miércoles, 10 de noviembre de 2010

Pequeñas Semillitas 1210

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Número 1210 ~ Miércoles 10 de Noviembre de 2010
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)


Hola !!!
Vivimos en interdependencia constante. Esto significa que todo lo que haga yo va a tener una consecuencia para el otro y todo lo que otra persona lo haga, tendrá una consecuencia para mi, como ser humano. Nosotros somos seres que vivimos unos de los otros, en una natural cooperación constante. Cuando nos aislamos, creamos una tensión que no es verdadera. Es solo cuando comprendemos que todos los papeles están interconectados, que podemos transformar este mundo que sirve de escenario de vida.
Ruby


La Palabra de Dios:
Evangelio del día


Un día, de camino a Jerusalén, Jesús pasaba por los confines entre Samaría y Galilea, y, al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia y, levantando la voz, dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!». Al verlos, les dijo: «Id y presentaos a los sacerdotes».
Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios. Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano. Tomó la palabra Jesús y dijo: «¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero?». Y le dijo: «Levántate y vete; tu fe te ha salvado».
(Lucas 17, 11-19)

Comentario
Hoy, Jesús pasa cerca de nosotros para hacernos vivir la escena mencionada más arriba, con un aire realista, en la persona de tantos marginados como hay en nuestra sociedad, los cuales se fijan en los cristianos para encontrar en ellos la bondad y el amor de Jesús. En tiempos del Señor, los leprosos formaban parte del estamento de los marginados. De hecho, aquellos diez leprosos fueron al encuentro de Jesús en la entrada de un pueblo (cf. Lc 17,12), pues ellos no podían entrar en las poblaciones, ni les estaba permitido acercarse a la gente («se pararon a distancia»).
Con un poco de imaginación, cada uno de nosotros puede reproducir la imagen de los marginados de la sociedad, que tienen nombre como nosotros: inmigrantes, drogadictos, delincuentes, enfermos de sida, gente en el paro, pobres... Jesús quiere restablecerlos, remediar sus sufrimientos, resolver sus problemas; y nos pide colaboración de forma desinteresada, gratuita, eficaz... por amor.
Además, hacemos más presente en cada uno de nosotros la lección que da Jesús. Somos pecadores y necesitados de perdón, somos pobres que todo lo esperan de Él. ¿Seríamos capaces de decir como el leproso «Jesús, maestro, ten compasión de mi» (cf. Lc 17,13)? ¿Sabemos recurrir a Jesús con plegaria profunda y confiada?
¿Imitamos al leproso curado, que vuelve a Jesús para darle gracias? De hecho, sólo «uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios» (Lc 17,15). Jesús echa de menos a los otros nueve: «¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están?» (Lc 17,17). San Agustín dejó la siguiente sentencia: «‘Gracias a Dios’: no hay nada que uno puede decir con mayor brevedad (...) ni hacer con mayor utilidad que estas palabras». Por tanto, nosotros, ¿cómo agradecemos a Jesús el gran don de la vida, propia y de la familia; la gracia de la fe, la santa Eucaristía, el perdón de los pecados...? ¿No nos pasa alguna vez que no le damos gracias por la Eucaristía, aun a pesar de participar frecuentemente en ella? La Eucaristía es —no lo dudemos— nuestra mejor vivencia de cada día.
P. Conrad J. MARTÍ i Martí OFM (Valldoreix, Barcelona, España)


Santoral Católico:
San León Magno, Papa


Llamado Magno por la grandeza de sus obras su santidad, es el Pontífice más importante de su siglo. Tuvo que luchar fuertemente contra dos clases de enemigos: los externos que querían invadir y destruir a Roma, y los internos que trataban de engañar a los católicos con errores y herejías.

Nació en Toscana, Italia; recibió una esmerada educación y hablaba muy correctamente el idioma nacional que era el latín. Llegó a ser Secretario del Papa San Celestino, y de Sixto III, y fue enviado por éste como embajador a Francia para tratar de evitar una guerra civil que estallaría por la pelea entre dos generales.

Desde el principio de su pontificado dio muestra de poseer grandes cualidades para ese oficio. Predicaba al pueblo en todas las fiestas y de él se conservan 96 sermones, que son verdaderas joyas de doctrina. A los que estaban lejos los instruía por medio de cartas. Se conservan 144 cartas escritas por San León Magno.

Murió el 10 de noviembre del año 461.


Pensamiento


“El amor intenta entender, convencer, vivificar.
Por este motivo, el que ama se transforma constantemente.
Capta más, observa más, es más productivo, es más él mismo”
E. Fromm


Temas Médicos:
Cuerpo, mente y ansiedad


¿Conoces el papel del cuerpo en la ansiedad?, ¿Te has sentido ansioso sin razón aparente? ¿Sabes cómo controlar la ansiedad?

