sábado, 3 de diciembre de 2011

Pequeñas Semillitas 1550

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 6 - Número 1550 ~ Sábado 3 de Diciembre de 2011
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
   

Hola !!!
Hoy estamos celebrando a San Francisco Javier, misionero jesuita, compañero de Ignacio de Loyola, y que fue declarado patrono de las misiones junto con Santa Teresita del Niño Jesús a quien la Iglesia también dio el mismo título. Tal vez la única diferencia entre ambos es que mientras la monja carmelita de Lisieux nunca salió de su país ni siquiera de su convento hasta morir a la joven edad de 24 años en 1897, Francisco Javier, por su parte, transitó más de 120.000 kilómetros en aquellos difíciles años del siglo XVI evangelizando especialmente el lejano oriente, hasta que lo sorprendió la muerte cuando tenía 46 años y estaba en viaje por mar hacia la China.
Al conmemorarlo, pidamos la intercesión de este gran misionero jesuita para que en el Adviento que estamos transitando, seamos capaces de encontrar el verdadero camino que nos lleva al Jesús naciente y abramos generosos nuestros corazones para darle cabida.


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia. Y al ver a la muchedumbre, sintió compasión de ella, porque estaban vejados y abatidos como ovejas que no tienen pastor. Entonces dice a sus discípulos: «La mies es mucha y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies».
Y llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, y para curar toda enfermedad y toda dolencia. A estos doce envió Jesús, después de darles estas instrucciones: «Dirigíos más bien a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis; dadlo gratis».
(Mt 9,35—10,1.6-8)

Comentario
Hoy, cuando ya llevamos una semana dentro del itinerario de preparación para la celebración de la Navidad, ya hemos constatado que una de las virtudes que hemos de fomentar durante el Adviento es la esperanza. Pero no de una manera pasiva, como quien espera que pase el tren, sino una esperanza activa, que nos mueve a disponernos poniendo de nuestra parte todo lo que sea necesario para que Jesús pueda nacer de nuevo en nuestros corazones.
Pero hemos de tratar de no conformarnos sólo con lo que nosotros esperamos, sino —sobre todo— ir a descubrir qué es lo que Dios espera de nosotros. Como los doce, también nosotros estamos llamados a seguir sus caminos. Ojalá que hoy escuchemos la voz del Señor que —por medio del profeta Isaías— nos dice: «El camino es éste, síguelo» (Is 30,21, de la primera lectura de hoy). Siguiendo cada uno su camino, Dios espera de todos que con nuestra vida anunciemos «que el Reino de Dios está cerca» (Mt 10,7).
El Evangelio de hoy nos narra cómo, ante aquella multitud de gente, Jesús tuvo compasión y les dijo: «La mies es mucha y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies» (Mt 9,37-38). Él ha querido confiar en nosotros y quiere que en las muy diversas circunstancias respondamos a la vocación de convertirnos en apóstoles de nuestro mundo. La misión para la que Dios Padre ha enviado a su Hijo al mundo requiere de nosotros que seamos sus continuadores. En nuestros días también encontramos una multitud desorientada y desesperanzada, que tiene sed de la Buena Nueva de la Salvación que Cristo nos ha traído, de la que nosotros somos sus mensajeros. Es una misión confiada a todos. Conocedores de nuestras flaquezas y handicaps, apoyémonos en la oración constante y estemos contentos de llegar a ser así colaboradores del plan redentor que Cristo nos ha revelado.
Rev. D. Xavier PAGÉS i Castañer (Barcelona, España)


Santoral y Efemérides


• En el SANTORAL CATÓLICO, hoy conmemoramos a:

   Sacerdote y Misionero Jesuita

Fuente: Catholic.net

• Con relación a las EFEMÉRIDES, en un día como hoy…

- Día Internacional de las personas con Discapacidad, establecido por la ONU.
- Día del Médico, en América. Ese día, en 1833 muere el Dr. Carlos Finlay, investigador cubano descubridor del agente transmisor de la fiebre amarilla.
- Día del Minero.

