jueves, 28 de enero de 2021

Pequeñas Semillitas 4564

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 16 - Número 4564 ~ Jueves 28 de Enero de 2021.
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
La familia no siempre es de sangre... La familia son las personas en tu vida que te quieren en la suya.
Son aquellos que te aceptan por quien eres. Aquellos que harían cualquier cosa por verte sonreír; y aquellos que te aman sin importar nada.
Nadie es tan pobre que no tenga una familia: de sangre o de afectos. De nosotros depende aprender a cuidarla y acrecentar los vínculos con ella.
 
¡Buenos días María!
Le hemos costado muchísimos dolores a María y por eso nos ama tanto, puesto que las madres aman mucho más a los hijos que le han producido algún dolor, y también a sus hijos más sufridos, los más débiles. Y entonces... ¡Cuánto nos amará la Virgen, pues nosotros somos sus hijos que le hemos causado más dolor por nuestros pecados, y somos los más débiles y enfermizos en la vida espiritual! ¡Qué felicidad y qué gracia tener a María como Madre amorosa que piensa en nosotros y nos da todo su cariño y amor! Con Ella no hay nada que temer, pues ante solo una mirada suya los demonios huyen despavoridos y todo el Infierno tiembla ante una palabra suya en favor de alguno de sus fieles devotos. Si tenemos a María, lo tenemos todo, puesto que María es la eterna portadora de Dios, y quien tiene a Dios, nada le falta, solo Dios basta.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Hebreos 10,19-25.
 
Salmo: Sal 24 (23),1-2.3-4ab.5-6.
 
Santo Evangelio: Mc 4,21-25
En aquel tiempo, Jesús decía a la gente: «¿Acaso se trae la lámpara para ponerla debajo del celemín o debajo del lecho? ¿No es para ponerla sobre el candelero? Pues nada hay oculto si no es para que sea manifestado; nada ha sucedido en secreto, sino para que venga a ser descubierto. Quien tenga oídos para oír, que oiga».
Les decía también: «Atended a lo que escucháis. Con la medida con que midáis, se os medirá y aun con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará».
 
Comentario:
Hoy, Jesús nos explica el secreto del Reino. Incluso utiliza una cierta ironía para mostrarnos que la “energía” interna que tiene la Palabra de Dios —la propia de Él—, la fuerza expansiva que debe extenderse por todo el mundo, es como una luz, y que esta luz no puede ponerse «debajo del celemín o debajo del lecho» (Mc 4,21).
¿Acaso podemos imaginarnos la estupidez humana que sería colocar la vela encendida debajo de la cama? ¡Cristianos con la luz apagada o con la luz encendida con la prohibición de iluminar! Esto sucede cuando no ponemos al servicio de la fe la plenitud de nuestros conocimientos y de nuestro amor. ¡Cuán antinatural resulta el repliegue egoísta sobre nosotros mismos, reduciendo nuestra vida al marco de nuestros intereses personales! ¡Vivir bajo la cama! Ridícula y trágicamente inmóviles: “ausentes” del espíritu.
El Evangelio —todo lo contrario— es un santo arrebato de Amor apasionado que quiere comunicarse, que necesita “decirse”, que lleva en sí una exigencia de crecimiento personal, de madurez interior, y de servicio a los otros. «Si dices: ¡Basta!, estás muerto», dice san Agustín. Y san Josemaría: «Señor: que tenga peso y medida en todo..., menos en el Amor».
«‘Quien tenga oídos para oír, que oiga’. Les decía también: ‘Atended a lo que escucháis’» (Mc 4,23-24). Pero, ¿qué quiere decir escuchar?; ¿qué hemos de escuchar? Es la gran pregunta que nos hemos de hacer. Es el acto de sinceridad hacia Dios que nos exige saber realmente qué queremos hacer. Y para saberlo hay que escuchar: es necesario estar atento a las insinuaciones de Dios. Hay que introducirse en el diálogo con Él. Y la conversación pone fin a las “matemáticas de la medida”: «Con la medida con que midáis, se os medirá y aun con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará» (Mc 4,24-25). Los intereses acumulados de Dios nuestro Señor son imprevisibles y extraordinarios. Ésta es una manera de excitar nuestra generosidad.
* Rev. D. Àngel CALDAS i Bosch (Salt, Girona, España)
 