Los seres humanos somos cuerpo y mente, sabemos muy bien que cuando logramos ciertos estados mentales podemos llevar a nuestro cuerpo a un mejor desempeño. Sin embargo, a veces se nos olvida que la regla también opera a la inversa: el estado de nuestro cuerpo también tiene -para bien o para mal- influencia sobre nuestra mente.

Esto puede parecer obvio en casos extremos, como cuando no podemos pensar correctamente por utilizar en nuestro cuerpo drogas o abusar del alcohol, pero casi nunca reparamos en que la acumulación de cosas más sutiles, también puede producir estas alteraciones.

Los descuidos frecuentes con nuestro cuerpo como no alimentarnos bien, mal dormir, no hacer ejercicio, el abuso de los estimulantes como el café, el tabaco o el azúcar, al igual que el exceso de trabajo, computadora o televisión, pueden llevar a nuestra mente a un estado alterado impidiéndonos funcionar correctamente.

Es por eso que muchas veces nos hemos llegado a sentir ansiosos, o nerviosos sin razón aparente, ya que cuando analizamos nuestro interior, encontramos que no hay razones –una presión, un evento o un pensamiento- que justifiquen la sensación. Todo es consecuencia de un cuerpo en mal estado que altera la mente, como un coche que no tiene bien sus niveles de aceite o agua y falla en consecuencia.

Este estado del cuerpo que contamina la mente, la podríamos denominar como “estado de ansiedad física”, y lo más peligroso es que suele crear círculos viciosos en la presencia y en la ausencia de la ansiedad emocional (la que se origina en nuestra mente como una reacción a cuestiones externas de tensión).

En la presencia de la ansiedad emocional, tendemos a descuidar nuestro cuerpo induciendo así, aún mayor ansiedad con nuestro cuerpo. Un ejemplo: cuando tenemos problemas amorosos dejamos de comer o lo hacemos en exceso, dormimos poco y abusamos del alcohol y el cigarro, profundizando el malestar y creando un círculo vicioso. Por otro lado, si no existe ansiedad emocional, cuando experimentamos ansiedad física y no sabemos que es causa del maltrato al cuerpo, tendemos a preocuparnos porque no identificamos la causa de la ansiedad, lo que genera otro círculo vicioso de sentirse ansioso por sentirse ansioso.

Es por esto que es muy importante conocer bien nuestro cuerpo e identificar qué acciones nos pueden llevar a ponernos ansiosos “físicamente” y evitarlas a toda costa para que nuestra mente funcione correctamente y nos permita, aún en la presión y la ansiedad, recuperarnos pronto, precisamente porque en esos momentos es de vital importancia contar con nosotros mismos.

Al lograr esta consciencia, podemos ser capaces de evitar estos círculos viciosos; y no sólo eso, también utilizar nuestro cuerpo para reducir la ansiedad emocional a través de la relajación, el ejercicio, la respiración y el bienestar físico.

Recuerda que si bien somos cuerpo y mente, no están separados, y el equilibrio y bienestar en ambos es vital para controlar la ansiedad y gozar de un mayor bienestar.

Material de Internet


Nuevos videos

Hay un nuevo video subido a este blog
Para verlo debes ir al final de la página

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"Juan Pablo II inolvidable"
Puedes acceder en la dirección:
http://juanpabloinolvidable.blogspot.com


Meditación breve


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El carácter de una persona es como un edificio: se compone de cada ladrillo. Mientras vamos creciendo, aprendemos diversas cosas en la vida. Algunas de ellas nos serán útiles en la carrera profesional, mientras otras se utilizarán en la vida familiar.
Pero hay cosas que no son tan tangibles así. Los valores humanos son elementos esenciales para la convivencia de una persona en la sociedad, pero se aprenden de forma natural, es decir, no en un aula, sino en la vida misma.
Cada valor humano compone el ladrillo que amoldará el ser. Si hay algunos ladrillos faltando o rotos, entonces es importante que se "reforme" la casa del ser, a través de la meditación y la reflexión profunda.


El rincón de los lectores


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Ven Espíritu Santo...!


Espíritu Santo, Tú nos has hecho un gran regalo de amor en esas estrellas de primera magnitud que hoy iluminan nuestro caminar: los santos, con sus bellísimos ejemplos de vida, tallados a la medida de nuestro Salvador. Que nosotros también nos dejemos transformar por Ti para llegar a la plenitud de Cristo como ellos lo hicieron. Así sea.
P. Florentín Brusa cmf


Felipe de Urca
-Jardinero de Dios-


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