sábado, 9 de febrero de 2019

Pequeñas Semillitas 3909

PEQUEÑAS SEMILLITAS

Año 14 - Número 3909 ~ Sábado 9 de Febrero de 2019
Desde la ciudad de Córdoba (Argentina)
Alabado sea Jesucristo…
En ocasiones, hace falta mucha fortaleza para oponerse a las ideas y costumbres del mundo que nos rodea. Por eso, se necesitan médicos católicos que defiendan la vida a capa y espada, y sean excelentes en su labor.
Necesitamos maestros católicos, que enseñen siempre la verdad y no se dejen sobornar por la mentira.
Necesitamos historiadores y científicos católicos que descubran la verdad, filósofos católicos que ayuden a encontrar el sentido de la vida. Y también se necesitan ingenieros, abogados y empresarios de conducta intachable e insobornable.
Necesitamos políticos católicos, que velen por el bienestar de todos y no claudiquen ante la mentira, la corrupción o la cultura de la muerte.
Necesitamos artistas católicos que creen obras de arte que perfumen nuestro mundo con la belleza sin tener que acudir a groserías ni denigrar los valores sagrados.
Necesitamos literatos católicos y comunicadores que proporcionen la verdad a través de los medios de comunicación.
En una palabra, se necesitan católicos que trabajen por un mundo mejor, pero siguiendo los principios cristianos del amor, la verdad, la solidaridad y la paz.

¡Buenos días!

La corrección: ayuda valiosa
Con frecuencia Dios, por sus profetas, invitó a Israel a revisar su estilo de vida para hacer los necesarios reajustes que exigía la alianza solemnemente pactada. La Palabra de Dios sigue invitándonos a cambiar y corregirnos, y nos motiva con sabiduría a dar pasos de crecimiento espiritual. Ábrete a su mensaje y aprovecha su fuerza renovadora.

Agradécele a Dios haber puesto en tu camino personas buenas que corrigen tus defectos. Quienes nos corrigen demuestran mucho amor, porque hay otros que, en lugar de corregirnos, utilizan nuestras faltas y errores para comentarlos con sus amigos, pero nada más. Si quieres mejorar de verdad, decídete aceptar las correcciones que te hagan, sin poner defensas, excusas o pretextos. Ante una crítica, reflexiona por qué te la dicen y si en verdad se justifica. A pesar de que algunos se consideran intachables, todos tenemos defectos. Y aunque estemos llenos de ellos, el Espíritu Santo nos da discernimiento para notar las virtudes que también poseemos.

“Si yo corrigiera mi manera de pensar de los otros, me sentiría sereno. Si yo corrigiera mi manera de actuar ante los demás, los haría felices. Si yo aceptara a todos como son, sufriría menos. Si yo me aceptara tal cual soy y corrigiera mis defectos, ¡cuánto mejoraría mi hogar y mi entorno! Si yo cambiara... ¡cambiaría el mundo!”. Anímate a dar pasos decididos.
* Enviado por el P. Natalio

La Palabra de Dios
Lecturas del día
Primera Lectura: Heb 13, 1-9a

Salmo: Sal 26, 1. 3. 5. 8b-9abc

SANTO EVANGELIO: Mc 6,30-34
En aquel tiempo, los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y lo que habían enseñado. Él, entonces, les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco». Pues los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer. Y se fueron en la barca, aparte, a un lugar solitario. Pero les vieron marcharse y muchos cayeron en cuenta; y fueron allá corriendo, a pie, de todas las ciudades y llegaron antes que ellos. Y al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.

