viernes, 19 de noviembre de 2010

Pequeñas Semillitas 1219

PEQUEÑAS SEMILLITAS


Número 1219 ~ Viernes 19 de Noviembre de 2010
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)



Hola !!!
Siente que la vida es una feliz oportunidad. Expresa siempre pensamientos positivos y constructivos, sabes que puedes salir adelante en todo lo que verdaderamente te propongas. Quien mantiene esta actitud pone en juego la ley de atracción por afinidad y sólo atraerá cosas buenas y positivas. Si la aplicas con constancia y regularidad, lograrás el milagro de tu propia realización. Fija tus ideales en tu conciencia y repítelos hasta que formen parte de su inconsciente y sean parte integral de tu manera de ser, de actuar y de pensar.


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


En aquel tiempo, entrando Jesús en el Templo, comenzó a echar fuera a los que vendían, diciéndoles: «Está escrito: ‘Mi casa será casa de oración’. ¡Pero vosotros la habéis hecho una cueva de bandidos!». Enseñaba todos los días en el Templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y también los notables del pueblo buscaban matarle, pero no encontraban qué podrían hacer, porque todo el pueblo le oía pendiente de sus labios.
(Lucas 19, 45-48)

Comentario
Hoy, el gesto de Jesús es profético. A la manera de los antiguos profetas, realiza una acción simbólica, plena de significación de cara al futuro. Al expulsar del templo a los mercaderes que vendían las víctimas destinadas a servir de ofrenda y al evocar que «la casa de Dios será casa de oración» (Is 56,7), Jesús anunciaba la nueva situación que Él venía a inaugurar, en la que los sacrificios de animales ya no tenían cabida. San Juan definirá la nueva relación cultual como una «adoración al Padre en espíritu y en verdad» (Jn 4,24). La figura debe dejar paso a la realidad. Santo Tomás de Aquino decía poéticamente: «Et antiquum documentum / novo cedat ritui» (Que el Testamento Antiguo deje paso al Rito Nuevo»).
El Rito Nuevo es la palabra de Jesús. Por eso, san Lucas ha unido a la escena de la purificación del templo la presentación de Jesús predicando en él cada día. El culto nuevo se centra en la oración y en la escucha de la Palabra de Dios. Pero, en realidad, el centro del centro de la institución cristiana es la misma persona viva de Jesús, con su carne entregada y su sangre derramada en la cruz y dadas en la Eucaristía. También santo Tomás lo remarca bellamente: «Recumbens cum fratribus (…) se dat suis manibus» («Sentado en la mesa con los hermanos (…) se da a sí mismo con sus propias manos»).
En el Nuevo Testamento inaugurado por Jesús ya no son necesarios los bueyes ni los vendedores de corderos. Lo mismo que «todo el pueblo le oía pendiente de sus labios» (Lc 19,48), nosotros no hemos de ir al templo a inmolar víctimas, sino a recibir a Jesús, el auténtico cordero inmolado por nosotros de una vez para siempre (cf. He 7,27), y a unir nuestra vida a la suya.
P. Josep LAPLANA OSB Monje de Montserrat (Montserrat, Barcelona, España)


Santoral Católico:
Santísima Virgen de la Divina Providencia
Patrona de Puerto Rico


La devoción a la Virgen de la Divina Providencia se origina en el siglo XIII en Italia, de donde llegó poco tiempo después a España, en donde se construyó un santuario en Tarragona, Cataluña.

Se dice que el nombre de Divina Providencia, le fue asignado a la Virgen por San Felipe Benicio, quinto superior de los Siervos de María, quien en una ocasión en la que él y sus frailes no tenían nada que comer, invocó la protección de su Patrona, al poco tiempo se oyó toques en la puerta del convento, encontrando al abrirla dos canastas llenas de alimentos.

La imagen mandada a hacer por Don Gil Esteve fue tallada en Barcelona según el gusto de la época. Es una hermosa imagen sentada, "de ropaje, (es decir, hecha para ser vestida), y estuvo expuesta al culto en la catedral durante 67 años, hasta que en 1920 fue sustituida por otra magnífica talla, toda de madera, que es la imagen de Nuestra Señora de la Divina Providencia más familiar y conocida por las comunidades puertorriqueñas.

María se inclina sobre el Niño, que en total actitud de confianza duerme plácidamente en su regazo. Las manos de la Virgen se unen en oración mientras sostiene suavemente la mano izquierda del Divino Infante. El conjunto sugiere ternura, abandono, devoción y paz.