Santoral Católico:
Santo Tomás de Aquino
Presbítero y Doctor de la Iglesia
Nació alrededor del año 1225, hijo de los condes de Aquino, en Roccasecca (Italia). Estudió en el monasterio de Montecasino y más tarde en Nápoles, donde conoció a los dominicos e ingresó en su Orden. Completó sus estudios en Colonia bajo la dirección de san Alberto Magno. Ya ordenado de sacerdote, marchó a la Universidad de París. Escribió muchas obras de filosofía y teología y ejerció también el profesorado, contribuyendo grandemente al desarrollo y sistematización de las ciencias eclesiásticas en su Orden y en la Iglesia. Su obra más conocida es la Suma Teológica. Decía: «Más he aprendido orando ante el crucifijo que de los libros». Después residió, como teólogo y maestro, en Nápoles, en Orvieto junto al Papa, en Roma, en París y una vez más en Nápoles. Cuando se dirigía al Concilio de Lyon, al que había sido invitado por el Papa, murió en Fossanova el 7 de marzo de 1274. Su fiesta se celebra el 28 de enero, día en que su cuerpo fue trasladado a Toulouse en 1369.
Oración: Oh Dios, que hiciste de santo Tomás de Aquino un varón preclaro por su anhelo de santidad y por su dedicación a las ciencias sagradas, concédenos entender lo que él enseñó e imitar el ejemplo que nos dejó en su vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
* Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net
 
Pensamientos de 
Santo Tomás de Aquino 
“Para alguien que tiene fe,
no es necesaria ninguna explicación.
Para aquel sin fe, no hay explicación posible”
 +
“Creer es un acto del entendimiento
que asiente a la verdad divina
por imperio de la voluntad
movida por Dios mediante la gracia”
 +
“El único instrumento que los hombres tenemos
tanto para perfeccionarnos
como para vivir dignamente, es la educación”
 
Historias:
El racimo de uvas
Un día llamaron a la puerta de un convento, y abrió el hermano portero llamado Pedro. Este vio con asombro que un hortelano de las tierras de al lado le entregaba un hermoso racimo de uvas tan grande que le causó admiración, diciéndole:
 
-Hermano: te regalo este racimo de uvas en agradecimiento por la buena atención que me prestas cada vez que vengo al convento-.
 
Sin pensarlo dos veces el hermano portero le dio las gracias por tan precioso regalo y le dijo que no tardarían mucho en dar cuenta de él.
 
Apenas salió el hortelano del convento, Pedro lavó el racimo y lo dejó escurrir en un clavo que había colgado en la pared, mirándolo con alegría por el gran festín que le esperaba. En el convento, había un hermano enfermo que no gustaba de comer nada, debido a su enfermedad. Pedro pensó que sería una buena obra alegrarle el día a este enfermo y de paso llenarle el estómago, tan necesitado de alimento. Sin pensarlo mucho, descolgó el racimo de uvas y se fue a la enfermería a regalárselo. El enfermo, al ver el racimo abrió los ojos sobresaltado al ver su gran tamaño, y el portero le dijo:
 
- Hermano Matías, me han regalado este racimo, pero pensando en tu enfermedad y sabiendo que no te apetece comer nada, quizás estas uvas te abran el apetito-. El hermano Matías le agradeció de corazón que se hubiese acordado de él, diciéndole que si se moría le tendría muy presente cuando estuviera en el Cielo con Nuestro Señor.
 