Comentario:
Hoy, el Evangelio nos plantea una situación, una necesidad y una paradoja que son muy actuales.
Una situación. Los Apóstoles están “estresados”: «Los que iban y venían eran muchos, y no les quedaba tiempo ni para comer» (Mc 6,30). Frecuentemente nosotros nos vemos abocados al mismo trasiego. El trabajo exige buena parte de nuestras energías; la familia, donde cada miembro quiere palpar nuestro amor; las otras actividades en las que nos hemos comprometido, que nos hacen bien y, a la vez, benefician a terceros... ¿Querer es poder? Quizá sea más razonable reconocer que no podemos todo lo que quisiéramos.
Una necesidad. El cuerpo, la cabeza y el corazón reclaman un derecho: descanso. En estos versículos tenemos un manual, frecuentemente ignorado, sobre el descanso. Ahí destaca la comunicación. Los Apóstoles «le contaron todo lo que habían hecho» (Mc 6,30). Comunicación con Dios, siguiendo el hilo de lo más profundo de nuestro corazón. Y —¡qué sorpresa!— encontramos a Dios que nos espera. Y espera encontrarnos con nuestros cansancios.
Jesús les dice: «Venid también vosotros aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco» (Mc 6,31). ¡En el plan de Dios hay un lugar para el descanso! Es más, nuestra existencia, con todo su peso, debe descansar en Dios. Lo descubrió el inquieto Agustín: «Nos has creado para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que no descanse en ti». El reposo de Dios es creativo; no “anestésico”: toparse con su amor centra nuestro corazón y nuestros pensamientos.
Una paradoja. La escena del Evangelio acaba “mal”: los discípulos no pueden reposar. El plan de Jesús fracasa: son abordados por la gente. No se han podido “desconectar”. Nosotros, con frecuencia, no podemos liberarnos de nuestras obligaciones (hijos, cónyuge, trabajo...): ¡Sería como traicionarnos! Se impone encontrar a Dios en estas realidades. Si hay comunicación con Dios, si nuestro corazón descansa en Él, relativizaremos tensiones inútiles... y la realidad —desnuda de quimeras— mostrará mejor la impronta de Dios. En Él, allí, hemos de reposar.
Rev. D. David COMPTE i Verdaguer (Manlleu, Barcelona, España)

Santoral Católico:
San Miguel Febres Cordero
Religioso Lasallista

Nació el año 1854 en Cuenca (Ecuador). Ingresó en la congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas en 1868. Desarrolló un largo e intenso apostolado como maestro, escritor y sobre todo catequista; nada le impedía la asiduidad a la oración ni el fomento de su devoción a la Virgen. Publicó muchas obras y tradujo numerosos textos didácticos. En 1892 ingresó en la Academia Ecuatoriana de la Lengua. Este religioso de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, que durante cuarenta años se dedicó a la educación en la ciudad de Cuenca, en Ecuador, y, trasladado a España, se distinguió por la perfecta observancia de la disciplina de la vida religiosa. Por motivos de salud, se trasladó a Premiá de Mar, cerca de Barcelona (España), donde falleció el 9 de febrero de 1910.
Para más información hacer clic acá.
© Directorio Franciscano – Catholic.net

Palabras del Santo Padre Pío
“Si ustedes desean asistir a la Santa Misa
con devoción y obtener frutos,
piensen en la Madre dolorosa al pie del Calvario”

Grandes Biografías:
Martín Lutero
Teólogo alemán cuya ruptura con la Iglesia católica puso en marcha la Reforma protestante. Nació en Eisleben, Alemania,  el  10 de noviembre de 1483. Contrariando la voluntad de sus padres, Martín Lutero se hizo monje agustino en 1505 y comenzó a estudiar Teología en la Universidad de Wittenberg, en donde se doctoró en 1512.

Siendo ya profesor comenzó a criticar la situación en la que se encontraba la Iglesia católica: Lutero protestaba por la frivolidad en la que vivía gran parte del clero (especialmente las altas jerarquías, como había podido contemplar durante una visita a Roma en 1510) y también el que las bulas eclesiásticas (documentos que teóricamente concedían indulgencias a los creyentes por los pecados cometidos) fueran objeto de un tráfico puramente mercantil.

Las críticas de Lutero reflejaban un clima bastante extendido de descontento por la degradación de la Iglesia, expresado desde la Baja Edad Media por otros reformadores que se pueden considerar predecesores del luteranismo, como el inglés John Wyclif (siglo XIV) o el bohemio Jan Hus (siglo XV). Las protestas de Lutero fueron subiendo de tono hasta que, a raíz de una campaña de venta de bulas eclesiásticas para reparar la basílica de San Pedro, decidió hacer pública su protesta redactando 95 tesis que clavó a la puerta del castillo de Wittenberg (1517).

