la forma descrita en los números 62 y siguientes, éstos se suspenden al máximo por un día, para una pausa de oración, de libre coloquio entre los votantes y de una breve exhortación espiritual hecha por el primer Cardenal del Orden de los Diáconos». Y este mecanismo se repite hasta el final de la elección.

Autor: Marco Tosatti
Fuente: vaticaninsider.lastampa.it

Hay amplia información de todo lo que tiene que ver con el próximo cónclave en una página de la Conferencia Episcopal Española, a la que se accede haciendo clic acá.


Cuaresma día por día:
Día 20º. Lunes tercero


El pobre es el egoísta.

"Hay diversas clases de pobreza -cuenta la madre Teresa de Calcuta-. En la India hay gente que muere de hambre. Un puñado de arroz es precioso, valiosísimo. En los países occidentales, sin embargo, no hay pobreza en ese sentido. Nadie muere de hambre y ni siquiera abundan los pobres como en la India... Pero existe otra clase de pobreza, la del espíritu que es mucho peor. La gente no cree en Dios, no reza, no ama, va a lo suyo... Es una pobreza del alma, una sequedad del corazón que resulta mucho más difícil de "remediar".

¿Puedes tener tú esa pobreza? Pídeles a Jesús y a María que nunca caigas en esa pobreza de espíritu; que te ayuden a quererles cada día más y a acudir a ellos ante cualquier necesidad, y que te ayuden a querer a los demás. ¡Jesús, María, que no olvide rezar ni por la noche ni al levantarme! Que sea generoso: porque el verdaderamente "pobre" es el egoísta.

Continúa hablando a Dios con tus palabras.

P. José Pedro Manglano Castellary


Mensaje de María Reina de la Paz


Mensaje de María Reina de la Paz del 2 de marzo de 2013.

“Queridos hijos, de nuevo os invito maternalmente: no endurezcáis el corazón. No cerréis los ojos ante las advertencias que por amor el Padre Celestial os envía. ¿Lo amáis sobre todas las cosas? ¿Os arrepentís de que a menudo olvidáis que el Padre Celestial, por Su gran Amor, ha enviado a Su Hijo para redimiros con la Cruz? ¿Os arrepentís de que todavía no aceptáis el mensaje? Hijos míos, no opongáis resistencia al amor de mi Hijo. No opongáis resistencia a la esperanza y a la paz. Con vuestra oración y vuestro ayuno, mi Hijo con Su Cruz disipará las tinieblas que quieren envolveros y someteros. Él os dará fuerza para una vida nueva. Al vivirla según mi Hijo, seréis bendición y esperanza para todos los pecadores que deambulan en las tinieblas del pecado. Hijos míos, ¡velad! Yo, como Madre, velo con vosotros. Especialmente oro y velo por aquellos que mi Hijo ha llamado a ser para vosotros portadores de luz y portadores de esperanza: por vuestros pastores. ¡Os doy las gracias!”


Pedidos de oración


Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes, diáconos, seminaristas, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el hambre y la pobreza; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo, por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por Néstor José María L., de El Palomar, Argentina, para su eterno descanso bajo la luz que nunca se apaga. Que de la mano de María se pueda presentar junto al Padre, y también Ella lleve consuelo, paz y sosiego para su hermosa familia, en este momento aciago y duro.

Pedimos oración por Isabel y Damián, que en Cali, Colombia, esperan desde hace tres años que le concedan la adopción de un hijo, o bien que -por la voluntad de Dios- Isabel pueda quedar embarazada.

Pedimos oración por Magdalena M., de Nápoles, que está con un cáncer de mama con metástasis diseminadas, y con tratamiento para el dolor. Que el Señor tenga piedad y misericordia de ella y les de fortaleza a sus familiares que sufren viéndola sufrir.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén

Nota de Redacción:
Para dar curso a los Pedidos de Oración es imprescindible dar los siguientes datos: nombres completos de la persona (habitualmente no publicamos apellidos), ciudad y país donde vive, y explicar el motivo de la solicitud de oración. Por favor: en los pedidos ser breves y concretos y enviarlos a pequesemillitas@gmail.com y deben poner en el asunto “Pedido de oración”, ya que los correos que llegan sin asunto (o con el asunto en blanco) son eliminados sin abrirlos. No se reciben pedidos de oración a través de Facebook ni por otro medio que no sea el correo antes señalado.
Los Pedidos de Oración se publican de lunes a sábados. Los domingos se publican los agradecimientos por las gracias concedidas.