1586 - Sir Thomas Herriot introduce las papas en Gran Bretaña desde California, EE.UU.
1621 - Galileo muestra su telescopio.
1836 - Tras dos días de debates, las Cortes Españolas acuerdan negociar el reconocimiento de la independencia de los Nuevos Estados de la America Española.
1919 - Muere el pintor Pierre Auguste Renoir.
1950 - En Cleveland, EE.UU., Charles Bailly informa el descubrimiento de un mecanismo cardíaco-pulmonar para reanimar personas clínicamente muertas.
1967 - Christian Barnard realiza el primer transplante de corazón humano, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
1984 - En Bhopal, India, una planta de productos químicos arroja material tóxico al aire causando uno de los más grandes desastres de este tipo.
1989 - Se da por terminada la "guerra fria" al finalizar en Malta la historica reunion entre los presidentee de EE.UU., George Bush, y de la URSS, Mijail Gorbachov.
1994 - Muere Elizabeth Glaser, quien se convirtió en una activista en la lucha contra el sida luego de contraer la enfermedad por una transfusión de sangre.
1997 - 125 países suscriben en Ottawa la Convención sobre la prohibición del uso, almacenamiento, producción y transferencia de minas contra personas.
2004 - La Corte Suprema ucraniana declara ilegal el ballottage presidencial que otorgó la victoria al candidato oficialista, Viktor Yanukovich, y ordena repetir los comicios el 26 de diciembre.

Fuente: Periodismo.com


Pensamiento del día

“En cada acto médico
debe estar presente el respeto por el paciente
y los conceptos éticos y morales;
entonces la ciencia y la conciencia
estarán siempre del mismo lado,
del lado de la humanidad”


Dr. René Favaloro


Tema del día:
Lo que merece el enfermo terminal


Dejemos de lado, por un momento, la palabra “eutanasia”. Porque con ella algunos dicen una cosa y otros otra.

Fijemos, entonces, nuestra atención en el enfermo, en sus deseos y temores, en su fragilidad y su dolor, en su dependencia cada vez mayor de las manos y de la honestidad del equipo médico.

¿Qué merece un enfermo? Merece que sea visto siempre como un ser humano. Pase lo que pase, conserva siempre su dignidad. Posee un valor inmenso, con unas necesidades muy grandes en su cuerpo y, no hay que olvidarlo, en su espíritu.

Merece, por lo mismo, ser respetado en sus deseos legítimos y ser atendido en su enfermedad. Aunque sea un enfermo “terminal” al que le quedan pocas semanas de vida, su mirada, su corazón, su fragilidad, han de ser tratados con pericia y, sobre todo, con cariño.

No podemos despreciarle o dejarle de lado. Aunque cueste dinero, aunque ocupe una cama y aparatos muy sofisticados, aunque su acercamiento a la muerte nos lleve a pensar que sería mejor “adelantar” su muerte. Nunca será justo actuar contra su vida y contra sus derechos fundamentales.

Dentro del marco del respeto, el enfermo o, cuando él no pueda hablar, sus familiares, tiene el derecho de decir “basta” ante tratamientos que no sean capaces de curarle y que alarguen dolorosamente su camino hacia la muerte. No es justo “ensañarse” contra sus deseos y probar en un cuerpo herido aparatos y métodos que sólo sirven para prolongar, unos días o meses, una vida cuando el enfermo dice “ya déjenme morir en paz”.

No nos confundamos: no es matar a un enfermo el suspender tratamientos que el mismo enfermo ya no desea de modo razonable, porque los considera excesivos o porque acepta que la vida merece rendirse ante el proceso de una enfermedad incurable. En cambio, sí es matarlo quitarle tratamientos necesarios para su supervivencia y pedidos por el mismo enfermo, si éste considera que vale la pena alargar unas semanas o unos meses su existencia terrena.

Por lo tanto, los tratamientos que no curan y que prolongan la lenta agonía del enfermo pueden ser suspendidos. En ese caso, habrá que mantener aquellas atenciones mínimas que todo ser humano merece: alimentación, hidratación, limpieza, tratamiento del dolor a través del uso de calmantes.

Demos al enfermo terminal todo lo que merece y todo lo que pida de modo legítimo. No pensemos nunca en acelerar su muerte, pero tampoco alarguemos sus sufrimientos con tratamientos inútiles que un enfermo ya no desee. De este modo, mantendremos el respeto a su dignidad y a su autonomía legítima, mientras le ofrecemos todo aquello que pueda ayudarle un poco en los últimos días de su existencia entre nosotros.

