jueves, 7 de enero de 2021

Pequeñas Semillitas 4543

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 16 - Número 4543 ~ Jueves 7 de Enero de 2021.
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
¿Qué me traerá el año que ha empezado?
Lo que Tú quieras Señor, pero te pido fe para mirarte en todo, esperanza para no desfallecer, y caridad para amarte cada día más, y para hacerte amar entre los que me rodean.
Dame paciencia y humildad, desprendimiento y generosidad, dame Señor, lo que tú sabes que me conviene y yo no sé pedir.
Que tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente activas, y que me halle siempre dispuesto a hacer tu Santa Voluntad.
Derrama Señor, tus gracias sobre todos los que amo y concede tu paz al mundo entero. Amén.
 
¡Buenos días María!
Cuando estemos tristes y melancólicos, llamemos a María, invoquemos a la Virgen, y las penas se irán, o al menos se harán más soportables y una gran alegría inundará nuestros corazones y nuestras almas.
Porque la Iglesia llama a María: “Causa de nuestra alegría”. Y en sus fiestas, la liturgia hace que pidamos a María que nos dé la alegría espiritual, pues Ella es la causa de la alegría infinita de Dios, que se regocija en María, que es la obra maestra de su creación.
Si Dios es feliz contemplando a María, ¿no seremos también felices nosotros al invocarla, al nombrarla? Porque sólo pronunciar el Nombre de María, hace que los demonios huyan, y la alegría y la esperanza vuelvan a un corazón que las ha perdido.
Invoquemos a María, siempre y en todo lugar, especialmente cuando estamos tristes y abatidos, y veremos grandes cambios en nuestra vida; y los días más oscuros, tendrán su sol luminoso cuando pronunciemos el dulce Nombre de María, nuestra Mamá del Cielo.
 
La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura:1 Jn 3,22—4,6
 
Salmo: Sal 2,7-8.10-12a.
 
Santo Evangelio: Mt 4,12-17.23-25
En aquel tiempo, cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, se retiró a Galilea. Y dejando la ciudad de Nazaret, fue a morar en Cafarnaúm, ciudad marítima, en los confines de Zabulón y de Neftalí. Para que se cumpliese lo que dijo Isaías el profeta: «Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino de la mar, de la otra parte del Jordán, Galilea de los gentiles. Pueblo que estaba sentado en tinieblas, vio una gran luz, y a los que moraban en tierra de sombra de muerte les nació una luz».
Desde entonces comenzó Jesús a predicar y a decir: «Haced penitencia, porque el Reino de los cielos está cerca». Y andaba Jesús rodeando toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos y predicando el Evangelio del Reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia del pueblo. Y corrió su fama por toda Siria, y le trajeron todos los que tenían algún mal, poseídos de varios achaques y dolores, y los endemoniados, y los lunáticos y los paralíticos, y los sanó. Y le fueron siguiendo muchas gentes de Galilea y de Decápolis y de Jerusalén y de Judea, y de la otra ribera del Jordán.
 
Comentario:
Hoy, por así decirlo, recomenzamos. El «Pueblo que estaba sentado en tinieblas, vio una gran luz» (Mt 4,16), nos dice el profeta Isaías, citado en este Evangelio de hoy, y que nos remite al que escuchábamos en Nochebuena. Volvemos a comenzar, tenemos una nueva oportunidad. El tiempo es nuevo, la ocasión lo merece, dejemos —humildemente— que el Padre actúe en nuestra vida.
Hoy comienza el tiempo en que Dios nos da una vez más su tiempo para que lo santifiquemos, para que estemos cerca de Él y hagamos de nuestra vida un servicio de cara a los otros. La Navidad se acaba, lo hará el próximo domingo —si Dios quiere— con la fiesta del Bautismo del Señor, y con ella se da el pistoletazo de salida para el nuevo año, para el tiempo ordinario —tal y como decimos en la liturgia cristiana— para vivir in extenso el misterio de la Navidad. La Encarnación del Verbo nos ha visitado en estos días y ha sembrado en nuestros corazones, de manera infalible, su Gracia salvadora que nos encamina, nuevamente, hacia el Reino del Cielo, el Reino de Dios que Cristo vino a inaugurar entre nosotros, gracias a su acción y compromiso en el seno de nuestra humanidad.
Por esto, nos dice san León Magno que «la providencia y misericordia de Dios, que ya tenía pensado ayudar —en los tiempos recientes— al mundo que se hundía, determinó la salvación de todos los pueblos por medio de Cristo».
Ahora es el tiempo favorable. No pensemos que Dios actuaba más antes que ahora, que era más fácil creer cerca de Jesús —físicamente, quiero decir— que ahora que no le vemos tal como es. Los sacramentos de la Iglesia y la oración comunitaria nos otorgan el perdón y la paz y la oportunidad de participar, nuevamente, en la obra de Dios en el mundo, a través de nuestro trabajo, estudio, familia, amigos, diversión o convivencia con los hermanos. ¡Que el Señor, fuente de todo don y de todo bien, nos lo haga posible!
* Rev. D. Jordi CASTELLET i Sala (Sant Hipòlit de Voltregà, Barcelona, España)
 