El Papa Pablo VI declaró a Nuestra Señora Madre de la Divina Providencia, como patrona principal de la isla de Puerto Rico mediante un decreto firmado el 19 de noviembre de 1969. En ese documento se decretó también que la solemnidad de la Virgen debía trasladarse del dos de enero, aniversario de su llegada a la isla, al 19 de noviembre, día en que fue descubierta la isla de Borinquen. Se quiso unir así los dos grandes afectos de los puertorriqueños; el amor por su preciosa isla y el amor por la Madre de Dios.

La talla más antigua, que data del 1853, fue la elegida para ser coronada solemnemente durante la reunión del Consejo Episcopal Latino Americano celebrada en San Juan de Puerto Rico el 5 de noviembre de 1976. La víspera del acontecimiento esta imagen fue vilmente quemada en la Parroquia de Santa Teresita de Santurce. Pero eso no detuvo la solemne coronación, que ocurrió en medio de la emoción y las lágrimas de millares de sus hijos y la presencia de cardenales, arzobispos y obispos venidos de toda Latinoamérica. La imagen quemada fue enviada a España para ser restaurada. Actualmente espera la construcción del proyectado gran santuario nacional para ser allí colocada


Pensamiento


“El corazón necesita llenarse de alegrías o de dolores;
unas y otras lo alimentan; lo que no puede soportar es el vacío”
Alphonse Karr


Tema del día:
Diario de un Padre


Era una mañana como cualquier otra. Yo, como siempre, me hallaba de mal humor. Te regañé porque te estabas tardando demasiado en desayunar, te grité porque no parabas de jugar con los cubiertos y te reprendí porque masticabas con la boca abierta. Comenzaste a refunfuñar y entonces derramaste la leche sobre tu ropa. Furioso te levanté por el cabello y te empujé violentamente para que fueras a cambiarte de inmediato.

Camino a la escuela no hablaste. Sentado en el asiento del auto llevabas la mirada perdida. Te despediste de mí tímidamente y yo sólo te advertí que no te portaras mal. Por la tarde, cuando regresé a casa después de un día de mucho trabajo, te encontré jugando en el jardín. Llevabas puestos tus pantalones nuevos y estabas sucio y mojado. Frente a tus amiguitos te dije que debías cuidar la ropa y los zapatos, que parecía no interesarte mucho el sacrificio de tus padres para vestirte. Te hice entrar a la casa para que te cambiaras de ropa y mientras marchabas delante de mí te indiqué que caminaras erguido.

Más tarde continuaste haciendo ruido y corriendo por toda la casa. A la hora de cenar arrojé la servilleta sobre la mesa y me puse de pie furioso porque no parabas de jugar. Con un golpe sobre la mesa grité que no soportaba más ese escándalo y subí a mi cuarto. Al poco rato mi ira comenzó a apagarse. Me di cuenta de que había exagerado mi postura y tuve el deseo de bajar para darte una caricia, pero no pude.

¿Cómo podía un Padre, después de hacer tal escena de indignación, mostrarse sumiso y arrepentido? Luego escuché unos golpecitos en la puerta. "Adelante" dije adivinando que eras tú. Abriste muy despacio y te detuviste indeciso en el umbral de la habitación. Te miré con seriedad y pregunté: ¿Te vas a dormir?, ¿vienes a despedirte? No contestaste. Caminaste lentamente con tus pequeños pasitos y sin que me lo esperara, aceleraste tu andar para echarte en mis brazos cariñosamente. Te abracé y con un nudo en la garganta percibí la ligereza de tu delgado cuerpecito. Tus manitas rodearon fuertemente mi cuello y me diste un beso suavemente en la mejilla. Sentí que mi alma se quebrantaba. "Hasta mañana papito" me dijiste.

¿Qué es lo que estaba haciendo? ¿Por qué me desesperaba tan fácilmente? Me había acostumbrado a tratarte como a una persona adulta, exigirte como si fueras igual a mí y ciertamente no eras igual. Tú tenías unas cualidades de las que yo carecía: eras legítimo, puro, bueno y sobretodo; sabías demostrar amor. ¿Por qué me costaba tanto trabajo?, ¿Por qué tenía el hábito de estar siempre enojado? ¿Qué es lo que me estaba aburriendo? Yo también fui niño. ¿Cuándo fue que comencé a contaminarme?