Pedro le buscó una fuente donde le colocó el racimo para que fuera picando cuando gustara. Dejándolo solo, se fue para la portería pensando en la obra que había hecho por su hermano Matías. El enfermo tomó el racimo como pudo e iba a dar buena cuenta de él, pero pensó que si lo dejaba haría un buen sacrificio para remisión de sus pecados y bien de su alma y decidió no comerlo y dárselo al hermano enfermero, que le atendía con tanta caridad y se desvivía por él por las noches.
 
Llamó al hermano enfermero y este pensó que le sucedía algo, por la insistencia en que le llamaba.
 
- Hermano Esteban, me ha traído el hermano Pedro este racimo para que lo degustara pensando en mi enfermedad, pero pensé que, ya que no me entra nada en el estómago y hasta tal vez me hiciera daño, he pensado que te lo comas tú, que te portas tan bien conmigo-.
 
El Hermano Esteban insistía en que intentara comérselo pero cuanto más insistía el enfermero más lo rechazaba el enfermo. Este decidió comérselo en su celda dándole las gracias por tan precioso regalo. Y mientras caminaba hacia su celda, pensó que mejor que comérselo él, se lo daría al Hermano cocinero que bien se esmeraba para que todos los frailes comieran lo poco que les llegaba de la huerta y de donativos. Bajó a la cocina y encontrándose con Buenaventura, el hermano cocinero, y topándose de bruces con él y el racimo le dijo:
 
- Mira lo que me han regalado, pero te lo regalo a ti para que saborees estas uvas tan hermosas, como hermoso es tu corazón.
 
El hermano Buenaventura, quitándole importancia a lo que decía, le insistió que se lo diera mejor al prior ya que era tan responsable con la comunidad. Y así fue pasando el racimo de hermano en hermano por todo el convento, hasta que llegó de nuevo a la portería donde el hermano portero, extrañado y perplejo por el suceso decidió que no diera más vueltas el racimo de uvas, y ni corto ni perezoso se lo comió con tal gusto que le parecieron las uvas más sabrosas que jamás hubiera comido.
 
Moraleja: Cuando miras por el bien de los demás y dejas lo tuyo para ayudar otros, el Señor te lo devuelve colmado y no el veinte ni el treinta sino el ciento por uno.
 
(Web Católico de Javier)
 
Nuevo vídeo
 
Hay un nuevo vídeo subido al blog
de "Pequeñas Semillitas" en internet:
Biografía de Santo Tomás de Aquino.
Para verlo tienes que ir al final de esta página:
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
En la primavera de 1916, en Fátima (Portugal), el ángel llamó a un acercamiento íntimo con la Santa Trinidad: «Santísima Trinidad Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo os adoro profundamente.»
La Hermana Lucía, una de las tres videntes de la Virgen de Fátima comenta:
«Cuando cortamos una fruta, una naranja, por ejemplo, primero le quitamos la cáscara que enseguida tiramos; luego, le sacamos las pepitas que pueden ser sembradas, y finalmente, nos guardamos la pulpa que nos alimenta. De manera que en una sola unidad, en este caso, en una naranja, encontramos tres cosas diferentes cada una con una finalidad distinta [...] Entonces, ¿por qué nos sorprende que en un solo Dios haya tres personas distintas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo?
Las Sagradas Escrituras evocan el misterio de la Santísima Trinidad, cuando san Lucas relata el misterio de la Encarnación [...] Respondiendo a una dificultad de Maria, el ángel le dice: « El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será Santo y será llamado Hijo de Dios.» (Lc 1, 35)
 
Año de San José
San José, hombre justo y modelo de virtudes, es el Patrono Universal de la santa Iglesia, y por lo tanto de todos nosotros. Es el santo que tuvo en la tierra la misión más grande y noble: proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.
 
Enero 28
Dios Padre misericordioso que ves en lo secreto y conoces nuestras necesidades, te pedimos por intercesión de san José que nos des fuerzas y luz para conocer y arrepentirnos de nuestros pecados, que nos impiden el camino de la santidad. Así sea.
(P. Florentín Brusa, cmf)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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AMDG

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