Santoral Católico:
San Raimundo de Peñafort
Presbítero Dominico
Nació hacia el año 1175, cerca de Barcelona. Fue primero canónigo de la iglesia barcelonesa y después ingresó en la Orden de Predicadores. Eminente canonista, editó, por mandato del papa Gregorio IX, la compilación de las Decretales. Elegido tercer general de su Orden, la gobernó con sabiduría y prudencia. Entre sus escritos destacan las obras destinadas a la administración genuina y provechosa del sacramento de la penitencia. Fue consejero del rey Jaime I de Aragón. Propició la acción misionera frente a las herejías y entre los musulmanes y los judíos, y apoyó a san Pedro Nolasco en la fundación de los Mercedarios para la redención de cautivos. Murió en Barcelona el 6 de enero de 1275.
Oración: Oh Dios, que diste a san Raimundo de Peñafort una entrañable misericordia para con los cautivos y los pecadores, concédenos por su intercesión que, rotas las cadenas del pecado, nos sintamos libres para cumplir tu divina voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Para más información hacer clic acá.
* Directorio Franciscano – Aciprensa – Catholic.net
 
Pensamiento del día
 
“La imaginación es la mitad de la enfermedad.
La tranquilidad es la mitad del remedio.
Y la paciencia es el comienzo de la cura”
(Ibn Sina)
 
Tema del día:
Modas
El servidor de Dios no debe andar con la moda, sino que se debe vestir decentemente, con modestia y agradablemente, pero no provocativamente.
 
La Virgen, en Fátima, dijo que vendrían modas que desagradarían mucho a Nuestro Señor, y ahora estamos en esos tiempos.
 
Muchas mujeres van por la calle “elegantemente desnudas” y no son conscientes de los pecados que hacen cometer a los hombres, y de las tentaciones que causan en el sexo opuesto.
 
La Virgen, también en Fátima, ha dicho que los pecados que más almas llevan al Infierno son los pecados de la carne. Si esto es así, y la Virgen lo decía en el año 1917, ¿qué se podrá decir hoy en día, en que las modas, la televisión y el cine exaltan la impureza y toda clase de desórdenes?
 
Estemos atentos porque ya Jesús nos ha dicho en su Evangelio que si nuestro ojo nos es ocasión de pecado, que lo arranquemos y lo arrojemos lejos de nosotros, porque es mejor entrar tuertos o ciegos en el Cielo, que con los dos ojos ser arrojados al Infierno.
 
No vayamos con la moda, sino tratemos de ser castos también en el vestido, porque Dios nos pedirá cuenta no solo de los pecados que hayamos cometido, sino también de los pecados de que hicimos cometer a los demás.
 
Que cada uno piense cómo se está vistiendo, y si está ayudando al prójimo a avanzar por el camino de la virtud o, por el contrario, con su modo de vestir, lo está llevando al abismo de donde no se sale.
 
Si queremos mantenernos puros y castos en medio de este mar de barro, es necesario que invoquemos a María, la Inmaculada Concepción, que siempre tuvo a Satanás bajo su pie, y no conoció ni sombra de pecado.
 
Cuando nos vayamos a poner una ropa, un vestido, pensemos: ¿La Virgen se pondría esto? ¿Jesús se vestiría así? Y lo que nos diga nuestro corazón llevémoslo a la práctica.
(Sitio Santísima Virgen)
 
Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Había una vez un árabe que viajaba de noche. Sus esclavos, a la hora del descanso, se encontraron que no tenían más que 19 estacas para atar a sus 20 camellos. Cuando consultaron al amo, éste les dijo: “Simulen que clavan una estaca. Cuando lleguen al camello número 20, creerá que está atado." Así lo hicieron y, efectivamente, a la mañana siguiente todos los camellos estaban en su sitio, y el número 20, al lado de lo que se imaginaba, sin moverse de allí. Al desatarlos para marcharse, todos se pusieron en movimiento menos el número 20 que seguía quieto sin moverse. Entonces el amo dijo: "Hagan el gesto de desatar la estaca de la cuerda, pues el tonto aún se cree atado". Así lo hicieron, y el camello entonces se paró y se puso a caminar con los demás.
¿Cuáles son las falsas ataduras que te impiden ser tú mismo? Eres una persona única salida de las manos de Dios. Él te valora, hazlo tú también. Recuerda que los demás te necesitan tal como el Señor ha querido que fueras. Desarrolla tus potencialidades. ¡Decídete a cambiar y a progresar para que no se aplique el cuento del camello a ti mismo!
 
Año de San José
San José, hombre justo y modelo de virtudes, es el Patrono Universal de la santa Iglesia, y por lo tanto de todos nosotros. Es el santo que tuvo en la tierra la misión más grande y noble: proteger al Niño Dios y su Santísima Madre.
 
Enero 7
Laborioso san José, que no falten en nuestros campos manos fuertes que trabajen, y que con benéficas lluvias den los mejores frutos, para que así todos tengamos el alimento suficiente para vivir. Amén.
(P. Florentín Brusa, cmf)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)
 
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AMDG

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