La Iglesia hizo comparecer varias veces a Lutero para que se retractase de aquellas ideas (en 1518 y 1519); pero en cada controversia Lutero fue más allá y rechazó la autoridad del papa, de los concilios y de los «Padres de la Iglesia», remitiéndose en su lugar a la Biblia y al uso de la razón.

En 1520, Lutero completó el ciclo de su ruptura con la Iglesia, al desarrollar sus ideas en tres grandes «escritos reformistas»: ‘Llamamiento a la nobleza cristiana de la nación alemana’, ‘La cautividad babilónica de la Iglesia’ y ‘Sobre la libertad cristiana’. Finalmente, el papa León X le condenó y excomulgó como hereje en una bula que Lutero quemó públicamente (1520); y el nuevo emperador, Carlos V, le declaró proscrito tras escuchar sus razones en la Dieta de Worms (1521). Lutero permaneció un año escondido bajo la protección del elector Federico de Sajonia; pero sus ideas habían hallado eco entre el pueblo alemán y también entre algunos príncipes deseosos de afirmar su independencia frente al papa y frente al emperador, por lo que Lutero no tardó en recibir apoyos que le convirtieron en dirigente de un movimiento religioso conocido como la Reforma.

Desligado de la obediencia romana, Lutero emprendió la reforma de los sectores eclesiásticos que le siguieron y que conformaron la primera Iglesia protestante, a la cual dotó de una base teológica. El luteranismo se basa en la doctrina (inspirada en escritos de san Pablo y de san Agustín) de que el hombre puede salvarse sólo por su fe y por la gracia de Dios, sin que las buenas obras sean necesarias ni mucho menos suficientes para alcanzar la salvación del alma; en consecuencia, expedientes como las bulas que vendía la Iglesia católica no sólo eran inmorales, sino también inútiles.

Lutero defendió la doctrina del «sacerdocio universal», que implicaba una relación personal directa del individuo con Dios en la cual desaparecía el papel mediador de la Iglesia, privando a ésta de su justificación tradicional; la interpretación de las Sagradas Escrituras no tenía por qué ser un monopolio exclusivo del clero, sino que cualquier creyente podía leer y examinar libremente la Biblia, para lo cual ésta debía ser traducida a idiomas que todos los creyentes pudieran entender (él mismo la tradujo al alemán, creando un monumento literario de gran repercusión sobre la lengua escrita en Alemania en los siglos posteriores).

También negó otras ideas asumidas por la Iglesia a lo largo de la Edad Media, como la existencia del Purgatorio o la necesidad de que los clérigos permanecieran célibes; para dar ejemplo, él mismo contrajo matrimonio con una antigua monja convertida al luteranismo. De los sacramentos católicos Lutero sólo consideró válidos los dos que halló reflejados en los Evangelios, es decir, el Bautismo y la Eucaristía, rechazando los demás.

Al rechazar la autoridad centralizadora de Roma, Lutero proclamó la independencia de las Iglesias nacionales, cuya cabeza debía ser el príncipe legítimo de cada Estado; la posibilidad de hacerse con el dominio sobre las Iglesias locales (tanto en su vertiente patrimonial como en la de aparato propagandístico para el control de las conciencias) atrajo a muchos príncipes alemanes y facilitó la extensión de la Reforma. Tanto más cuanto que Lutero insistió en la obediencia al poder civil, contribuyendo a reforzar el absolutismo monárquico y desautorizando movimientos populares inspirados en su doctrina, como el que desencadenó la «guerra de los campesinos» (1524-25).

La extensión del luteranismo dio lugar a las «guerras de religión» que enfrentaron a católicos y protestantes en Europa a lo largo de los siglos XVI y XVII, si bien las diferencias religiosas fueron poco más que el pretexto para canalizar luchas de poder en las que se mezclaban intereses políticos, económicos y estratégicos. El protestantismo acabó por consolidarse como una religión cristiana separada del catolicismo romano; pero, a su vez, también se dividió en múltiples corrientes, al aparecer disidentes radicales en la propia Alemania (como Thomas Münzer) y al extenderse el protestantismo a otros países europeos en donde aparecieron reformadores locales que crearon sus propias Iglesias con doctrinas teológicas diferenciadas (como en la Inglaterra de Enrique VIII o la Suiza de Zuinglio y Calvino).