Después de un rato entré a tu habitación y encendí una lámpara con cuidado. Dormías profundamente. Tu hermoso rostro estaba ruborizado, tu boca entreabierta, tu frente húmeda, tu aspecto indefenso como el de un bebé. Me incliné para rozar con mis labios tu mejilla, respiré tu aroma limpio y dulce. No pude contener el sollozo y cerré los ojos. Una de mis lágrimas cayó en tu piel. No te inmutaste. Me puse de rodillas y te pedí perdón en silencio. Te cubrí cuidadosamente con las cobijas y salí de la habitación.

Si Dios me escucha y te permite vivir muchos años, algún día sabrás que los padres no somos perfectos, pero sobre todo, ojala te des cuenta de que, pese a todos mis errores, te amo más que a mi vida.

Si tú eres un Padre o una Madre que se altera con mucha facilidad y no tienes paciencia, pídesela a Dios; Él te dará la sabiduría para corregir a tu hijo, y las palabras para no ofenderlo, ni dañarlo.

Carlos Cuauhtemoc Sánchez


Meditación breve


Los sentimientos son el preludio de la sensibilidad y el poder intuitivo. ¿Te preguntas por qué damos tanta atención a los sentimientos?
La lección de hoy revela la importancia del trabajo de esta semana. Los sentimientos proveen un medio por el cual el Espíritu puede expresarse. Cuando no te permites sentir, le estás negando acceso al mundo a un conducto de la expresión divina. Obviamente, habrá descontento divino hasta que esa vía del Espíritu se abra.
Según progresas con estas lecciones, esta entrada entre el reino de Dios y el reino en la tierra se amplía, y la sensibilidad y el poder intuitivo se vuelven una parte natural de la vida diaria. Mientras más sientes, más experimentas momentos de discernimiento y corazonadas que rinden frutos.
Hay dos asuntos para hacer hoy. Primero, haz una pausa y lee la lección de hoy por la mañana, al mediodía y por la noche. Esta lectura te recordará simplemente que sentir es el comienzo de la sensibilidad y del poder intuitivo. Segundo, nota si tienes la tendencia de ocultar o rechazar las emociones. Si esto sucede, no te condenes, sólo comprende que estás restringiendo el fluir del Espíritu.


Pedidos de oración


Pedimos oración por el señor Aldo Ch. internado en la ciudad de Córdoba con graves problemas urológicos, para que el Señor con su infinita misericordia lo proteja y le conceda la gracia de la salud, mientras la Santísima Virgen María lo acompaña en sus momentos de dolor a él y a su familia.


Pedimos oración por Carolina y Rodrigo, de Asunción, Paraguay, que atraviesan una difícil situación matrimonial con riesgo cierto de separación. Ellos tienen dos hijos hermosos por quienes luchar y seguir adelante. Que la Sagrada Familia y Maria Auxiliadora los apoyen para que encuentren los caminos del amor y la unidad.


Pedimos oración por Luisa Fernanda G. M. que vive en Guatemala, tiene problemas de tiroides y está siendo estudiada. Que María Inmaculada le conceda que los resultados sean favorables y Jesús la ayude a mantener su salud.


Pedimos oración por el hermano pueblo de Haití, que luego de haber sufrido el terrible azote del terremoto de hace unos meses, se ve ahora en medio de una epidemia de cólera de muy difícil control, cuyo pico máximo aún no ha llegado, y que lleva producidos miles de casos en la pobrísima población.


Tú quisiste, Señor, que tu Hijo unigénito soportara nuestras debilidades, para poner de manifiesto el valor de la enfermedad y la paciencia; escucha ahora las plegarias que te dirigimos por nuestros hermanos enfermos, y concede a cuantos se hallan sometidos al dolor, la aflicción o la enfermedad, la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que tu Hijo ha llamado dichosos, y de saberse unidos a la pasión de Cristo para la redención del mundo. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén


Ven Espíritu Santo...!


Espíritu Santo, Tú nos diste en María un signo cierto de esperanza. Ella es la más bella, la más preciosa, la que más brilla en el cielo de la Iglesia como estrella única y de primera magnitud, y como a tal, le otorgaste todo poder suplicante; por su poderosa intercesión, concédenos que después de los trabajos de esta vida, podamos gozar de tu eterna presencia. Así sea.
P. Florentín Brusa cmf


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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