“Intimidad Divina”

Vivir el Bautismo

El hecho de que Naamán sirio estuviese leproso y fuera curado en las aguas del Jordán es un símbolo del bautismo que purifica al hombre del pecado. Las aguas del Jordán, que serán un día santificadas por el bautismo de Jesús, son un preludio de las aguas bautismales que reciben de Cristo su poder regenerador…. El sentido de la eficacia del bautismo es tan vivo en San Pablo, que él lo considera como una muerte definitiva al pecado, y cree normal para el cristiano la abstención del pecado. Escribe a los romanos: “Haced cuenta de que estáis muertos al pecado. El pecado no tendrá ya dominio sobre vosotros” (Rm 6, 11, 14). El bautismo, sin embargo, no confirma en gracia; limpia del pecado, pero le deja al hombre en sus condiciones de debilidad, de fragilidad, de suerte que la abstención del pecado es fruto de una constante lucha contra el mal y de una cotidiana fidelidad a la gracia. “El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la hallará” (Mt 18, 24-25). Estas exigencias impuestas al seguimiento de Cristo comenzaron para el hombre el día mismo de su bautismo, y en la gracia del bautismo, que le hace partícipe de la muerte del Señor, encuentra el hombre la fuerza para vivirlas.

El bautismo no sólo tiene una eficacia negativa, es decir, purificar al hombre del pecado, sino que tiene también una eficacia sumamente positiva; la de plasmar al hijo de Dios. Son hijos de Dios precisamente los que renacen del agua y del Espíritu. Considerando la plenitud de este renacimiento, San Juan de la Cruz escribe: “Renacer en el Espíritu Santo en esta vida, es tener un alma similar a Dios en pureza, sin tener en sí mezcla de imperfección, y así se puede hacer pura transformación por participación de unión, aunque no esencialmente” (S II, 5, 5). El doctor místico indica así el vértice supremo a que conduce el pleno desarrollo de la gracia bautismal. La primera y fundamental disposición es una íntegra pureza interior, porque la vida divina, participada mediante la gracia, no puede invadir y transformar completamente al hombre si no le encuentra totalmente puro. El alma, dice San Juan de la Cruz, es como una vidriera embestida por un rayo de sol: aunque el rayo sea de por sí luminoso, capaz de iluminar y penetrar el cristal, no lo podrá hacer, si no lo encuentra terso, limpio de toda mancha.

Dios es el sol divino que resplandece sobre las almas, deseoso de invadirlas y penetrarlas hasta transformarlas en su propia luz y en su propio amor; pero para hacerlo, espera a que el hombre se decida a liberarse de “todo velo y mancha” de pecado. Entonces es cuando Dios encuentra a una criatura libre de cualquier apego al mal, e inmediatamente la llena de sí, de su propia vida; aquí está el principio, el germen, de la gran transformación que el Señor quiere obrar en ella. Y cuanto más el hombre se purifica de todo pecado, de toda costumbre defectuosa y de toda imperfección, tanto más apto se hace para ser totalmente penetrado y transformado por la gracia divina. Así es como el bautismo realiza gradualmente en el cristiano ese profundo renacimiento y esa plena transformación que le hacen semejante a Dios, que le hacen vivir de la vida misma de Dios, como el hijo es semejante al padre y vive de la vida que ha recibido del padre.

Señor Dios nuestro… tú creaste el agua para hacer fecunda la tierra y para favorecer nuestros cuerpos con el frescor y la limpieza. La hiciste también instrumento de misericordia al librar a tu pueblo de la esclavitud y al apagar con ella su sed en el desierto; por los profetas la revelaste como signo de la nueva alianza que quisiste sellar con los hombres. Y cuando Cristo descendió a ella en el Jordán, renovaste nuestra naturaleza pecadora en el baño del nuevo nacimiento. Que de nuevo nos vivifique ahora y nos haga participar en el gozo de todos nuestros hermanos bautizados en la Pascua de Cristo nuestro Señor. (Misal Romano, Vigilia pascual, Bendición del agua bautismal).

P. Gabriel de Sta. M. Magdalena O.C.D.
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

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