Murió a las 2:45 del 18 de febrero de 1546 en Eisleben, la ciudad donde nació. Fue enterrado en la Iglesia Castillo de Wittenberg, cerca del púlpito desde el cual había transformado al cristianismo.

Nota de Redacción: La finalidad de publicar la biografía de este monje agustino es facilitar el conocimiento de un personaje importante (y mal conocido) de la historia de la Iglesia con sus lados positivos y los negativos.  Toda persona tiene siempre algo bueno para rescatar.  No juzguemos a Martín Lutero (en verdad: no juzguemos a nadie, porque esa es tarea de Dios).

Humor de sábados
Charlie Chaplin, genio del humor de todos los tiempos, ha dejado tres máximas que vale la pena recordar:
🌸 Nada es para siempre en este Mundo, ni siquiera nuestros problemas.
🌸 Me gusta caminar en la lluvia, porque nadie puede ver mis lágrimas.
🌸 El día más desperdiciado en la vida es el día en el cual no nos hemos reído.

Meditaciones de “Pequeñas Semillitas”
Una pequeña Catedral en las afueras de Belén marca el lugar del nacimiento de Jesús.
Detrás de un elevado altar en la entrada de la iglesia, hay una cueva; una pequeña caverna iluminada por lámparas de plata.
Se puede entrar al edificio principal y admirar la antigua iglesia.
Se puede penetrar también en la tranquila cueva donde una estrella empotrada en el piso señala el lugar del nacimiento del Rey.
Sin embargo, hay un requisito.
Hay que inclinarse o arrodillarse; la puerta es tan baja que no deja entrar erguido a nadie.
Puedes ver el mundo estando de pie, pero para ser testigo del Salvador, tienes que permanecer de rodillas.

Pedidos de oración
Pedimos oración por la Santa Iglesia Católica; por el Papa Francisco, por el Papa Emérito Benedicto, por los obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, monjas, religiosas, novicias, catequistas y todos los que componemos el cuerpo místico de Cristo; por la unión de los cristianos para que seamos uno, así como Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo son Uno junto con el Espíritu Santo; por las misiones; por el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María;  por la conversión de todos los pueblos; por la Paz en el mundo; por los cristianos perseguidos y martirizados en Medio Oriente, África, y en otros lugares; por nuestros hermanos sufrientes por diversos motivos especialmente por las enfermedades, el abandono, la carencia de afecto, la falta de trabajo, el hambre y la pobreza; por los pacientes internados en la Casa de la Bondad en  Córdoba (Argentina); por los niños con cáncer y otras enfermedades graves; por el drama de los refugiados del Mediterráneo; por los presos políticos y la falta de libertad en muchos países del mundo; por las víctimas de catástrofes naturales; por la unión de las familias, la fidelidad de los matrimonios y por más inclinación de los jóvenes hacia este sacramento; por el aumento de las vocaciones sacerdotales y religiosas; y por las Benditas Almas del Purgatorio.

Cinco minutos con Jesús
Febrero 9
En verdad fue admirable la fe de aquellos hombres que condujeron al paralítico a la presencia de Jesús; no pudiendo llegar a él por la muchedumbre que se agolpaba a la puerta de la casa, subieron al tejado y por él descolgaron al paralítico en su camilla hasta ponerlo delante de Jesús. Jesús se conmovió y curó al enfermo.
La bondad de Jesús lo mueve no solamente a conceder lo que le piden, que es la salud para el enfermo, sino que también le devuelve la salud de su alma, perdonándole los pecados.
Dios no deja nunca las cosas a medio hacer; ponte tú también delante de Dios con la misma fe y la misma confianza con que pusieron a aquel enfermo y recuperarás la salud de tu alma, alcanzando el perdón de tus pecados.
(Padre Alfonso Milagro)
FELIPE
-Jardinero de Dios-
(el más pequeñito de todos)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por participar comentando! Por favor, no te olvides de incluir tu nombre y ciudad de residencia al finalizar tu comentario dentro del cuadro donde escribes.