Fernando Pascual 


“Pequeñas Semillitas”
en Facebook


Clic en el logo 
para ingresar


Meditación breve


Has oído mi llamado, Dios, y siento el calor de Tu respuesta.  En el silencio de mi alma, escucho una vocecilla suave que me dice tantas cosas y me guía a un reino de infinitas posibilidades, en un mundo donde todo puede darse.
Dios: Tu calor me eleva el corazón y la mente por encima de todo desafío y dulce, tiernamente me pone en un reino de paz y seguridad.  Cualquiera sea mi oración -por curación, prosperidad, serenidad-, reposo en la seguridad de que responderás.  Por Tu consoladora presencia, mi fe crece y todas las preocupaciones se esfuman a la luz de esa fe.
Te he llamado y respondes, pues Tú eres la respuesta a todas mis preguntas, a todas mis plegarias.
Llámame y te responderé, y te anunciaré cosas grandes y misteriosas que tú ignoras. Jeremías 33, 3


Pedidos de oración


Pedimos oración por la Paz del Mundo; por la Santa Iglesia Católica; por el Papa, los sacerdotes y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones, por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por el hambre y la pobreza; por la unión de las familias y la fidelidad de los matrimonios; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Pedimos oración por el Padre Alfonso Asencios Zuluaga, de 65 años de edad, que ejerce su ministerio sacerdotal en la comunidad que rigen los Padres Vicentinos en la Parroquia “Virgen María de los Remedios” de la Banda de Shilcayo (Tarapoto, Perú), y que se encuentra desaparecido desde el día 23 de noviembre. Se desconocen las causas de su desaparición y hasta ahora su búsqueda está resultando infructuosa pese a los esfuerzos realizados pero mantenemos la esperanza de encontrarlo como Dios lo disponga. Este es un comunicado de la oficina de prensa y comunicaciones del Arzobispado de Lima, Perú, firmado por el P. Rubén Pedro Borda Montes, CM. Superior Provincial de los Padres Vicentinos

Pedimos oración por Emiliano, un niño recién nacido en la ciudad de Córdoba, Argentina, que está en incubadora por falta de maduración de sus pulmones, rogando al Espíritu Santo que insufle en sus vías respiratorias el viento santo y le otorgue el don de la fortaleza para luchar por su vida y salir adelante.

Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades,
para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia;
escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos
y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad,
la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu hijo ha llamado dichosos,
y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén


"Camino"


"Lee despacio estos consejos. Medita pausadamente estas consideraciones.
Son cosas que te digo al oído, en confidencia de amigo, de hermano, de padre.
Y estas confidencias las escucha Dios. No te contaré nada nuevo.
Voy a remover en tus recuerdos,
para que se alce algún pensamiento que te hiera:
y así mejores tu vida y te metas por caminos de oración y de Amor.
Y acabes por ser alma de criterio"

San Josemaría Escrivá de Balaguer

Capítulo 43.

909
Ahora, que te entregaste, pídele una vida nueva, un "resello": para dar firmeza a la autenticidad de tu misión de hombre de Dios.

910
Eso —tu ideal, tu vocación— es... una locura. —Y los otros —tus amigos, tus hermanos— unos locos...
¿No has oído este grito alguna vez muy dentro de ti? —Contesta, con decisión, que agradeces a Dios el honor de pertenecer al "manicomio".

911
Me escribes: "el deseo tan grande que todos tenemos de que 'esto' marche y se dilate parece que se va a convertir en impaciencia. ¿Cuándo salta, cuándo rompe..., cuándo veremos nuestro al mundo?"
Y añades: "el deseo no será inútil si lo desfogamos en 'coaccionar', en importunar al Señor: entonces tendremos un tiempo formidablemente ganado".

912
Me explico el sufrimiento tuyo cuando en medio de tu forzosa inactividad consideras la tarea que falta por hacer. —No te cabe el corazón en el planeta, y tiene que amoldarse... a una labor oficial minúscula.
Pero, ¿para cuándo dejamos el "fiat"?...

-Continúa mañana-
Jardinero de Dios
-el más pequeñito de todos-
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.